XaharaX (Despedida)
... ¿porqué el vacío siempre es dolor?
No te vayas por favor. Quédate conmigo.
No puedo ... lo siento.
Se unieron en un abrazo. Largo y profundo, tan profundo que en aquel instante solo hubo un alma, dos cuerpos imposibles de unir y dos almas imposibles de separar.
Hasta siempre. Te quiero. No me olvides.
No te olvidaré.
Fueron las últimas palabras de Xaharax. Sonaron hondas, duras. Dio la vuelta y comenzó a alejarse. No volvió la cabeza ... se perdió tras un largo pasillo.
- Adiós AMOR.
Quedó casi inmóvil, mirando fijamente los carteles que anunciaban las salidas. Se iba su duende, se iba una parte de el mismo y dolía, dolía como nunca antes había sentido el dolor. El sufrimiento le atenazaba profundamente el corazón, era un sentimiento de soledad infinita, de vacío absoluto.
Giró sobre sus pasos. En su cabeza resonaba insistentemente la letra de una canción "... avaricia de tus besos, pereza de vivir sin ti y la ira de sentirte lejos de mi ... lujuria abrasadora que me hace presagiar la tristeza más conmovedora si te vas ... si te vas ...". Contuvo la respiración hasta que no pudo aguantar, sus lágrimas brotaron amargamente. Intentó reprimir los sollozos hasta convertirlos en simples jadeos.
- ¿Por qué te has ido amor? ... ¿por qué?
Atardecía en Madrid. El ambiente estaba cargado. La noche iba a convertirse en un infierno. El ruido de fondo fue atenuando el lento sonido de sus pasos mientras su figura se confundía en la oscuridad.