Y al fin se conocieron
Dos amigos que tenían conversaciones picantes por internet deciden conocerse, aun conociendo el peligro que esto conlleva...
..."entonces quedamos a las 22h en la estación".
Así confirmaba Paula su cita con Víctor. Paula viajaba por negocios a Madrid y aprovechando la ocasión conocería a un buen "cyberamigo". Yendo en el tren ella estaba nerviosa ya que, aunque los dos tienen pareja estable, se han dicho muchas cosas por internet...
El tren llegó justo a tiempo, y allí estaba él esperándola. Se dieron los dos besos de rigor y había tensión en el ambiente.
-Bienvenida Paula! ¿Dónde te apetece ir a cenar?
-No sé, te dejo elegir...
Al final terminaron en un buen restaurante italiano. Ella más que a comer se dedicaba a beber lambrusco intentando aliviar los nervios que llevaba sintiendo toda la noche. No sabía muy bien dónde se habían quedado todas las frases ocurrentes que le salían tan bien por internet. Hablaron de temas banales pero los dos notaban que algo estaba por llegar.
Despues de la cena habían quedado con unos amigos de él en una disco del centro de la capital. Una vez dentro ya todo cambió. Paula pasó de ser la chica cortada de la cena a una zorrita sin ningún tipo de escrúpulos a la hora de hacer caer a su compañero en la tentación. No se cortó en decirle al oído que se moría de ganas de demostrarle lo profunda que es su garganta o lo suavecito que se dejó el coño para la ocasión. Posteriormente le restregaba sus carnosas nalgas por la entrepierna de Víctor para comprobar satisfecha que sus labores de calentamiento están haciendo efecto...
-Paula para por Dios, sabes que ninguno de los dos debemos hacer esto...
-No seas tonto, nos estamos muriendo de ganas, sólo va a ser esta noche y nadie más se enterará.
El se fue al baño para intentar recapacitar, pero ella le siguió. Aprovechando que no había nadie más en el baño de los chicos se metió, para pillar así a Víctor con la polla fuera...
-Mira... No hay papel higiénico, por tu bien deberías dejar que te limpiase un poquito... Entra conmigo al WC.
En ese momento Víctor se rindió y dejó que paula en cuclillas le diese primero unos cuantos lametones en la puntita para irse metiendo aquella polla que tanto deseaba cada vez mas adentro en su garganta. Ella miraba hacia arriba y disfrutaba viendo lo bien que se lo estaba pasando él.
Ella podría haber conseguido que se corriera en menos de dos minutos, pero aprovechando el calentón le propuso ir al coche a rematar...
Durante el camino hacia el coche él se dedico a juguetear con el chochito de Paula...
-Joder Paula, sabía que eras zorra, pero es increíble lo húmeda que estás. Has sido una niña muy mala incitándome a la infidelidad y ésta me la vas a pagar.
Entraron en el monovolumen de Víctor y una vez con los seguros echados, él desabotonó la camisa de Paula de un golpe seco.
-Menudos tetones tienes, realmente no podía imaginarme lo grandes que son, además me llevo fijando toda la noche en tus pezones, te debería dar vergüenza andar así por la calle, todo el mundo se da cuenta de que eres una putilla.
Aprovechando que paula estaba boca arriba, Víctor colocó su polla entre sus tetas y comenzó a pajearse con ellas. Mientras, Paula con sus labios succionaba a duras penas la punta de ese pollón en el que tantos días había pensado.
Cuando Víctor notó que se iba a correr paró en seco...
-No me correré sin antes partirte en dos, cerda.
De un golpe Víctor llenó a Paula de polla, ésta entró facilmente dada la excitación existente.
-¿Esto es lo que venías buscando no?- le decía mientras con sus manos estrujaba sus tetas hasta hacerle daño.
-Me estás dejando la tapicería perdida con tus flujos zorra, esto se merece una buena tanda de cachetes- Mientras le daba, Paula estaba cada vez más cerca de correrse, y en ese momento efectivamente puso perdida toda la parte de atrás del coche...
De repente Víctor dejó de follarla para ponerle la polla en la cara y correrse encima de ella mientras ella con su lengua intentaba alcanzar la mayor cantidad de lefa posible. En ese momento, cuando él vió la cara de satisfacción de su compañera, se dió cuenta de que sería su perra al menos todo ese fin de semana...