Yasmina - 2

Un niño que qieres ser niña su historia

YASMINA – 2

Trate de conseguir dinero para no perder la casa, puse anuncios en la Universidad y en la prensa, alquilando tres dormitorios individuales, la casa tenía 4, el de mis padres, el mío y dos más para invitados, yo me cambiaria para el de mis padres y pondría en alquiler los otros tres.

Me llamaron alguna gente interesada, y tras venir a verlos no me dieron contestación. Un día me llamo un señor interesado en el alquiler de toda la casa, vino a verla le gusto y tras conversaciones quedamos en que yo le alquilaba toda la casa excepto el dormitorio de mis padres que me lo reservaba para mi, el precio que le puse le pareció interesante, con el mismo, cubría el agujero que tenía en el banco y me quedaba algo, además como había tenido que dejar los estudios conseguí un trabajo provisional como guía en el museo de arte. Así pase un año.

Yo había seguido con el tratamiento para cambio de sexo, y me llegaba la hora de la operación, pero el importe de la misma no me lo podía costear, tendría que quedarme para siempre con el colgajo entre las piernas. Volvía a tener problemas económicos, solicite un préstamo sobre la hipoteca que tenia concedida y me fue rechazado ya que mis ingresos no llegaban a una cantidad estipulada por el banco. Al enterarse mi inquilino del problema que tenia se ofreció a ayudarme, le dije que tenía que operarme ya que tenía unos quisten en útero y ovarios que me fueron descubiertos tras una revisión ginecológica de rutina, y que debían operarme lo antes posible ya que de no hacerlo podrían degenera en tumores malignos.

Me indico que me prestaba el dinero tras firmar un contrato en el que le cedía la totalidad de la casa durante 20 años y que podría recuperarla al cabo de ese tiempo al precio que se estipulase en el momento, y que no obstante podría seguir viviendo en la misma.

Me pareció un trato correcto, acepte, firmamos un contrato en el que él se hacía cargo de la hipoteca y me prestaba el dinero para la intervención médica. Ya con el dinero me puse en contacto con el médico que me dio fecha para la intervención.

La intervención se efectuó normalmente y tras 6 horas en el quirófano, cuando salí tenía una vagina reconstruida en base a mi pene y al escroto, permanecí en la clínica durante un mes ya que el postoperatorio era más largo de lo normal, me habían facilitado unos dilatadores de vagina para que poco a poco, fuese dilatándola lo suficiente y que no tuviese dolores cuando tuviese relaciones sexuales. Me vino a visitar el nuevo propietario de la casa para interesarse por mi salud e indicarme de que había hecho unas pequeñas reformas en la casa, poniendo 2 dormitorios más.

Cuando regrese a la casa, la vi bastante cambiada, de los 6 dormitorios que tenia ahora uno, el de mis padres me lo había reservado para mi, y los otros 5 los ocupaban una señora mayor y cuatro jóvenes de unos 23 años, que entraban y salían durante todo el día incluso durante la noche, como esa casa ahora no era mía no me preocupe de las vecinas, el trabajo en el museo ya no lo tenía, pues era un trabajo temporal por una baja de maternidad, lo que obligo a buscar un nuevo trabajo, pero la crisis que asolaba a Europa también me afectaba en la cuestión de trabajo.

Un día, comentando con una de las chicas que Vivian en la casa, me dijo que si quería hablaría con el jefe para haber si me podía dar trabajo, ya que por mi físico y educación le podía ser muy rentable, aquello del físico me puso la mosca detrás de la oreja. Le pregunte a que se dedicaban y me dijo que eran secretarias de Dirección y que siempre tenían mucho trabajo ya que la empresa facilitaba secretarias de Dirección en Congresos y Eventos internacionales, tenían un buen sueldo y gastos pagados, además que asistían a altos ejecutivos de multinacionales, que siempre les dejaban unas buenas propinas. Hable con el jefe que precisamente era el Sr que me había facilitado el dinero para mi operación.

Me explico en qué consistía mi trabajo, cuanto cobraría por día y además que me facilitarían la ropa necesaria para el acompañamiento de los clientes, que durante los días de trabajo, tendría que estar a las ordenes de los clientes facilitándoles todo aquello que necesitase. Me pareció bien y comencé a trabajar en esa empresa, todo aquello que necesitase se lo pidiese a

la Sra. que vivía con nosotras.

Cuando me avisaron que tenía que acudir a uno de los hoteles más importantes de la ciudad para ser la secretaria de Dirección de una convención internacional me indicaron que preguntase en el hotel por el Sr. Hans, que él me daría todas las instrucciones a quien tendría que atender.

Me persone en el Hotel y pregunte por el Sr Hans, era un Sr. de aproximadamente 1,70 pelo canoso, manos cuidadas bien afeitado y muy educado, me indico que estaría al servicio del Sr. Stevenson al que me presento y que tenía que atenderlo en todas sus necesidades.

Pase todo e día con el Sr. Stevenson, tomando nota de todo lo que me decía, haciéndole de traductora, le acompañe a las reuniones, almuerzos y demás eventos. Al terminar la jornada, me indico que

subiese con él a la habitación del hotel. Me supuse que seria para darme una gratificación por mi trabajo. Al llegar a la habitación, cerró la puerta con llave, me invito a una copa y nos pusimos a charlar sobre la jornada de trabajo, que si los diversos interlocutores que habíamos tenido lo largo del día eran simpáticos, que de fulanito no podía fiarte etc.

Cuando me di cuenta de que el Sr Stevenson, se acercaba a mí, y me agarraba por la cintura, y sin decir nada me dio un beso en la boca.

Le indique que estaba equivocado, que yo no estaba allí para lo que pretendía, que había ido a cumplir con mi trabajo y que el mismo se había acabado, me cogió por los brazos y me dijo, que él era el que indicaba cuando se terminaba mi trabajo, y según mis jefes yo había ido a atender todas sus necesidades y una de ellas era que lo satisficiese sexualmente ahora, tirándome sobre la cama, al mismo tiempo que me indicaba que me desnudase. Me negué y en respuesta recibí una bofetada que me volvió a tirar sobre la cama.

Si te vuelves a negar seguirás recibiendo y no me pasara nada ya que no cumples el contrato estipulado.

Pensé que era preferible el recibir una sola bofetada que una paliza, y sumisa comencé a desnudarme, cuando ya estaba en ropa interior, me indico que le desnudase.

Comencé a desabrocharle la camisa, le quite la corbata, le desabroche el cinturón y el pantalón que cayó al suelo dejando ver un bóxer color celeste, me ordeno que se la buscase y acariciase.

Me dio asco, ya cuando tenía mi pene, me daba asco tocarlo, mucho más cuando el que tenía que tocar no era el mío. Se lo busque y cuando lo tuve en mis manos, le apreté con toda mi fuerza los testículos, dio un grito y se agacho, aproveche para empujarlo al suelo, cogí mi vestido y saliendo del cuarto le dije.

Ahora se lo va acariciar Ud. cerdo asqueroso, yo no soy ninguna prostituta que le pagan para masturbarle.

Me dirigí a mi casa, al poco de llegar, apareció mi jefe, entrando en mi habitación lo primero que hizo fue darme un puñetazo, que me tiro al suelo, rompiéndome el labio y me dijo:

Mira hijo de puta, tu estas aquí, porque yo te acogí y te pague la operación de cambio de sexo, si, se que eres un hombre, un maricon que le gusta que le den por el culo, tu ahora me perteneces, y vas hacer todo lo que te diga. Y lo primero que voy hacer es darte por donde te gusta.

Me arranco el vestido y la ropa interior de un solo golpe, me tumbo en la cama y sin ningún miramiento levanto mi culo a la altura de su pene y lo

introdujo en mi ano.

El grito que di se oyó en toda la casa, me había desgarrado mi ano, empezó a escupir en él para que al introducir su pene no le hiciese daño a él, hasta que descargo su espeso semen dentro de mi culo. Después me dio la vuelta y me metió el pene en la boca, diciéndome.

Límpiamelo que quede brillante y duro, que te lo voy a meter por ese coño que te hicieron y que yo pague.

Me tenía cogida por el pelo moviendo mi cabeza hacia su pene para que empezase a hacerle una mamada, y se la pusiese dura. Cuando comprobó que ya estaba nuevamente en erección me tumbo sobre la cama, me separo las piernas y sin miramientos me introdujo su pene en mi nueva vagina, me estaba violando y nuevamente descargo su asqueroso semen dentro de mí, me soltó, y tras darme tres bofetadas me dijo.

Y si no quieres hacer lo que se te mande, tienes una sola opción. Marcharte después de pagarme el dinero que te di para que te hiciesen un coño y ponerte en la esquina enseñándolo para conseguir dinero ya que esta casa no es tuya. O te quedas y haces lo que se te diga y las veces que haga falta, abriéndote de piernas, estarás vigilada, y si algún cliente presenta una queja, al día siguiente encontraran tu cadáver en un contenedor de basura que es lo que eres, basura. En esta casa y en el resto de mis casas las chicas hacen lo que se les manda sino ya saben a lo que se exponen.

Dicho esto salió de la habitación dando un portazo.

Me mantuvieron encerrada en la habitación durante una semana, al cabo de ese tiempo, las otras chicas me indicaron que ese hombre se dedicaba a la explotación de trata de blancas, las reclutaba en las discotecas y tras engañarlas y quitarle todo lo que tenían las prostituía, repartiéndolas en diferentes provincias del país.

Algunas eran chicas que se habían escapado de casa y no tenían donde ir, otras las engañaba en discotecas, invitándolas y llevándolas de viaje hasta que caían en sus redes, cuando me dijeron lo de las discotecas, me vino a la mente, aquel hombre que vi en una discoteca y que habíamos cruzado las miradas, pero el rehuía la mía, me había fichado y esperaba la oportunidad de captarme, se le había presentado la ocasión a raíz de la muerte de mis padres y de mi revés económico. Se había enterado de mi operación por otros Transexuales que le indicaron que medico les había operado y atando cabos me descubrió y me visito en la clínica. También había reclutado a transexuales operados y sin operar y los distribuía según las exigencias de sus clientes.

Después de la semana de encierro, la Sra. que estaba a cargo de la casa me pregunto cuál había sido mi decisión. Lo había pensado bastante y no me quedaba otra opción que la de quedarme y abrirme de piernas las veces que me mandasen.

De momento no me dejaban salir, me habían indicado que tendría que recibir en la casa a los clientes que nos visitasen cualquier día y a cualquier hora.

La primera visita que recibí, era un hombre, de unos 45 años, 1,68 de estatura, se le veía un poco deprimido, durante una charla de presentación, me dijo que hacía 6 meses que su mujer había fallecido por un cáncer, no tenía hijos y que en la cuestión sexual por motivos de la enfermedad de su mujer llevaba 7 años en dique seco, le anime y consolé, moralmente, que seguramente encontraría una mujer con la que rehacer su vida, se tomo una copa, mientras le iba desnudando, mis caricias parecía que hacían el efecto deseado, su miembro comenzaba a tomar vida, yo que estaba en ropa interior y con una bata transparente, me tumbe en la cama y le invite a que se tumbase a mi lado, con una timidez inusual, ya que parecía que era la primera vez que estaba con una mujer que no fuese la suya.

Comencé a besarle, le acariciaba su cuello recorrí todo su cuerpo con mi boca, cuando comprobé que ya estaba predispuesto al coito, me extendí a todo lo largo de la cama y le invite a que se pusiese de rodillas entre mis piernas, le dije que pusiese su pene a la puerta de mi vagina, levante un poco mis caderas, con mis piernas lo abrace le puse las manos sobre mis pechos y le invite a penetrarme.

No era capaz de hacerlo parecía que era virgen. Cambie de posición, lo tumbe en la cama y yo me puse a horcajadas sobre él. Su pene, parecía el mástil de una bandera, con mucho asco, cogí su pene y me lo puse a la puerta de mi vagina, y me deje caer sobre el, me penetro totalmente, el quedo un poco aturdido por mi modo de la penetración, comencé a moverme con giros de mis caderas, a la derecha, izquierda, adelante atrás para arriba y para abajo, con un movimiento de sube y baja, en su cara se reflejaba indicios de satisfacción, yo comencé a fingir un orgasmo, le excito de tal manera que al oír mis jadeos el comenzó también con los suyos y de repente, dio un pequeño grito y se corrió dentro de mi coño, se quedo quieto dentro de mi durante unos minutos, yo me eche sobre su cuerpo alagando su masculinidad y el placer que me había dado, lo bese y me baje de la montura, le cogi de la mano, lo lleve hasta el baño y le lave su pene, cuando se marchaba, me dijo si podía volver, le dije que si cuando quisiera, y que preguntase por Yasmina y con mucho gusto le haría pasar unos gratos momentos, me dio un beso en la boca, al mismo tiempo que me daba una propina.

Ese fue mi primer cliente, al parecer salió satisfecho, ya que la Madame de la casa entro después en mi cuarto y me dijo que había salido satisfecho y que para la próxima semana me volvería a visitar.