Ya tengo dueño

Por la publicación de un relato encuentro al hombre que me hizo mujer

Todo empezó como supongo que comienzan muchas historias como la mia. Nunca te atreves a contar a nadie tu secreto, que te gusta vestirte como una mujer y actuar como tal, que te traten como a una princesa, hasta que al final escribes un relato, lo publicas y alguien llama a las puertas de tu correo. Surge una amistad, se cuentan secretos e intimidades y vas dejando salir a la chica que llevas dentro. Así me pasó, un día recibí un correo pidiendome un chico que le gustaría que nos conocieramos, que nos intercambiáramos correos. Acepté escondiendome en la intimidad de una dirección de mail, pero depués pasó al famoso Whatsapp y las conversaciones eran cada vez más frecuentes. Mi chico (ya lo puedo llamar así) me trataba como una verdadera princesa cada vez que chateábamos. Nunca creí que pudiera desear a un hombre pero me pasó, cuando recibía un mensaje suyo me transformaba totalmente y hablaba de mi como una mujer, contándole lo que le haría si lo tuviera delante. Me excitaba hablarle así y me excitaba todo lo que el me decía. Buscaba esconderme de la gente, ponerme unas braguitas y contactar con él y cada vez que lo hacía me excitaba tanto que manchaba las braguitas.

La relación iba cada vez a más, las conversaciones cada vez más frecuentes y el deseo de vernos y cumplir nuestras fantasías estaba tomando forma, empezamos a planear nuestro encuentro...Hasta que llego el momento, mi chico tomó la iniciativa y vino a verme a mi ciudad, yo estaba muy nerviosa ya que todo esto tenía que ser un gran secreto, nuestro amor era nuestro y de nadie más, no podíamos compartirlo con nadie.

Fui a recibirlo a la estación de tren, vestido como  hombre. Me dejó impresionada, aunque nos habíamos intercambiado fotos su imagen me dejó atontada, era un chico joven, alto, apuesto, atractivo...

Le acompañé al hotel donde se iba a alojar. Venía con un par de maletas dispuesto a pasar el fin de semana. Me dijo que una de las maletas estaba llena de regalos para mi, me excitó solo el pensar que un hombre me había comprado regalos. Cuando llegamos al hotel me pidió que le acompañara a la habitación y le ayudara a deshacer el equipaje. Nada más quedarnos solos en su habitación yo estaba un poco cortada, era mi primer encuentro con un hombre y no sabía bien como comportarme, pero rápidamente él tomó la iniciativa, me cogió de la mano y tiró de mi hacia el. Me dió el beso en la boca más grande y ardiente que jamás me habían dado, introduciendo su lengua en mi boca, explorando todos los rincones. esto terminó por derretirme y alejar todos mis miedos. Me dijo que abriera una de las maletas y que cogiera lo que más me gustara para ponérmelo.Era todo precioso, habian conjuntos completos de lencería de todos los colores y un par de vestidos muy provocativos, también un neceser con maquillaje y una bolsa con zapatos de tacón de aguja. Había sido previsora y esa misma mañana me había depilado todo mi cuerpo, dejándolo completamente suave. Elegí un conjunto de corsé, tanga y medias, todo rojo y muy provocaivo, pase al baño y comencé a desvestirme y a transformarme en su chica. Cuando estaba poniendomelo me preguntó si necesitaba ayuda y le contesté que necesitaba que me ayudara con el corsé. Yo estaba con las medias y el tanga puesto y el me ayudo a apretar bien el corsé y dejar mi cintura bien afinada. Aprovechó para acariciar mi culito, dieciendome lo apetitoso que se mostraba. Me dejó a solas otra vez y terminé con mi transformación. Sujeté las medias con el liguero que llevaba el corsé, me puse un vestido rosa muy ajustado y que apenas tapaba mi culito, unos zapatos de tacón y me maquillé sin exageraciones pero provocativa. terminé poniendome unas gotas de un perfume muy femenino que también traía el neceser. Cuando salí y me mostré ante el empezó a piropearme diciendome lo guapa que estaba. me miré en el espejo de la habitación y ni yo misma me reconocía. Parecía una mujercita de verdad .

A partir de ahí todo transcurrió prácticamente sin palabras. Me aproximé a el de forma insinuante, moviento mi culito de un lado a otro.Me estrechó contra su cuerpo y apretaba fuerte de mi culo contra el. Yo lo tenía abrazado por el cuello mordisqueando sus labios, su cuello, sus orejas y notaba como una fuerte erección le iba creciendo. Baje mis manos a su paquete y comencé a acariciarlo. Poco a poco me fui agachando hasta quedar de rodillas delante suyo y empecé a manosear mas fuerte su paquete. Le desabroché los pantalones y le bajé los boxer, saltándo delante de mi un pene fuerte y duro, era el primero que veía en una situación así, y lejos de asustarme provocó en mi un fuerte deseo y excitación. Comencé a lamerlo suavemente, recorriendolo con mi lengua y dándole besos en su punta, Empezó a jadear y a acariciar mi cabeza. Me lo metí todo en mi boca y empecé a hacerle la primera mamada que había hecho en mi vida, no sabía bien como hacerlo, pero me guió mi instinto y la chupaba lentamente, dejando que entrara suavemente de mi boca. Poco a poco fui aumentando el ritmo, con una mano sujetaba su polla y con la otra le acariciaba sus testículos.Mmmm, tu si que sabes chuparla bien nena, me dijo, se nota que lo disfrutas. Tenía toda la razón, lo estaba disfrutando al máximo.

Me levantó y me puso de espaldas a él, bajó la cremallera de mi vestido y lo fué deslizando hasta mis tobillos, me había quedado en ropa interior. El se desvistió completamente y de una bolsa sacó un paquetito diciéndome -Toma, un regalo más, quiero que seas mi gatita. Lo abrí y era un collarcito que llevaba un pequeño candado y una argolla. Lo puso alrededor de mi cuello y cerró el candado y me dijo-Ahora ya eres mi gatita y cumpliras todos mis deseos, ponte otra vez a cuatro patas y restriegate entre mis piernas como una gatita en celo. Así lo hice, me enredaba entre sus piernas y el me iba acariciando. Cuando llegaba cerca de su polla me cogía por el collar y me hacía lamérsela toda.

Después de estar jugando un buen rato y de habele dejado su polla con una impresonante erección, me  dejó a 4 patas de espaldas a él. Tomó un bote con lubricante y empezó a masajear mi ano, introduciendo sus dedos en mi para dejarme toda húmeda y mojada.

-Ahora te voy a follar, te voy a hacer una mujercita de verdad, mejor dicho, mi gatita. Sube bien el culito y muevelo para mi....Así lo hice, estaba totalmente excitada, estaba a punto de ser penetrada por primera vez por un hombre, lo deseaba, me sentía como si fuera una putita, llena de deseo.Sentí como su miembro acariciaba mis nalgas y se aproximaba a la entrada de mi ano. No podía aguantar más, le dije, follame, hazme el amor, convierteme en tu mujer...Noté como presionó su polla contra mi culo y empezó a penetar mi culito virgen. Mi culo se iba dilantando al paso de su pene, la poca resistencia que ofrecía la vencía mi hombre empujando más fuerte. Al principio un poco de dolor y poco a poco sentí como la tenía toda dentro de mi cuerpo, me relajé y empezó a entrar y salir de mi suavemente. Empecé a sentir un placer que nunca había exprimentado como hombre, el deseo, el ardor y el placer iba recorriendo todo el interior de mi cuerpo. Cada vez las embestidas eran más fuertes y yo sentía más placer, solo pude pedirle entre suspiros y gemidos que se corriera dentro de mi cuerpo, necesitaba sentir su leche dentro de mi. De repente un líquido caliente empezó a inundar mis entrañas, notaba como se estaba corriendo en mi interior y los espasmos de placer que le hacían empujar más dentro de mi cuerpo. En ese momento toqué suavemente mi pene y estallé en un orgasmo como no había sentido nunca.

Nos tumbamos en la cama abrazados, pero yo acurrucada a su lado, totalmente rendida a sus deseos. No había marcha atrás, me había conquistado un hombre como si yo fuera una mujer. Esto cambiaría muchas cosas a partir de entonces...