Ya era hora

Las cosas que pasan siendo adolescente...

La noche siguiente era Nochebuena. Yo estaba mirando por la ventana, recordando el día en el que todo empezó, mi obsesión, mi amor

La había visto en el instituto varias veces, no podía apartar la vista de ella y cuando me devolvía la mirada yo apartaba la cara avergonzada. Por aquel entonces yo era tímida e inexperta, todavía no me consideraba lesbiana sino bisexual. La verdad es que antes de conocerla me había encaprichado con un tío de mi clase. Después de el , y para mi sorpresa, me empezó a gustar una amiga, quizás la que mas quería. Pero me olvide de ella nada mas ver a Natalia, no necesite ni medio segundo, lo supe en el momento. La empecé a querer nada ver sus hermosos ojos.

Ella sí que era lesbiana (en el instituto no hay secretos) o al menos eso decían. Hacía tiempo que la había visto pero en ese momento no encontré a nadie el rededor que supiera decirme: quien era, en que curso estaba, como se llamaba… (Tampoco quería insistir mucho porque nadie sabía que me empezaban a interesar las mujeres). Desistí un tiempo pero la seguía observando a la entrada y salida del instituto, ni rastro de ella en ninguno de los dos recreos.

Un día, por casualidad, la vi entrar en la clase que está justo en frente de la mía y en el momento que pasa por detrás de Julia, mi prima Ivi dice:

-Mira Julia, tus dos amigas.

Yo me quede un poco impactada pero me rehíce en segundos y le conseguí preguntar a Julia.

-¿A quién se refiere Ivi?

  • A las dos tías que acaban de pasar.-responde-

  • ¿La del flequillo recto?-pregunto-

  • Si, esa y la otra tipa.

  • ¿ De que las conoces?

  • Son las lesbianas del instituto, siempre andan de la mano y están sobándose. –me dice-

Me quede bastante impactada pero le pedí que me dijera quienes eran cuando salieran de clase, para asegurarme. Y si, era ella.

Cuando Julia y yo entramos en clase le dije:

-Oye, y ¿Cómo se llama la del flequillo recto?-tenía que aprovechar y averiguar su nombre-

-Natalia ¿Por qué?

-No, por nada, curiosidad…supongo

No me pude resistir y le pregunte por la otra chica a lo que respondió que creía que era la novia de Natalia. Pero claro….LO CREíA…. En todos los institutos pasa lo mismo, si te ven muy pegada a una amiga o haciendo toqueteos de broma o así…. Ya pensaban que eras lesbiana.

No sabía cómo acercarme a ella, los días pasaban y yo siempre la buscaba con la mirada. En los recreos la buscaba pero la verdad es que nunca la encontraba hasta que un día coincidió que salió de clase un poco antes de que yo saliera de la mía. Yo estaba con Érica, una amiga, y decidí seguirla a paso lento y mi amiga me mira extrañada.

-Es que hoy me apetece ir lento. –Me justifico-

Parece que cuela, si, anda a mi paso. Mi amiga me está contando algo sobre un libro o algo así pero no le puedo prestar atención, solo puedo mirar el culito perfecto de Natalia marcado por sus vaqueros (me estaba empanzando a calentar y mucho). De repente se para y yo, para no hacerla sospechar, tengo que proseguir la marcha. Llego hasta la cafetería del instituto. Intento levantar a mi amiga del banco para volver a donde estaba ella. Lo logro pero cuando llegamos allí, no estaba y entonces (supongo que por intuición) miro a través del ventanal, Natalia estaba saliendo por el portal del instituto. En aquel momento miro hacia donde yo estaba. ¿¡Me ha sonreído!? No… serán imaginaciones mías… Y justo después, sale del insti.

Me pasé todo el día pensando en ella "¿¿me habrá sonreído??".

El día siguiente me la encontré por el pasillo, iba sola (que raro), cada paso que dábamos acortaba la distancia entre nosotras, nos acercábamos mas y mas, mi corazón se disparaba estaba demasiado cerca. Nos miramos, ella tenía una mirada juguetona como si tramara algo. Justo nos estábamos cruzando y entonces, me toca el culo pero no un ligero roce no, me paso toda la palma de su mano eso me puso cachonda, muy cachonda. Eso fue en el primer recreo. El timbre toco para indicar la llegada del segundo recreo, en la clase de Mates había decidido que iba a ignorarla, a ver que pasaba.

Ahora era a mi a la que seguían sentía su mirada recorriendo todo mi cuerpo, no podía mas, estaba demasiado caliente, no se como pero me conseguí deshacer de la amiga que me acompañaba y poco después conseguí despistar a Natalia. Me apresure a ir al baño para mojarme la cara. Abrí el agua y me incline sobre el lavabo. Después me puse recta y me seque la cara y en ese preciso momento alguien me abrazó por la espalda con fuerza atrallendome hacia atrás, m besaron el cuello se hundieron en el y entonces susurró Natalia:

-¿Ya no me miras a hurtadillas?

Uff eso me puso más de lo que ya estaba… ella lo debió notar y m paso la mano por la entrepierna, por encima del pantalón. No pude contener un gemido, me altere y vi a mi alrededor, no había nadie, ella se había encargado de cerrar la puerta. Antes de que me diera cuenta, Natalia estaba desabrochando los botones de mi vaquero mientras me acariciaba los pechos con la mano libre. Dios… que sensación… entonces metió la mano a través de mis bragas de color negro y empezó a acariciarme el clítoris, me estaba volviendo loca de placer estaba gimiendo como una perra. Ella también estaba muy caliente, yo lo notaba decidí actuar pero cuando la empecé a tocar ella comenzó a penetrarme. Por Dios!!! Que dedos!!! Yo empezaba a gritar y a arquearme a mas no poder. Los demás ya estaban en clase y nosotras seguíamos en el baño, ella seguía penetrándome hasta que no pude contenerme más y el orgasmo llegó. Yo estaba agotada y ella se estaba marchando pero yo la agarre del brazo.

-¿A dónde crees que vas? Ahora me toca a mí. –le dije-

Abrió la boca para decir algo pero yo se la cerré besándola apasionadamente nuestras lenguas se encontraron ansiosas, y mis manos fueron de inmediato a si culo y las de ella al mío. Fui moviendo mi mano derecha hasta encontrarme con los botones de su pantalón, los fui desabrochando y entonces me separe de sus labios. La lleve hasta el lavabo y la volví a besar, primero la boca y después el cuello, jugué con sus pezones los lambí, los mordí y los chupe y entonces proseguí mi marcha, le di pequeños besos en la barriguita y entonces le baje los pantalones, lambí su coño de arriba abajo y pego un gemido que me encanto, entonces empecé a jugar con su clítoris y se estremeció, ella estaba a punto de explotar y empecé a penetrarla con la lengua y con los dedos y en ese preciso momento tubo un orgasmo, chilló muchísimo pensé que se iba a morir de tanto placer.

Hace tiempo que pasó eso, ahora somos una pareja estable, yo salí del armario el mes siguiente y para mi sorpresa, fui aceptada por todo el mundo. Lo que mas me sorprendió fue lo que dijo mi madre.

-Ya era hora. –Me quedé flipada.