Wiliam, primera parte.

Como mi hijastro me hace su putita.

Wiliam, primera parte.

Hola amigos, les voy a contar lo que me está pasando actualmente en mi propia casa y con mi propia familia.

Estoy casado con una bellísima mujer latina de 40 años, guapísima, fogosa y caroñosa, desde hace 12 años.

Ella tiene un hijo de su matrimonio anterior, que cuando nos conocimos, él tenía 5 añitos solamente, yo lo adopte como mi hijo, lo he criado, educado y ayudado a crecer. Lo he querido como a mi propio hijo, porque de su padre biológico, no hemos sabido nunca nada.

Él tiene los rasgos latinos de su madre, guapo, alto, piel trigueña, pelo oscuro, músculos bien definidos. Des de pequeño ha practicado futbol en el equipo del barrio y eso ha hecho que se le fueran formando unas piernas fuertes y bien musculadas, pero desde  que hace un año se apuntó al gimnasio, se está poniendo muy muy fuerte y es ya un hombretón fornido y guapísimo.

Desde siempre he tenido una debilidad hacia él, no sé por qué, a medida que iba creciendo, me iba fijando más en sus piernas, músculos y sobretodo en su paquete, que ya desde su pre adolescencia marcaba un buen bulto entre las piernas. Por la razón que sea, me gustaba mi hijo, me ponía súper caliente y cada vez tenía más fantasías teniendo sexo con él.

En casa nunca hemos tenido reparos a la hora de desnudarnos para cambiarnos de ropa, ir a la ducha o al baño o en verano ir solamente en calzoncillos por casa, no practicamos el nudismo, pero nunca hemos tenido pudor en vernos desnudos en casa.  Pero a medida que Wiliam iba creciendo, cada vez me daba más morbo observarlo semi desnudo por casa, como se espatarraba en el sofá a mirar la tele con todo ese paquetorro entre las piernas con ese hilillo de pelitos que le llegaban hasta ombligo e incluso a veces, con la punta de su polla asomando por el lateral de sus bóxer, lo miraba como se cambiaba de ropa en su habitación cuando llegaba de entreno, o mientras se duchaba, yo entraba en el cuarto de baño haciéndome el despistado, solo para poder ver ese pedazo de polla morena que le había ido creciendo.

A sus 18 años, ya había tenido varias novias y por lo que sabíamos por amigos suyos y otra gente relacionada con su grupo del instituto y otras amistades, parece ser que triunfaba mucho sexualmente entre las adolescentes y no tan adolescentes. Tenía fama de follar muy bien y con mucho aguante. Que realmente tenía esas artes latinas en el sexo y las utilizaba de maravilla dejando muy satisfechas a todas sus amigas.

Un día de verano, hacia muchísimo calor y como era normal en casa yo estaba solo en bóxer. Estaba acabando de recoger y limpiar la cocina, ya que Isabela y yo, habíamos comido entes de que ella se fuera al trabajo.

De repente escuché desde la puerta:

Wiliam: Hola papá, esta mamá?

Yo: No hijo, tu madre se ha ido a trabajar ya.

Wiliam: Perfecto…..

De repente, noto que detrás de mí, alguien me toca el culo, giro la cabeza y veo a Wiliam detrás mío.

Yo: Que haces hijo?

Wiliam: Nada papá…..

Pero en vez de dejarlo y retirarse, me empieza a sobar el culo con más fuerza e intensidad.

Yo: Pero qué coño estás haciendo Wiliam??

Sin contestar, me agarra por los lados de mis piernas y empieza a refregar su gran paquetorro por mi culo, tirando de mí ligeramente para atrás para que el contacto fuera con más firmeza. Yo con las manos llenas de jabón de platos y la esponja en la mano, poco movimiento podía hacer, con lo que yo, insistí pidiendo explicaciones.

Yo: Pero que cojones estás haciendo Wiliam??, Quieres dejar de hacer el imbécil, quieres dejarme!!! No ves que estoy fregando los platos?

Con eso que ya me coge por las caderas y tira de mí un poco para arriba, para que su polla, que ya la notaba bastante morcillona, presionara más con mi ojete.

Yo: Joder!!!  Wiliam!!!  Qué coño me estás haciendo???

Wiliam: Lo que hace tiempo que deseas y que a mí también me apetece… Hoy voy muy caliente papá, con los huevos muy cargados y con muchas ganas de nena mariquita….

Yo: Pero qué coño estas diciendo??   Suéltame!!!

Wiliam acerca su cara a mi oído, sin dejar de presionar su bulto en  mi culo y me dice con voz baja pero firme.

Wiliam: Sé que me deseas papá, sé que te mueres de ganas de mí y lo sé porque hace años que veo como me miras, como me observas con cara de deseo, como me espías con cara de vicio y de perra mamona cuando me ducho, cuando me cambio de ropa. Me miras siempre el paquete y cuando puedes, entras en el lavabo cuando estoy yo, haciéndote el despistado, solo para verme la polla.

Yo: Eso no es verdad hijo…. Te has vuelto loco de remate!!!!  Déjame!!!

Wiliam: Que no?  Que noo????  (Separando su cara de mi oreja y echándose un poco para atrás, pero sin dejar de presionar mi culo y refregarse en el)  Y qué me dices, de cuando yo intencionadamente también me hago el despistado, el que no me entero de nada para provocarte?  Cuando me quedo tirado en el sofá con las piernas abiertas para que me veas?  Y las veces que por despiste se me sale el capullo de mi polla por un lado?  O cuando dejo la puerta abierta del cuarto de baño cuando me ducho para que puedas venir a fisgonear?  O cuando me hago una paja en mi habitación con la puerta un poco entre abierta para que me veas como me la sacudo y los suspiros que se escuchan en el pasillo cuando me brota toda la leche que llevo dentro? Crees que todo esto son despistes?  Sé que hace años que me observas, pero yo a ti también.

Con todo esto, Wiliam ya se había desabrochado los pantalones cortos de algodón que llevaba y los había dejado caer al suelo, quedando solo con unos bóxer de nylon elásticos que le quedaban ajustadísimos y con los que se le marcaba siempre un paquete de campeonato y una camiseta de tirantes ajustadísima que marcaba todos los pectorales y se le veían los músculos de los hombros y brazos.

Su polla estaba ya realmente dura y voluminosa y yo ya me estaba poniendo calentísimo al estar notando esa gran polla caliente y esos huevos grandiosos, refregarse insaciablemente en mi pobre e indefenso culo, que empezaba a palpitar de deseo….

Yo: Hijo….  Eres un cerdo y un mal educado…. Me estas faltando muchísimo al respeto!!!!  Tanto que me he esforzado yo para darte una buena educación y esto es todo lo que hemos logrado tu pobre madre  yo?

Wiliam: Papá….  Déjalo ya…. Los dos sabemos que todo esto es verdad, que te mueres de ganas de comerme todo entero y de que te haga mi nena, de tener mi polla tapándote todos tus agujeros y de que al menos una vez, me convierta en tu macho…. Hoy voy muy caliente papá y muy cargado de leche…..   Hoy te voy a hacer mi putita….   No me deseas tanto? Pues hoy lo vas a tener!!!

Yo había soltado la esponja jabonosa en el fregadero de la cocina y a duras penas había podido coger un trapo de cocina para secarme las manos, porque al tenerme cogido por las caderas e ir tirando de mi para refregar su paquete por mi culo, había veces que los pies casi no me tocaban al suelo y tenía que estar agarrándome en la encimera. Realmente Wiliam se había convertido en un chico fuerte y yo me estaba dando cuenta en ese instante, que si no podía convencerlo de que me soltera, por una simple cuestión de volumen corporal, era capaz de hacerme lo que quisiera.

En estas, me suelta de las caderas y con esas manos fuertes que tiene, me da la vuelta y me fuerza para que me agache delante suyo.

El panorama que vi, hizo que se me disparara la calentura a niveles nunca imaginados cuando fantaseaba situaciones así con él. Vi a un chico fornido, guapo, con la piel morena clara, con unas piernas musculadas y muy poco velludas, con los pantalones en el suelo y con unos bóxer color naranja que contenían un bulto como nunca le había visto antes. De tan cerca, los huevos parecían ocupar el doble de espacio del habitual y la polla se notaba gorda, grade, larguísima y con una mancha de pre semen que mojaba parte de ellos.

Sin dilación alguna, Wiliam me agarra la cabeza y se la lleva hasta su paquete, refregando toda mi cara por su gran polla y clavando mi nariz entre sus grandes huevos calientes….

Wiliam: Chúpame los huevos….  (De manera autoritaria)

Yo: esto no está bien Wili…. (Medio resistiéndome, medio deseándolo)

Wiliam: Que me pases la lengua por los huevos por encima de los bóxer te digo!!!

Yo los lamo pasando mi lengua por ellos, medio resistiéndome, pero me agarra bien la cabeza y me fuerza restregándola de nuevo por toda su polla y huevos.

Wiliam: Lámelos bien putita!!!

Lo hago inmediatamente, sin pensarlo, varias veces, obedeciendo… El sabor es buenísimo entre salado de sudor y pre semen, y dulzón de detergente. Me encanta….  No sé ni cuantas veces en mi vida había soñado con eso, pero la verdad es que era una sensación extraña, lo deseaba, muchísimo… pero al mismo tiempo savia que no estaba bien, quería que todo parase de golpe, pero deseaba que no terminara nunca…. También sentía un poco de miedo de lo que podría llegar a querer hacerme, estaba descubriendo una faceta de mi hijo que no conocía y que nunca hubiera imaginado… La verdad es que en cuestión de muy poco tiempo, el carbón de mi hijo me estaba dominando y yo empezaba a perder el control, control que había tomado él, de manera muy determinante des del momento que entro por la puerta aquella misma tarde.

Wiliam: así… Mmmmmm……   Que rico….  Como lames….  Te gusta ehhh?

Yo: mmmmmmmm…….

Wiliam: Huele….  Huéleme bien los huevos, putita…..  Te gusta mi olor a macho??  Eeeehhhh??

Sin que él me soltara mi cabeza para nada y me presionara contra sus huevos, yo obedecí rápidamente…  me estaba empezando a gustar que un cabronazo me estuviera forzando y que además tanto los sabores como los olores que sentía, no hacían más que ponerme cada vez más caliente y más deseoso de que me dieran polla por todos lados, lo que aún me retenía un poco es que el cabronazo que me lo estaba haciendo, era mi propio hijo!!!

Mientras yo estaba lamiendo y oliendo a macho de manera un poco inconsciente, guiado por sus fuertes manos, por un momento me quedé exhorto en mis pensamientos, debatiéndome entre el deseo y la sensatez, Wiliam se sacó su pollon morenito de los bóxer y la intento meter en mi boca, dejándome los labios llenos de su pre semen, cosa que me hizo reaccionar y salir de mis pensamientos rápidamente.

Yo: Nooo…  No lo hagas!!!  Que pasara si nos pilla tu madre?  Eeehhh?  Has pensado en ello?

Wiliam: Mamá está trabajando y no regresara hasta dentro de cuatro horas.

Yo: Igualmente..  No ves que esto no es normal?  No ves que no está Bien?  Eres el hijo de mi mujer… por dios!!  Y la santa de tu madre no se merece esto!!!

Wiliam: Mira papá…  Lo que está bien o no está bien, solo depende de lo que nosotros queramos que este bien o no. Además…  Mamá es un putón que te pone los cuernos con medio barrio…   Papá….  Que se la folla todo dios!!!  Que pareces imbécil, que lo sabe todo el mundo menos tu….  Que se la han follado amigos tuyos y también gente de mi instituto, que a mamá le va todo, mayores y niñatos, mientras tengan polla, todo vale….   Que es una puta ninfómana!!!  Que no te enteras…..  Ya te digo yo, que no pasa nada para que tú te dejes follar por su hijo!!

Con lo que acababa de escuchar por boca de mi hijo, me quede tan flipado que Wiliam aprovechó que me había quedado con la boca abierta, para meterme su pollon dentro, agarrándome de la cabeza de nuevo y clavándomela hasta la garganta. Mi reacción fue de intentar salir, resistiéndome tontamente aun a tener esa polla que tanto había deseado en mi boca, pero me agarraba la cabeza con fuerza y empezó a follarme la boca. En cada envestida entraba más y más y en cada envestida yo habría más y más la boca y dilataba más la garganta. Ahora ya sin nada de voluntad para seguir resistiéndome, agarre sus grandes huevos con mis manos masajeándolos, mientras dejé que me follara a su antojo.

Levanté los ojos y vi la cara de Wiliam como no la había visto nunca, cara de placer mezclada con cara de satisfacción de haber dominado a su putita, cara de sentirse orgulloso de él mismo por haber ganado la batalla. El me miró a los ojos y yo entendí que no podía hacer más que rendirme totalmente a sus deseos, soltó mi cabeza y a partir de aquel momento me había convertido en su putita. Le agarre la polla y le hice la comida de polla que llevaba deseando hacerle des de que tenía 18 años..  Por fin tenía esa polla a mi disposición para todo aquello que había fantaseado tanas y tantas veces.

Le comía los huevos, los succionaba dentro de mi boca, los soltaba y pasaba la lengua des de los huevos hasta la punta de su polla, le chupaba la polla suavemente y de golpe como si no hubiera un mañana….   Estaba en la gloria, totalmente desinhibido y atrapado en un mundo que no creías que fuera posible… de fondo escuchaba como me decían:  Que buen mamón eres papá.. Qué bien que lo haces… La chupas mejor que muchas chicas con las que he estado….  Seguro que te has comido muchas como esta y lo llevabas escondido eehh carbón…  Que putita eres…   Resultará que tenía un zorrón en casa y no lo aprovecho hasta hoy….. Pero yo me sentía tan feliz con el sexo de Wiliam en mi boca, que seguía comiéndomelo como si nada….

Wiliam me saco la polla de la boca y empezó a darme golpes con ella en la cara, estaba realmente dura, me daba en un lado de la car, después en el otro repetidamente, me daba en los labios con la punta, se la agarraba para arriba y me golpeaba con sus grandes huevos en mi cara y me miraba con cara de cabronazo, pero de cabronazo que sabe que lo que está haciendo es justamente lo que quiere su zorra.

Con su mano me secó todas las babas que resbalaban por mi cara hasta el cuello y me llevo al sofá, donde tantas veces le había deseado. Su pantalón se quedó en el suelo de la cocina, se sacó sus bóxer del todo, liberando definitivamente todo aquello tan maravilloso que tenía entre las piernas, me sacó mis calzoncillos con una sola mano, con una maestría que parecía que lo hubiese hacho toda la vida. Me puso a cuatro en sofá, con las rodillas en el asiento, las manos en el reposa cabezas y el culo en pompa.. Se agacho y me susurró:

Wiliam: A mis putitas sumisas también me las como bien comidas…

Y diciendo esto, empezó a pasarme la lengua por mi ano, haciéndome saltar con un respingo de placer que me puso la piel de gallina..  Me comió bien el culo hasta que noté que su lengua apretaba para entrar en él, me agarraba con sus manos mis nalgas y me habría bien el culo para que su lengua entrara si más dificultades…  Yo en aquellos momentos me moría de placer, mi culo palpitaba que no aguantaba más, deseoso que por fin Wiliam entrara en él de una manera u otra. Su lengua se abría camino y realmente logró entrar muy muy adentro y follarme con ella durante rato.

El placer que yo sentía era descomunal….  Y el morbo de que quien me lo estuviera proporcionando era el hijo de 18 años de mi mujer, aquel chaval que tanto había deseado, pero que nunca pensé que podría tener, ese niño que yo había enseñado a leer, a sumar, a cruzar las calles, a estudiar, a hacer tareas en la casa, aquel con quien había pasado horas y horas repasando matemáticas y repasando lengua para los exámenes, ahora era él el que repasaba su lengua por todo mi orto y que me fallaba con ella. Ese morbo me estaba dando tanto o más placer que su lengua…

De repente, sacó su lengua de mi culo y con rapidez se puso de pie y noté que empezó a rozar la punta de su polla por mi ojete, se notaba caliente y palpitante. Mi culo se iba abriendo al ritmo de nuestras palpitaciones, hasta que noté que empujaba para entrar. La punta entró fácilmente con lo mojado y dilatado que me había dejado el culo con su lengua, escuche un gemido de placer y prosiguió entrando su polla en mi culo, yo notaba como me iba dilatando a medida que el entraba y cada vez me notaba más lleno. Su polla era gorda, venosa y de unos 19 o 20cm, cuando debería haber metido más o menos la mitad, me agarro de las caderas y de un solo empujón, me la clavó hasta el fondo, haciéndome dar un grito de dolor y placer, medio ahogado por la almohada que estaba mordiendo…

Wiliam: Joder papá, que culo que tienes…  y hasta el fondo como a mí me gusta….

Yo estaba que no me lo creía…  Tenía la polla de Wiliam, ese trofeo que tanto había deseado, clavada hasta el fondo de mi culo y además a él le gustaba…..  La dejó quieta un rato, yo la notaba palpitar dentro de mi ser y me encantaba, hasta que empezó con un suave y ligero mete saca, primero la sacaba poco y la clavaba hasta el fondo otra vez, después la sacaba más o menos hasta la mitad y la volvía a entrar hasta el fondo, después la sacaba más y la entraba con fuerza y después ya lo hacía con mayor rapidez hasta que llegó un momento que realmente me estaba follando el culo como a una autentica putona, me había convertido definitivamente en su zorra, me follaba sin piedad e iba jadeando y diciendo:

Wiliam: Que culo, por dios…  Que pedazo de culo tragón tienes papá… joder que placer que me estás dando putón…

No cabe decir, que el placer que yo estaba sintiendo en mi culo y en todo mi ser era inexplicable…  que todo ese pollón me estuviera follando de esa manera y que fuera el de él….  Buuuffffff……  Era un placer físico y emocional al mismo tiempo…..  No sabía cómo, no me había gustado mucho la manera de llegar ahí, pero había llegado, no era un sueño, ni hijo me había dado polla, esa polla que tanto deseaba y me estaba follando de manera magistral!!!!!

Estuvo fallándome como 20 minutos a un ritmo brutal, pero de golpe me la clavo hasta el fondo, que pensé que me rompía otra vez, se paró, la sacó lentamente, se sentó en el sofá, me miró a la cara y me dijo:

Wiliam: Muy bien….  Que putita eres…  me has demostrado que la chupas de puta madre, que te encanta que te follen la boca como a una autentica zorra, ahora quiero que me demuestres que eres una buena guarra y que te la claves tu solito en el culo y me cabalgues como una autentica nena ninfómana…. Pídeme polla y te la daré….

Yo: Por dios…  quiero polla…  dame toda tu polla…  deja que me la clave hasta el fondo..  Deja que te saque toda tu leche con mi culo…  lléname el culo de lefadas y hazme tu puta para siempre….

Me hizo una seña para que fuera para él y sin pensarlo ni un segundo, me puse encima de él con los pies en el sofá a cuclillas y me la clave en el culo, cosa que el aprovecho para agarrarme por los hombros y empujarme para abajo, haciendo que se me clavara hasta los más adentros de mi ser, sintiendo un placer que nunca antes pensé que pudiera existir…. Puse las manos en el reposa cabezas de sofá y empecé a cabalgar esa polla que me volvía loco…  El cerró los ojos y jadeaba de placer.

Wiliam: Joder que culo más tragón y apretadito tienes….  Que placer que me estas dando… No como el de mamá, que lo tiene más petado que la ostia….

Yo: Como que el de mamá? (sin dejar de cabalgar ese pollón y jadeando los dos)

Wiliam: Ya te he dicho que mamá es una puta muy guarra, que se la folla todo el barrio, que incluso hacen orgias con ella en donde trabaja, que seguramente en estos momentos se la están follando dos o tres pollas y que tiene el culo tan dilatado que le entran dos pollas a la vez. Que cuando tu no estas, también me la follo a ella por todos lados e incluso alguna vez, nos la hemos follado con mis amigos de clase, por que como es tan guarra y tan puta, no tiene suficiente con mi polla…  es una puta ninfómana…

Al parecer, al contarme todo esto de su madre, aun lo éxito más y me agarro por las caderas e hizo que acelerara el ritmo.

Wiliam: Así..  Asiii….   Ohhhhh…..   Como me gusta…  Mmmmmmm   Que perra eres….  Cuando sigas así te voy a preñar ese culo tragón que tienes…..

Yo: ooooohhhhhhh   joder…..  oooohhhhhh   como que te follas a tu madre??’  ooohhhhh  Que me corro….   Que me corro…..   Tu madreee???  Ooohhhhhh…….

Wiliam: Me voyyy….  Me voyyyyy   aaaahhhhhh……..   ooohhhhhh….    Mmmmmmmm….

Y de repente, su polla se hinchó todavía más, palpitó todavía más, note como sus venas se hinchaban dentro de mí y siete choros de leche caliente inundaron mi intestino sintiendo una sensación de placer, de felicidad y satisfacción que no podría explicar con palabras. Ver a mi hijo con los ojos en blanco, dando espasmos y jadeos de placer porque por fin me había hecho su hembra, porque por fin me estaba dejado preñado hasta lo más profundo de mí ser, realmente es una sensación indescriptible… Pero eso hizo que yo tampoco aguantara más y empecé a soltar chorros de leche que impactaban en el pecho y barriga de Wiliam, que pareció que no le importó en absoluto que le ensuciara la camiseta de tirantes que aun llevaba puesta.

Nuestros orgasmos fueron brutales…  desproporcionados…  y los gritos de los dos seguro que se escucharon a dos manzanas de nuestra casa. Yo estaba exhausto, él estaba exhausto, mi culo estaba exhausto…  me deje caer hacia adelante abrazándome a él que aun jadeaba y el corazón le palpitaba a dos cientos, aun con su polla dura dentro de mi culo y le dije en el oído con voz baja:

Yo: Hijo… Eres un puto cerdo degenerado de mierda, te follas a tus amigas, te follas a tu madre y además, tienes los santos cojones de follarte también a tu padre?

Wiliam: Si….  Me follo a mamá cuando tu no estas, me follo a todas mis amigas y también a algún amigo, montamos orgias de todos con todos en casa de Isabel, pero sabes una cosa? Que a partir de hoy, en esta casa, cuando no esté mamá, tú serás mi putita y no podrás decir que no. Primero, porque si te niegas, se lo contare a mamá y a todo el mundo en el barrio y fliparan de la familia que tenemos, con que lo mejor será que esto se quede en casa, se quede entre nosotros y segundo, porque me lo pedirás como una zorra en celo cada vez que me veas, está claro que has gozado como nunca y has sacado la guarra y putona que llevas dentro y eso cuando lo descubres, no lo puedes dejar de hacer nunca más.

Me Salí de encima de él, me saque su polla del culo, que ya se había deshinchado considerablemente y me tumbé en el sofá agotado de tanto follar. Notaba cosquillas en mi culo y pensé que me lo había reventado, que estaba sangrando de los pollazos que me había dado, pero al poner mi mano y ver que era, me di cuenta que eran los litros de leche que el cabronazo de mi hijo me había dejado dentro del culo, que salían a borbotones.

Sin darme mucho tiempo de nada, Wiliam se levantó, se acercó a mí, me metió dos dedos en el culo y saco parte de la leche que salía de él y me los puso en la boca, mientras me decía:

Wiliam: Las zorritas como tú, nunca desaprovechan una miel tan preciada como la que te he dejado en el culo.

Y lo fue haciendo, obligándome a comer toda la leche que me fue saliendo del culo hasta que no quedó más, momento en el cual me poso su polla en la boca y me dijo:

Wiliam: Las guarras como tú, la dejan bien limpia antes de que su macho se vaya a la ducha.

Se la limpie gustosamente con mi boca. Estaba claro que en cuestión de una hora y media, yo había dejado de ser su padre y me había convertido en su zorra, en su putita, en la guarra que se encontraría en casa cada vez que él quisiera y el había dejado de ser mi hijo, mi querido hijastro y se había convertido en mi macho, en mi semental dominante, en el hombre que domina a las nenas…. El Boss.