Y, no me arrepiento

A falta de sexo con mi esposo, encontre un amigo que me ayudó a calmar ese calor.

Y….NO ME ARREPIENTO

Tenía 7 años de casada, cuando nos mudamos a una nueva casa, nuestra casa por la cual ahorramos, hasta en los panecillos que debíamos comer, pero al final es nuestra casa. Todo lo de la mudanza nos dejo exhaustos, y esa noche no pensamos en hacer el amor. A la mañana siguiente entre cajas y cajas, busqué jabón, y empecé a ducharme, cuando de pronto siento el abrazo fuerte y cálido de mi esposo, que bien se siente, siento que el cuerpo empieza a arder, el agua se funde con la humedad de mi vagina, solo con sentir ese abrazo, doy la vuelta pero no encuentro en él, el mismo brillo y ansiedad que arde en mi…. Me dice que después porque tiene que ir a su trabajo, se ducha rápido y se va, quedo solo sumida en una ola de calor y placer, bajo mi mano hasta mi clítoris y comienzo la faena que desde hace 3 meses recorre mi piel, meto dos dedos dentro y ohhhh!!!! Que delicia, siento ese calor , ese palacer, inunda mi cuerpo, salen mis néctar y lamo mi mano para sentirme, para gozarme, para saciar esas ganas de hombre…. De sentir un macho cabalgar en mi culo y en mi vagina, de sentir el semen corriendo por mis tetas y mi boca, sentir ese sudor después de revolcarnos como perros y quedar extasiados.

Me arregló, después de esa experiencia, y empiezo a arreglar la casa, cuando siento una mirada detrás que recorre mi cuerpo, no soy una mujer perfecta pero tengo una tetas que wau, harían delirar a cualquiera, y un culazo que esta de maravilla, esa mañana me había puesto unos shorts, hacía calor, y una blusa tipo corsé que se amoldaba a mi cuerpo. De pronto me dice:

-Buenos días vecina,

Y allí estaba, moreno ojos brillantes, sonrisa blanca y amplia, transpiraba sensualidad, 1.88 de estatura, delgado, por Dios, imaginé y a la vez me reproché

-Buenos días, como está usted! Le respondí.

-Bien, soy su vecino de la casa de enfrente, y mi esposa me ha enviado para ver si se le ofrece algo, ya que ha visto salir a su esposo, y pensó que muy probablemente necesitaría algo.

-Sabe que sí… -un hombre como tú, pensé-

-Dígame, en que soy bueno….

-(seguro que en la cama, volví a pensar) me ayudaría a hacer un hueco en la pared par colgar estos cuadros, si no es mucho molestar

-para nada, dijo él. Hoy es mi día libre en el trabajo y no tengo mucho que hacer….

Entre hablar y trabajar se nos fue la mañana, una mañana deliciosa, llena de roces y miradas fugaces, que me hacían arder mi vagina y añorar tener su verga dentro de mí que me imagino debía medir unos 23 Cms.

Una tarde, me dirigía al supermercado, cuando sentí la llantas de su carro frenar delante de mí, me dio el aventón hasta el súper, pero no sin antes dejarle rozar varias veces mi pierna con la palanca de cambios, imaginé su mano deslizarse dentro de mi vagina, y su boca morder mis pezones, me mojé, inmediatamente y solté un suspiro a lo que él preguntó:

-¿Es por mí?

Me derrumbó su pregunta, pero asentí con la cabeza de pronto dio un giro inesperado en la carretera y entramos a un motel, lo ansiaba, lo esperaba, juro que era lo que más deseaba en ese momento, porque aunque amaba a mi esposo necesitaba un hombre que me enterrara su verga hasta el fondo, jadear, gritar, explotar a sentir el orgasmo llegar.

-¿esto es lo que quieres?

Saco su verga, que ya estaba dura de los roces de su mano con mi piel, me la mostro y vi el brillo de su punta, un jugo que deseaba lamer, deseaba metérmela en la boca, cuanto lo deseaba….

Me la comí, de un solo tajo, la lamí, la saboree, succioné su ser, sentía en mi boca el sabor de la lujuria y la pasión, deseaba que su miembro me partiera en dos, solo sentirla en mi boca me hizo sentir un orgasmo de tal magnitud, que inmediatamente me hizo poner mi rajita en su boca para lamerla, y chupármelo y lamerla comenzó a hacer movimientos circulares con su legua sobre mi clítoris, y nuevamente tuve otro orgasmo, me derramé sobre su cara, con lo que estuvo feliz, jugando con mi clítoris, metiendo su legua en mi vagina, saboreando esos jugos, ese era el placer que yo merecía, mientras pensaba esto me aparto y se dio la vuelta, para restregar su verga en el inicio de mi coñito, comenzó a jugar a meterla y sacarla, a meterla y sacarla, hasta que de un solo golpe me la metió plena, sentí que hasta sus testículos entraron en mi vulva, que polvazo el que estaba echando, y me estaban echando, empezó el frenesí, se sentó en la cama y yo sobre el comenzamos el vaivén, mis tetas danzaban al vaivén del sube y baja, me las agarraba y las mordisqueaba de vez en vez, me chupaba la lengua, me estaba dando el gustazo de la vida, no sé cuantas posiciones alcanzamos, lo único que se es que es que en un momento me dio la vuelta y de un empujón me lo metió por el culo, era mi primera vez por allí, pero sentí un placer que me hizo llegar a otro orgasmo, en otro instante sentí como se derramó dentro de mí, sentí su leche caliente llenarme, recogí un poco con un dedo y me la llevé a la boca, la succioné de tal manera, que volví a sentir su verga endurecerse, y nuevamente comenzó la cabalgata.

Llegue a casa y mi esposo aún no había llegado, vi por la ventana cuando estacionó su auto, miró hacia mi casa y sonrió….Desde ese día es mi amante, mi amigo y mi vecino.