Ya soy bisexual 2
Esther, mi ginecologa y novia, no para dedarme placer
Mis lujuriosos días con Esther, mi novia ginecóloga.
Como recordaran, soy Mirta hoy con 35 años, casada con una hija de 11 años, pero desde los 18 soy Bis, ya que a los 16 un novio me hizo suya y rompió mi virginidad. Si a los 18 años me puse de novia con mi ginecóloga Esther, con ella aprendí y viví mis mejores momentos de sexo y placer. Me hizo su novia y fuimos muy felices por algo más de 3 años.
Con Esther nos veíamos casi todos los días, en su casa al mediodía o al anochecer en su consultorio, donde nos prodigábamos, las mejores caricias, besos y lamidas como solo dos lobas en celo sabemos hacerlo, había fines de semana que los pasaba en su casa, desde el viernes a la noche hasta el lunes a la mañana, en que ella iba a su consultorio y yo a la facultad, a mi familia le daba la excusa que me quedaba en la casa de una compañera de facultad, donde salíamos a bailar y aprovechábamos para estudiar el resto del tiempo. Pero en realidad lo pasaba en casa de Esther, quien me hizo la mejor mujer en la cama, me enseño todo, desde usar mis dedos y lengua a someterla con algún juguetito, el que más disfrutábamos las dos era un dos cabezas, con el que llegábamos a tener varios orgasmos, al unir nuestras húmedas vulvas, haciendo que dejemos un enchastre sobre las sábanas. Estando en su casa, solo usábamos ropa interior muy sexy, que ella compraba en algún sexshop, lo que provocaba que estemos constantemente calientes de solo ver una a la otra, mientras hacíamos las cosas del hogar, limpiar, ordenar, preparar los desayunos, almuerzos y cenas, todo lo realizábamos con tan solo un cola less y corpiño de encaje, a excepción del momento de preparar las comidas, que nos poníamos un delantal que solo cubría el pecho y de falda corta, dejando al descubierto nuestras hermosas colas, las que en cada oportunidad acariciaba una o la otra. Durante el día o la noche solíamos darnos placer en cualquier rincón de la casa, el sofá, la mesa del comedor, sobre la mesada, o una mesa ratona, alfombras del living, en la bañera, donde nos encontrásemos y se le escapase una caricia a una de las dos, ahí nomás nos dábamos los mas profundos besos de lengua, y si daba la ocasión terminábamos en un 69, hasta estallar de placer por ambas partes. Por las noches nos sentábamos juntas a ver televisión, por lo general antes de irnos a dormir, poníamos el canal porno, y comenzaba la última franela del día, para irnos tomadas de la cintura a dormir, y valla si dormíamos, porque quedábamos exhaustas de tantos orgasmos que nos habíamos arrancado durante el día, para amanecer abrazadas, donde la primera en despertar comenzaba con las caricias, besos y lamidas, hasta lograr que la otra despierte y juntas llegar al primer orgasmo del día.
Pero como les conté en mi anterior relato, con Esther trabajaba Mónica, su secretaria "y algo más". Era 3 años mayor que yo, muy bonita y un cuerpo descomunal, más alta que Esther rubia, ojos celestes, con unos globos que pasaban los 120, una cintura pequeñísima para semejante hembra y unas caderas descomunales, también de 120, que hacían resaltar su cola pulposa, tenia novio que solía venir al consultorio a buscarla. Una tardenoche que fui al consultorio a buscar a Esther, y como ya tenía llave por si llegaba tarde y Mónica ya se hubiese ido, entré como lo hacía habitualmente, pero en esta ocasión grande fue mi sorpresa. Sobre la camilla estaba Mónica, desnuda completamente y Esther con solo su mini del ambo, parada a su lado dejándose comer sus hermosos globos, mientras con una mano le aplicaba sus mejores masajes sobre el clítoris a su secretaria, al oírme entrar giro hacia la puerta y con una sonrisa en sus labios me dijo, "Vení pasa amorcito, que Mónica esta enfermita, ayúdame a darle el mejor tratamiento". Primero me sobresalté, me puse roja de vergüenza y odio por encontrar a mi novia, dándole placer a su secretaria, fue así que Esther se me acerco, me tomo de la cintura y me dio un suave y calido beso en los labios, provocándome una agradable sensación, ella estaba excitada por el tratamiento que le estaba dando a Mónica, pero también por tenerme ahí. Volvió a decir, pero esta vez a mi oído y sensualmente, "Vení amor ayudame con el tratamiento, que Mónica esta enfermita", me tomo de la mano y me llevo hasta uno de los lados de la camilla, donde estaba la exuberante mujer, me volvió a besar, pero esta vez respondí con mi lengua, Mónica desnuda como estaba, se sentó sobre la camilla y me acarició la cabeza y mi espalda, llegando a rozar mi cola, entonces Esther, sin separar sus labios de los míos, comenzó a sacarme la camisa que llevaba puesta, a la vez que acariciaba mis pechos como siempre lo hacía, y yo me dejaba hacer. Quise separarme de ella é irme pero rápidamente, me tomo de los brazos, me giro me volvió a besar y comenzó a meter mano por debajo de mi pollera, en eso estaba cuando Mónica se baja de la camilla, se pone tras de mi, abrazándome quedando yo, entre las dos mas hermosas mujeres que había visto hasta el momento, Esther separa sus labios de los míos, me dice "Amor se buenita ayudame a sanar a Moniquita, no ves que ella nos necesita, y veras que pronto te sentirás muy bien de hacer que se cure de sus nanas".
Ya entregada, le di un profundo beso a Esther, mientras mis manos buscaban su parte baja y notó que su tanga esta húmeda, es ahí en que entre las dos me llevan hacia el diván, me desnudan por completo mientras me acarician, besan y lamen cada rincón de mi piel, y se funden ellas en un calido y húmedo beso de lengua, haciendo que mis manos acaricien a ambas. Luego Mónica se acuesta sobre el diván y tomándome de la mano, hace que me siente a su lado dándome un profundo beso en la boca, la que abro recibiendo su lengua, que se dispone a jugar con la mía, mientras Esther se arrodilla en el piso, me abre las piernas y hunde su cabeza entre ellas, comenzando a darme una de las mejores comidas de conchi que hasta el momento me había dado. Mónica por su parte se acomoda para comerme los pezones y me pide "Que le acaricie su cuevita, que así se curaría mejor", cosa que hice con gusto al notar que ya sus labios vaginales estaban mojados, metí dos dedos abriendo bien su cueva, para así poder encontrar su clítoris que estaba muy hinchado. Esther que no paraba de comerme, me hizo estremecer en un momento y Mónica que seguía mamando mis pezones, se dio cuenta y poniendo su boca cerca de uno de mis oídos, me susurro sensualmente, "Dale cariño acaba, acaba rico en la boca de tu novia, que ella me dará de sus labios tu dulce néctar interior", tras lo cual volvió a apoderarse de mis pezones, mientras yo gemía de placer, y con un profundo "aaaaaaaaaaaaauuuggggggggguuuuuuu, amor me matas, amor comeme rico la conchi, que te doy todos mis jugos", cosa que mi querida Esther obedeció y hundió mas y mas, su lengua en mi interior, arrancándome un nuevo orgasmo del que ella también disfruto, metiéndose dedos en su conchi. Esther se incorporo y beso profundamente a Mónica, ofreciéndole todos mis jugos, mientras metía en mi boca sus dos dedos empapados con los suyos.
En eso estábamos cuando entre ellas dejan de besarse y es Mónica quien se acuesta sobre el sofá y me dice "Ahora cariño, vení, comeme quiero saber si la Doctora te enseño a curar las calenturas", Esther sonriéndome, me besa suave en los labios y dice "Si amor dale el mejor tratamiento que la pobre Moniquita, esta enferma de calentura", yo obedeciendo ambas ordenes, hundo mi cabeza sobre las hermosas piernas de Mónica, y abriendo su cueva con mis dedos comienzo a lamerla y a beber sus jugos como una sedienta, mientras Esther se aleja de nosotras y va hacia su escritorio donde saca algo de un cajón y regresa para besarse con Mónica nuevamente, mientras acaricia mis pezones, para luego y poniéndose a un costado mió, comienza a tocar mi cueva, abriendo con sus dedos los labios, é introducir uno de nuestros vibradores favoritos el que pone a velocidad media, mientras yo sigo bebiendo de la cueva de Mónica, ésta comienza a gemir y aullar como loba ahogándome con tantos jugos "Siiiiiiiiiiiiii, asi comeme rico mmmmmmmmm, dame mas, mas, mas aaaaaaauuuuuuuuuuuuuggggggggaaaa, comemeeeeeee que acaboooooo cariñoooooooo", dejando caer sus piernas del sofá, quedando exhausta, mientras yo recojo todos sus jugos, para dárselos en la boca a Esther quien se saborea y con una sonrisa, me dice "Amor acaba vos que Moniquita tiene que descansar, acaba", imprimiéndole mas velocidad al vibrador, arrancándome otro orgasmo que me hace gritar más fuerte aún, "Amorrrrrrr, me estas matando, dame mas amorrrrrrr, dame massss", y caer a un lado del diván. Esther se sube sobre Mónica y comienza a besarla nuevamente en la boca, mientras busca con sus dedos su clítoris para acariciarlo como solo ella sabe hacerlo, pidiéndome que le bese su conchi, que necesita de mi tratamiento, cosa que hago con todo gusto por que es ella, mi novia, quien me lo pide, notando instantáneamente que está mojadísima, y comienza a regalarme ése néctar que tanto me enloquece, Mónica ahora le besa los pezones y los muerde, y digo muerde, porque Esther le dice "Así cielo, así mordelos rico que son tuyos". Luego le dice "Cielo acomodate que ahora voy a terminar con el tratamiento" y la pone de tal forma que su cueva queda cerca de ella, mientras yo sigo comiéndome la dulce conchi de mi novia, le entierra el vibrador a máxima velocidad, haciendo que Mónica se retuerza de placer y grite desaforadamente "Ricoooooo, muy ricooooo, cojeme rico cariño, mmmmmmmm, mas, mas, massssssss". Esther al ver lo feliz que nos esta haciendo a las dos, se entrega a mis lamidas y me pide "Amor, dame mas profundo, dame mas, mmmmmmm, que rica lengua amorrrrrrr, aaaaaaaauuuuuuuuuggggggggggaaaaaaa, dame mas que acabooooooo, amorrrrrrr, mmmmm, acaboooooo amor", mientras junto a sus gritos Mónica sigue gozando del vibrador llegando a otro orgasmo bien intenso.
Cuando ambas se relajan y tratan de recobrar la respiración, yo me salgo de la conchi de Esther me uno a ella con un profundo beso de lengua dándole todos sus jugos, los que me agradece con caricias y besos en la mejilla, luego de bebérselos. Nos quedamos las 3 recostadas sobre el sofá, dándonos suaves caricias en el rostro y besos en los labios, recuperando la respiración, para luego ayudarnos una a la otra a vestirnos. Fue entonces que pregunté si hacía mucho que Mónica sufría esa enfermedad y si siempre se hacía tratar con Esther, fue cuando mi novia quien dijo, "Cielo a Mónica la atiendo desde sus 15 años, pero cada vez que se pelea con su novio, o éste viaja, ella se pone mal y yo tengo que atenderla, pero desde ahora que sos mi novia, lo haremos juntas, así es mejor el tratamiento, ¿o no?, Moniquita querida". "Claro que así es mejor Esther, mas si lo haces con esta dulzura de Mirta, con quien nunca pensé que hubiera llegado a ser tan buena alumna" dijo Mónica. Yo sonriendo les digo "Es que con una profesora como mi amor, más la clase de hoy, sé que llegare a ser una de las mejores en dar y recibir placer con mujeres".
Cuando llegamos a casa de Esther, nos duchamos juntas, y desnudas comimos frutas frescas, bebimos un buen vino tinto, viendo el canal porno, y luego de darnos los correspondientes mimos, nos fuimos a la cama y abrazadas como todas las noches, nos quedamos dormidas.