Ya no estaba dormido

Despues de lo que viví en el acantilado, volví y con mas morbo.

Ya no estaba dormido, lo juro

Estuve bastante tiempo sin volver al acantilado donde tuve mi primera experiencia con otro hombre, no sabia iba a reaccionar allí.

Pero la verdad es que estuve recordándolo muchas noches, incluso alguna vez cuando follaba con mi mujer.

Decidí volver, una tarde más, pero ya no fue los mismo, al llegar, me fijé en la gente que estaba, ni rastro de los dos hombres que me habían tocado la otra vez.

Como era también entre semana, estábamos poca gente, un para de viejillos que estaban juntos charlando, dos parejitas y un grupo de 3 jóvenes de unos 20 años.

Coloque la toalla en una piedra al azar, lejos de la entrada al acantilado. Allí no pasaría gente, salvo para ponerse como yo algo lejos de los demás.

No pasó mucho tiempo cuando los jóvenes se metieron en el agua a bañarse. Los dos viejillos se cambiaron de sitio, acercándose a donde ellos se bañaban y debía haber algo mas que "baño", porque no quitaban ojo a los chicos.

De pronto, los dos viejos se movieron, marchándose de allí. Era porque los jóvenes salieron del agua y al parecer se les acabó el espectáculo, y vaya espectáculo, al más pequeño de los 3, se le veía desde donde yo estaba, que salía totalmente empalmado, con una polla mas bien grande, la cual se acariciaba sin reparos delante de los otros dos mientras se reían. Fueron unos movimientos con gestos exagerados simulando que se masturbaba, y vaya que si fueron exagerados, solo con verle hacerlo, se me puso a mi la polla, dura como una piedra, así que me di la vuelta y me tumbé a tomar el sol, mirando hacia el otro lado.

Me encendí un cigarro, he me tumbe de lado para relajarme y que así no se pudiera notar mi estado de excitación.

-Perdona, tienes un cigarro? Oí muy cerca de mí, me giré y agachado hacia donde yo estaba, uno de los jóvenes me miraba sonriendo. –Si claro, toma- mientras le acerque el paquete para que cogiera, -Dame fuego, que no llevo nada encima- me dijo sin dejar de reír y como iba a tener si estaba completamente desnudo! Le acerqué el mechero y el se inclinó aún más para que fuera yo quien lo encendiera, quedando justo frente a mí, pudiendo comprobar como su pene estaba medio erecto, con unos huevos enormes que le colgaban y se movían libremente, verlo así tan cerca, me volvió a excitar; había viento, así que se giró un poco para pararlo y cerrando con sus manos suavemente sobre la mía con el mechero, le di fuego. Mientras esto ocurría, el pequeñito de los 3, pasó cerca de nosotros, aún con su polla en erección y casi sin mirarnos, se alejó hacia el final del acantilado.

Me dijo el que estaba junto a mí -¡Vaya, trempas eh!- ¿Cómo dices?, -Que como la tienes, que más vale que le des un alegrón,- Pues si, me reí medio sonrojado, cosas que pasan. –Pues nada que disfrutes, y gracias por el cigarro. Se levantó y se marcho hacia donde se había ido el pequeñito.

Le seguí con la mirada y vi que se acercó hasta el otro joven, desapareciendo los dos en donde sabía que con la marea baja se formaba una poza que con el sol quedaba con agua caliente.

Mi cabeza empezó a trabajar y a imaginar lo que podrían estar haciendo. Miré hacia el resto de la gente y todos estaban a su rollo, así que con el morbo de que fuera verdad lo que había imaginado, me decidí a acercarme hasta ellos, pero sin que me vieran.

Me situé detrás de unas rocas, desde donde se les veía bastante bien y a mi no me veía nadie. Allí estaban, justo lo que había imaginado. El joven que me había pedido el cigarro estaba sentado al borde de la poza y el pequeñito le estaba haciendo una soberana mamada, lo hacia suavemente, metiendo y sacando la polla rítmicamente mientras con una mano le acariciaba el pecho y con la otra aquellos enormes huevos que había tenido tan cerca de mí.

El joven acabó el cigarro y se dio media vuelta, ofreciendo su culo al pequeñito, este se ensalivó su gran polla y suavemente la acercó al culo, comenzando a empujar muy lentamente, Joder, aquello no podría entrar en su culo ! Pero si entró si, y bien además por la cara que ponían los dos.

Estaba tan entregado a lo que veía, que me pajeaba como un loco. Estaba a mil, tanto que no me dí cuenta que el tercer joven se había acercado a donde yo estaba, al parecer, me había visto seguir a sus amigos.

Oí como me dijo – qué, cabrón, te gusta lo que ves eh – me quede parado sin saber que decir, estaba a dos metros de mí con su verga apuntándome mientras se masturbaba,

  • sigue sigue pajeandote – se acercó a mí y estirando su mano cogió la mía que seguía masturbando la polla como me había dicho, comenzando a masturbarme al mismo tiempo. Se agachó y se metió de un solo golpe mi polla en su boca. Yo estaba parado sin saber que hacer, pero no le importó. Continuó chupándome hasta que noté que me iba a correr, le aparté la cabeza, comenzando a salir mi semen con tanta fuerza, que le cayo en las piernas, por estar aún arrodillado frente a mí.

-Te ha gustado eh, tanto como mirar no? – venga ahora chupamela tu- Me quede roto, que se la chupara, de pensarlo me debió cambiar la cara, porque se dio cuenta y me dijo – ah un pasivo mas, pues ten cuidado porque eso por aquí no gusta, a mi me da igual, pero sin recibes aquí tienes que dar – no dijo más, miró a sus amigos que seguían con la follada y se fue.

Esperé a que se alejara un poco y me fui hasta la toalla, recogí todo y me fui a casa, por supuesto de esto a mi mujer nada de nada.

Ángel.

Espero que os haya gustado también esta segunda historia, si queréis mandarme algún comentario a pai101@hotmail.com lo agradeceré y si no hay muchos contestaré.