Wilhelm

Mucho tiempo ha pasado de mi ultimo relato... en mi relato de regreso con todos ustedes, les quiero contar la historia sobre mi primera noche de pasión con uno de mis mejores amantes y compañeros de estos últimos años, Wilhelm.

Wilhelm

Vaya! Mucho tiempo ha pasado de mi ultimo relato... muchas obligaciones en mi vida personal me han llevado alejarme de esto y no poder compartir mis experiencias con vosotros, como dirían los españoles.

Pero no así he dejado de vivir experiencias extraordinarias con chicos y con hombres increíbles, entre ellas en su momento, he encontrado el amor, un amor pasajero, bastante breve, pero que ha marcado mi vida. Es un chico el cual nunca voy a sacar de mi cabeza, y de eso se va a tratar mi relato de hoy, mi relato de regreso a todos ustedes, sobre nuestra primera noche de amor. Con él, con Wilhelm.

Todo comenzo una noche de enero allá por el 2010, yo tenía 25 años, estaba en casa aburrido sin más que hacer, estaba viendo información y demás dobre Bonn, ciudad alemana que visité pocos meses después. En todo eso, se me da por entrar a una sala de chat y quedar con alguien de mi ciudad para un poco de sexo rápìdo... pero para mi sorpresa comencé a chatear con un chico de apodo “Will”. Charla va, charla viene intercambiamos direcciones del desaparecido MSN y comenzamos a chatear de manera más amena por ahí.

Resulto ser que este chico no tenía nada más que 18 años, cosa que no me entusiasmo al instante, los pendejos no suelen ser buenos amantes... pueden ser bastante inexpertos o torpes a la hora del sexo, Solamente el hermano de un viejo amigo fue el que logro hacerme ver las estrellas en su momento y luego no he vuelto a conocer un amante de ese estilo con tan poca edad.

Lo unico que no me hizo cerrar su ventana y comenzar a buscar a otra persona, fue que me dijo que era alemán, su nombre verdadero era Wilhelm y que estaba en Uruguay por estudios, pensando en mi futuro viaje y demás, quizás charlar con él podría serme medianamente productivo.

En un momento el me pide que prendamos cam, yo accedo sin dramas, era verano, hacía calor y yo estaba sin remera y con un boxer nada más, rápidamente procedo a ponerme una remera, no quería que Wilhelm pensara mal de mi, ya que la charla venía bien y muy alejada de lo que sería la intencion de un encuentro sexual.

Finalmente la imagen de la webcam aparece, para mi sorpresa no era un rubio ario como podría esperarse de un alemán, era un joven muy delagado, de pelo negro, ojos verdes y tez no tan blanca, más bien como algo bronceada... se podría decir que pasaba más por italiano que por alemán. Pero aún así de rostro angelical y timido. Él si estaba sin remera y se podía ver su delgado y lampiño pecho, comenzó a sonreir... una sonsrisa hermosa y muy blanca. El muy atrevido comenzó a burlarse de que yo estaba vestido, así que opte por quitarme la remera y mostrar lo que el gym había hecho conmigo. Su cara de que le gustaba lo que veía lo decía todo.

Fue en ese momento que la charla comenzo a subir de tono, y su cam misteriosamente comenzo a bajar su imagen hacia su bulto, su boxer azul estaba a punto de explotar, su verga estaba muy dura, la mia se puso a mil al instante, Wilhelm se la acariciaba y se la apretaba sin parar mientras me preguntaba que cosas sexuales me gustaban, que era lo más guarro que había hecho, si me gustaba hacerlo en lugares públicos, etc...

Se bajo el boxer y comenzo acariciarse la pija, se veía rica, no era del todo peludita, me gustan así y de tamaño medio, unos 17 cm tal vez... su mano subia y bajaba lentamente por todo ese tronco que se veía bien gustoso, yo saque me verga para afuera y comence a pajearme para él... nuestros movimientos eran sincronizados... nos tocabamos despacio al principio y luego a medida que la calentura aumentaba nos ibamos pajeando más y más fuerte, Wilhe se acariciaba los huevos con una mano mientras se pajeaba con la otra, yo le emulaba, me pellizcaba las tetillas, me re calentaba hacerlo... el calor de la noche se hacía cada vez más intenso, y verlo a Wilhe me acaloraba más... una sensación de éxtasis comenzaba a invadir mi cuerpo, gotas de sudor caían por mi pecho y por mis piernas, no aguantaba más... tenía que explotar, entregarle toda mi leche a Wilhe, y él se ve que quería acabar en ese momento también, cuando ya estabamos por hacerlo, su webcam se corta...

  • que pasó? Por qué cortaste tu cam Wilheim?
  • Jejeje... la lechita te la daré en persona guapo...
  • No podés hacerme esto!!!
  • Cuando nos veamos, haremos el amor y te entrego todo lo que quieras...
  • ahhh que putito sos!!!

él simplemente rió y me insistió para que salgamos juntos, no podía decirle que no... la verdad que este chico me había encantado, definitivamente tenía que salir con él!!

Un par de días después nos vimos, nuestro primer encuentro fue en una conocida Plaza del centro de la ciudad, yo la verdad que estaba muerto de los nervios, no sabía que esperar de él, y ahí estaba... sentado leyendo un libro bajo la sombra de un árbol, alzó su cabeza, me vió y se sonrió, y fue ahí que me acerqué y comenzamos a charlar.

Esa tarde caminamos por todas partes, nos detuvimos en un parador sobre la rambla para tomar algo fresco, su acento alemán me encantaba, era un muy simpático y cordial, sinceramente me tenía atrapado con eso, y la verdad que la torpeza con la que hablaba español me causaba mucha gracia.

Al final de la noche ya casi acompañandolo a su casa, le robe un beso, fué algo rápido y torpe, él no se lo esperaba, la verdad quedó como sorprendido y ya no volvió a dirigir palabra alguna, pensé que lo había ofendido u incomodado de alguna manera... le hablaba y solo me respondía con monosílabos, hasta que llegando a un árbol me empujo hacia él y comenzó a besarme apasionadamente, sus manos recorrían todo mi cuerpo y las mías las de él... hice incapié en su cola, era firme y paradita un verdadero placer tocarla... él besaba mi cuello haciendo que la pija se me pusiera a mil y a punto de reventar mi jeans, descaradamenteWilhe toqueteaba y frotaba mi bulto, yo comenzaba a gemir de placer, él se daba cuenta de lo gozado que yo estaba y lentamente desabotonó mi pantalón... me saco la verga para afuera y comenzó a pajearme, yo quería que me la chupara ahí mismo, pero él se negó... el placer que me hacía sentir su lengua en mi boca y en mi cuello era inexplicable, el éxtasis subía por mi pecho, las piernas me temblaban, el sabor de su aliento me excitaba cada vez más y el aroma de su perfume Givenchy simplemente me encantaba. Seguía besandome apasionadamente mientras me pajeaba bien fuerte... no pude contenerme e inmediatamente acabe derramando todo mi semen sobre la acera y sobre la mano de Wilhelm, él sacó un pañuelo de su bolsillo y se limpió el semen que había quedado en su mano, y luego procedió a limpiarme la verga, mientras lo hacía, comenzaba a jalarmela nuevamente mirándome con cara de pícaro. Pero esta vez, lo detuve y volví abrocharme el pantalón.

Lo acompañe hasta la residencia donde estaba parando aquí en la ciudad y quedamos en vernos nuevamente, y así fue que nuestra relación comenzó a nacer.

Los días pasaban y la pasión aumentaba, Wilhelm era muy apasionado y travieso, él siempre me hacía esas jugarretas como las del árbol, pero nunca podía verlo acabar a él, me decía que se lo reservaba para cuando tengamos nuestra primera noche de sexo, y quería que fuera en un momento especial, en un lugar especial.

Ese momento no se hizo esperar, mis vacaciones de verano habían llegado, y decidí para ello irme a pasar una semana a un balneario tranquilo, sobre la costa este del país, es que mi familia tiene una casa allí. Le pedi a Wilhelm que viniera conmigo, y acepto al instante.

Cuando llegamos, tiramos nuestros bolsos por ahí en el living de la casa, y nos fuimos inmediatamente a la playa, pasamos toda la tarde por ahi, paseando, sacando fotos, besándonos, sin importar la gente que teníamos a nuestro alrededor.

Cuando volvimos a la cabaña nos bañamos y nos pusimos acomodar los bolsos que habíamos tirado por ahí. Acto seguido nos tiramos fundidos en la cama... el sol ya comenzaba a caer, en la habitación no se escuchaba otro sonido que el de las olas del mar de la playa que estaba ahí cerca a pocos metros. Nos quedamos uno al lado del otro mirándonos, él se sonreía, y yo me sonreía también, tomé su mano, me volteé hacia él y comence acariciar su cara, Wilhelm no demoró mucho en comenzar a besarme, esta vez el beso era diferente a como lo hacíamos habitualmente, no era apasionado y desesperado, era más bien lento y romántico, como si ambos quisieramos disfrutar mejor y tranquilos del momento que finalmente se nos estaba dando.

Comence a pasar mi mano a lo largo de su brazo, y seguí bajando hasta su muslo, ahí como siempre dirigí mi mano hacia su cola dura y firme que sentía debilidad por ella, él tocaba mi cuerpo también, se posó enseguida sobre mi sin dejar de besarme en el momento que se detiene, se quito rápidamente la camisa, y yo me quité la remera que traía puesta, Wilhelm, comenzó a bajar y besarme el cuello, indudablemente la pija se me puso re dura. Luego siguio bajando más y comenzo a besar mi pecho, me chupaba las tetillas, eso me ponía más a mil todavía, mientras me chupaba el pecho sus manos me tocaban la verga. Seguía bajando con sus besos por todo mi abdomen, rápidamente me quita la bermuda y mi pija dura salta sobre su cara, comienza a chuparme la verga lentamente, la saboreaba de a poco, subia y bajaba, subia y bajaba, a medida que pasaban los minutos sus embestidas se iban haciendo cada vez más fuertes, su lengua recorría cada centímetro de mi troco duro y caliente, la lamía como si fuera un helado... esa mamada era muy rica.

Yo me incorporé y procedí a a quitarle la bermuda a él, inmediatamente lo puse en cuatro sobre la cama y comencé a chupar ese culo duro que tantas ganas le tenía, su cola a diferencia de su pecho era bastante peluda, al igual que sus piernas. Lo tenía en cuatro frente a mi y mi lengua se introdujo sobre su agujerito, un gemido de placer salio de la boca de Wilheim, tenia un saborcito a cola limpia que me hacía chuparlo más y más, mi lengua se movia en circulos, de arriba abajo, multiples movimientos si parar y Wilhe deliraba de placer, yo estaba tan entusiasmado chupando esa cola que por momentos se me cortaba la respiración. Inmediatamente comencé a jugar con mis desdos en su ano, comencé metiendole un dedo y luego dos. Wilhe ya estaba que explotaba de placer, gemía como nunca lo había hecho, y se pajeaba sin parar, la expresión de su cara había cambiado totalmente, estaba tan excitado que parecía otra persona, el extasis que sentía con el juego de mis dedos en su ano era tan grande que me pedía que parara, ya no lo aguantaba... pero yo lo veía tan excitado que no quería parar, y él daba espamos de placer y gemía cada vez más fuerte.

Yo ya no me aguante y tuve que comenzar a penetrarlo, su cola ya estaba totalmente dilatada así que no tuvimos grandes dramas para la penetración, a Wilhe lo tenia boca arriba con sus pies sobre mis hombros mientras lo penetraba sin parar, sus ojos ya se daban vuelta de tanto placer recibido.

El sudor de mi cuerpo ya se confundía con el suyo, el olor a sexo invadía la habitación, lo cogía cada vez más fuerte y con más ganas, comenzamos a besarnos apasionadamente, mientras le seguía dando bomba por el culo. Finalmente no me pude contener más y acabe dentro de su culo, haciendo que mi leche se escurriera por todo su agujero hacia las sábanas... Wilhe se seguía pajeando, mientras tanto yo le besaba, hasta que finalmente comenzó a eyacular, su leche blanca y espesa, comenzo a saltar en abundancia sobre nuestros cuerpos, nunca había visto una eyaculación tan poderosa como la de él, los dos quedamos bañados en su leche y seguíamos abrazados besándonos, hasta quedarnos dormidos, no sin antes que Wilhelm me dijera suavemente al oído... “te quiero”.

Fin