Y luego de la desilusión que? #3
Esta vez había sido diferente, sin alcohol de por medio, y no había sido solo sexo, pero ¿que era? aunque esa pregunta estaba en el aire ninguna de las dos respondió.
Amaneció, siempre digo que duermo demás y esa noche después de tal fiesta más dormiría, cuando desperté estaba sola, encontré una nota en la mesa que decía:
“Vict he tenido que salir, en la cocina hay comida, desayuna por favor, vuelvo hasta mañana, besos y disculpa.”
Lo primero que se me ha venido a la mente ha sido que se fue escapada, por Dios que tonta, si ha sido solo sexo no tenía porqué huir, me levante muy molesta, pensaba por lo menos quédate un rato y si no quieres volver a verme es sencillo que me hablara y ya, o por lo menos así de directa podía ser yo; me levante me bañé, obvio no desayuné y me fui hasta mi casa, molesta.
Aunque la verdad la noche de anoche fue “LA NOCHE”, y la pase muy bien tenía este sabor amargo en la boca por dejarme, es que dejarme a mí? Bah. Dejé de pensar, solo había sido sexo, así que lo disfruté y olvidaría lo demás. Pero en mí había quedado cualquier clase de recuerdos de esa noche y también aquellos moretones que me hizo en el cuello.
Llegó lunes, clases súper temprano como siempre, entre y la vi a lo lejos, la verdad ni quise hablarle y ella no dijo nada, teníamos el mismo grupo de amigos así que estábamos juntos pero era notoria nuestra distancia, lo notaron y no sabían porque, hacían preguntas que no quise contestar y supongo que ella igual, así transcurrió la semana sin dirigirnos la palabra no sé si por mí o por ella, se que yo no lo haría y si ella no era capaz de eso, menos yo y no por cobarde sino por enojo y orgullo, aunque me intrigaba saber el porqué me dejó. Pasaron dos semanas en esto, era extraño, la extrañaba, a veces nuestras miradas se encontraban pero no decíamos nada.
Un día nos encontramos en la entrada de la universidad, así que ella llego a mi lado y caminó conmigo, no decíamos nada, hasta que ya cerca de nuestra escuela me habló:
Belu: ¿cómo estás?
Victoria: Muy bien y tú?
Belu: Más o menos ando enferma.
Victoria: Ah vale mejor ve al Doc. Debo irme.
Súper orgullosa yo, de verdad no tenía ganas de hablar y estaba a punto de entrar a clases así que la dejé aunque si notaba que estaba un poco enferma, pero no presté atención. Me llegó un msj de ella que decía que quería que la cuidara. No respondí.
Pasaron dos días y no la vi, así que pregunté por ella a mis amigos y me dijeron que estaba enferma, sabía que acá estaba sola, y ellos me convencieron de ir a su casa a ver como estaba, ese miércoles fui a su casa luego de salir de clases, quería verla la verdad, no sabía por qué pero quería hacerlo, así que fui. Toque la puerta y abrió ella:
Belu: Vict, eres tú qué bueno, pasa vida.
-Estaba prendida en fiebre, con la cara roja, y con un sweater inmenso-
Vict: Estás muy enferma ve a la cama, te prepararé un té, por favor quítate el sweater.
-Ella hizo pucheros pero sabía que yo tenía razón.-
Preparé el té y lo llevé a su cuarto, en cuanto entre recordé aquella noche, la verdad sentí cosas, pero verla así enfermita acostada también me dio ternura, le di el té el tratamiento y me senté a su lado, inmediatamente ella busco ubicarse a mi lado, mi corazón a mil, ella tenía el poder de ponerme así, me dijo que tenía frio, demasiado, me acosté y ella se acostó conmigo, la abrace, por el frío se pego a mi cuerpo, entrelazamos nuestras piernas y nos unimos en un abrazo.
Amaneció, estaba abrazada a ella aún y ella ya estaba despierta pero no se quito de mi lado, me sorprendió.
Belu: Hola peque, como amaneces?
Vict: bien, como sigues tú? Te sientes mejor?
Belu: Estoy muchísimo mejor, y a tu lado más.
Vict: Mmmm si claro.
Belu: te lo demuestro.
Se acercó y se pegó más a mí, yo no quise pensar mucho, me besó lentamente, como jugando con mis labios, pasaba su lengua en los bordecito, que sensación tan rica la que sentía, era ella quien estaba guiando todo y eso aunque nada pasiva soy esta vez me deje seducir y me encantó. Era un beso, como decirlo, más que seductor, me incitaba a todo, a pecar pero con todas las ganas.
Ella se levando de la cama y comenzó a desnudarse, yo solo la observaba, cada parte de su cuerpo sus senos libres de hacer cualquier movimiento y de recibir cualquier cosa, y su vulva? Cuando estaba a punto de quedarse desnuda completamente fui hasta a ella y la hale hasta la cama.
No lo harás sola, le dije. Ella sonrío y suspiro, comencé a besar todo su cuerpo, a bajar lentamente disfrutaba hacerla esperar, lentamente llegué a su parte, pase mi lengua con su panty aún puesta, ella suspiro y luego dijo quítala amor, yo lo hice, con mi boca y las manos se la quite y la baje muy lentamente, era delicioso ser un poco mala y verla así de excitada.
Fui subiendo por sus piernas, pero obvié esa partecita, y llegue a besarla, me dijo hazme tuya amor y yo me hice rogar, así que ella tomó mi mano y la coloco en su partecita, que rico es sentirla así de húmeda y caliente por mí, su cuerpo bajó el mío, sus senos, ese par de divinuras que creó Dios, yo estaba excitada solo de verla así, me dijo al oído cógeme. Y Tales palabras me encendieron más. Pero le dije aún no.
Ella me miró como intrigada, comencé a desnudarme con su ayuda, se coloco encima de mí y comenzó aquel movimiento sutil de caderas, nuestros senos unidos, nuestros pezones rozaban era excitante tal escena, era delicado, la tome por su trasero y la apretaba y acercaba cada vez más a mí.
Muy mojadas ambas, suspiros iban y venían, llegó a decirme te quiero y yo respondí con la misma frase, era todo sutil pero sin dejar de ser excitante, le agarre por la espalda ya tenía marcas hechas por mis uñas, me mordió el labio, hasta que llegó el orgasmo juntas, me abrazó mientras, fue rico, nos quedamos así por un rato, se bajo y se colocó a mi lado, comenzó a rozar mis pezones, hasta comenzar a encenderme de nuevo, bajo a ellos y comenzó a chupar, halaba uno con la boca mientras que el otro lo apretaba entre los dedos, o los apretaba con una mano, me encantaba como lo hacía fue bajando, hasta mi vulva, me soplo que frío tan rico, me estremecí, fue besando, buscando entre mis labios hasta que encontré ese pequeño botoncito rosa y con la punta de la lengua lo hundió, no paraba de gemir con aquel trabajo majestuoso que me hacía estaba en las nubes con mi angelita preferida, no pedía más, cuando comenzó a meter su lengua en mi vagina no tarde mucho en llegar, y ella no dejaba de chuparme, limpiar, fue tan delicioso. Cuando creyó haber terminado, subió a mis labios y me besó intensamente.
Pero no la quería dejar ir, quería que sintiera más. Besé su oreja y chupe su lóbulo, le encantaba tanto como a mí que me besaran el cuello, y comencé mi trabajo, no dejé ninguna parte de su cuerpo sin besar, sin pasar mi lengua, mis manos hicieron un trabajo sin pensar, solo actuaban y ya, la penetre con mis dedos, la escuchaba pedir más, la escuchaba decir más duro, escuchaba mi nombre en su voz, eres mía le dije y contestó soy tuya, me encantas y vino ese orgasmo que tanto esperaba. La bese y quedamos una al lado de la otra.
Esta vez había sido diferente, sin alcohol de por medio, y no había sido solo sexo, pero ¿que era? aunque esa pregunta estaba en el aire ninguna de las dos respondió.