...y en Alta Definición
Una apuesta en una cena, una despedida de soltera y una camara de video acabaron en una noche que dificilmente olvidaremos.
Hacia un frío que pelaba, y ahí estábamos Miguel y yo, delante de un gorila en la puerta del Boys esperando a que saliera el jefe.
Tío estoy empezando a pensar que esto no es buena idea- comentó Miguel echándose el aliento en las manos para hacerlas entrar en calor.
Ahora no nos vamos a echar para atrás, ellas se lo han buscado. Verás como la próxima vez no se ponen tan gallitas- le contesté dando fuertes golpes en el suelo con mis pies.
Toda esta historia había comenzado quince días antes en mi casa, cuando Carol (la novia de Miguel), Eva (mi mujer) y unas amigas se habían reunido para organizar la despedida de soltera de una compañera de trabajo.
Mi casa se había convertido en un gallinero, todas reían y gritaban a cada idea o comentario. Como era de esperar, Miguel y yo habíamos sido expulsados del salón y nos refugiamos en mi despacho para tomar una copa y charlar tranquilamente.
Al acabar la reunión nos quedamos los cuatro a cenar y a Miguel no se le ocurrió otra cosa que reprochar el comportamiento de las mujeres cuando salen por ahí de juerga sin los maridos. Este comentario nos llevo a una irremediable discusión sobre quien perdía mas los papeles, si los hombres o las mujeres.
Venga Eva, no jodas, que hemos visto mil veces despedidas de soltera cuando hemos ido de juerga y parecéis animales en celo. Es juntaros mas de cuatro mujeres sin supervisión de las parejas y no hay quien os controle.- dije con animo de encender el ambiente.
Pero que dices pedazo de burro, y que me cuentas de los grupitos de tíos, que parecéis una bandada de buitres buscando presa.
Los tíos cuando nos juntamos solo buscamos una cosa, emborracharnos.- espeté.
Nosotras si que sabemos comportarnos, y no como vosotros, que os tomáis una copa y retrocedéis a la era neandertal.
Si si- dije yo algo molesto- algún día os demostraré lo equivocadas que estáis.
Estaré esperando ese día ansiosa, gallito.- dijo Eva riendo.
La conversación era de lo más animada y aunque a veces rozábamos la discusión, todos disfrutábamos provocando al equipo contrario.
Y ahí estábamos Miguel y yo, el día de la despedida, en la puerta de la sala de streep tease donde ellas se habían reunido, cámara en mano para dejar constancia del comportamiento de nuestras chicas.
No se tío, no te parece algo fuerte meternos ahí, cuando se enteren se van a mosquear tela, van a decir que somos unos controladores- dijo algo nervioso.
Que no coño, tómatelo como un documental sociológico, o mejor dicho, un documental sobre la vida salvaje de la hembra española.
El soltó una carcajada y me dio un empujón.
- Y en Alta definición - dije enseñándole mi nueva cámara Full HD.
En ese momento apareció por la puerta el dueño del local.
Estos señores son los que quieren hablar con usted- dijo el portero con acento Rumano.
Pues bien, ustedes dirán- dijo el individuo con tono seco.
Miguel hizo un ademán señalándome poniendo cara de " a mi no me mires, yo solo vengo a acompañar".
Le resumí lo ocurrido y le dijimos que queríamos ver si nos daba permiso para entrar y grabar a nuestras mujeres a escondidas para ganar una apuesta.
Estáis de broma, no?
No, lo decimos totalmente enserio, de hecho estamos dispuestos a pagarle 300 euros por las molestias.
300 euros?- miro al gorila y ambos se echaron a reír.- mira nene, no me hagas perder el tiempo, imagínate lo que seria de mi negocio si la gente se enterara que dejo entrar aquí a los maridos pervertidos para que vean lo que hacen sus mujeres. Deja de tocar los cojones y vete a casa a hacerte una paja- y diciendo esto hizo una señal al gorila y dándose la vuelta se marchó.
El Portero dio un paso hacia alante y nosotros asumimos que nuestra aventura había llegado a su fin. Desanimados comenzamos a caminar hacia el coche. Una vez dentro encendí la calefacción y me dispuse a arrancar cuando alguien golpeo el cristal con los nudillos. Baje la ventanilla. Era el gorila.
Es verdad lo de los 300 euros?- dijo
Sssi claro- dije yo asustado.
Quiero verlos.
Miré a Miguel, estaba pálido, comprendí que nos habíamos metido en un buen lío. El tío era un armario ropero, de los de 3 puertas. Brazos como jamones y un cuello que ni Fernando Alonso. Metí mi mano en el bolsillo y saqué unos billetes enrollados. El los miró y dijo:
- Mi jefe se marcha en 10 min., en 15 os espero en la entrada lateral. Me suda los huevos lo que hagáis ahí dentro, pero si decís a alguien que he sido yo el que os he dejado entrar mañana mismo amaneceréis flotando en el río.
No se porque, pero creí hasta la ultima palabra. El se giro y volvió a la puerta del local.
Ale nene, ya estamos dentro, has visto como no era tan difícil- le dije a Miguel dandole una palmada en la espalda para animarlo.
La próxima vez que tengas una idea como esta, te la metes en el culito wapo. Me los ha puesto de corbata.- ambos nos echamos a reír.
Quince minutos después estábamos en la puerta lateral. El rumano la abrió.
- La pasta- espetó
Le di el dinero, lo contó rápidamente y mirando hacia ambos lados nos indico que entráramos con un enérgico movimiento de cabeza.
Estábamos dentro. Se oía música y gritos de mujeres. Encendí la cámara y me asome por una cortina.
La sala era amplia, iluminación escasa, con focos de colores que alumbraban un escenario. Las chicas estaban sentadas en una especie de platea, en sillones rojos semicirculares con forma de concha (concha marina, lo digo por si me lee algún argentino :) ) y una mesita baja delante de cada uno. En cada uno de ellos cabían 3 chicas.
En el escenario había un tío que en un pasado no muy lejano había ido vestido de bombero. Lo deduje por que su única vestimenta se reducía a un casco amarillo y un trozo de manguera. El tío bailaba delante de una chica sentada en una silla. Al mirarla mejor vi. que era Silvia, la novia. El restregaba su semierecto pene por todo su cuerpo, la cual gritaba algo escandalizada lanzando miradas cómplices a sus compañeras.
Estudio sociológico finalizado - dije a Miguel riendo.- no llevo ni 5 segundos de grabación y ya hemos demostrado nuestra teoría-.
Míralas, si es que parecen camioneros. Tío te juro que ella no es así.- dijo refiriéndose a Carol.
Tranki tío, lo llevan en los genes.- dije yo sin dejar de grabar.
El tío cogió un pañuelo del suelo se puso de pie delante de Silvia y lo puso de manera que impidiera ver a las chicas su polla y la cabeza de la novia. Nosotros estábamos en diagonal y la veíamos perfectamente. El tío le hizo una señal de que se la cogiera. Ella al principio se hizo de rogar y negó con la cabeza, pero cuando el insistió, ella alargo la mano y la cogió con delicadeza.
- Jajajajaja, que fuerte, grábalo tío, graba eso.- dijo Miguel entusiasmado. Hice un zoom para captar el momento.
Ella empezó a masturbarlo lentamente sin dejar de mirársela.
- Alaaaaa, esto es material de primera, a ver que excusas nos ponen cuado les enseñemos esto.
En el momento que Miguel decía esas palabras, Silvia abrió la boca y se introdujo la polla del Boy en la boca comenzando a chuparla ávidamente.
- Que...... hija.......de .........puta.........- dijo Miguel- .... ¡se la esta mamando !. ¡ y se casa la semana que viene!.
En ese momento me dispuse a hacer un comentario similar cuando me di cuenta de una cosa. SI eso mismo lo hubiéramos hecho nosotros, en una espedida de soltero, con una stripper, seriamos la ostia. Y el novio un campeón que estaría echando la última cana al aire antes de caer ante el yugo del matrimonio, pero si en cambio, era una chica la que lo hacia, era una..." hija...... de ....... puta......". Este experimento sociológico estaba tomando un cariz que yo no esperaba.
Silvia seguía chupando con deleite, el tío intentaba parecer profesional disimulando y poniendo cara de duro, aunque desde nuestro ángulo veíamos como le flaqueaban las piernas. Las chicas chillaban como posesas, jaleando a Silvia ajenas a lo que estaba sucediendo tras el pañuelo.
¡Cómetela entera!- gritó Reme (la jefa de la novia), todas reaccionaron gritando al unísono. Las carcajadas eran constantes y pronto se unieron en un canto general.
Que se la chupe.......... Que se la chupe............
A lo que el Boy contesto levantando el pañuelo. El silencio se hizo al instante, aunque solo duro un segundo, ya que inmediatamente todas saltaron al de golpe, unas gritando, otras riendo y otras aplaudiendo.
Silvia dejo de chupar y sin soltar la polla agacho la cabeza mirando a sus compañeras sonriendo con cara de vergüenza.
- No seas tonta nena, no dejes de chupar, que a partir de ahora se te ha acabado la buena vida- dijo Reme a pleno pulmón.
Tras oír esto Silvia se puso a la faena de nuevo, En ese momento dos tíos mas salieron detrás de una cortina y anidaron por el escenario dirección a la novia. Iban vestidos de policía. El disfraz me pareció bastante bueno, parecían policías de los que salen en las películas americanas. Desde luego que si me hubieran parado a mí y me hubieran pedido la documentación no habría dudado en dársela.
Uno de ellos saco unas esposas y la esposó a la silla. El otro y el bombero se dirigieron a la zona donde estaban las chicas. Solo estaban las 9 compañeras de trabajo. La semana anterior supe que Reme (la jefa) había contratado un show privado para ellas solas. ¡Que bueno es tener pasta!
Una vez llegaron comenzaron a pasar por entre las mesas restregándose con todas mientras el policía les hacia un streep tease a quemarropa.
Las chicas habían perdido el control.
Una vez desnudos las chicas comenzaron a acariciar sus cuerpos. Uno de ellos se puso delante de Eva. Trague saliva, hice otro zoom, y esperé a ver hasta donde era capaz de llegar mi mujer. Ella le cogió la polla y sin esperar ni un segundo la engullo de un solo golpe.
Una tremenda erección asalto mi pantalón. La visión de mi mujer chupandosela a otro hombre, lejos de mosquearme me estaba poniendo de lo más cachondo. El tío comenzó a acariciar uno de los pechos de Eva. Mi mujer (ya lo he comentado en relatos anteriores) tiene 34 años y un cuerpazo de infarto. Unas tetas grandes y apetitosas y un culo como dios manda. Su pelo de color caoba se movía alante y atrás a cada engullida.
El bombero se paro delante de Reme la cual lo recibió con un morreo espectacular. Reme es una mujer de unos 47 años, muy alta y algo gordita, lo que yo llamo una mujer "grande". Su pelo moreno no le llega a los hombros. No se porque, pero desde siempre me ha dado algo de morbo, imagino por el hecho de ser la jefa de mi mujer.
El bombero metió su mano en la entrepierna de Reme y comenzó a masturbarla por encima de sus bragas. Su cara era todo un poema. La tía estaba ahí de pie, agarrada al Boy, con las piernas abiertas, la mirada perdida y la boca entreabierta.
Era una bacanal en toda regla. Algunas de las chicas (entre ellas Carol) se habían abierto los pantalones y se masturbaban ante el espectáculo.
Mire a Miguel, pero ya no estaba a mi lado. Mire hacia un lado y hacia otro pero había desaparecido. Al instante lo vi. Llegar por detrás Mio, venia con una sonrisa sospechosa en la cara.
Se me ha ocurrido una cosa, ponte esto tío.- y acto seguido me dio una bolsa. Cuando la abrí dentro había un tanga, una peluca, unas gafas y un bigote.
No te puedes imaginar el vestuario que tienes estos tíos detrás de esa cortina- dijo mientras se quitaba la ropa.- es flipante.
Deje la cámara apoyada en una mesa enfocando a la platea y me dispuse a seguir la corriente a mi amigo.
Ya me contaras lo que estamos haciendo- dije.
A ver si te crees que estas van a ser las únicas que se lo pasen bien esta noche- dijo sonriente. NO me lo podía creer, Miguel, ese amigo tan callado y vergonzoso, se había desmadrado por completo. Busque alguna razón para parar esa locura, pero no se me ocurrió ninguna, posiblemente por que la mayor parte de la sangre ya no la tenia en la cabeza.
Una vez cambiados nos miramos y nos echamos a reír. Parecíamos unos stripeer. A pesar de nuestros años, el constante deporte había moldeado bien nuestros cuerpos, y aunque no eran tan voluminosos como los de los Boys que estaban con las chicas, dábamos perfectamente el pego.
No crees que nos reconocerán? - dije.
Con la poca luz y lo borrachas q van ? . Ni de coña tío.
Acto seguido salimos a escena. Yo no sabia que hacer así que empecé a imitar el baile de los Boys. Era un intento patético, ya que el baile nunca fue lo mío, pero a juzgar por los gritos de las chicas, a ellas no pareció importarles.
Reme nos miro. El bombero la había abandonado por una rubia que estaba detrás.
- Aquí hay 100 euros que dicen que esos tíos son míos ¡- grito acaloradamente.
Miguel y yo nos miramos, sonreímos y nos dirigimos hacia ella.
Al pasar por al lado de mi mujer vi que el policía se había arrodillado frente a ella y la estaba deleitando con una buena comida de coño. Eva se dejaba hacer y con una mano atraía la cabeza del tío hacia su húmedo coño.
-Disfruta puta, que ahora me toca a mí - pensé
Al llegar junto a Reme comprendí que es su estado nunca nos descubrirían. Ella se abalanzo sobre mí morreándome violentamente. Yo levante su blusa y comencé a sobarle las tetas. Estaban mas blandas de lo normal pero su tamaño y textura me excitaron mucho. Miguel se colocó tras ella, pegando su paquete a su culo y besándola en el cuello. Reme estaba en éxtasis. La tumbamos en el sillón. Levante su falta y le quite las bragas. Delante de mí tenía el coño más grande que había visto en mi vida, peludo y sin arreglar. La luz de los focos se reflejaba en los jugos vaginales que chorreaban por sus piernas.
No lo dude, metí ahí mi cabeza y me dispuse a saborearla. Mientras tanto Miguel se había bajado el tanga y le había puesto la polla a la altura de su cara. Esta no tardo en desaparecer dentro de su boca.
CUando hube gozado saboreando sus mieles me incorporé y comencé a follarla. MI polla entraba con total suavidad. Sin lugar a dudas ahí dentro cabían al menos tres pollas como la mía, y eso que mi polla es bastante gruesa. Notaba su respiración acelerada, sus tetas subían y bajaba por cada bocanada de aire. En ese momento una chica morena (creo que era Tere) cogió a Miguel y se lo llevo a otra mesa donde le esperaban dos chicas mas.
Yo me senté y le hice un gesto para que Reme me montara, ella accedió al instante. Note como dejaba caer todo su peso encima mía y mi polla fue engullida por su peludo coño. Comenzó a dar saltos, sus tetas me golpeaban en la cara,. Yo agarre una de ellas y comencé a chuparle el pezón hasta ponérselo tan duro como una roca.
El ritmo de su respiración acelero al tiempo que ella comenzó a tensarse, el orgasmo fue inminente.
- Ahhhhhhhhhhggggggg cabron que gustoooooooo.
Yo que no podía mas me incorpore, ella me miro consciente de lo que ocurría y cogió sus tetas con las manos. NO pude mas, agarre mi polla y comencé a soltar chorros de esperma sobre sus tremendos pechos. Algunos de ellos fueron a su cara, lejos de molestarle saco su lengua para limpiarlos.
Una vez había acabado me gire para buscar a Miguel. Ahí estaba, donde lo había dejado antes, con las tres tías de la mesa de atrás.
En ese mismo momento estaba enculando a una de ellas, ella se volvió para acariciar su pecho y quede petrificado. ¡ Era Eva !.
Pedazo de Cabron, eso no entraba en el trato, se estaba follando a mi mujer.
Decidí q eso no iba a quedar así, mire buscando con la vista a Carol hasta que la vi. sentada sola en un sofá masturbándose.
Al llegar junto a ella Cogí sus piernas con la intención de levantárselas para hacerle una buena comida, pero ella dio un respingo avergonzada y dijo:
NO perdona, yo prefiero solo mirar.
De eso nada preciosa, aquí nadie se queda sin probar su parte del pastel.- dije yo algo alterado por lo que había visto. Cuando pensé en lo que había dicho me di cuenta de la gilipollez que había soltado.
Cogí sus piernas con fuerza, las levante abriéndolas y comencé a comerle su depilado coño. De reojo la miraba, parecía avergonzada, miraba de un lado a otro como temiendo ser descubierta, pero poco a poco se fue dejando llevar por el placer. Carol es una chica muy joven, morena, delgada, con pequeñas tetas, pero una cara preciosa. Rubia con media melena lisa y ojos marrones. Me parecía increíble que, con todo lo que nos conocíamos, no fuera capaz de reconocerme por tan solo una peluca, unas gafas y un bigote. Lo que hace el alcohol.
Mi polla había recuperado todo su esplendor, así que le di la vuelta y me dispuse a devolvérsela a mi amigo Miguel poseyéndola por detrás. Coloque mi polla en su coño y comencé a montarla. Ella gemía a cada una de mis embestidas. Alce mi vista y vi. a Miguel con mi mujer en la misma postura mirándome con una sonrisa en la cara.
Yo le hice una señal para que se acercaran. Pusimos a las chicas a cuatro patas apoyadas a cada lado de la mesita enfrentadas la una a la otra y seguimos fallándonoslas a lo perro.
Era la cosa más excitante que había hecho en mi vida. Ahí estaba yo fallándome a Carol delante de Miguel, Mientras veía la cara de placer de mi mujer mientras mi mejor amigo se la follaba. En un momento dado, las chicas se agarraron y en un momento de éxtasis se fundieron en un apasionado morreo.
Eso fue la gota que colmo el vaso, Miguel y no nos hicimos una señal, sacamos nuestras pollas y bordeando la mesa nos pusimos delante de nuestras respectivas parejas. Ellas, en éxtasis, se arrodillaron y levantaron la cara para recibir nuestra leche.
-Diooooooooooooosssss- gritamos los dos al unísono, e inundando la cara de nuestras mujeres nos corrimos de nuevo.
Una vez habíamos acabado, le dimos un beso en la mejilla a nuestra pareja y nos retiramos tras la cortina entre los gritos y vítores de todas las asistentes.
La adrenalina recorría todo mi cuerpo, hicimos una bola con nuestra ropa y la pusimos bajo el brazo, agarre la cámara y salimos corriendo por la puerta lateral.
La imagen debía ser algo surrealista, dos tíos en tanga corriendo descalzos por un parking.
Miguel reía y gritaba de júbilo. Cuando estábamos a punto de llegar al coche paro en seco y dijo:
- Lo tienes........, dime que lo tienes......., dime que lo has grabado todo por dios.........., dime que se ha grabado.
Me pare, me gire con toda la tranquilidad que pude, mire la cámara, le volví a mirar a el y dije sonriendo:
- ..... Y en Alta Definición.