Ya no pido
No es este el vademécum de lo que perdí ni un triste tomo de anatomía femenina.
No es este el vademécum de lo que perdí,
ni un triste tomo de anatomía femenina,
sólo escribo lo que te prometí
que algún día escribiría.
Ya no pido rendirme a tus pasiones
ni tu sexo ocho lunes por semana
ya no gasto el as de corazones
escondido en el fondo de la manga
Sólo pido que te alejes de mi vida.
Culpa mía,
yo sé lo que me hacía.
Y también sé lo que me hago
envenenándome a cada trago,
Ya no pido tu cuerpo de marejada,
ni posteriores amaneceres de resaca.
Ya no quiero mis dedos marineros
ni mis manos hechas fuego y barca.
Ya no pido ni querer ni ser querido,
ni amar ni ser amado.
Ya no pido memoria ni olvido,
sino todo lo contrario.
Sólo pido hundirme en las tinajas
de licores, de ceguera y de cianuro.
Y meter prisa a los que descerrajan
las cajas de Pandora del futuro.
Y si me cierran las puertas del contado,
las sábanas me abrazan quizá mejor que tú.
Y sin besos de Judas ni calvarios
ni lágrimas como clavos en mi cruz
Y no anhelo que vengas a salvarme
ofreciendo una mano amiga hacia mí.
No he buscado tu ayuda ni la de nadie.
Sólo quiero, beber, volar, morir...
Si no he pedido socorro
es que no quiero que salves mi alma.
Que sepas que si no lloro
es por no tener dónde secar mis lágrimas.