Yo me lo busque 4
Ya en el Instituto, conoci a la Ama
YO ME LO BUSQUE
4ªPARTE
Unos tipos bajaron las cinco jaulas y la pusieron sobre la tierra. Abrieron las jaulas y nos fueron sacando de una en una. Quedábamos en el suelo ya que estábamos entumecidas por el largo tiempo pasado sin podernos mover, durante el viaje. Nos hacían mover las piernas y cuando veían que estábamos mejor no hicieron parar una al lado de la otra. Siempre con la mordaza puesta, nos pusieron esposas a cada una con las manos hacia adelante. Una de ellas Joanna coloco cadenas de las esposas a su caballo. Éramos 3 las otras dos con Alcira. Entraron a caminar los caballos y nosotras detrás tiradas por las cadenas. Había que cuidarse en no caer, porque estas no iban a parar y esperar, te llevarían a la rastra. Llegamos a un rio y pararon sus caballos en el medio, dándonos ordenes de limpiarnos bien. Por suerte esa parte del rio nos llegaba a la cintura y puede disfrutar del baño incluso sumergiéndome. Cuando ellas consideraron que debían seguir, sin decir nada pusieron los caballos en marcha y nosotras detrás. Llevábamos mas de tres horas caminando, con hambre y sed y sin poder hablar entre nosotras por las mordazas, ya me dolían las piernas de caminar, cuando vi que llegábamos a unos muros altos, que a medida nos acercabamos se parecían mas a una fortaleza. No paramos en la entrada, esperando nos dieran paso. Cuando entramos a unos 50 metros había una casa grande, muy bien conservada, por lo menos por fuera. Había mucho movimiento a nuestro alrededor. Hombres y mujeres trabajando la tierra, sembrando y cosechando. La mayoría era gente de más 30 o 40 años. No se veían gente, por lo menos de mi edad, no se las edades de mis nuevas compañeras. Saliendo de un galpón vi algo que me dejo seca. Vi a una mujer de unos 30 años atada a un carro, tirando de el, con un hombre arriba del carro y arrastrando un pequeño arado. Se me puso la piel de gallina al verla, porque pensé en mi futuro. La mujer llevaba correas que la enganchaban con el carro y riendas que el hombre manejaba para llevarla, hacerla girar o detener. Hace un par de años había leído, en un relato de dominación, sobre las mujeres ponis, pero pensé en una imaginación del autor. Pero veo que realmente existen y mi cuerpo tembló de miedo de pensar en las ponis. Pararon los caballos y se apearon de ellos y vinieron a sacarnos las cadenas pero dejándonos esposadas y con mordaza paradas, casi a la entrada de la casa. Vinieron dos jóvenes varones y se llevaron los caballos. Un latigazo a una pierna de una de las chicas era indicativo que camináramos siguiendo a Alcira. Entramos a un gran salón, muy bien decorado. Nos hicieron detener en el medio del salón a esperar. Nos hicieron arrodillar. Entro una mujer sumamente elegante de unos 50 años. Pasó por nuestro lado indiferente y se sentó en un gran sillón, frente a nosotras.
Joanna se ubico detrás nuestro y Alcira a un costado a medio camino entre la Sra. y nosotras, al lado de una mesa, donde estaba una bandeja.
Mirando a todas, de una en una, la Sra., saludo con seco buenos días, que contestaron Joanna y Alcira. Nosotras solo inclinamos la cabeza, como saludando, a indicación de Alcira. Joanna le saco la mordaza a la primera chica. Esta gesticulo con su boca, después de tanto tiempo de mordaza.
SEÑORA: mi nombre es Claudia, pero Uds. me llamaran Ama. A ver (señalando a la primera) nombre, edad y que hicieron contigo.
NORA: (así se llamaba) Nora, 33 años, anillado de tetas y concha Ama
AMA CLAUDIA: puedes engendrar? Esto tienen que decirlo Uds., sin que se les pregunte
NORA: si Sra. nunca me embarace pero creo estar en condiciones.
Mientras Nora hablaba Alcira le paso a Joanna un collar con una chapita, muy visible con el nº 1. Joanna se lo coloco.
Luego fueron pasando Lucia (35), Marta (29), Jimena (33) Elisa (35) y Patricia (33) todas en las mismas condiciones que Nora. Todas fueron acollaradas y con número.
Llego mi turno
NANCY: (mientras Joanna me ponía el collar con el nº 6) Nancy, 19 años, anillado de tetas, concha y clítoris. No puedo tener hijos, Omar me hizo ligar las trompas.
AMA: las demás tienen clítoris anillado?
Todas juntas dijeron no, Ama y me miraban como a un bicho no solo por eso sino también por las trompas ligadas.
AMA; bien las primeras cinco serán asignadas a distintos instructores para su entrenamiento, pudiendo ellos hacer uso de Uds.
Yo estaba tiesa, no sabia que iba a ser conmigo. Vieron 5 hombres y las llevaron quedando yo sola. Las chicas fueron llevadas a los empujones y llorando, pidiendo piedad
AMA: en cuanto a ti perra, veo que Omar hizo un estupendo trabajo, como siempre, aunque me hubiera gustado que engendraras, 19 años y tenias muchos años por delante para engendrar. Bueno, si así lo quiso él, así será.
Se quedo pensativa que iba a hacer conmigo, mientras yo estaba nerviosa por la demora.
AMA: Joanna, te satisface esta.
JOANNA: si ama
AMA: bien la tienes para ti. La quiero muy bien adiestrada
JOANNA: (sentí su mano en mi nalga derecha apretándome) si Ama, se hará a su satisfacción y muchas gracias
No podía creerlo. Me dio la impresión que Joanna, lo único que tenia dulce era el nombre. Tenia 45 años, alta, flaca. Su cabello azabache bien cortito, estilo hombre. Morocha de ojos negros y un cuerpo fibroso, todo musculo, producto del gimnasio, su cuerpo era el de una físico culturista. Sus manos eran grandes y duras como las de un hombre. Me ordeno darle las gracias a la Ama, ella también lo hizo y esperamos en silencio
AMA: bien Joanna puedes llevarla.
El ama se levanto y se retiro. Joanna agarro una trilla y la puso en mi collar.
ALCIRA: que bien la Ama, lindo regalito te dio. Yo sigo con mi respondedor macho y vos, como lesbiana, ahora tienes una permanente y tiernita.
JOANNA: si, con esta ya no necesito ir a las cuadras a buscar alguna para pasar la noche. Mañana nos vemos.
Salimos de la casa, por ahí vi un reloj que marcaba las 14 hs. Me hizo caminar a su lado. Yo siempre desnuda y ella con su uniforme marrón, que constaba de un pantalón, camisa blanca y una chaqueta, también marrón, y zapatos tipo mocasín. Salimos de ahí, supuestamente para su casa. Yo estaba angustiada y pensaba en que clase de vida iba a tener. Nunca había estado en la cama con otra mujer. Luego de caminar unas diez cuadras, llegamos a una casa, pegada al rio. Estaba bastante descuidada por fuera. Abrió la puerta y me hizo entrar. Me quede asombrada lo sucia que estaba y cosas tiradas por el piso. Tenía una habitación, una sala, baño y cocina. Los muebles eran pocos y viejos.
JOANNA: vas a tener mucho trabajo acá, en tus horas libres. Has visto que la ama te entrego a mi, para educarte y eso hare te lo aseguro. De acá saldrás hecha una esclava muy obediente y servicial, eso te lo aseguro. No quiero gritos tuyos y llorar puedes en silencio. Ahora yo me tirare a dormir unas horas, mientras vos arregla la cocina.
Me saco la traílla y se fue al dormitorio a dormir, mientras yo empezaba a limpiar toda la cocina. Lo que nunca hice en mi casa lo haría ahora, para otra persona. La suciedad que había en esa cocina era tremenda. Platos, cubiertos y vasos sucios, pero no uno, todos estaban sucios parecía desde hacia varios días
Estuve más de 2 horas limpiando, incluso el piso, del que saque grasa que estaba adherida al suelo. Por donde tocaba había grasa. Limpie todo incluida la cerámica de las paredes, la cocina y la heladera. Cuando termine el ámbito de la cocina, era lo, completamente, opuesto al resto de la casa. Espero le guste como quedo todo. Fui al comedor y empecé a limpiar, antes que me lo ordene. No me costo tanto pues de no había grasitud. Había una mesas, cuatro sillas y un armario en el guardaba los platos, tenedores etc. Ahora solo quedaría el dormitorio y el baño que seguro me haría limpiar mañana. El baño no estaba tan sucio. Justo que termine de arreglar el comedor, se levanto. Solo se había sacado la chaqueta y los zapatos. Me hizo poner de rodillas y se paro delante mío, para luego sentarse en una silla. Ahí pude ver que sus tetas eran descomunales, no se, pero mas de 120 que al lado de las mías, de 70. parecían que no existían. Las mías casi eran mas pezón que pecho.
JOANNA: que tetitas de mierda tenes. Yo que Omar te hubiera agregado o hago una ablación en las dos. Lo lindo son lo pezones que tienes
Me sentí tan ultrajada y humillada, que cayeron unas lágrimas por mi mejillas.
JOANNA: de estatura eres una enana, comparada con mi 1,97. Pero tienes hermosos ojos, cabello y esas pecas deliciosas
Mañana por la mañana comenzare tu entrenamiento, hoy tenemos una noche de amor por delante
NANCY: quiero decirle que nunca estuve con una mujer en la cama
Recibí una sonora cachetada
JOANNA: acaso te pregunte algo? acostumbra a contestar cuando te preguntan, no cuando te parece a vos
NANCY: si Sra.
JOANNA: eso esta mejor. Ahora voy a ir al baño y debes esperarme, como buena perrita, de rodillas en la puerta del mismo.
Entro al baño y me puse en la puerta esperando su salida. Primero no se escuchaba nada, supongo estaría sentada en el inodoro. Luego escuche el ruido de la lluvia. Cuando salió llevaba un toallón cubriendo sus partes.
Me tomo de la mano y tirando de ella entramos al dormitorio. Suciedad a granel, las sabanas y las fundas de almohadas estaban tan negras, que no sabía si en algún momento habían sido blancas. Entre temblando de miedo, no solo por ser mi primera vez con una mujer, sino también que era una instructora de mano dura y pesada. Me acosté adonde me indico y ahí quede. Por lo menos después de más de una semana estoy sobre una cama.
Miraba yo con cara de susto y ella se saco el toallón. Tenía puesta una tanga en forma de cuadrado. Sus tetas se esparcieron y yo miraba absorta el tremendo tamaño de las mismas y sus pezones grandes y negros, relucientes. Se soltó en pelo azabache y sus pelos caían hasta su cintura.