Y llegó María...

A veces pienso que en la vida hay hechos que son demasiado coincidentes para ser simplemente coincidencias, valga la redundancia...

Y llegó Maria...

A veces pienso que en la vida hay hechos que son demasiado coincidentes para ser simplemente coincidencias, valga la redundancia...

Bárbara estaba ganando bien en su nuevo negocio de cosméticos, eso hacia que trabajara mucho y la casa se había descuidado bastante, necesitábamos alguien que se hiciera cargo de los quehaceres domésticos y habíamos acordado contratar una empleada...

Un día sábado por la mañana estaba preparándome unos huevos con queso para capear la resaca de la noche anterior y tocan a la puerta. Fue Bárbara de muy mala gana a abrir y escuche que hablaba mas de la cuenta con otra mujer, al salir de la cocina con mi desayuno rumbo a mi dormitorio, Bárbara estaba conversando en el living con una mujer de unos 23 años, delgada, y morena, solo en eso me fijé. Después escuche cerrar la puerta y mi esposa llego al dormitorio a tomar su desayuno...

_Fíjate que esa mujer anda buscando trabajo y no cobra muy caro...

_Y tu que opinas, te parece que podrá con la casa...

_Habría que probar, si estas de acuerdo la llamaré en la tarde, se acomodará esta misma noche y empieza mañana a prueba por dos semanas.

_Dale, me parece bien...

Maria, la nueva empleada era extraña, poco o nada sabíamos de ella, era reservada pero muy alegre cuando uno hablaba con ella, habló solo una vez de su familia y que eran del campo cerca de la cordillera.

A los meses comenzó a salir con un muchacho mas joven que ella que la llegaba a buscar en taxi, pero eso no duró mas de unas semanas.

Sabia preparar muy bien el pebre –comida típica- y ordenaba la casa muy bien.

Pero había algo en ella que me producía extrañeza. Urdí un plan para saber mas de María, le saque a duras penas que había peleado con sus padres y no quería volver a verlos. Cierto día que mi esposa trabajaba y estábamos solos, le pedí que fuera a una tienda por un repuesto para el automóvil, le molestó pues no sabia nada de vehículos, esa era la idea que demorara comprando...

A los minutos que salió entré en su cuarto y registré sus cosas, al hurgar en una maleta negra casi se me salió el corazón, tenia unos colaless y sostén de cuero negro, unas esposas y consoladores de varios tamaños, menuda sorpresa con la campesina, me habría esperado cualquier cosa menos eso.

Al llegar una hora después con los repuestos que le había pedido, disimulé como pude, pero no hizo mas que entrar a su cuarto y llamarme muy enojada, me había descubierto, le dije que tenia que comprenderme, que nada sabia de ella y quería tener claro a quien habíamos integrado a nuestras vidas y nuestro hogar...

_Con tu vida puedes hacer lo que se te dé la gana María mientras cumplas con tu trabajo, por mi puedes hacer lo que quieras y por supuesto de esto no se hablará, si quieres irte no te culpo pero entiéndeme, en lo personal tu trabajo es impecable y no querría que por esto te fueras de la casa...

Esa noche no me podía sacar de la cabeza lo que había visto en la maleta de Maria y mientras tenia un sexo muy rico con Bárbara le conté lo que pasó, mi mujer que había bebido un poco y estaba alegre, no paraba de reírse...

Le pregunté si iba donde Maria a pedirle las esposas y ambos reímos de buena gana y eso nos calentó mas, la idea de tener uno al otro esposado de verdad, sin poder liberarse calentaba mucho...

Bárbara sabia de mi sueño erótico que aun no cumplía, quería estar con dos mujeres; mientras la masturbaba se lo susurraba al oído para ver si se excitaba y creo que varias veces lo había hecho, escuchando mis obscenidades y mis dedos en su clítoris había tenido ricos orgasmos. Pero no era cosa de ver a dos mujeres cualquiera. No. Quería ver a mi Bárbara, mi mujer, mi Eva, enrollándose con otra Eva. Para entender mi deseo tengo que describir a Bárbara, tiene mas de 30 y es un bombom, mas alta que yo, pelo rizado hasta los hombros, un culo marca diablo y una boca muy sensual, en la cama puede llegar a ser una zorra cuando quiere, su mirada es mas expresiva que cualquier poema. Aunque había pensado que si mi esposa no accedía, pagaría por ello si fuera necesario, pero eso quería vivirlo, aunque no fuera lo mismo que con Bárbara...

Por eso comprenderán que dos mujeres guapas, ardientes y sensuales, enrolladas en una cama es un espectáculo lleno de pasión y lujuria..

Bárbara me dijo esa noche que le pediría a Maria sus colaless y sostén de cuero negro y las esposas para nosotros...

Eso me puso a mil y volvimos a la carga con otra ronda de embestidas y orgasmos...

Una noche que llovía mucho estábamos con mi mujer en la cama y estaba detrás de ella con mi verga en su culo y mis dedos haciéndole una paja muy rica... le susurré al oído...

_ Y si estuviera Maria chupandote las tetas y metiendote un consolador por delante mientras yo sigo en esto?...

El resultado de eso fue increíble, el cuerpo de mi amada vibró entero y un orgasmo seguido de un gemido fue su respuesta a mi deseo.

Otro día que nos quedamos solos con María le pregunté si seria tan amable de prestarnos esas prendas para una noche, ella riendo me dijo:

_Las quieren usar puestas en mi o en ella?

_En ti por supuesto –fue lo único que respondí- ante tamaña insinuación.

Una noche de viernes que veníamos de madrugada llegando a casa después de un asado muy regado en casa de un amigo, me costó trabajo bajar a Bárbara del automóvil, tambaleándose y ya bien caliente entró a la casa, apenas cerré la puerta de salida me arrinconó y me dio unos besos exquisitos, trato de bajar hasta mi cierre del pantalón y cuando lo hacia perdió el equilibrio y cayo metiendo ruido, Maria no tardó en aparecer envuelta en una bata preguntando que pasaba. Entre los dos pusimos a Bárbara de pie y reíamos a carcajadas, con el alboroto a Maria se le abrió la bata y vimos que dormía con un traje blanco muy sexy. Mi esposa que a esa hora ni la lengua controlaba le dijo de golpe...

_Y tu no estas durmiendo con el trajecito de cuero?

Maria riéndose mucho –me di cuenta que había estado bebiendo sola, ahora sabia porque algunas botellas bajan sin razón-, contestó:

_Si quiere señora Bárbara me lo voy a poner.

_Anda para ver como te queda...

Nos sentamos en los sillones y puse algo de música, encendí dos velas aromáticas y saque la botella de Bayley y seguimos bebiendo, los besos empezaron de nuevo y las caricias, pensé que María no volvería o que si nos veía tan calientes se iría a su cuarto, error.

Ya le había quitado la parte de arriba a mi mujer quedando solo en sostén nos pusimos de pie y bailábamos como podíamos muy apretados...

De pronto sentí los pasos de María y quedo mirándose fijamente con Bárbara...

Aquí podía pasa cualquier cosa. Dos hembras y un macho, una Eva pidiendo permiso a otra para participar del momento...

Bárbara me soltó de un brazo y le tendió la mano a María.

Por fin dioses del cielo me habéis oído. Esta será mi noche, la mejor de mi vida.

Y nos pusimos a bailar suavemente los tres muy pegados...

Ofrecí trago y las dos siguieron bailando juntas, era lo que siempre había soñado, hay estaban, la jefa y la empleada, hembras sin iguales las dos... cada una bella a su manera.

Me alejé un poco para ir al baño, pero deje la puerta abierta y paso lo increíble...

Se sintieron las dos solas y María tomó la iniciativa... se separó un poco de Bárbara y abrió su bata dejando ver su conjunto negro, chiquitismo, los pechos parecían globos que iban a reventar y quedo mirando a mi mujer como esperando si la patrona daba el visto bueno...

Siguiendo el juego mi mujer con tomándola delicadamente con una mano la hizo darse vueltas completamente y regalándole una sonrisa de aprobación...

Maria se puso detrás de su ama, de su jefa y comenzó a desabrochar el pantalón que le quedaba puesto, se arrodilló y se lo quito con mucha delicadeza, después se puso de pie y no espero para estamparle un beso a mi esposa...

Yo desde el baño sin querer tenia mi mano en mi verga que me llegaba a doler de tanto dolor...

Fue un beso sin igual, algo que solo dos mujeres pueden conseguir, pasión, lujuria, delicadeza, entrega y ternura en un solo beso...

Maria siguió desvistiendo a su jefa como si fuera una reina a la que sus criadas ayudan a vestirse, luego en un arrebato de calentura la tomo del culo y con la otra mano acerco a mi mujer y hundió su cara en sus pechos, cayeron en la alfombra y por primera vez escuchaba gemir a mi mujer como lo hacia ahora, cuatro piernas hermosas se entrecruzaban, dos pares de brazos se acariciaban sin parar. De pronto fue Bárbara quien logro quitarle a la morena el sostén de cuero que le daba un aspecto sumiso a Maria y comenzó a besar los pechos de la otra...

Maria puso a mi Bárbara tendida en la alfombra y mi mujer que sabia lo que vendría trato de volver a la cordura, de controlar la situación pero ya era tarde, bastó que María pusiera una mano en la zorra de mi Eva para que soltara de apoco y abriera las piernas, poco demoró esa morena en tener su boca en la entrepierna de la otra, como gemían, se tiraban el pelo de placer, era maravilloso, Bárbara levantaba el culo para que la morena metiera toda su boca en su sexo, que manera de gozar ese par de amazonas...

Cuando me acerque habían cambiado de posición, estaban en un 69 majestuoso, ahora Maria estaba abajo y cuando Bárbara me vio llegar se puso de semisentada con la morena entre sus piernas dándole gusto, me miró con esa mirada nuestra, diciéndome -"esta noche es tu regalo"-...

Tomó mi verga y se la trago de golpe... después se la sacó, se lamió los dedos y esos fueron a dar a mi trasero como me gustaba.

El aire estaba cargado de placer mi mujer casi me apretaba mas de la cuenta mi verga con los gemidos que la morena le sacaba chapándole el culo y la zorra, y ella así misma se hacia una paja exquisita, no iba yo a durar mucho y me corrí...

Ellas ya lo habían hecho antes y nos fuimos los tres a la cama, esto recién comenzaba y vendría la mejor parte, rumbo al dormitorio me sentí un campeón, dos mujeres para mí dispuestas a todo.

Una vez en la cama, mi mujer se sentó en mi verga y comenzó a metersela de a poco, mientras María le acariciaba los pechos y se los la mía despacio, yo tocaba cuerpos, pechos, culos de todo, entonces se me ocurrió hacer algo muy caliente si es que se podía mas... Continuará....