Ya soy bisexual 3
Esther, mi ginecóloga y novia, sigue estimulándome y enseñándome mas sobre el sexo entre mujeres.
Y siguen mis lujuriosos días con Esther, mi novia, mi ginecóloga.
Como recordaran, soy Mirta hoy con 35 años, casada con una hija de 11 años, pero desde los 18 soy Bis, ya que a los 16 un ex-novio termino con mi virginidad. Pero a los 18 años me puse de novia con mi ginecóloga Esther, con ella aprendí y viví mis mejores momentos de sexo y placer. Fui su novia y luego pareja muy feliz por algo más de 3 años.
Con Esther desde un principio nos veíamos casi todos los días, en su casa al mediodía o al anochecer en su consultorio, donde nos prodigábamos, las mejores caricias, besos y lamidas como solo dos lobas en celo sabemos hacerlo, había fines de semana que los pasaba en su casa, desde el viernes a la noche hasta el lunes a la mañana, en que ella iba a su consultorio y yo a la facultad, a mi familia le daba la excusa que me quedaba en la casa de una compañera de facultad, con quien salíamos a bailar y aprovechábamos para estudiar el resto del tiempo. Pero en realidad lo pasaba en casa de Esther, quien me hizo la mejor mujer en la cama.
En el primer relato, si lo recuerdan, comenté que el primer día que Esther me hizo suya, al llegar a su consultorio,
tuve
que esperar a que me atienda porque estaba con una paciente, una mujer, que al salir me pareció de unos 45 años, a la que mi ginecóloga despidió con un suave beso en los labios. Una tarde, llevando mas de un año de noviazgo, y como lo hacía habitualmente, llamé a Esther telefónicamente desde la facultad, me saludo con mucha amabilidad y dulzura, me pidió que llegue antes de las 17 horas, porque quería que la ayude con un tratamiento especial que debía dar a una paciente. Inmediatamente me vino a la memoria él día en que entre las dos le dimos el tratamiento correspondiente a Mónica, su secretaría, por supuesto que le dije que allí estaría dispuesta a dar el mejor de los tratamientos. Y así fue llegue unos minutos antes de las 17 horas y Mónica, luego de darme un dulce beso en la mejilla, me hizo pasar al consultorio diciendo "La doctora te está esperando"; al entrar encontré a Esther, sentada frente a su escritorio, haciendo anotaciones en unas tarjetas, nos saludamos con un calido y húmedo beso, mientras guardando las tarjetas, me dijo "Cielo, te pedí que vinieras temprano, porque quiero que juntas hagamos algo muy especial", mientras acariciaba mi cola, "Que nuevamente Mónica, necesita un tratamiento especial" pregunte, "No . no es Mónica, es una de mis mas antiguas pacientes, se llama Isabel, es mayor que yo, tiene 48 años, es casada, pero no anda muy bien con su hombre, y desde hace más de seis años, que la atiendo como ella se lo merece". "Esta bien amor como vos lo indiques, sabes que te quiero mucho y haré lo que sea por no perderte" dije mientras nos uníamos nuevamente en un profundo beso de lengua.
En eso estábamos, cuando entró Mónica, se acercó a nosotras y tomándonos a ambas de la cintura dijo "Llegó Isabel y viene por el tratamiento especial", con una dulce y pícara sonrisa en sus labios, para luego darnos un beso calido en la boca a cada una, "Yo aprovecho y me voy más temprano a hacer unas compras, porque hoy Roberto, su novio, se queda a dormir en casa", salió é hizo pasar a Isabel. Era la mujer que había visto salir del consultorio el primer día que Esther me gozar con sus caricias, la que para mi tenía 45 años, porque estaba muy bien, era algo rellenita con buenas formas aún, pese a los 4 hijos que había parido, mediría 1,65 de alto, cabello negro, ojos marrones muy profundos, estaba con un suave maquillaje, que daba la apariencia de ser una mujer algo recatada, vestía un trajecito pantalón y saco color celeste pálido, camisa blanca con volados. Al entrar y verme dijo "Perdón Mónica me hizo pasar creí que estabas sola Esther, disculpa", dio media vuelta como para salir del consultorio, pero Esther se interpuso entre ella y la puerta, la tomo de la mano, le dio un beso en la mejilla y dijo, "Quedate Isabel, ella es Mirta, mi novia y muy pronto mi pareja, pero también es mi asistente cuando hay que hacer algún tratamiento especial, y vos cariño lo necesitas", para tomarla de la cintura, darle un profundo beso en la boca, y encaminarla a mi encuentro, es cuando acariciando una de sus mejillas, le digo "Encantada dulce", y le doy un tierno beso en los labios.
Esther me comentó delante de ella, que su esposo es mucho mayor y ya no la atiende como ella lo merece, pero que lo quiere mucho y no quiere meterle los cuernos con otro, como ellas son muy amigas, hace años que se conocen y se dan placer cuando se necesitan, pensó que esta vez entre las tres, podríamos hacer que Isabel, pase una agradable tarde y quede satisfecha por unos cuantos días. Pasa a darme un profundo beso de lengua, mientras acariciaba las rotundas pero aún firmes caderas de Isabel, a lo que ella respondió tocando suavemente mis piernas, levantando levemente mi falda, y yo abrazarle la cintura, fue entonces que Esther abrió mi camisa y dejo libres mis pechos, los que Isabel acaricio y pidiéndole permiso a Esther comenzó a besar tiernamente y lamer mis ya duros pezones, mientras mi novia se pone tras ella y comienza a sacarle el saquito del conjunto, mientras yo comienzo a bajarle el pantalón. Isabel sigue besando y mordiendo mis pezones, lo que me hace estremecer y gemir levemente, entonces Esther va hacia un roperito y saca una manta grande, la tiende sobre la alfombra y pone varios almohadones, que también sacó del roperito, para acercarse a nosotras, tomarnos a ambas de la cintura y dándonos tiernos besos en las mejillas y labios, nos lleva hacía los almohadones, para terminar de desvestirnos a las dos, con dulces caricias y besos especialmente a Isabel, que es nuestra paciente. Una vez desnuda Isabel, exhibió sus grandes pechos aunque algo caídos, los que tome con mis manos y comencé besar, lamer y morder tiernamente, para que ella comience a gemir, mientras Esther hunde su lengua en la boca de Isabel, a la vez que mete una mano en su seguramente ya húmeda cueva, la que comienza a rozar por sobre sus labios, separando la escasa mata de bello púbico hundiendo algún dedo en su interior, al momento en que separa su boca de la de ella, Isabel, comienza a gemir profundamente cerrando los ojos, y dejándose caer sobre los almohadones abriendo sus piernas pidiéndome que le coma la cuevita que quería sentir mi joven lengua, cosa que hago con gusto, separando sus labios vaginales, viendo esa vulva roja y húmeda expuesta toda para saciar mi sed, a la que voy acercándome lamiendo el interior de sus gruesas pero aún firmes piernas, hasta llegar a rozar con mi nariz su clítoris, momento en que da un pequeño grito, "Haaayyyyyyyy, bebe, que rico" cuando saco mi lengua y la hundo en su intimidad, siento el sabor de su néctar para hundirme aún más profundo. Mientras Esther va a su escritorio y toma uno de los vibradores, el que lo pone en su boca y lame, acercándose a nosotras y dándoselo a Isabel para que lo lubrique con su saliva, al momento que comienza a darme un rico masaje con sus dedos en mi conchi. Isabel sacando el vibrador de su boca comienza a gemir, temblar y gritar "Siiiiiiiiiii, dame más, más profundo, aaaaaaauuuuuuuugggggggg, que rico, dame más, más, más, mmmmmmmm", inundando mi boca con sus jugos.
Esther al ver que estaba teniendo un profundo orgasmo, sin sacar sus dedos de mi conchi acercó sus labios a los de ella y dijo, "Goza putita, gozalo bien inúndale la boca a Mirta así me regala tus jugos". Cosa que hizo y profusamente, teniendo que tragar un poco, para no desperdiciar nada, cuando comenzó a reponer su respiración me separe de su cueva y busque la boca de Esther, para darle de beber ése calido néctar, metiendo uno de mis dedos en su cueva, mientras ella pone el vibrador sobre la aún mojada cueva de Isabel lubricándolo, haciendo que me acueste junto a Isabel, sobre los almohadones abriendo mis piernas, toma el vibrador, que éste es nuevo, mas largo y grueso que los que habíamos usado antes, y lentamente lo introduce en mi conchi super mojada, dándole ritmo con su mano, en un entra y sale constante que me hace llegar a un lindo orgasmo, mientras sube sobre mi cuerpo y comienza a rozar sus pechos con los míos provocándome un escalofrío en todo mi cuerpo, menos en mi ardiente conchi. Isabel ya repuesta comienza con suaves caricias sobre la espalda y cola de Esther, mientras nosotras nos comemos la lengua una de otra, es entonces que nuestra paciente, se incorpora y comienza a lamer el culito de mi novia, y ella retirando su boca de la mía gime profundamente por el placer que esta recibiendo, es al momento en que se baja de mi cuerpo, mete mas profundo el vibrador arrancándome un grito de placer "Aaaaauuuugggg, amor cojeme amor, mmmmmmmm", una vez que lo enterró hasta el fondo lo pone a toda velocidad y se acuesta con las piernas abiertas a mi lado, acariciando y pellizcando mis pezones, entonces Isabel hunde su cara sobre la depilada cueva de su doctora, mi novia, y comienza a lamerle su vulva mordiendo su clítoris, dándole una comida increíble, que hace que Esther grite, "Mas putita mía dame mas" y yo con el vibrador a máxima velocidad, con los pellizcos de pezón que me da Esther, mas las caricias sobre mi clítoris que yo misma me doy, comienzo a gozar de otro orgasmo muy profundo éste. "Aaaaaaauuuuuu si amor arráncame los pezones son tuyos amor, mordelos por favor", cosa que hace de inmediato, mientras Isabel sigue hundida en su cueva, hasta que juntas tenemos un nuevo orgasmo simultaneo, quedando las tres rendidas acostadas sobre los almohadones dándonos suaves caricias. La primera en reponerse es Esther, que dándome un suave y dulce beso en los labios, dice a mi oído "Amor sacate el vibrador y dale a Isabel que beba tus jugos, a ella seguro le van a gustar", y sí . se derrite el vibrador en su boca limpiándolo por completo, entonces con mis dedos le abro su cueva, Esther se apodera de sus pechos los besa lame y muerde dulcemente como sabe hacerlo, pasa a sacarle el vibrador de la boca, y comenzar a introducirlo lentamente en la cueva de la paciente, dejando que yo accione el botón que da las velocidades, poniéndolo en lento, para yo misma introducirlo mas profundo, y pasar a la máxima velocidad, mientras Esther no deja de comerle los pezones, yo lo introduzco por completo lo que hace tensar el cuerpo de Isabel quien arquea su espalda, y comienza a gritar nuevamente, "Acabooooooo, cielo, me matas, me matas, dale rico, más, más, aaaaaauuuuuuugggggg, dame mas mmmmmmmmmmm", al momento que comienzan a temblarle las piernas, y dejar uno de los almohadones empapado por sus jugos.
Nos acostamos Esther y yo, una a cada lado de Isabel, y comenzamos a darle suaves caricias en todo su cuerpo, mientras esta recupera su respiración, agradeciéndonos por el tratamiento que le dimos, para lo que juntas dijimos sonriéndonos "Gracias a vos cariño, no sabes lo bien que nos ha hecho el poder darte el correcto tratamiento, ya que también lo disfrutamos". Nos quedamos varios minutos en esa posición ahora acariciándonos entre las tres, para darnos tiernos besos en los labios, y comenzar a vestirnos.
Una vez que estábamos las tres vestidas, Isabel, se acercó a mi, me tomo de la cintura me dio un calido y húmedo beso de lengua y luego dijo a mi oído, "Bebe sos un encanto, se ve que Esther te ha hecho una verdadera mujer, que sabe dar y recibir placer" al momento que tomó de la cintura a mi novia, hundió su lengua en la boca, siendo aceptada por ésta en un profundo beso que hizo que ambas lenguas jueguen entre si.
En el auto de Esther llevamos a Isabel a su casa, durante el viaje, Isabel me acariciaba los pezones metiendo desde atrás una mano por debajo de mi camisa, que estaba semiabierta, haciendo que se pongan duros, al llegar a destino, antes de bajar del auto, nos dio un profundo beso a cada una de nosotras, y volvió a agradecer el tratamiento, pidiéndonos volver a repetirlo pronto, ya que lo había disfrutado y mucho, sonriendo Esther le dijo, sabes muy bien querida que desde que soy tu ginecóloga no he dejado de atenderte como mereces, pero ahora que tengo mi casi pareja, el tratamiento te lo daremos las dos, por lo que la próxima vez, será un fin de semana en casa, Isabel con lagrimas en los ojos solo atinó a decir, "Son dos dulces, no saben lo feliz que me hacen, no se dan cuenta lo importante que es para mi el sentirme deseada, por dos hermosas mujeres como Uds, siendo que yo ya estoy de vuelta". Noooo digo yo, "No estas de vuelta, estas en la plenitud de la vida y con Esther te haremos sentir muy pronto, la mujer más joven y feliz del mundo". Bajo del auto quedando parada junto a la puerta de su casa, nos despide con una mano, mientras con la otra nos tira besos.
Al llegar a casa corrimos a llenar la bañera con sales y espuma, para darnos un reparador baño y continuar con nuestras caricias y besos. Durante la cena, que otra vez fue frutas frescas y vino tinto, le pregunte a Esther, "Amor porque dijiste varias veces que soy tu casi pareja", sonriendo y dulcemente como lo hace cuando estamos solas, me dio un tierno beso en los labios y dijo, "Amorcito mió, pronto cumplirás 20 años, es hora que te independices y te vengas a vivir conmigo, pasando de novia a pareja, ¿no te gustaría?" respondiendo con un profundo beso de lengua digo "Amor, sabes muy bien que en casa no saben de lo nuestro aunque intuyen que salgo con alguna chica, pero no saben que sos vos, se me haría muy difícil presentarte como mi novia y futura pareja", cielo replico Esther "Bien podrías comenzar a dar muestras de lo nuestro, como para que no los tomes de sorpresa, y un día me invitas a cenar y allí anunciamos nuestro compromiso, para que con tus 20 años seamos pareja". "Siiiiiii, amor te quiero y necesito mucho, haré como vos decís, hablaré con mi madre de lo nuestro, si ella lo acepta lo aceptará todo el mundo". Pero eso ya es otra historia.