Y si de pollas hablamos, nos las mamamos
Aquí estoy de nuevo, contándoles sobre mis recientes y educativas experiencias. Esta vez quitándome el antojo de dar una mamada, ya me dirán qué tal.
Y si de pollas hablamos, nos las mamamos
Vamos, que con esto de mamarse una polla, entre las chicas hay opiniones encontradas, que si es muy guarro, que si no les gusta el sabor, que si te dan arcadas. No son pocas las que se cortan cuando se trata de este escabroso tema jejeje. Sin embargo, a mi siempre me picó la curiosidad.
Una vez viendo el porno -si, las chicas también lo vemos y no para saber si al final los protagonistas se casan- encontré un video titulado "El arte de la felación", que ya no más por el título atrajo mi interés. Resultó ser una especie de vídeo porno didáctico, en donde te enseñan como hacer una buena mamada, pero lo que más me impactó -y me excitó también- es el morbo de suministrar tanto placer y hacer que un chico de verdad se rinda contigo de esa forma ¿Por qué no probarlo yo?
Un par de días después, en una tarde de vídeojuegos con el amiguito del que ya les hablé -a falta de pareja actual, ha sido un excelente compañero de experimentación- me acordé del videito aquel y decidí ponerlo en práctica.
- Sigue jugando.
Le dije con tono pícaro, mientras me ponía de rodillas para bajarle la cremallera-.
- ¿Qué haces?
Me preguntó entre divertido y asombrado, yo me limité a pedirle que siguiera en su juego, le saqué la polla cual dulce de su envoltorio, y lamiendo por aquí, chupando por allá comencé mi propio juego de rodillas sobre la alfombra.
Cabe destacar que se le puso dura en el acto, mientras yo me disfrutaba de la sensación rugosa de sus testículos mientras los tallaba con la lengua. Luego, recordando lo que había visto en el vídeo, usé mi lengua para hacerle cosquillas en el ano y la piel que los une a los testículos, mientras le acariciaba la polla con la mano. Wow jamás había visto esa reacción, estaba tumbado contra el respaldo del sofá, con los ojos cerrados y respirando agitadamente, lo estaba haciendo bien!
Animada con su reacción, comencé a lamer las gotas de flujo que comenzaron a bajarle por el tronco, como si comiera un helado que se derrite, era una pasada sentir su sabor casi salado, así como las pequeñas venas que palpitaban con fuerza contra mi lengua. Fue casi orgásmico colocar la punta de su verga dentro de mi boca y lamérsela como un caramelo, mientras su humedad seguía brotando.
- Quiero ver hasta dónde puedo llegar.
Le susurré con la voz ronca de excitación, mientras inicié un juego de meterlo lentamente por mi boca hasta que llegara lo más al fondo posible, para luego subir succionándolo generosamente y repetir de nuevo. Con cada intento sentía que llegaba más adentro, era lo más morboso y divertido del mundo.
- Me voy a correr...
Me dijo con la voz entrecortada y antes de que me diera tiempo, sentí su leche salpicando mi garganta de tal modo que por poco me ahogo -si, le quitó algo de gracia al momento- Pero mientras tosía desesperadamente tratando de encontrar el aire, todavía un par de gotas me salpicaron sobre la cara, haciendo que ambos nos partieramos de risa.
Wow, menuda corrida me diste nena...
¿Lograste jugar?
Hasta donde pude jejeje, luego ya no coordinaba bien las manos.
Wow amé escucharle decir eso y me mojé más todavía si era posible. Agradecí mucho la mamada de compensación que me dieron después y que me dio pie para pensar en lo próximo que quería probar, ya les contaré luego si les apetece saberlo.
Espero que mis humildes historias les gusten, se que no tienen el gran despliegue literario de otras tantas que hay aquí, pero son mis vivencias y me mola compartirlas con ustedes, ya me contarán qué les parece.