Yasmina - 5

Un niño que quiere ser niña - su historia

YASMINA – 5

Cuando estaba en la ducha, sonó el teléfono, lo cogí desde el baño, era Ahmed, me dijo que necesitaba hablar sin falta hoy con migo le indique que en una hora le estaría esperando en mi habitación.

Desayune rápidamente lo que me habían subido y comencé

a arreglarme, ya se que a los hombres hay que hacerlos esperar pero a este no podía, exactamente una hora después de la llamada, tocaban a mi puerta, le abrí nerviosa, se sentó a mi lado y me dijo.

Yasmina, necesito saber tu respuesta tengo que marcharme urgentemente a mi país y no quiero hacerlo sin saberlo, si tienes alguna duda pregúntamelo que quieras.

Me dejo un poco sorprendida por tanta premura, fue cuando le pregunte qué es lo que sabía de mi. Me dijo, que no le importaba lo que había sido y que con cuanto hombre me había acostado. Que había hecho unos estudios de arte y que mis padres habían fallecido en un accidente de automóvil.

Yo le indique, Ahmed, si me voy contigo, quiero que sepas que yo no puedo darte hijos, he sufrido una operación que me impide el tener hijos. El me contesto:

Cariño los hijos no me preocupan. Tengo tres concubinas, y con las tres he tenido hijos, la legitimidad de la dinastía está asegurada. Solo quiero que sepas, que si decides venir conmigo tendrás que amoldarte a las costumbres de mi país, por la calle no podrás ir vestida como en Europa, tendrás que llevar la Aballa, para ocultar tus curvas el pelo cubierto y un velo ocultando tu bello rostro. Pero en palacio podrás llevar lo que quieras, no podrás conducir automóviles ni hablar con ningún hombre sin mi autorización.

Ahmed, si tú me dices lo que puedo hacer y lo que no puedo hacer, iré contigo al fin del mundo, nadie me a tratado en mi vida como lo haces tú y te digo, que no puedo darte hijos porque yo nací varón pero en mi interior era mujer. Desde los 7 años he sufrido esa anomalía de encontrarme atrapada en un cuerpo que no era el mío. Me he sometido a tratamientos y operaciones para una reafirmación de sexo, me castraron y de mi pene hicieron una vagina y quiero que sea solo tuya. Es por eso que no puedo darte hijos, pero aquellos a los que tú ames yo los amare como si fuesen míos.

El se levanto. Cogió mis manos se acerco a mi rostro y esa vez fui yo la que lo bese como no había besado a un hombre en mi vida. Mando hacer mis maletas y a las dos horas estábamos tomando su avión particular rumbo a su país.

La rápida marcha del hotel fue motivada, según me dijo después en el avión la enfermedad de su padre, que padecía del corazón, y le había dado un infarto. Espera poder llegar a tiempo de verlo aun con vida y evitar revueltas en el país.

Durante el viaje, me estuvo explicando la política y costumbres del país, si yo respetaba sus costumbres seria una mujer respetada y querida por el pueblo y por él, que cualquier cosa que decidiese le consultase antes. La sociedad del país es muy tradicionalista, y él quería abrir el país al exterior sin alterar las costumbres, ya habría tiempo de alterarlas poco a poco, los tiempos cambian y no son las mismas mentalidades y progresos que tenemos ahora que en los tiempos del profeta.

Al llegar al aeropuerto de destino, antes de bajar, una auxiliar de vuelo, me enseño como me tenía que vestir, pues aunque iría directamente a palacio alguien podría verme vestida a la europea y causaría muy mal efecto.

Me dio una Abaya, especie de túnica negra que me cubría desde los hombros a los pies y un Makhne, era como una capucha que me ponía sobre la cabeza cubriéndome los hombros y el pelo esta prenda llevaba colgando un velo para cubrir mi rostro, dejando ver únicamente mis ojos.

Cuando llegamos a palacio, había un gran revuelo, su padre el Sultán se encontraba en su dormitorio rodeado de aparatos que monitorizaban su cuerpo, le pregunto cómo se encontraba a los médicos que estaban con él, le informaron que afortunadamente lo habían cogido a tiempo y aunque estaba delicado, no había peligro inminente, eso le tranquilizo, atendió a los miembros del gobierno que le informaron de todas novedades que habían sucedido durante su ausencia, el en ese momento, era el Sultán en funciones, el jefe de Estado, ya más tranquilo me busco, con todo aquel revuelo, me habían llevado a un cuarto en el que se encontraba una joven muy bella, tendría dos o tres años menos que yo. Cuando me encontró, dijo.

Bueno ya paso lo peor, parece que ya os conocéis, le dije que no, Bueno cariño dijo.

Esta belleza que ves aquí, es mi querida hermanita, y va a ser tu mejor amiga, se llama Fátima, se acerco y el la abrazo.

Fátima, esta mujer que esta tan asustada es Yasmina, mi futura esposa, y será tu mejor amiga, le tendrás que enseñar las costumbres del país, salir con ella por la ciudad enseñarle como vive nuestra gente, te preguntara muchas cosas, pero antes de tomar ninguna decisión consultarme, no quiero que por una pequeña ignorancia tengamos algún conflicto.

No te preocupes hermano, las dos seremos buenas amigas, ella es mi hermana mayor y yo también le pediré consejos. Y lo primero que va a hacer ahora es quitarse esa ropa que por desgracia es fea y que se ponga cómoda. Me la llevo a su alcoba para empezar con las lecciones.

Me acompaño a mi cuarto, era como de las Mil y una noche, grandes espacios abiertos, la luz entraba por grandes ventanales, el aire acondicionado permitía que la temperatura fuese constante sobre unos 24 º al sacarme la ropa que me puse en el avión, ella quedo admirada del modelo que tenia debajo, me dijo que estaría muerta de calor, me invito a ducharme el baño con su yacusi estaba alicatado todo él en mármol negro, que al ponerme delante reflejaba mi figura como un espejo, me duche y después me puse una falda suelta y una blusa no muy ajustada, no fuese a producir algún escándalo. Le pregunte si era correcta la vestimenta y me dio el visto bueno incluso como si quieres ir desnuda, en esta parte solo estamos las mujeres.

Le pregunte: Ahmed me dijo que tenía tres concubinas y que con ellas había tenido hijos, podría conocerlas?, me dijo que si, ellas saben que están aquí para darle hijos a Ahmed, que no les falta de nada ni a ellas ni a sus hijos y saben que no pueden aspirar a mas que a ser sus concubinas. Le informe de que yo no puedo tener hijos y que Ahmed lo sabe y que me había dicho que no le importaba, que ya tenía hijos y la sucesión estaba asegurada. No me gustaría despertar rencillas y malos entendidos entre ellas y yo, yo lo único que quiero es amar a Ahmed.

No te preocupes por eso Yasmina el sabe que le quieres y hará todo lo posible por complacerte.

Deshicimos las maletas y Fátima quedo admirada de la ropa que traía me pidió alguna para ponerse en palacio o para ponerse por debajo de Abaya le indique que lo que es mío, es de mi hermana menor. Al decírselo, me vio y me abrazo, diciéndome, eso es lo que quería tener una hermana que me escuchase y aconsejase. Salimos del dormitorio y paseamos por palacio, nos acercamos al dormitorio del Sultán para preguntar por su salud, nos informaron de que estaba estable y que no había habido ninguna variación durante las 2 horas anteriores.

Me llevo a las habitaciones de las concubinas de Ahmed, y me las presento, les dijo que yo era la futura esposa de Ahmed, en cuanto lo escucharon se levantaron y acercándose me tomaron las manos y empezaron a besarlas en señal de respeto y obediencia sumisa, les indique que no quería esas muestras de sumisión hacia mi persona a no ser que fuese costumbre y delante del Sultán y de Ahmed. Quería que fuésemos amigas y que me preguntasen todo aquello de lo que les pudiese informar y ayudar. Me enseñaron a sus hijos, el mayor tenía 7 años y el menor 2

Al salir le pregunte a Fátima si mi actitud había sido la correcta, me dijo, si sigues por ese camino, vas a crear la revolución de las mujeres contra sus maridos, pero ya va siendo hora de que las cosas cambien para nosotras. No obstante mi intención no es asustarte, está bien de que les ayudes y te intereses por las mujeres del país pero ten en cuenta de que esta sociedad es una sociedad machista y la mujer es considerada como un objeto meramente sexual que puede caminar por las calles y hablar algo,

Piensa que la población femenina en la Universidad es del 3%

cuando en otros países del entorno alcanza el 15%.

Tras un día ajetreado por la enfermedad de mi futuro suegro y las vistas dentro de palacio, llego la hora de retirarnos a descansar. Le pregunte a Ahmed si podía retirarme con él, me sonrió y me dijo. Gracias Yasmina, tengo muchas cosas que solucionar pero te pido que sueñes con mi persona, yo también tengo ganas de descansar a tu lado, pero todo llegara cuando Ala lo disponga. Me dio un beso y nos separamos, otra noche sin nada que llevarme al coño, bueno tenia los dilatadores para satisfacerme y eche mano de ellos que siempre me sacaban de un apuro.

Al día siguiente, Fátima, me llevo a conocer la ciudad, un Rolls

Royce, de la casa del sultán nos dio un paseo por las principales avenidas de la capital, las dos vestíamos el mismo tipo de ropa, pero con la diferencia con el resto de las mujeres que la nuestra llevaba un ribete a lo largo de toda ella de hilo de oro, la tela era mucho más suave, de hilo

lo que evitaba que fuese muy calurosa, por debajo llevábamos unos pantalones de verano, fresquitos y holgados.

Recorrimos barrios residenciales, clubs deportivos y nos fuimos de compras, entramos en unas tiendas de ropa femenina, más concretamente de lencería, a Fátima le había gustado la lencería que había llevado pero le quedaba grande, mis pechos eran bastante más grandes que los suyos, al entrar y vernos nos quedamos quietas, el guardaespaldas se dirigió a un señor en la tienda y les dijo quienes éramos, enseguida nos pusieron unas butacas en una sala aparte y una muchacha nos comenzó a atender, nos mostraba los nuevos modelos que habían recibido de Europa y de Usa, tanto en sujetadores como en bragas, culotes y tangas, en esa sala no podía entrar ningún hombre, Fátima escogió los modelos que le gustaban se los metieron en una bolsa, el guardaespaldas lo recogió y pago la factura, de seguido fuimos a una joyería, el mismo ceremonial que en la tienda anterior, nos enseñaron pulseras, collares, anillos pendientes yo quede maravillada con lo que allí tenían no sabía porque decidirme, por fin decidí unos pendientes con una perla lagrima y rodeado de esmeraldas. Allí no me los podía probar, ya que tendría que quitarme el velo y eso no estaba permitido, los probaría en palacio. Salimos y regresamos a palacio. Lo primero que hicimos fue probarnos lo que habíamos comprado. Fátima se probo todos los conjuntos delante mía, al verla desnuda parecía que se había despertado en mi lo poco que quedaba de hombre, sus pecho, pequeños, pero turgentes con unos pezones puntiagudos y hacia arriba, su cintura parecía la de una muñeca, su trasero, redondito y respingón, daban ganas de apretarles las nalgas, su pubis, bien depiladito dejando ver su rajita que ocultaba su mayor tesoro, tras unos labios vaginales, carnosos que daban ganas de besarlos. Note que me estaba mojando de tan solo verla desnuda

Fuimos a la piscina de palacio, que era únicamente para el uso de la familia, allí si podíamos estar en bikini, luciendo nuestros cuerpos, ya que los únicos hombres que podían entrar era el Sultán y Ahmed, pedimos unos refrescos de frutas

y nos bañamos.

Le pregunte a Fátima si tenia intención de estudiar alguna carrera universitaria, me dijo que le gustaba la medicina y que tenía planeado ir a estudiar a Europa el próximo año, pero aun no sabía a cual, seguramente iría a Alemania. Me pareció una buena elección, ya que con esa carrera podría ayudar a muchas mujeres pues no había muchas mujeres Dras. En el país y cuando estaban enfermas los médicos tenían que auscultarlas atraves de un biombo y en presencia del marido.

Esa tarde Ahmed ya no tenía la tensión de los primeros días tras el regreso, estuvimos hablando de nuestro futuro y le dije que me preocupaba el trato que recibían las chicas que había conocido en mi trabajo, que aquel hombre era un mal nacido, no tenia respeto ninguno sobre las mujeres y que las trataba como si fuesen esclavas del siglo XVII, ya cuando estuvimos solos le conté lo que me hizo, al negarme a satisfacer a un cliente, pues él me había contratado como Secretaria de Dirección, sin darme ninguna explicación, de cuál era mi trabajo, me había golpeado en la cara, violado analmente sin previa preparación produciéndome desgarros y vaginalmente igual además de obligarme a felaciones continuas durante los días que me mantuvo encerrada. Al enterarse de lo que me había hecho monto en cólera, me dijo que las pagaría todas juntas, trataría de comprarle sus propiedades, dejar libres a las chicas y conseguirles unos trabajos dignos donde se pudiesen regenerar de su pasado. Para el prepararía un plan para tratar de que el dinero que ganase con la venta de su negocio, lo perdiese todo y revertirlo en la enseñanza de las chicas y el sufriría en sus carnes lo que me había hecho y yo dirigiría el castigo.