Y todo por acortar
Y entre alaridos, escucharle decirme... Aquí viene tu premio. Y comenzar esté a descargar, no podría precisar cuántos chorros echo, pero sí que me salieron por las comisuras de los labios, tragando parte entre náuseas y otras caer hacia mi barbilla.
Y todo por acortar
Y a día de hoy echas una mirada hacia el pasado, recordando experiencias, reviviendo otras como anécdotas, acordándome que yo me inicie en un parque como cualquier otro. Iniciándome de la mano de hombres mayores, esos que de alguna forma dejas que se acerque, quizás por su manera fraternal de tratarme. Y olvidando aquello que me decían... ‘No hables con extraños’, cuando precisamente con el tiempo, hablar no se habla mucho o al menos mi boca la utilizado para eso.
Personas que se te acercan, disimulando sus verdaderas intenciones, mientras con palabras y un tono de voz suaves, van aproximándose a uno poco a poco. Cuyas preguntan van, desde... ‘Tú comes muy poco’ (por lo delgado que me veían) hasta ‘Haces deporte’ (por mi físico y anatomía). Y todo a raíz por mi altura, ya que mi metro setenta y cuatro centímetros, decían que debía de aparentar tener más cuerpo, ya que mi fisionomía era delgada, nada de vello en mi cuerpo a excepción claro está de cejas y cabeza. El torso es más corto y las caderas más anchas, proporcionándome un culito bien parado, entre otras cosas por no mentarlas como síntomas, o rasgos.
Muchos me decís que soy muy pesado por repetirme con esto, y solo os digo que es para haceros una idea de cómo soy, pues muchos me han dicho que, si tomaba hormonas femeninas, o estaba en pleno tratamiento. Cosa que es verdad, pero para el tratamiento hormonal masculino, un tratamiento para contrarrestar los efectos del SK.
Y como bien digo, mi falta de pubertad, ya sea está ausente, retrasada o incompleta, me ven algunos machos alfa (activos) como una persona deseable. Y aunque mi tendencia a ser tímido o retraído pueda ser un aliciente, también lo es mi forma de ser sensible, pues opinan que doy esa sensación de poder confraternizar rápidamente. Aunque mi estado dudoso a veces me haga ser demasiado inseguro, eso como mi dificultad para expresar mis pensamientos, sentimientos o incluso socializarme. Y esto me hacía diferente al resto, cosa que me hacía hacer o acercarme a quien no debía.
Como en aquellos tiempos siendo adolescente, yo era uno de esos que buscaba soluciones, como por ejemplo en el tiempo de llegar a la escuela, pues me daba por acortar por un parque cercano que hay entre mi casa y el colegio. Ya sea para ganar tiempo y llegar de sobrado, o porque iba precisamente sobrado de eso... tiempo, dándome igual y solamente era como un reto personal.
Y cuando acortaba, callejeaba por la infinidad de pasos o caminos hasta los accesos (obviamente puertas de entrada y salida), caminando con la prisa y para extraño, cuando me encuentro con escenas de sexo. Me explico, cuando acortas, no solo paso por caminos o zonas ajardinadas, sino por glorietas o zonas de figuras arquitectónicas con asientos, cuyas parejas se dan el lote.
Parejas que el 75% son chico/chicas, pero no precisamente muchas veces están de manitas, pues en contadas veces, ella se la está comiendo o incluso está siendo penetrada. Y en ese 25% restante, me he encontrado pareja del sexo masculino, donde normalmente el sexo oral, pero en otras, te encuentras que hay penetración, llamándome muchas veces la atención.
Pero ojo, me llama la atención por puro morbo, pues normalmente estas cosas lo haces oculto y no al amparo de figuras o arbustos, o como aquella vez, cuando caminaba con cierto tiempo. Acorte por diferentes lugares para evitar encuentros embarazosos, acortando por una glorieta sin nadie, cuando llamó mi atención unos quejidos. Me detuve y me acerqué de donde provenían, encontrándome a dos hombres manteniendo sexo, ¡viendo a uno de ellos arrodillado comiéndole la polla al otro... uuuffff!! (que morbo, pensé).
Y dude entre quedarme o irme, acabando por quedarme, continuando con detalle a estos, ver como ese que chupaba la verga a ese otro maduro, hombre mayor y bastante corpulento. Persona que se colocaba un condón, mientras el primero se despojaba de sus prendas inferiores, colocándose de espalda a este e inclinado hacia delante, posición que esperaba ser penetrado. Me quede mirando, observando, mientras no dejaba de magrearme sobre mi pantalón, acabando por sacármela y hacerme una paja. Y hay finalizo todo, bueno al menos para mí, pues tras haberme corrido, acabe por marcharme, dejando a estos dos hay.
Pero debo deciros que esa imagen no se me borro de la mente, sobre todo cuando estaba solo, pues aproveche para masturbarme, pensando sobre todo ese hombre mayor corpulento. Persona que aun no siendo atractiva y encima sin cabellos algunos, me pareció de alguna manera atrayente, tanto que llegue a correrme hasta en dos ocasiones. Deseando encontrármelos nuevamente, pero no tuve esa suerte al día siguiente, y menos al otro, llevándome una decepción por su ausencia, e incluso me echaba la culpa por no haber aprovechado más tiempo la escena.
Y cuando me olvide de ellos, no porque hubiera querido, sino que me encontraba con otras situaciones, como la de otra pareja chico y chica follar, escena de esas que te ponen por lo cerdas que son. De esas que, aunque te pillen mirándolos, estos en ves te echarte, te animan a disfrutar, y en un momento dado una oferta inverosímil, como que el chico me pidiera acercarme a ellos. Y como suele ocurrirme, ese morbazo me hizo explotar, bajándome la erección y con ella mis deseos de quedarme, acabando por marcharme, dejando una nueva oportunidad escapar.
Pero como he mentado anteriormente, yo seguí atravesando el parque, entras por una punta y sales por otra, tiempo que me ahorro, y claro esta mis padres de este trayecto lo ignoraban. Pues ellos no dejaban de advertirme, prohibiéndome el acortar por el parque, alegando lo peligroso que es, ya sea por delincuentes como pervertidos sexuales. Pero como todo chico de buena familia, me atrae el peligro, o quizás fuera el morbo, o más bien un poco de ambas. Pues os digo, más por información para vosotros, si fuera por el camino lógico e ideal de ellos, tardaría en mi trayecto un tiempo de hasta media hora, pero en cambio acortando, tardo como mucho un cuarto de hora.
Pero bueno a lo que vamos, ese día en concreto, volví a acortar como era habitual, tomando por otro camino y salir a otra glorieta, donde me encontré de ello a dos hombres disfrutando. Aquello me sorprendió muchísimo, pero no tanto como a ellos, viendo cómo se levantaban, salían de la glorieta y se metieron por detrás de estas, acabando entre la maleza y arbustos. Volviendo a donde lo dejaron, y una vez más dude en marcharme o quedarme, creo que es mi naturaleza el dudar.
Pero decidid quedarme, viendo a esos dos desconocidos disfrutar, hombres de edad similar el uno con el otro, rondando entre los cincuenta y pocos y los cincuenta y muchos años. Y me quede allí a una distancia prudencial mirando, acabando por meterme la mano dentro de mi pantalón de deporte, comenzando a masturbarme. Viendo como ese mamador se levantaba, bajándose pantalones y calzoncillos y darse la vuelta, acercándose entre otro, viril desconocido que rápidamente atine quien era. Y ver como este se la metió, comenzando a fallárselo a pelo, embistiéndole duramente, mientras yo me masturbaba, no perdiendo detalle.
Y en un momento dado, aparte la vista de esa escena pornográfica, levanto la vista y ver como ese maduro me miraba, me quede petrificado, acaba de ser sorprendido por este extraño. Persona que sin dejar de penetrar a ese otro, me hizo señas a que me acercara, dude nuevamente (pues es mi naturaleza), pero ante la insistencia de este, acabe por echarle huevos y lo hice. Y este viril desconocido, acabo por preguntarme...
- “Te gusta lo que vez”.
Pero no conteste más por pura vergüenza que otra cosa, y este mientras embiste al amigo, me anima a seguir masturbándome, sugiriéndome sacármela para un mayor disfrute. Acabando por sacármela ante la advertencia de este, soltándome eso de...
- “No querrás marcharte a donde tengas que irte, todo pringoso y pegajoso, oliendo a corrida”.
Y volver a animarme, soltándome enérgicamente...
- “Venga coño, ¡sácatela hombre... que somos tíos!!”.
Y ver este hombre que podría ser mi padre perfectamente, pero por la edad podría ser pasar por algunos de mis tíos mayores. Maduro que viendo como saque mi miembro fuera, simplemente sonrió, como viera en mi persona una figura sumamente moldeable. Pues ante mi dificultad de masturbarme y eso que la tenía fuera, este cogió y tiro de la cinturilla de mis prendas hacia abajo, prendas que no eran otras que mi pantalón deportivo y calzoncillos. Y decirme...
- “No vez, ahora estas mucho mejor”.
Dice y cuando minutos después me ve mirando la hora, coge y se detiene, sacando su polla del orificio de ese otro, mandándole a ese que nos coma la polla a ambos, y ver sorprendido como este acata la orden. Y comenzar a disfrutar de como esa boca chupa mi miembro, como aquella lame mi tronco y mi glande, llevándome al séptimo cielo... ooohhh!!.
Y al mismo tiempo, sentir las manos de ese viril maduro en mi cuerpo, notar como su mano izquierda acaricia mi espalda, descendiendo hasta mi culo, y con esa enorme mano magrear mis nalgas, deslizando algunos de sus dedos entre mis glúteos... uuummm!!. Y sentir el tacto de su mano derecha acariciar mi vientre, ascendiendo hasta mi pecho, acariciando primero y pellizcar después mis tetillas. Soltándome al oído...
- “Estas súper excitado... eeehhh!!”.
Dice y sentir esa boca comerme la oreja, continuando por descender hasta mi cuello, chupando y lamiéndomelo... uuummm!!. Volviéndome a decir...
- “Qué bueno que estas... nene, que guapo que eres cielo... mmmm!!”.
Y al tiempo que lo dice, siento como me introduce uno de sus dedos dentro de mi orificio anal, ¡soltando yo un gemido... aaahhh!!, y cuya consecuencia correrme. Siendo esa otra persona el beneficiario de mi corrida, pues no dejo de chupar y tragar mi semen, no dejo de chupar al mismo tiempo que masturbaba al viril maduro... ooohhh!!. Sintiendo esos labios chupar mi miembro, pene que perdió parte de su erección, no estando del todo flácida gracias a que, ese otro no me lo permitía y no dejaba de engullir.
Sentía como mis piernas me flaqueaban, me sentía mareado, pero al mismo tiempo muy caliente, viéndome ser el objeto sexual de dos hombres. Pues mientras uno no dejaba de satisfacerme, él otro se dedicaba a mancillar mi cuerpo, sobre todo mi dolorido orificio... uuuffff!!.
Desconocido corpulento que buscaba mi boca y que yo se la rehuía, sintiendo como me cogían mi mano derecha y me la llevaba a ese otro miembro, mano opresora que pude ver que pertenecía a ese mamador. Hombre que, aferrando su mano a la mía, me ‘obligo’ a masturbar el pollón de ese maduro viril, y esa insistencia por parte del primero, tuvo sus frutos, pues continúe masturbándolo sin ayuda alguna. Escuchando de nuevo decirme este al oído...
- “Veo que aprendes con rapidez... eso nos gusta, quien nos dice que, en un momento dado... te animas y te veo ahí hincado de rodilla, comiéndonos la polla a ambos”.
Y acaba, primero saboreando mi oreja, impregnando mi lóbulo con saliva de su lengua, y acabar por comerme la boca, cuyos labios firmes y cerrado lo mantenía, hasta que el dolor de sentir como retorcía mis pezones... uuummm!!. Me hicieron separar mis labios, sintiendo su boca morder mis labios y su lengua entrar, acabando por correrme una segunda vez, no solo por todo esto, sino por sentir un segundo dedo usurar mi orificio, siendo este de ese mamador... uuummm!!.
Dándome por mirar nuevamente el reloj, llevándome la sorpresa al ver la hora, viéndose en mi rostro el pánico e incluso temor, pues llegaría tarde a clase, ya que no deseaba que esto pudieran avisar a mis padres. Y muestras arreglaba mis ropas, estos se despedían de mí, animándome a vernos otro día, diciéndome ese maduro viril...
- “Aún sigues muy verde y tienes mucho que aprender, pero tranquilo, si tú quieres, te enseñaremos todo”.
Y acabar...
- “Anda vete guapo, no quiero que te riñan por mi causa, te espero mañana aquí”.
Y marcharme con bastante prisa, dándome por girarme a modo de despedirme nuevamente de ellos, viéndolos que para nada pierden el tiempo, pues de nuevo esta el maduro corpulento penetrando al otro, demostrando su virilidad. Y llegar a la escuela tarde, tragándome el castigo por ello, excusándome y justificándolo, quedándose en una reprimenda y en un castigo corporal. Y recuerdo que, durante toda la tarde y parte de la noche, aquella experiencia la recordaba en todo momento, imaginándome incluso lo dicho por aquel maduro corpulento. Eso de estar arrodillado entre ambos y comiéndole las pollas a los dos, recordar aquello y mi miembro estaba pidiendo guerra nuevamente... uuuffff!!.
Y al día siguiente como los sucesivos, me levantaba con la inercia de desear aprender algo nuevo, deseando encontrármelo a uno o a ambos, siendo ese mismo día uno. Este que nada más verme me abrazo e intento besarme, cuyas manos recorrieron mi cuerpo, primero sobre mis prendas y minutos más tarde bajo ella. Llegando casi a desnudarme, ya que tiraba de mis prendas inferiores hasta dejármelas en los tobillos, sacándome las superiores por la cabeza, dejándomelas en las muñecas, estando a veces a su merced pues aprecia que llevaba esposas.
Y es cuando se me abalanza, chupando, besando y lamiendo mi anatomía, llegándome incluso a morder otras partes, ya sea oreja, cuello, pezones o nalgas. Chuparme mi miembro, llamándole la atención el pequeño tamaño de mis testículos por no mentar inexistentes, acabando por ‘tranquilizarme’ en este sentido al decirme...
- “Cuando pases la pubertad, todo lo tendrás en su sitio”.
Y tras engullir mi miembro, ¡siento como uno de sus enormes dedos introducirse en mi orificio... aaahhh!!, y en pleno éxtasis, acabar por preguntarme...
- “Me la chuparías... vengo anímate”.
Y tras arrodillarme, tomé su miembro por la base, recordando como aquel otro, y comencé siguiendo sus indicaciones, chupé y lamí su glande, continuando lamiendo su tronco... aquellos veinte centímetros. Continuando por sus enormes y gordos testículos que en comparación con los míos mejor no hablar, pero que este mismo me dijo...
- “Están así por tu culpa, pues están cargaditos de leche de la buena, y ya veremos qué hacer con ella”.
Y yo seguía a lo mío, chupándosela con dedicación, comenzando a introducírmela poco a poco sin prisa, acabando este por colocar ambas manos sobre mi nuca, apretando y comenzara moverme como si estuviera follándomela... uuummm!!. Comenzando a sentir arcadas y con estas tener nauseas, mientras me decía...
- “Aquí viene tu premio”.
Y comenzara descargar, no os podría precisar cuántos chorros echo, pero sí que me salieron por las comisuras de los labios, tragando parte y la otra caer fuera. Y acabar, haciéndome este levantar y comerme la boca, aun con resto de su leche, mientras comenzaba a masturbarme, corrida mía que obtuve en minutos debido a mi estado. Y decirme...
- “A estado espectacular, un día te voy a follar, y veras lo que es disfrutar de verdad, dime... a que lo deseas”.
Y una fuerte nalgada en mis nalgas, me hace entender que hemos terminado por el momento, y recordar e incluso ahora mismo, como mientras yo me arreglaba, me fijaba en el pollón de este, pues aun seguía pidiendo guerra... uuuffff!!. Marchándome satisfecho, despidiéndonos hasta el próximo día, y sin dejar de mirársela, escuchar a este decirme...
- “Veras como con el tiempo, serás un adicto a las pollas”.
Y con el tiempo comprendí que cuanta razón tenía, pero también debo confesar que me veía como una maricona, pues disfrutaba de una buena mamada y del trato de estos. Dándome por dejarme los cabellos más largos, e incluso permitiéndoles que me llevaran en sus coches a otros sitios, donde pudiéramos disfrutar mejor y más tranquilo. Y tras mi primera experiencia con una chica, fue ahí cuando comencé a verme más como un ‘heteroflexible’ que como un hetero o bisexual. Bueno lo dicho, agradecer a todos aquellos que me seguís y me leéis, deseando que os haya gustado, espero que no os hayáis manchado demasiado. Si queréis saber más de mí, me lo hacéis saber a mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto).