Y después de la cuarentena...
Bueno primero decir que es mi primer relato así que comentadme todo lo que queráis para mejorar. El relato va de lo que pasa cuando una está 50 días sin sexo con chicos, espero que os guste y sí queréis comentar buscadme en tuiter como triiiz02 o hacerlo por aquí.
Hola soy Triz, una chica de 19 años que a duras penas ha aguantado la cuarentena. Durante la misma ya os podéis imaginar, he leído libros, visto todas las temporadas de tres series, limpiado la casa como 300 veces, lo normal. Y leído relatos aquí claro.
Soy muy real, tanto que me podéis hablar y ver en mi tuiter triiiz02 sí os apetece.
Lo siguiente es lo que pienso hacer (y que ya hice una vez) como mucho ésta misma semana o la siguiente, lo que deseo que ocurra después de dos meses sin follar. O al menos con un chico claro. O dos…
Antes de la cuarentena vivía en un piso de estudiantes con mi amiga Marta y un par de chicos, Carlos y Luís. Con Carlos tenía un trato normal, era un chico majo y su chica también. Con Luís la cosa era distinta porque aparte de llevarnos muy bien follábamos de vez en cuando pero sin líos, sin ser pareja ni nada parecido.
Una noche de mayo del año pasado hacía mucho calor y estábamos reventados de tanto estudiar los exámenes finales. Marta se había ido con su chico como de costumbre, así tenía las notas tan bajas que tenía pero tanto yo como mis compañeros de piso éramos mucho más sensatos y estudiábamos a conciencia. Recuerdo que vestía un vestido de gasa muy fresco, un suje y un tanga de diario muy cómodos.
Ya había terminado por ese día y tras toda la tarde estudiando cada uno donde podía, coincidimos como cada noche en un pequeño salón comedor y nos sentamos a ver la tele, charlar y relajarnos en un sofá rinconera de esos que tienen como una cama pequeña en un extremo. Como el extremo siempre me lo dejaban a mí o a Marta, me tumbé resoplando descalza sin poner mucha atención a por donde me llegaba el vestido y cuanta pierna enseñaba. También era consciente de que nos dejaban ese lado a las chicas porque desde donde se sentaban ellos se nos veía el escote. Pero bueno ni me molestaba que lo hicieran ni eso impedía que a veces vistiera solo una camiseta y un tanga, con el tiempo cogimos confianza y aunque dicen que estoy buena los chicos como que se fueron acostumbrando e incluso alguna vez me vieron en tetas cuando me cambiaba. En la convivencia eso es muy normal.
Tras un rato de risas pusimos una serie que molaba mucho y en un momento en el que no pasaba nada me levanté y me fui a la cocina a por un refresco.
-¿Os preparo algo de beber?, les grité por la puerta que daba al salón donde se encontraban descansando.
Luís se levantó, entró, se acercó bastante a mí y dijo: yo un ron cola y a Carlos whisky con Aquarius.
Esto lo dijo acercando su boca a mi oído y poniendo una mano en uno de mis cachetes muy suavemente acariciando sobre la gasa lo suficiente como para tantear mi culo. Después su mano bajó hasta mi muslo y empezó a acariciar mi piel, subiendo al mismo tiempo la tela del vestido.
-Chsssst…Luís no que nos vamos a poner y no es plan, jaja.
Viendo que yo no le paraba siguió acariciando el muslo más arriba hasta llegar a la vulva aún cubierta por el tanga. Metió su mano entre el tanga y mi piel y con sus dedos apretó mi vulva cómo valorándola. El tío sabía hacer las cosas porque metió su dedo anular entre los labios vaginales y lo paseó unas cuantas veces arrancándome un gemido. Yo decidí dejarme llevar, abandonarme.
Después siguió su excursión bajo mi vestido acariciando mi vientre, hundiendo la yema de un dedo en mi ombligo, rodeando el mismo en círculos, subiendo sus manos por mi estómago hasta llegar a mis tetas y, una vez las tuvo entre ellas, las apretó con firmeza hundiendo sus dedos en ellas para después excitar mis pezones hasta ponerlos como piedras.
-Tía estás buenísima, te comería las tetas ahora mismo, me susurró al oído mientras me las seguía tocando como quería que normalmente era en plan bestia. Eso le ponía un montón porque las tengo bonitas, ni pequeñas ni grandes, normales.
-Mmmmm…para tio…mmm…no en serio, par que no me quiero correr y empaparme los muslos, le dije ya más en serio.
No tengo ni idea de cómo pero al final conseguí preparar las copas, lo que no fue fácil porque durante la larga sobada que me dio no pararon de temblarme las piernas y estuve a “esto” de correrme.
Volvimos al salón donde se encontraba Carlos con las copas como si nada hubiera ocurrido.
-Triz, ¿por qué no te sientas aquí entre los dos?, dijo Luís.
-Bueno vale, dije sentándome sin darme cuenta de que Carlos como a lo tonto puso su mano en el sofá para que al sentarme mi culo quedase sobre ella. Al principio me tensé porque me cogió desprevenida. Le miré de refilón…pero seguí sobre su mano. No sabía qué pasaba pero la verdad es que aquello no me disgustaba. Al contrario, me puso cachonda otra vez o en realidad seguía estándolo desde el magreo de Luís, ni idea.
Crucé las piernas enseñando más muslo del que me habría gustado y fui a bajarme algo la falda como siempre que me pasa eso pero Luís me paró la mano colocando la suya en mi muslo casi recién depilado, muy suave.
-Plas plas, sonó de repente al darme Luís un par de palmadas suaves en él.
-Triz tía tienes unos muslazos increíbles, ¿verdad Carlos?.
-Preciosos, los tiene preciosos, le respondió mientras su mano seguía bajo mi culo y sus ojos no dejaban de mirar mi escote.
-A ver, ¿qué os pasa hoy, qué pasa aquí?, les pregunté entre molesta y divertida mientras seguían sobando mi culo y muslo.
-Triz mujer es que estamos hasta arriba de estudiar…¿por qué no nos relajamos los tres?.
-¿Pero cómo que relajarnos?. Carlos joder, ¡que tienes novia!, le dije molesta.
-Ya Triz pero es que me tiene a dieta, ya sabes. Y me apretó el culo fuertemente mientras me miraba como suplicando.
-Ya bueno pero cuando decís “relajarnos” a qué os referís. Porque yo aquí veo una chica y dos chicos, no sé vosotros.
-Pues eso…tú misma, dijo Luís subiendo su mano bajo mi vestido por mi muslo.
-Uffff…joder tíos no sé…
Pero la verdad es que sí que sabía y me estaba haciendo la tonta. Nunca había estado con dos chicos a la vez y que los dos me mirasen comiéndome con los ojos y me tocasen me estaba poniendo y mucho. Tras unos segundos de duda respondí:
-Vale pues…no sé, empezad como queráis dije tratando de aparentar seguridad echándome hacia atrás en el respaldo del sofá para estar más cómoda y relajada.
A partir de ahí la cosa fue cómo sí alguien hubiera dado una señal de salida en una carrera de coches. Mientras Luís llegaba con su mano a mí tanga y empezaba a comerme la boca Carlos me bajó las tiras del vestido y el suje, me sacó una teta y empezó a lamerla, besarla, morderla…
-"Aisssssss…no aprietes tanto tío", dije para empezar a marcar hasta donde podían apretarme y qué dolor estaba dispuesta a soportar.
El otro lo mismo con el otro muslo pero ya poniendo la mano en mi vulva una vez retiró el tanga, sus bocas en mi nuca, mi boca, mis tetas, mis pezones…todo sobre el vestido unas veces o metiéndose por el escote o los costados del vestido por donde podían tocar o hacer lo que quisieran con los lados de mis tetas.
Y vaya como me estaban poniendo porque sentir cuatro manos y dos bocas explorando cada centímetro de mi cuerpo era una sensación que me estaba poniendo a mil, me saturaba los sentidos hasta el punto de que mi vulva se hinchó y mojó, cosa que no pasó desapercibida a Luís que, tras meterme un dedo en ella dijo:
-Ponte de pie que ese vestido lo vamos a mandar a tomar por saco pero ya.
Lejos de molestarme me levanté del sofá, cogí el vestido por la falda, la fui subiendo y entre el asombro de ellos fueron viendo mis muslos, mi tanga algo transparente que dejaba ver un triángulo de vello púbico negro, mi vientre, mis tetas y ya el cuerpo entero cuando me saqué el vestido por la cabeza.
-Joder que cuerpazo tío, le dijo uno al otro que estaba tan sorprendido como él. Estás buenísima no, lo siguiente. Mientras decía eso me atrajo por el culo hacia él y colocó su cara de lado en mi vientre abrazándome. Eso me chocó un poco, me pareció un gesto tierno.
Separándolo de mi vientre tras un par de minutos me senté en el sofá entre ellos que siguieron tocándome por todas partes. Yo sentía manos en mis muslos, pechos, vientre, cara y giraba la cara a un lado u otro conforme me pedía un beso alguno de ellos.
Ya más relajada por las copas me fui soltando y cogiendo sus penes. Llevándome una a la boca, luego otro y así mientras ellos no dejaban de meterme dedos en la vulva, tocar todo mi cuerpo y hacer bromas entre ellos sobre quién sería el primero en follarme y las cosas que me iban a hacer. Uno se puso de rodillas delante de mí, separó mis muslos y comenzó a darme lametones en la vulva.
-Aaaahhhh…no pude evitar empezar a gemir. Me estaba poniendo muchísimo que un tío me comiese la vulva mientras el otro hacía lo mismo con mis tetas apretándolas al máximo a veces con sus dos manos para sacar a tope mi pezón, lamerlo, estirarlo entre sus dientes o acariciarlo en círculos con la punta de su lengua.
- Ooooh…hora de follar dijo Carlos, arrodíllate en el suelo y cómeme la polla. Yo hice lo que me dijo así que me puse de rodillas en el suelo, cogí su pene con una mano y continué dándole lametones de abajo hacia arriba…parando en su precioso glande que besaba, succionaba hasta meterlo en mi boca…volviendo a lamer el pene desde la base...
Mientras tanto Luís se colocaba detrás de mí y no tardé mucho en notar como paseaba su glande entre mis labios vaginales excitando mí clítoris de vez en cuando.
-Joder Triz estás empapada, dijo mientras me agarraba por las caderas, colocaba su glande en la entrada de mi coño y, de golpe, me lo metió hasta las bolas.
-¡Ouuuffff!, gemí de gusto para a continuación volver a centrarme en la polla de Carlos que seguí lamiendo, absorbiendo con mis labios hasta llegar a mi garganta, lamiendo…poco a poco se iba poniendo como un hierro largo y grueso.
-Ah…ah…plop, plop, plop, sonaban en la habitación los golpes de los muslos de Luís contra los míos mientras me follaba cada vez con más fuerza mientras comenzaba a darme nalgadas.
-PLASH…PLASH PLASH, sonaban sus manos al golpear mi culo…¡ouggg!. Aquello me puso tan a cien que comencé a notar espasmos en mi vientre y mulos mientras seguía metiendo la polla de Carlos en mi boca…la sacaba…la volvía a meter hasta el fondo, hasta darme arcadas mientras me corría en un orgasmo bestial.
-¡OH!...¡OH!...traga puta, dijo Carlos mientras un chorro de semen chocó contra mi garganta. Le siguieron varios y no tuve más remedio que tragar para no ahogarme.
Luís seguía follándome duro con caderazos fuertes y constantes unidos a alguna nalgada que otra hasta que por fin se corrió dentro de mí entre gritos y apretones en las tetas que me hicieron gritar y…hicieron que me corriera otra vez cayendo de lado al suelo reventada.
-¡Uffff!, joder me habéis reventado, les dije una vez terminaron mis espasmos y recuperé el aliento completamente desnuda con mi cuerpo brillante por el sudor.
-Tía como comes la polla joder, se me está poniendo tiesa otra vez y todo.
-Siento haberte puesto el culo rojo como un tomate pero…¡buff qué corrida Triz!.
-¿Pero ya habéis terminado?, ¿en serio?, les dije desafiante tumbada de lado en el suelo mientras separaba mis rodillas dejándoles ver mi coño completamente empapado por el que aún salía el semen de Luís.
-De eso nada preciosa, aquí no se duerme nadie hasta terminar hartos de ti, reventados.
-¡Ja ja!, bueno veremos quién revienta a quién. Les dije mientras me ponía de pie y me iba completamente desnuda al baño a limpiarme el semen que mojaba mis muslos.
Soy consciente de que no dejaron de mirar mis piernas, culo y espalda hasta que no llegué al baño y cerré la puerta, pero les dejé disfrutarme. Soy traviesa.
CONTINUARÁ…o no, ni idea.