Ya soy el Delegado Comercial)
Tras pasar con nota el examen de mi "curriculum" por parte de las empleadas, me someto a la evaluación de "la jefa".
Tengo una entrevista para un puesto de trabajo. El anuncio decía:" Se precisa Delegado comercial. Imprescindible buena presencia, trato amable. Posibilidad de integración en equipo joven y dinámico. Retribución según valores aportados".
Me han citado para las cuatro de la tarde y como he llegado con bastante tiempo, me dirijo hacia la cafetería del gran edificio de oficinas y despachos donde me encuentro. Para calmar mi ansiedad pido una infusión de hierbas y me siento a esperar.
Hay bastante gente pues es hora de cafés y la gente aprovecha para hacer una escapadita a la cafetería. En la mesa contigua hay dos chicas insultantemente jóvenes y bellas. Sin llevar ninguna prenda llamativa hacen volver la vista a todos cuantos pasan por aquí cerca por su porte y gracia.
Una viste un ajustado pantalón de lycra que se ciñe como un guante a su portentoso cuerpazo. Una camiseta igualmente ajustada marcan las curvas de su pecho. Un enorme cinturón completa la indumentaria. La otra viste una faldita corta, con un top que deja al descubierto sus hombros y una amplia franja en su vientre.
Sin pretenderlo oigo parcialmente su conversación y de forma involuntaria mi atención se va dirigiendo a oir lo que se cuentan la una a la otra.
- "A Javi le voy a dar puerta…es un creído… se cree que me corro cada vez me toca… si supiera…", dice la del pantalón ajustado.
- "Yo también creía que era diferente… tienes que hacer como yo… cada fin de semana uno distinto.. que si no se acomodan y no se esfuerzan. Que se lo trabajen", le contesta la otra.
- "además… tienes que probar hacértelo con dos al mismo tiempo… es super…".
Casi me atraganto y toso sin poderlo evitar. Ellas se vuelven hacia mí y se ríen a carcajada limpia durante un buen rato. Luego se levantan y se van contoneándose y marcando tipo con descaro. Uyyy si las pillara!!. Menuda sesión de “marranadas” se me ocurren que podríamos hacer.
Se acerca la hora y me dirijo a la planta 14 donde tengo la entrevista de trabajo. Me abre la puerta de la oficina una chica muy mona… y es precisamente la de la faldita corta y el top ajustado que había en la cafetería.
Trago saliva y me presento. Me hace pasar hacia dentro y me muestra un sofá donde debo esperar a que llegue el jefe que se halla ausente.
Si saber hacia dónde mirar, mi rostro se vuelve hacia la mesa que ocupa la chica que hace las veces de recepcionista y atención telefónica al cliente.
Desde mi sitio veo reflejadas sus hermosas piernas en un cristal cercano. Pasa el rato y ella actúa como si yo no estuviese allí. Atiende las llamadas con mucho aplomo y cambia continuamente la postura de las piernas, lo que me permite contemplarlas en todas las posturas y posiciones. Sus braguitas blancas son mi objetivo.
Al rato sale la otra de una oficina contigua y me ofrece si quiero tomar café. Iluso de mí, digo que sí y espero a que me lo traiga. Se asoma por el quicio de la puerta y me dice que si no voy hasta la maquina a sacarlo, no tomare café ni nada.
La máquina está en un rincón del pasillo y al pasar le doy un buen restregón en el culo… o mejor dicho… ella me pone el culo para que yo no pueda evitar darle un buen restregón.
La entrevista es importante para mi futuro, pero estas incidencias con la chica de la minifalda y con esta otra que tiene un cuerpazo de película me tienen fuera de mis casillas.
- "Así que tu eres el candidato… futuro compañero de oficina...jejeje", "…parecías más guapo en la foto… jejeje…", dicen ambas entre risas.
(Ahora deduzco que ellas han jugado con ventaja en la cafetería al reconocerme por la foto del curriculum).
- "En este trabajo es muy importante la imagen… además la mayoría de los clientes son mujeres y hay que saberlas tratar", "… tu estas casado ¿verdad?"
- "Eso es bueno y malo a la vez….", "…bueno porque ya sabes de que va… con las mujeres… y malo porque para nosotras es mucho más apetecible… Jejeje".
Hago un recorrido rápido y puedo ver la chica de la minifalda enseñándome espatarrada sus diminutas braguitas y la otra con una pose que marca sus caderas de forma envidiable.
Mi erección es imparable y ostensible, y sin que lo pueda remediar el bulto en el pantalón me delata.
- "Uuuuuuuuyyyyyy como se está poniendo esto", exclama risueña una de ellas.
- "Yo creo que deberíamos empezar la prueba de selección ya para que luego no haya sorpresas", dice la del pantalón ajustado.
Se sienta a mi lado, alarga la mano y la posa sobre mi bulto. Luego baja la cremallera y trata de sacarla fuera.
La chica de la faldilla corta que se llama Nuria, se acerca y se desprende del top dejando al aire sus tetillas que son como dos melocotones. Se los soba rodeándolos una y otra vez con sus manos, al tiempo que se estira y pellizca los pezones.
Estoy convencido que el trabajo no será para mí, pero una tarde de fantasía sí que la pienso pasar.
Me desabrochan el cinturón y me ponen los pantalones y el calzoncillo en los tobillos. Pili, se escupe varias peces sobre la palma y me coge la verga a punto de explotar con tanta decisión que siento algo de temor.
A continuación empieza un sube y baja tan intenso que se mezcla el placer con el dolor.
- "Tiene un buen aparato… veamos cuanto resiste… si ha de trabajar aquí… debe ser el mejor… como nosotras jejejeje…", dice Pili mientras me pajea con fuerza.
- "Si…si… dale mas… que sepa lo que va a sufrir si trabaja aquí con nosotras….", "…olvídate de tu mujer… de los ratos libres… de los fines de semana… de todooooo…. Aquí se viene a trabajaarrrrrrrrr", dice Nuria mientras se mete un dedo por debajo de la braguita.
- "¡que me voy…. Que me voy…. ", grito avisando que me voy a correr enseguida.
Pili, da unos cuantos meneos más y me coge el capullo con la mano tratando de recoger los borbotones de leche que salen incontrolados.
- "Bueno… la primera prueba no ha estado mal… los he visto mejores, pero podemos continuar…creo que en circunstancias normales sabrá aguantar un buen rato sin correrse".
Yo todavía estoy resoplando y tratando de recuperar el control sobre mi polla algo dolorida pues todavía ella la tiene en la mano.
- "Bueno… y tu que opinas… crees que te gustara trabajar aquí?... ¿formando equipo con nosotras?... este trabajo es muuuy >absorbenteeeeee<", dice con ironía Nuria.
- "Crees que te puedes llegar a integrar?... eso es muy importante, Jejejeje"
Suena el timbre del interfono, alguien llega.
De pronto les entran todas las prisas del mundo… ¡arreglate! ¡rápido! ¡qué viene el jefe!, dicen ellas con claros síntomas de nerviosismo. Yo me he quedado tan relajado después de estas emociones tan fuertes que dudo que la entrevista logre alterarme lo más mínimo.
El "jefe" resulta ser una mujer muy alta y delgada, sin apenas curvas, que viste una falda de tubo, con chaqueta cruzada, todo ello de color pistacho claro.
La cara es armoniosa pero nada especial que resaltar. Lleva una gruesa trenza de unos veinte centímetros que le recoge su negro y abundante pelo sobre la nuca.
Hablamos largo rato sobre el trabajo, mi experiencia anterior y mis expectativas ante la ocupación que me ofrece. Es una mujer con fuerte personalidad, con grandes ideas y gran capacidad de organización y la creación. Quizás algo distante, y casi seguro que muy exigente en el trabajo, vista la reacción de las otras dos empleadas.
Además, aunque su aspecto parece tratar de imitar las formas andróginas, no cabe duda que detrás hay una mujer de exquisita sensibilidad y elegancia.
Próximos a finalizar la entrevista, el clima se relaja. Creo que le he causado buena impresión y me veo próximo a alcanzar el puesto. Estoy contento y deseo salir para ir a compartirlo con mi esposa.
- "Tomamos un cafecito?", sugiere amablemente.
Descuelga el teléfono y encarga a una de las dos empleadas que nos traiga sendos cafés.
Minutos más tarde entra Pili, la de la falda corta y top provocativo. Me pone primero el mío y luego el de la jefa. Ésta en tono jocoso y refiriéndose a la empleada me pregunta:
- "¿...y ya te podrás integrar en el equipo con estas chicas tan presumidas y coquetas?...Te aseguro que son realmente peligrosas...", "...¿tu que dices Pilar? ¿crees que un hombre se adaptara a nuestra empresa y a nuestra forma de trabajar?"
Esta, remueve graciosamente las caderas y afirma:
- "Jefa, yo creo que tiene muchas buenas posibilidades... según hemos comprobado antes de que tu vinieses".
- "Quieres decir que ya habéis estudiado su curriculum entre tú y esa otra tigresa hambrienta que tenemos por técnico de marketing?".
- "Pues si jefa, ha hemos lo hemos examinado... pero solo por encima dado el escaso tiempo", de disculpa Pili.
- "... y tu ¿qué tienes que decir?... me habías hecho creer que eras bastante serio... y si me descuido eres tu quien me gana a mí... con ayuda de estas dos golfas", dice entre risas.
- "Bueno.... bueno... tendremos que pasar a la fase final de selección... la prueba de integración y adaptación al equipo de trabajo","... espero que no tengas problemas familiares... ya me entiendes ¿no?", dice mi futura jefa.
En un abrir y cerrar de ojos, Pili se queda en pelota picada, y espera ordenes de su jefa o que yo la tome entre mis brazos.
La jefa se pone cómoda, se quita la chaqueta quedándose con una blusa de tirantes de blanco inmaculado y textura de seda natural.
Tiene los pechos pequeños, como dos medias naranjas y seguro no lleva sujetador pues se marcan con fuerza los pezones sobre la tela.
- "Ven aquí...", le dice a Pili. ".... apoya las manos encima de mi mesa y te pones con el culo hacia acá...¿quiero ver de cerca como te folla el nuevo Delegado de la zona centro."
La coloca de forma que cómodamente recostada en su butaca podrá ver cómo me aplasto contra sus nalgas y como sus tetas van adelante y atrás como dos campanas repicando.
- "... y tu a que esperas!!!... no me decepciones y peques de tímido... venga ven y échale un buen polvo a esta calentorra.... es la mejor forma de conocer a los compañeros de trabajo y de establecer vínculos... vamos... vamos... ropa fuera y dale fuerte", me ordena ella.
Yo me siento como protagonista de una película surrealista, pero estoy tan excitado que no pienso en otra cosa que en darle un buen pollazo a Pili, y demostrar a la jefa que ha hecho una buena elección al contratarme.
Me desnudo totalmente y me acerco, cubriéndome parcialmente víctima de un cierto pudor. Marisa, la jefa, me retira la mano para poder examinar con detalle el material.
Me coge del pellejo y lo retira hasta abajo haciendo salir totalmente el capullo. Lo tengo grande, como una enorme seta de mayor diámetro que la base del cipote. Está totalmente hinchado, terso y brillante. Tan sensible que cualquier roce puede provocar una caricia exquisita o un dolor intenso.
- "Ummmm ¡que bueno parece esto!... pero le falta un poquito de saliva... ", dice mientras escupe en su palma y luego la restriega en la punta del capullo.
Yo me retuerzo de gusto y Pili espera impaciente, con sus piernas separadas mostrando su vagina, a que la meta hasta el fondo. No se atreve a decir nada, ya que es Marisa, la que se está entreteniendo con mi verga.
Finalmente, le da una palmadita cariñosa en la nalga y le dice:
- " no te impacientes chica... ahora te lo doy todo ... lo estaba preparando un poco para ti".
Encaro mi verga hacia la entrada de su conchita y voy apretando progresivamente en cada bombeo hasta que mi polla se pierde dentro de su chocho. Pili empieza a gemir como un perra, culea y se ondula buscando sentir como mi polla se frota intensamente contra las paredes interiores de su coño.
Marisa, me mete mano por las nalgas, la parte interior de los muslos, el culo y me coge los huevos que cuelgan o chocan con las nalgas de Pili, dependiendo de mis movimientos.
- "Hazlo durar... me está gustando mucho...", dice Marisa mientras hurga debajo de la falda mientras nos contempla.
- "No se si podré!!!... estoy super excitado... y tengo muchas ganas de correrme ya", le confieso mientras sigo bombeando fuerte contra las nalgas de la chica.
- "... y tu Pili... ¿como lo llevas?¿te viene ya?... ¿lo quieres mas fuerte?", pregunta la jefa.
- "Siiii...siiii..... asiiii mas fuerte.... no pares... mas.... mas... mas.... ahhhhhhhhh!!!!!!!!", grita Pili mientras se relame con su orgasmo.
Marisa, me coge de las caderas y tira de mi hacia atrás haciendo que mi verga en plena efervescencia se salga del jugoso coño de Pili. La toma fuerte con la mano y la pajea bien seguido hasta que me corro, echando mi lechecita sobre las nalgas de Pili.
Marisa, sabe cómo hacerlo a la perfección y logra sacarme hasta la última gota.
Me entran ganas de aullar como un lobo y siento una mezcla de placer y de dolor mientras que una serie infinita de espasmos me sacuden todo el cuerpo.
- "Bien... biennnnn… biennnn.... el puesto de trabajo es tuyo", dice Marisa.
Yo aceptaría encantado, pero estoy seguro que me provocaría problemas familiares.
¿Que hago?¿Qué me recomiendas?
Deverano.