Yo nunca pensaba ser infiel

Soy una mujer joven en mi plenitud sexual, esa edad donde ya no te espantas con nada pero te duele no te hablen con la verdad y yo creo por eso se dio esta historia que por demas me dejo experiencias gratas y muy placenteras, no hay nombres que comprometan a nadie y es mas real que nada...

YO PENSABA NUNCA SER INFIEL…

Me case a mis 25 años con un hombre que desde el principio me demostró mucho cariño, durante diez años juntos forjamos un patrimonio, hicimos dos hijos que a diez años de casados andaban en siete y cinco años, durante todo este tiempo los dos trabajamos duro cada quien por su parte y en ese tiempo pude independizarme y trabajar por mi cuenta mientras el siguió en lo mismo de lunes a viernes de ocho de la mañana a cinco de la tarde en su trabajo.

En los diez años, los viernes salía  de su trabajo  a reunirse con sus amigos para jugar domino o cartas y tomar algunas cervezas en algún bar llegando a casa entre la una y dos de la mañana lo que me pareció muy normal levantándose de la cama los sábados después de las diez de la mañana con un poco de resaca pero seguía con su vida normal con nosotros en familia.

Yo por mi parte tuve  el cuidado de los hijos por las tardes veo sus tareas y desde luego su educación  saliendo de vez en cuando con las amigas a tomar café donde hablamos de todo: los hijos, la casa, los maridos y algunos chismes. Así alguna de ellas toco el punto de la infidelidad abriendo un tema muy calido entre nosotras que en principio creí se referían a los maridos pero mi sorpresa fue que se trataba de nosotras mismas y con curiosidad y morbo escuchaba atenta las confesiones de mis amigas un tanto incrédula pues a esa fecha me había dedicado en cuerpo y alma a mi marido, confieso que sus historias me ponían inquieta y en cierta forma me prendían al grado que mojaba mis pantaletas.

Nunca fingí con ellas diciendo la verdad que a esa fecha no conocía otro hombre en la cama que no fuera mi pareja desde que nos casamos y con malicia me decían que ya era tiempo pues la aventura ha sido desde siempre muy excitante pero me hacia la tonta y cambiaba de tema, todas me tomaban como ingenua o soñadora pero me respetaban y seguíamos como si nada, incluso me decían que los hombres desde siempre han sido infieles y era una costumbre bien aceptada socialmente pero yo no imaginaba a mi marido acostado con otra mujer.

Hasta que un sábado como de costumbre tome su auto para ir de compras y moví el asiento del copiloto que estaba muy atrás encontrando una tanga sobre el piso, ¡vaya sorpresa la mía…¡ en principio quise regresar a reclamar pero tome la prenda y la guarde en mi bolso rápidamente, mi cabeza daba vueltas y llegando al centro comercial de inmediato mande lavar el auto, mientras hacia las compras pensé como actuar y tome las cosas con calma. Recordé los consejos de mi madre que decía que el hombre tenia en su naturaleza la conquista  mientras no faltara nada en su casa y la mujer la abnegada, trate de resignarme y no decir nada ni demostrar nada pero la espina ya la tenia yo bien puesta.

En nuestra relación no cambio nada ni en el trato ni en la cama, es mas lo hacíamos con mas intensidad y ya sin prejuicios, yo era su puta y el mi macho que me dejaba satisfecha y yo a el…

Mi curiosidad femenina me llevo a hacer cosas que bueno nunca imagine como revisar su ropa interior los sábados buscando evidencias de sexo, de aquellas gotas que dejan venir los hombres cuando se relajan después de tener relaciones y era obvio que estaban manchados y olían a copula, no había duda se estaba tirando con otra mujer y lo disimulaba muy bien aunque de la prenda el ni se entero y yo no dije nada ni siquiera a mis amigas para no quedar como una tonta pero decidí dar un cambio  radical.

Un lunes por la mañana estando sola me hice pintar el cabello, en casa depile mi coño, y cambie mis pantaletas por tangas, me mire desnuda frente al espejo mi cintura bien formada sin vientre aún después de dos partos, mis nalgas  saltonas y piernas duras sin celulitis, mis pechos bien medianos, duros y rematados con mis pezones  puestos. Yo sabía que muchos hombres me miraban con mi ropita un tanto conservadora casi siempre de pantalones, blusas y zapatillas pero estaba resuelta a cambiar de “look” así que busque vestidos ligeros, escotados, cortos y abiertos que dejaran ver otro tipo de mujer…más liberal y sensual.

Tan pronto como pude inicie una nueva vida que desde luego noto mi marido y mis amigas lo cual fue bien recibido por el mismo y aplaudieron mis amigas, tanto que ellas mismas me echaron a andar a un chaval de unos 20 años  primo de una de ellas: Juan,  que en principio me di el lujo de desdeñar por su edad pero después fue diferente, ¡vaya que si…¡ Por lo pronto mi vida siguió su curso un tanto motivada por mis amigas y otro tanto por la curiosidad y morbo de vivir yo misma una aventura que seguramente se daría, era cuestión de tiempo.

Un día por la mañana me fui de copras y saliendo del centro comercial me tope con un excompañero de trabajo, el contador de donde trabajaba: Francisco, un tipo mayor que yo de unos 50 años, casado, bien parecido, picaron delgado, de buena estatura y un bigote grande  sensualon que tan pronto me vio sentí como me desnudaba con la mirada, sin mas me saludo de abrazo y beso bien plantado en mis mejillas muy cerca de mis labios, disimulando mi nerviosismo pero contenta de verlo y charlar con el auque sea brevemente, nos despedimos no sin antes intercambiar celulares y cada quien por su lado.

Al otro día fui a la escuela de computación propiedad de un excompañero de escuela: Miguel, quien tiene dos planteles de computo con la idea de tomar clases para apoyar a mis hijos y sin mas me inscribí  con precios especiales y horarios cómodos, pero mi sorpresa fue que el maestro era el mismo quien con galantería se ofreció a darme el curso básico en corto tiempo y bueno empecé mis clases con mi profesor sin tener idea de lo que vendría después.

Mis encuentros con mis amigas siguieron lo mismo que el sexo con mi marido aún con sus escapes de viernes pero ya me valían madres, estaba resuelta a vivir mi sexualidad por mi cuenta esperando una oportunidad que pronto llego en casa de mis amigas el primo Juan se lanzo con todo y entre broma y broma discretamente  le di esperanzas pero con tiempo primero quería tratarlo un poco y no tardando también me llamo el contador Frank para invitarme un café y sin dudarlo acepte siempre que fuera un lugar discreto y así fue.

Frank y yo nos vimos en el café de un hotel, donde llegue muy propia, motivadora y sensual, de vestido escotado, corto y aligero, desde luego con un trato mió discreto pero muy dispuesta y el llego dispuesto a todo, muy directo y muy franco con insinuaciones propio de su edad y sabedor, mientras yo me hacia la desentendida y la remolona derritiéndome por dentro dejando para después otro encuentro, aún no me decidía a dar el gran paso aunque el lo advirtió de inmediato y no perdió su oportunidad y yo la mía pero no decíamos nada, queríamos un tirón.

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Mi amigo contador seguro de todo no dejo pasar mas tiempo sin negarme a nada  en el  café del hotel Aristos me dijo que tenia una habitación reservada a la que me llevo sin reparar….iva nerviosa, excitada y discreta, vestida ligera, llegamos a la habitación  y pidió unas copas, mi intuición me llevo a comprender que esa sería mi primer desliz de casada, mojada antes de nada, con mi vestido ligero solo esperaba su acción que no tardo mucho, tan pronto cerro la puerta me abrazo, me beso como loco y no me resistí, al contrario, me le di toda…sin reparos, su pinché bigote recorrió todo mi cuerpo, mi boca, mis pechos, mi vientre, mi pubis y mi intimidad por completo mientras tenia su verga en mi boca, chupándosela toda y también sus bolas en poco tiempo era suya toda….me hizo su puta, me follo a mas no poder y sentí sus borbollones de leche en el fondo de mi inundando mi vagina quedando súper extasiada, ese tipo me lo hizo con desenfreno mamándome las tetas, mi sexo y follandome a mas no poder, luego de todo nos fajoneamos y quedamos en volvernos a ver.

No había pasado un día y nunca dije nada de mi aventura con Frank, Salí con mis amigas y tenia el engorro del primo Juan que con sutileza seguía solicitándome, discretamente le dije que se saliera de la reunión y en minutos estaría con el y como fue, me despedí de todas y salí discretamente, el chaval estaba en su auto y yo en el mió y tan pronto arranque me siguió unas calles donde nos detuvimos, salí de mi auto y aborde el suyo y vamonos directo a un motel, estaba entendido que queríamos y lo que hablamos fue pura sutileza entre los dos, el deseo y la aventura con un calor que no daba crédito…pero ya estaba en eso y bien caliente, llegando al motel sin decir nada nos fajoneamos y me dio una revolquiza de colegiales, era un tipo joven, delgado, mas alto que yo con un vergon largo y grueso,  nos mamamos nuestros sexos hasta venirnos, yo en su boca deje todos mis fluidos incluidos los de mis encuentros con mi marido y con mi amigo Frank y el eyaculo su leche tibia en la mía, después de un relax seguimos con la follada y yo cabalgándole hasta sentir otra vez sus chorros en mis adentros…relajándose sobre de mi sin retirar su miembro de mi vagina, luego de un rato, se retiro y como si me hubieran quitado un tapón me vino un reflujo sensacional…su leche con mis fluidos llegaron a mi vulva , que con mis dedos lleve a mi boca al tiempo que se dio cuenta y hundió su rostro en mi sexo sorbiendo mis flujos con sus labios mientras jugaba con su lengua en mi clítoris, toda mi vulva y mi culo con mis piernas sobre sus hombros poniéndome como loca intercambiando todo en besos muy calidos…el chaval siguió apasionado y muy activo, levanto mis piernas y las cruzo frente de el al tiempo que metió su verga en mi coño con un mete y saca frenético, luego me volcó poniéndome en cuatro con m rostro sobre la almohada puso la punta de su miembro en la entrada de mi vulva acariciándome con la cabeza de la verga mis labios mayores y mi clítoris haciendo que me viniera de lo lindo…luego me penetro despacio una y otra vez, mete y saca, mete y saca subiendo la intensidad con locura haciendo que me viniera yo creo mas de mil veces…hasta que volví a sentir su leche dentro de mi derrumbándose por completo, así terminamos la faena. Nos vestimos y salimos del motel dejándome donde mi auto con la promesa de la discreción absoluta para volvernos a ver y cada quien a su casita.

Luego llegue a casa toda empapada de mi sexo, con los flujos normales de los orgasmos y de la leche del chaval entrampados en mi tanga y disimulando con mi marido los olores y el sabor de macho chavalon con cierto temor de ser descubierta pero por fortuna esa noche llego cansado, ceno y se acostó a dormir.

Con mi maestro todo con calma, clases personales muy propias que no pasaban de eso con contactos de cuerpos y roces pero sin nada, Miguel es un tipo de origen humilde con raíces campesinas, hábil en los negocios y poco trato personal al que yo sabia le gustaba pero no decía nada, solo buscaba la oportunidad de estar junto a mi y yo me le ponía para el tratando de seducirlo pero no se atrevía a lanzarse, así que espere un poco para ver que podría suceder.

En pocos días me di cuenta de su interés muy personal, buscando una relación formal: “un romance”, pero había que frenarlo antes de cualquier cosa, yo no buscaba ninguna relación de compromiso, solo una aventura si se daba la química y nada mas así que me fui alejando para no tener problemas pero el insistía en verme, hablar conmigo, coquetear, tener contacto físico y bueno un sin fin de cosas que me perturbaban y me ponían nerviosa hasta el punto en que tuve que hablar con el de manera franca aclarando todo.

Después de la charla con el creí que la relación se volvería frívola y austera pero mi sorpresa fue que se volvió picara e insinuante entre nosotros, que a decir de el: “¿vas a querer o estas queriendo?”  y yo le contestaba: “¡no calientes el agua si no te bañas¡” atacándonos de risa aún en las clases, hasta que una vez después de la lección diaria al salir me espero en su auto invitándome a llevarme a casa y sin pensarlo acepte abordando su auto de inmediato, nos pusimos en marcha y de camino me dijo: “esta vez si me baño, ¿Cómo vez?” , me quede pensando por segundos y le respondí “el agua esta lista, ¿tu decide?” , avanzo sobre una avenida y de inmediato se metió en un motel.

Apenas entro y yo estaba derretida, me tomo la palabra y ni modo de decir que no, estaba incrédula de lo que iva a pasar, no me imaginaba estar con el en una cama en la intimidad aventurera, conocía a mi marido desde hace mucho y me sentía un tanto insegura pero excitada. Por mi mente pasaron mil cosas mientras cerro la puerta de cubo del motel, pago y pidió unas cervezas, luego fue por mi al auto y me llevo a la habitación.

Cuando llegamos a la recamara, tan pronto cerro la puerta me abrazo por detrás besándome la oreja, mejilla y cuello con una mano en mis pechos y otra entre mis piernas poniéndome a mil en cosa de segundos recargada contra su cuerpo sintiendo en mi trasero su miembro erecto palpitando…nos volvimos frente a frente y nos besamos como colegiales mientras con sus manos subía mi vestido hasta la cintura y acariciaba mis nalgas en tanto con mis brazos cruzados en su cuello me tallaba contra su pene por sobre su ropa, en cosa de minutos mi vestido salio volando dejándome en sostén y tanga al igual que su camisa, me besaba, m acariciaba mi trasero con sus dedos en mi culo y mi vulva jugueteando con suavidad erótica mientras yo le aflojaba su pantalón hasta dejarlo en trusa friccionándonos los dos, yo mi pubis y el su miembro uno contra el otro.

Nos tiramos en la cama y nos arrancamos la ropa, me quito el sostén de mis tetas, la tanga y yo le quite su trusa, nos mamamos nuestros sexos, era un “naco” sabroso con una verga negra grande y gruesa que apenas me cabía en la boca mientras me lamía todo mi sexo y mi culo, metiendo un dedo en el ano y otro en mi vagina poniéndome como loca de placer, después nos pusimos frente a frente, yo montada en su verga cabalgando con lujuria hasta sacarle toda su leche que me inundo mis entrañas riquísimo con contracciones y espasmos míos geniales que me hicieron fluir a mares. Luego nos relajamos unos minutos recostados en la cama jugando con nuestros cuerpos, me besaba mis tetas mientras yo le acariciaba su miembro.

No paso mucho tiempo y regreso a la batalla, hundió su rostro en mi sexo con mis piernas en sus hombros y sorbía todos mis fluidos incluidos los de el  que me brotaban  en rebote y a besos me dejo su esperma en mi boca, abrió mis piernas y me penetro otra vez con un mete y saca muy intenso  montado como macho me enterraba su verga hasta el fondo y yo casi en la inconciencia…era una maquina sexual, no paraba y me agotaba toda pero no cedía, estaba en lo mismo y muy caliente dale que dale…hasta sentir sus borbollones dentro de mi vagina.

Creí que era todo y después de un relax me empecé a vestir y el también, ya nos dependíamos y con el calor volvimos a lo nuestro, me recargo en una mesa boca abajo y me unto un aceite en el culo, me nalgueo para relajarme y puso su miembro  presionando para meterlo poco a poco…yo gritaba de dolor pero no paraba, le decía que siguiera y me rompiera mi culo virginal…no supe como pero de repente ya tenia la cabeza de su verga dentro y suavemente  me la metió toda, primero grite, luego gemí y mi placer fue muy grande…mi vagina se vino a mares y hasta me orine cuando sentí su leche en mi interior, se salio y mi culo quedo abierto por un rato sangrando y con reflujo de leche.

Vaya que mis travesías fueron increíbles, no se entero mi marido ni mis amigas, seguí con mi imagen de mosca muerta fingiendo mi lealtad a un marido infiel, con el culo roto, y reencuentros ocasionales con mis amigos de siempre y otros.