Ya era mujer

El suave quejido salía de su boca, el placer experimentado en su cuerpo la tenia rendida, yo la observaba satisfecho. La muchacha sobre la cama ya era mujer.

Pasaron algunos días yo recordaba lo vivido con deleite, y la verdad sin ninguna esperanza de que se volvería a repetir. Cuando ella volvió, y saludándome muy contenta me dijo que quería invitarme a su casa... ¿como? Le respondí, y entonces me contó que sus padres no estarían en casa el fin de semana, pues viajarían a ver un pariente y estaría sola, pues había dicho que ella se quedaba para acabar deberes escolares y cuidar la casa. Entonces, me preguntó que opinaba y si aceptaba su invitación. Estúpidamente le pregunté ¿qué vamos a hacer? Ella se avergonzó y miró al suelo, yo me di cuenta que en ella no había pasado el tiempo y que aun tenia su experiencia a flor de piel, entonces, para salvar la situación, la tome de los hombros y le dije que por supuesto aceptaba y que me encantaría estar con ella, juntos. Ella me miró y su rostro se ilumino y me dio un beso y me dijo que me esperaba al día siguiente entonces.

Ahora el nervioso era yo, no podía reprimir los deseos que me causaba saber que estaríamos solos y mas aun su deseo de hacerlo. Sin dudas ella tenía planes, así llegó la tarde del viernes, ella me llamó a eso de las 6 para decirme que sus padres acababan de salir y que me esperaba a las 9. Le dije que pronto estaría con ella. Esa tarde cerré mi local temprano y a las 8.45 iba ya camino a su casa... cuando estaba parado frente a su puerta tuve un lucido momento de reflexión para desistir de esa locura, pero mi mano se resistió a ese momento y golpeó la madera. Tras pocos segundos se abrió. Ella me miro sonriendo. Hola, pasa, me dijo, al cruzar la puerta ella la cerró y sin darme tiempo a pensar que hacer, se abrazo a mi y su boca busco los besos de la mía apasionadamente, por largos minutos no paraba de besarme. Hasta que relajándose un poco se separo de mi y tomándome la mano me pregunto ¿Cómo estas?. La mire, su sonrisa inmensa mostraba su gran deseo.

Ella llevaba un vestido de esos livianos y que se abotonan completamente por delante, le llegaba hasta la mitad de la pierna, al contacto de ella conmigo durante los primeros besos puede sentir que era lo único que llevaba, ya que no sentí nada mas bajo ella, salvo su piel. Me invitó entonces a que pasáramos a la sala de estar y me hizo sentarme en el sillón, cuando lo estuve ella se fue un momento a la cocina y volvió con una bandeja, traía una jarra de jugo, 2 vasos y un plato con algunas cosas para comer. La dejó sobre la mesa de centro y luego mirándome se sentó arriba mío, de frente a mi, con sus piernas abiertas sobre las mías y rodeándome por el cuello comenzó a besarme con mas pasión que al llegar. Esto ya era parte de sus deseos y participando de este dejé que mis manos la acariciaran mientras los besos no paraban, acaricie su rostro primero para luego acariciar su espalda y bajar hasta la redondez de sus glúteos, luego la tome de la cintura y me deslice por su vientre hasta llenar mis manos con sus senos, que bajo la tela se agitaban con su respiración. Mi sexo mientras estaba duro bajo la presión de su cuerpo. Sin duda ella lo notaba pues sus movimientos de caderas restregaban su cuerpo con el mío.

Lorena... puedo...? intenté preguntarle, pero ella me interrumpió diciendo... Si, si, lo que quieras... con esa invitación comencé a desabotonar su vestido para liberar primeramente sus pechos, que los deseaba mas que nada en ese momento, su boca no interrumpía los besos, su lengua devoraba la mía, uno, dos y tres botones bastaron para abrir su vestido y por fin, tomar sus pechos en mis manos, su piel morena estaba caliente y sus pezones destacaban en medio de unas aureolas oscuras. Cuando tuve ambos pechos libres y aprisionados por mis manos, me libere del beso de su boca y levantándola un poco me di a la tarea de chupar sus pechos, uno y otro, de uno al otro, cuando pasaba mi lengua por su pezón ella gemía, por lo que los apretaba mas firme y así sus pezones quedaban apuntándome directamente y mis besos y succiones en ellos causaban efectos apasionadísimos en ella. Entonces comenzó a poner un pecho y otro en mi boca, y yo los chupaba con todo gusto y placer.

Mis manos entonces quedaron libres y seguí desabotonando su vestido. Cuatro, cinco y seis botones, el vestido quedo totalmente abierto, tome la tela y la separe para así dejar libre el paso a su cuerpo, deslice mis manos entre sus piernas y con una acariciaba sus muslos y la otra su sexo que manaba sus jugos, con mis dedos abría sus labios vaginales y me deslizaba dentro, sus caderas captaron de inmediato el gusto y se movían haciendo el amor con mi mano, luego con la otra subí y acariciaba su clítoris, su cuerpo convulsionó lo que me dio señas de un orgasmo, entonces, para darle mayor placer aun, le pedí que se levantara de su posición, y así quedó apoyada con sus manos en el respaldo del sillón, parada con su sexo justo sobre mi boca y la tome por los glúteos y la acerqué a mi comenzando a chupar su vulva húmeda y penetrándola con mi lengua, sus caderas seguían el ritmo y pronto ella estaba haciendo el amor.

Mi lengua atacó entonces directamente su clítoris y una de mis manos ayudó a penetrar su espacio, sus piernas temblaban y ella gemía sin parar hasta que no pudo resistir mas y dando un grito cargó todo su sexo contra mi boca al tiempo que el placer la inundaba y su sexo liberaba su flujo y mi lengua acariciaba su clítoris sin parar. Por largos minutos permanecimos así y ella decía palabras sin sentido producto del placer. Entonces lentamente comenzó a deslizarse hasta volver a la posición original y cuando su cara estuvo frente a la mía nos volvimos a besar, largamente, muy suave... entonces, me pregunto ¿cuándo me vas a penetrar?... mirándola a los ojos le dije pronto, muy pronto. Se levantó del sillón y tomándome de la mano me hizo pararme, su vestido abierto me mostró su cuerpo desnudo, entonces me llevó hacia el dormitorio, me hizo tenderme sobre la cama y me sacó los zapatos, los calcetines, el pantalón y finalmente sin pausas mi slip, cuando tuvo frente a ella mi tronco duro se arrodilló entre mis piernas y tomando mi sexo lo acaricio pasándolo entre sus manos varias veces, observando la presa, luego se inclino y su boca se abrió para comer mi verga, que ya estaba al máximo de tamaño y ella me lo chupaba saboreándolo completo, lo perdía dentro de su boca y luego lo sacaba hasta dejar solo sus labios posados sobre mi glande. Por uso largos y deliciosos minutos continuo esta tortura y el placer se hacia latente, falta poco para estallar, le dije, y ella me miro y sonriendo me dijo que quería darme el mayor gusto,

Entonces se paro de su postura y de pie al lado de la cama termino de sacarse el vestido, quedando así completamente desnuda, me sonrió y se dio una vuelta para que la observara bien y sus glúteos morenos acapararon mi intención al momento, al girar completa, se acerco a mi y arrodillándose a mi lado me ayudo a quitarme la camisa que llevaba aun puesta y me desnudo completo, entonces, ya acabada esa tarea, se recostó sobre mi y comenzó a besarme mientras me decía entre gemidos, quiero ser tuya, tómame ya...

Al recibir esa invitación no lo pensé mas y volteándome la hice caer a mi lado, ahora yo me arrodille entre sus piernas acaricie sus piernas y me detuve en su vagina, sus vellos cubrían su sexo por lo que con mis dedos los abrí lentamente para descubrir la entrada al placer... aah, suspiraba, la mire a los ojos y le pregunte ¿estas lista? Y sin dejar de mirarme me dijo SI, SI, entonces tome su mano y la hice que tomará mi tronco y lo llevara ella misma hasta su abertura... ella lo atrajo hasta sus labios, yo los abrí suavemente con ambas manos y lentamente comencé a penetrarla, entraba con toda facilidad pese a lo estrecho ya que estaba absolutamente mojada, mi glande se perdió dentro de su vulva, ella me miraba dando gemidos de gusto, seguía deslizándome dentro de ella, cerró sus ojos y apoyo la cabeza mordiéndose el dorso de la mano, entre un poco más y el camino se cerró, algo impedía avanzar, su virginidad estaba ofreciendo una suave resistencia a ser poseída, mi sexo ya casi no podía aguantar tanto placer así que afirmándome de sus pechos, apretujándolos entre mis manos, me dispuse a tomarla, Lorena, la llamé, ella abrió los ojos y mirándome supo que iba a ocurrir, me retire suavemente de su vulva hasta dejar nada mas que la punta de mi pene entre sus labios vaginales... y empuje dentro de ella rompiendo su resistencia de inmediato... aaahhh, grito ella al tiempo que se volvía a reposar su cabeza en la cama, y luego comenzaba a moverla de un lado hacia el otro mientras yo la bombeaba, entrando y saliendo, me abalancé sobre sus pechos y comencé a chuparlos mientras a penetraba una vez tras otra, ella gemía y daba gritos de placer, hasta que comenzó a dar bufidos pues el orgasmo la llenaba... y al tiempo la embestí con mas fuerza para quedarme en el fondo de su vulva y estallar de placer dentro de ella, un suave calor comenzó a envolver mi pene, un rastro de sangre se deslizaba fuera de ella y mojaba mi piel, entonces, así de unidos y con los sexos palpitantes del orgasmo nos besamos con furia y pasión, nuestras lenguas se unían y se chupaban, sus paredes abrazaban mi tronco y su placer se pegaba al mío, lentamente el placer fue dando paso a un sopor en ambos, y besándonos suavemente nos dormimos por unos instantes, yo dentro de ella, ella con su sexo lleno de mi. Luego de algunos minutos de este descanso, Lorena comenzó a comprimir su sexo apretando así mi verga que aun descansaba en su interior, estos apretoncitos hicieron pronto efecto y comenzó a endurecer mi carne y ella al sentirlo lanzo un gritito de gusto, pues prontamente comenzaba a llenar su vulva... sus besos no se hicieron esperar y pronto estábamos otra vez en ritmo, esta vez la penetraba lenta y suavemente, para sentir toda la profundidad y calor de su sexo al ser penetrado por el mío, ella movía sus caderas al mismo ritmo logrando estimularnos deliciosamente... mmmh, suspiraba al tiempo que hacia el amor. Ahora tenia en mente otro objetivo, y retirándome de su interior con la sorpresa en sus ojos, pues lo hice sin avisarle, levante una de sus piernas para pasarla sobre mi mientras la ponía a ella recostada en la cama dándome la espalda... ahora arrodillado entre sus piernas pero con la vista de sus glúteos ante mi y dispuesto a capturar ahora mismo el tesoro que ocultaban... entonces la acaricie apoyándome sobre ella para besar su cuello y orejas, mientras mi pene se refugiaba entre la tibieza de su trasero.

Lentamente comencé a deslizarme por su espalda, bajando con besos que la hacían suspirar, pronto alcance la curva de su cintura la que rodeé con besos y caricias para luego tomarla de las caderas y levantarla, a fin de que quedara apoyada sobre sus rodillas y su cabeza tendida sobre la cama, ella cooperó acomodándose entonces yo me ubique tras de ella y besé sus glúteos hasta dar un beso final en el botón de su culo, cuando la toque se estremeció y solo atinó a lanzar un suspiro con un ay! Para facilitar todo comencé a acariciar su vulva primero introduciendo mis dedos para empaparme de sus jugos lubricantes los que lleve hasta su ano para acariciarlo penetrándola suavemente y así relajarla, poco a poco ella se entregaba al gusto de ser abierta analmente, así estuve por un largo rato preparándola, cuando mi dedo se deslizaba con facilidad en su ano entonces avance con otro, así de relajada decidí dar otro paso, entonces me acomode atrás de ella y apuntando mi verga la penetre por su vulva, ella gemía y daba palabras de gusto pidiéndome que siguiera, la penetraba a un ritmo medio mientras con mis dedos seguía acariciando y penetrando suavemente su ano, pronto ante lo encendida de mi compañera, saqué toda mi verga de su vulva y comencé a acariciar su ano con mi pene dándole suaves embestidas buscando calzar la punta de mi pene con su cerrado culo...

Luego de eso acomode la posición y levantando un poco finalmente la clave dejando mi glande en posición de ataque, ella estaba tan prendida ya que comenzó a mover sus caderas circularmente permitiéndome acomodarme mejor y tomándola de las caderas le di un empujón que metió toda la cabeza de mi pene en su culo, la primera reacción fue de apretar el intruso, pero mas caricias y besos en su espalda la relajaron enseguida para avanzar más, esta vez ella se presionó contra mi, logrando así penetrar la mitad de una vez, ella movía sus caderas acomodándose y dándome lugar en su interior, entonces empuje mas fuerte y me deslicé por completo en su culo, ella lanzó unos gemidos de dolor y apretaba su ano que se apretaba alrededor, pero pronto el apretón se fue relajando y sus caderas comenzaron a moverse suavemente al ritmo de las embestidas que le iba dando, pronto el ritmo lo llevaba ella, y solo suspiraba diciendo que rico, que rico, mmmm... para brindarle mas gustos deslicé mi mano a su vulva, entonces acariciaba su clítoris al tiempo que con los otros dedos la penetraba y mi tronco se hundía una y otra vez en su culo... de repente ella empezó a dar gemidos largos y yo empecé a sentir los síntomas de un orgasmo tremendo que empezaba a bajar por mi cabeza...

ahhhhaaaaaahh! Aaayyyy, ay, ayyy... los gemidos y gritos entre ambos al ser atacados por un fuerte orgasmo que me hizo llenar sus entrañas con mi semen mientras su culo se entregaba pleno a mi, y su vulva completaba los espasmos de placer que su sexo abría... la seguí penetrando una y otra vez, mientras mi verga liberaba todo su placer y ella seguía el ritmo de sus propios orgasmos... cuando el clímax llegó Lorena cayó rendida recostándose completa sobre la cama, mi pene salió de inmediato y ella al quedar libre recogió una pierna lo que me dio una visión de su cuerpo única... me levanté de la cama y la observé, de su ano brotaba suavemente mi semen, de su vulva sus jugos la inundaban mojando la sabana. Mi sexo aun palpitante y duro comenzaba lentamente su relajo.

El suave quejido salía de su boca, el placer experimentado en su cuerpo la tenia rendida, yo la observaba satisfecho. La muchacha sobre la cama ya era mujer.