Y de puta a Ama

Continuaciónd el relato "De señora a puta en una tarde". Se cambian las tornas y quien domina a quien... el beso negro que cambió la relación de poder.

Estoy en una habitación , sola , medio desnuda y de rodillas en el suelo, jadeando y preguntándome qué ha pasado, sudando. Así me ha dejado El Amo. Llena de fluidos y de orificios que escuecen... dolorosos y gloriosos recuerdos y queriendo más, siempre más. Miro mi mirada en el espejo de la entrada, sentada en el suelo con la espada apoyada en la pared de enfrente, veo a una mujer. Joder, ¡qué guapa estoy!

¡Estas ahí! Estas detrás de la puerta... Abro la puerta y ahí estas tú. Tú solo, con fuerza te cojo y te meto a mi habitación. Esta vez , mando yo.

Te doy un empujón para pegarte a la pared de espaldas, contra el espejo. Me ves y mantienes mi mirada. Me agacho súper despacio. Exasperantemente despacio.

¿Ya sabes donde voy? Lo intuyes, claro y por eso separas las piernas. Puto, ja ja, ¡Puto! Ya de rodillas detrás de ti , me miras incrédulo. Mejor de perfil o no me veras progresar. ¡Muévete! ¡Puto! Para que veas como mi lengua se acerca a tu culazo. Mis manos separan tus nalgas absolutas y me lanzo a la piscina del placer mutuo y nuevo.

Te gusta, te gusta, te gusta. Te doblas pero te doy un cachete para que te estés quieto. Es más que un cachete , es una medio hostia. ¿Sorprendido? Sigo con la lengua, ummmmm ¿Te gusta que te pegue un poquito? En los muslos... para recordarte que no te puedes mover... Sin hacerte daño ni marcas. Yo recorro el margen de tu ano y te mueves tanto que te tengo que sostener como puedo. No se exactamente que he de hacer... es sólo instinto. Paso las dos manos por delante, mientras sigo con la lengua, tus manos y las mías de cruzan en una masturbación al ritmo de la lengua. Juntos. Cuatro manos. Una lengua. Tu me acaricias a mi y yo a ti. Meto más dentro la lengua y gimes.....gimes frente al espejo.

Ahora es mi revancha. Te hago callar y te vuelvo a golpear... suave. Más dentro. Más fuertes mis manos y... acabas. Eres mío.

¿Quién es ahora El Amo?