Yo creo en ti - Cap. 8

Sólo quiero que aprecies un poco el hecho de que me haya cargado con la tarea de ser tu salvavidas, tu puerto seguro a la vida.

8  [Liz]

El elevador abrió sus puertas en el doceavo piso del St. Regis, uno de los condominios verticales más exclusivos de la ciudad. Lo que lo hacía tan único no era el exagerado precio que se pagaba por un alojamiento sino la ubicación tan céntrica de aquel ícono arquitectónico que embelesaba la vista de la calle más representativa de la Ciudad de Mexico. A decir verdad este tipo de lujos no me iban: demasiados ojos curiosos todo el tiempo; sin embargo, y hay que aceptarlo, la vista era increíble: una de las razones por las que Mel lo había tomado sin reparar mucho en la derrama económica que implicaba.

Un par de ojos ámbar se aparecieron en el marco de la puerta antes de que pudiera tocarla notificando mi llegada. Mel me recibió con un fuerte abrazo que me dejó sin aire por un segundo y al que gustosamente respondí.

  • Te extrañé - me dijo al oído antes de darme un suave beso en la mejilla mientras mis sentidos se embriagaban de ese olor florar tan característico de ella.

  • Espera - y antes de que pudiera dar dos pasos lejos de mi tome su rostro entre mis manos y la besé. Dios, esos labios me ponían de cabeza cada vez que tenían contacto con los míos. Sentí como cruzó sus brazos detrás de mi cintura eliminando todo espacio existente entre nuestros cuerpos. - Yo también te ext..- y antes de que pudiera terminar la oración volví a sentir su boca sobre la mía librando una batalla por el control de la situación; en realidad no estaba a discusión: ella tenía todo el mando - también te extrañé - terminé cuando me dio un respiro.

  • No empieces que se va a enfriar lo que te preparé - dijo colocando un dedo sobre mis labios al ver que de nuevo se encaminaban en busca de los suyos - ya tendremos tiempo para esto después - y entró de nuevo al departamento con esa sonrisa coqueta que me había enamorado.

En cuanto cerré la puerta el olor proveniente de la cocina inundó por completo la estancia - Hmmm, huele delicioso -.

-Es tu plato favorito -.

  • ¿El hondo? -.

Rió por mi comentario y yo también lo hice al recordar la primera carcajada que le arranqué una tarde de verano hacía ya tres años.

FLASKBACK

  • Entonces... ¿cuál es tu comida favorita? - le había preguntado con la intención de conocerla un poco más. Sentadas en la misma banca donde la había visto por primera vez conversábamos al tiempo que alternadamente le lanzábamos la pelota a Trey.

  • Francesa - ‘Wow’ pensé, ‘además de hermosa tiene muy buen gusto’ - ¿tú? ¿cuál es tu plato preferido y por qué?

  • Hmm... pues mi plato preferido es el hondo... - le respondí con una media sonrisa sabiendo que se avecinaba una mayor - porqué le cabe más comida.

Una risotada que rebotó por todo el parque, donde prácticamente diario quedábamos, llamó la atención de los pasantes. Presa de un poco de vergüenza escondió su rostro en mi cuello para continuar con su hilaridad. Después de medio minuto pudo contenerla y sin apartar su cabeza de entre mi clavícula y mandíbula comentó - ¡No vuelvas a hacer eso! -.

-¿Hacer qué? -.

  • Que me ría de esa forma, odio mi risa... - dijo medio convencida, medio apenada.

Giré mi rostro quedando nuestras frentes juntas, sus ojos ámbar líquido clavados en los míos - ¿En serio la odias?-.

Alcancé a oír como pasaba saliva por su garganta como señal de nerviosismo - S-sí.. - su respiración acariciaba tersamente mi labio superior causando un leve cosquilleo que se esparcía por todo mi rostro.

  • Yo creo que es hermosa - acaricié delicadamente su mejilla - no la contengas - y cerré la distancia faltante para probar por primera vez esos labios color cereza. Nuestro primer beso fue lento, dócil y apacible, no había prisa, nos sobraba vida para conocernos.

PRESENTE

  • Sí, te la sirvo en hondo porque le cabe más sopa - dijo tomando un plato grande de la estantería y aproximándose a la hoya para servirme Wongton.

  • Eres la mejor - agregándole un corto beso en la mejilla antes de tomar asiento en la barra que dividía la cocina del comedor y la sala.

  • Dime, ¿qué le pasó a Andrea? -.

  • ¿Qué le pasó de qué? - le pregunté tomando la primera cucharada.

  • Anoche, ¿por qué tuviste que quedarte con ella? -.

  • Oh... - esto de mentir no era uno de mis fuertes - tuvo una baja de plaquetas -.

  • Hm, ya veo. ¿Tuviste que donarle sangre de nuevo? -.

  • No, no fue necesario. Había dos litros almacenados de la última vez -.

  • Bien, porque eso de que no debes hacer esfuerzo por un día es sólo una excusa para que te consienta - agregó mientras tomaba asiento con su racionada porción de sopa.

  • ¿Qué tal si esta tarde yo te consiento a ti? - le insinúe guiñándole un ojo. Después de ponerse roja como tomate sólo movió de un lado a otro la cabeza con una media sonrisa expresando que había comprendido mi segunda intención.

Continuamos la comida hablando de todo un poco. En realidad Mel hablaba, yo sólo escuchaba refugiándome detrás de un constante asentimiento y una que otra frase para confirmarle que seguía el hilo de su conversación. Su voz era suave y su tono constante, tanto que me hacía perder en el laberinto de nuestros recuerdos. Una maraña de escenas detalladas que, en momentos como estos, reproducía en mi mente a gusto y que habían creado la perfecta película de amor: nuestra perfecta película de amor.

  • Entonces, ¿arreglaste tu problema con el Sr. Dawn?-.

Corrección, "casi" perfecta película de amor. Y digo "casi" porque de vez en cuando nos topábamos con este tema, que si bien siendo su favorito para mi era una tortura: la universidad. Mel me había arrastrado a la facultad de Derecho con esos soles que irradiaban felicidad por la idea de no separarnos al terminar la preparatoria y, no mentiré, yo tampoco deseaba estar lejos de ella. Pero era en clases como las de Dawn en las que no podía evitar pensar qué tanta era mi necesidad de su cercanía.

  • Hm, sí, lo arreglamos-.

  • ¿Y bien?-.

  • Nos veremos el próximo año - respondí llevando el tazón de sopa vacío al fregadero.

  • ¿Cómo? Él sólo da Instituciones del Estado en cuarto semestre...-.

  • Lo sé... - el agua de la llave salía a presión causando un zumbido que disminuía el silencio incómodo. No quería voltear para encontrarme con la mirada reprobatoria de Mel, ya me era suficiente con saber que vería a Dawn otros seis meses. Pasaron unos minutos más y me estaba por volver para cerciorarme de que se había ido cuando se acerco por mi derecha a dejar su tazón igualmente en el fregadero. Lo tomé para enjabonarlo pero ella no lo soltó.

  • Deja, yo lo lavo -.

  • No te preocupes, yo lo lavo -.

  • Me aparté lo suficiente para darle espacio - no pude llegar a ningún acuerdo con él, sabes cómo es... -.

  • No, no sé - dijo irritada - dime, ¿cómo es? -.

  • Cuadrado - puso los ojos en blanco - cerrado -.

  • Y tú siempre tienes una excusa para todo - dijo negando con la cabeza y secándose las manos con la servilleta de cocina que colgaba del respaldo de una de las sillas. No agregó nada más y salió con dirección a su habitación.

  • Mel, es sólo una materia, no pasa nada - trataba de explicarle mientras la seguía por toda la estancia - la repetiré este semest... - se detuvo en seco y se giró.

  • Es que no es sólo una materia Liz, ¡eres tú! - me espetó y retomó su camino.

  • ¿Yo? ¿A qué te refieres? - la seguí y me detuve en el marco de su puerta mientras ella buscaba no sé qué cosa dentro.

  • No cambias, no maduras, ¡no creces! - gritó esto último deteniéndose por un segundo para mirarme - llevo esperando dos años a que comiences a tomarte las cosas en serio pero parece que tú no quieres nada de lo que hemos planeado.

  • ¡¿No quiero nada de lo que hemos planeado!? ¿¡Cómo puedes decir eso!? ¡Es por ti por quien paso todo mi tiempo metida entre libros que no me interesan en lo más mínimo! -.

  • No, a mi no me vas a culpar por tu indecisión. Yo no te obligué a nada, ¡tú no sabías qué querías! -.

  • ¿¡Y tú sí sabías lo que yo quería!? - contraataqué.

  • Querías estar bien - dijo ya bajando el tono de la discusión - no querías volver a ese abismo en dónde te encontré - casi pude notar un dejo de lástima en su voz.

No podía creer que hubiera tocado ese punto. No estaba prohibido pero era el tipo de temas que implícitamente conllevan una evasión constante por la delicadeza del asunto.

  • Liz, puede que no estés segura de qué es lo que quieres, pero sí sabes qué es lo que no quieres y lo que no quieres es volver a caer. No quieres regresar a la oscuridad. No quieres volver al punto en el deseabas morir porque creías que esa era la única solución.

Al notar que me había dejado muda continuó y remató - Sólo quiero que aprecies un poco el hecho de que me haya cargado con la tarea de ser tu salvavidas, tu puerto seguro a la vida.

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¡Hola!

Sé que no tengo perdón por haber demorado tanto pero en serio no he tenido tiempo de nada (igual yo tengo la culpa por cursar dos carreras al mismo tiempo :S), además de ciertos problemas personales, pero bueno, ya estoy por aquí otra vez. No les prometo publicar tan seguido puesto que, aunque la trama ya está estructurada, los capítulos aún no están completamente detallados; sin embargo, lo que se les puedo prometer es que pondré lo mejor de mi en cada entrega para que no se pierda la calidad de la historia, la cual espero esté a la altura de lo que mis lectores merecen. Esta historia se va a terminar, eso pueden tenerlo por seguro.

Nellaria (ID: 1390860)

, angie (ID: 1388487) , HombreFX (ID: 853437) y Nirvana (ID: 1317108) : Espero no haberles fallado con la intensidad de la historia :)

scorpio10 (ID: 1387302)

: Y un profundo agradecimiento por tus cumplidos :)

biittersweet (ID: 1357534)

: Con la esperanza de seguirte atrapando con este capítulo :)

Uma (ID: 1366827) : La genialidad es que me sigas leyendo :) ¡Saludos hasta Argentina!

Danny (ID: 1394681) : Bueno, eso se irá descubriendo conforme avance la historia ;) ¡Saludos hasta CR!

labrys28 (ID: 1381566)

: ¡Se mi fan #1! ¿vale? Lo dije porque, como te habrás dado cuenta, me será muy dificl publicar diario :$

Piccolo Poulin (ID: 1368725)

: ¡Damisela! :D se sonroja como tomate Me facina que te facine :) ¡Ciao!

yulizaaa (ID: 1378025)

: Lamento la tardanza :(

aurora la diosa (ID: 1363822) : ¡Muero, muero muero! O.O Siempre he notado tus comentarios en muchos de los relatos que leo y se me hace increíble que al fin te hayas molestado en leer el mío :D ¿Cómo es que Liz llegó a saber de Allison? Bueno, eso es algo que se irá descubriendo ;) Igual saludos desde México.

P.D.: ¡ angie (ID: 1388487) y Nirvana (ID: 1317108) ya me estaban presionando con sus dobles comentarios! jaja pero es muy satisfactorio saber que mi historia les provoca un interés así de grande :)

Cualquier duda, pregunta, aclaración, sugerencia, comentario, spam, etc, saben dónde encontrarme: @AioDiu2026 y/o Aio_Diu@hotmail.com