Y los sueños se vuelven realidad 2

Me cansé...me cansé de no poder ser nada en tu vida y me arriesgaré a que sepas todo de mi...Atrévete a conocerme...

Al día siguiente la corriente eléctrica que le recorría la piel seguía allí...se había quedado platicando con una completa extraña hasta las 5 de la mañana, bueno técnicamente no era una extraña puesto que la había visto desde hacía mucho...En el trabajo estaba distraída y pensando en todo lo ocurrido solo suspiró “igual y le caí bien solamente”

En la noche deseando volver a platicar se conectó pero no la miró  en el chat de Facebook y urgando en su información la agregó a msn escribiendole en su correo "Jejeje vi tu msn y me pareció mejor platicar por acá" que después de enviarlo había pensado que era lo más tonto que había escrito en meses, por suerte a Nadia le había parecido de lo más común y le había hablado tranquilamente.

Yuleth no podía contenerse las ganas de saber más de ella, comenzó a preguntarle intereses, cosas que le agradaban, cosas que le desagradaban, sueños y metas...cada respuesta era un latido más fuerte para su corazón, pareciera que todo lo que había imaginado que era no estaba en su imaginación, que la persona que había creado en su mente realmente existía y estaba platicando con ella en estos momentos…

Todo era tan igual, cosas en común que no había encontrado con nadie más, cuando preguntó "y... ¿eres soltera, casada, divorciada?" y Nadia contestó "Ni una ni la otra, tengo pareja desde hace 3 años" Ouch…Demasiado bueno para ser verdad, alguien le había ganado a tan bella ninfa, era de suponerse que alguien ya hubiera ocupado un lugar en su corazón…Yuleth suspiró tan hondo que le dolió…¿Entonces todo lo que habían platicado? ¿Entonces tanto platicar era para una simple amistad? “Es amor de lejos pero ya tenemos 3 años J ¿Y tú? ¿Te gusta alguien?” miró el monitor y comenzó a escribir “Salí de una relación hace poco, también era de lejos, pero hay alguien aquí en la ciudad que también me gusta mucho…pero nunca le he dicho” Nadia comenzó a escribir “¿Por qué no le dices? Seguro ella querría saberlo, se ve que eres muy linda”  Yuleth sonrió suave y sus ojos brillaron mientras buscaba las palabras para expresarlo “¿Sabes Nadia? Me gusta escribir para explicar lo que siento…si la tuviera enfrente le diría esto: Desde hace tiempo te he visto, he imaginado miles de momentos contigo, he soñado con esos labios, con tus ojos mirando los míos...pero el destino no ha dejado que me acerque a ti... ¿Cómo puedo decirte que soy yo a quien esperabas sin que pienses que estoy loca? Me cansé...me cansé de no poder ser nada en tu vida y me arriesgaré a que sepas todo de mi...Atrévete a conocerme...”  Nadia no comprendía cómo es que podía escribir tan rápido “Me supongo que a ella le gustarían mucho”  Yuleth no paró de escribir “¿Alguna vez te han enamorado con palabras? Pienso que no. Pienso que nisiquiera se han tomado la molestia de saber quién eres. Que el amor no es lo que era antes, que todos se concentran en la efimeridad de la pasión y el deseo. La gente se concentra en mirar abajo y ya muy pocos miran las estrellas...tú eres una estrella.”

Nadia se quedó atónita al leer tantas palabras de amor hacia una persona que no las podría llegar a conocer “Wow, deberías decirle lo que sientes, no puedes quedarte con esto tu sola” pero no se imaginaba que hablaba de ella.

Al día siguiente comenzaron a platicar de sus relaciones, Nadia le decía que había vivido 8 meses con su novia, que esperaba mudarse próximamente y ya no estar lejos e intentaba incitar a Yuleth a que le dijera a la chica que le gustaba, le encantaba leer los escritos que tenía y esperaba que la chica al leerlos también se emocionara, era Lunes en la noche cuando habían quedado de salir para platicar más y Nadia en un momento en la madrugada preguntó muerta de curiosidad “Yuleth, ¿por qué me agregaste?”  Yuleth no pudo escribir, estaban en videollamada y la miraba con curiosidad, tomó el celular y marcándole le hizo la seña a Nadia para que contestara “¿Qué pasa?” Contestó  extrañada, mirando cómo se iba sonrojando Yuleth “Es que lo que voy a decirte no es para escribirlo…Tú eres quien me gusta, te he visto desde hace mucho y tenía que decírtelo, quería que lo supieras mañana pero tú me orillaste…me gustas Nadia”…Yuleth suspiró y mirándola se apartó un momento de la cámara “Supongo…que tengo que colgar, estoy demasiado apenada, hablamos mañana ¿sí?” Nadia la miró y suspiró “Por favor…quédate…”