Wetgirl 2 - El Centro Comercial

Luego de un difícil regreso a casa, nuestra heroína se ve envuelta en un asalto riesgoso

Al dia siguiente me desperté sobresaltada y con un ligero dolor de cabeza. El sol entraba por mi ventana de forma cálida y parecía que no había llovido en absoluto. Me incorpore lentamente y me mire en el espejo de la pared girando la cabeza. Tenía todo el pelo revuelto y bastante reseco. Por mi rostro se había escurrido gran parte del maquillaje que había usado como antifaz y parecía que hubiese estado llorando. Tenía el cuerpo sucio y solo vestía la tanga celeste … bueno, no tan celeste tampoco. La pobre prenda seguro había tenido días mejores. Me levante y me acomode la tela, ya que estaba cruzada y muy metida en mi cola. Note unas marcas como moretones en mis brazos, supongo que provocadas por la fuerza con la que me habían sujetado en la noche. Mire alrededor y vi la tela que había quedado de mi falda-corpiño improvisado, también estaba muy sucia y rasgada. No creía que tuviese salvación. También vi mis botas cortas totalmente embarradas y con un charco de agua que las rodeaba junto a la ventana. Sobre la silla estaban los guantes blancos que también se habían escurrido sobre el suelo.

Estaba intentando rearmar la secuencia de regreso a casa cuando unos golpes en la puerta me sobresaltaron.

  • Maia, te despertaste ya? Te sentís bien? – Era mi mamá.

  • Estoy bien ma. Creo que tuve un poco de fiebre anoche pero estoy bastante bien ahora.-

  • Ah con razón no fuiste a clases. Bueno, en un rato baja asi almorzamos.-

Recién con ese comentario repare en la hora que marcaba mi reloj en la mesita de noche. Eran las 12.30 pm. Me había perdido las clases de la universidad de ese día. Me sentí un poco deprimida por el descontrol horario. No podía recordar a que hora había finalmente regresado y me había acostado.

  • Me voy a dar una ducha primero, ma.- Le respondí con desgano y comencé a buscarme ropa para ponerme y una toalla para cubrirme el cuerpo en mi recorrido al baño. Por suerte, solo estaba mi madre asi que cuando escuche que bajo las escaleras, me lance por el pasillo superior y entré rápidamente en el cuarto de baño. Allí abrí el agua caliente y me desnude antes de entrar.

El agua se sentía divina y reparadora. Estire mis brazos hacia arriba y deje que me mojara toda la cara para que quitase el maquillaje. Podía sentir como recorría mi cuerpo y le daba calor y placer. Mientras realizaba esta secuencia comencé a recordar la noche anterior.

Había estado escondiéndome entre cuadra y cuadra donde sea que pudiese entrar. Sin mi abrigo estaba muy expuesta y después de la adrenalina de la pelea comenzaba a sentir un poco de frío. Luego de hacer unas cuadras había entrado en una secuencia que repetía inconscientemente para poder avanzar: llegar a una calle – Mirar por todos lados para ver si había gente – mirar nuevamente buscando arboles u objetos grandes para saber a dónde dirigirme para cubrirme – mirar una vez mas por la gente – Correr al punto seleccionado y repetir.

Esperaba que de esta forma pudiese llegar sin ser vista. Pero no es tan fácil en plena ciudad. Pese a que no había nadie por la lluvia de antes, ahora si se podía ver cada tanto a alguien saliendo de algún bar o algo así. La primera persona que me cruce fue cuando estaba escondida en un callejón mirando a los lados como explique antes, cuando de pronto sentí una fuerte nalgueada seguida de una mano gigante amasando mi cola del lado izquierdo. Me voltee enseguida y pude ver a un hombre gordo con barba que murmuraba sinsentidos y se acercaba mas. Me asuste y salí corriendo sin haber podido elegir el lugar donde me escondería a continuación.

Luego llegue a una esquina donde parecía que no había nadie, pero en ese momento una voz que provenía de uno de los autos estacionados a mi derecha pregunto “cuanto cobras nena? Te queres sumar?” Mire en la dirección del auto. Había bajado la ventanilla para que pudiese verlo y asomaba la mano por fuera. El hombre estaba sentado con las piernas abiertas sobre el asiento trasero, mientras que 2 mujeres semidesnudas se peleaban entre ellas para colocar sus cabezas a la altura del pene del hombre. Los ignore y seguí mi camino.

Mas tarde cruce una pareja que se notaba que había tomado unas copas demás. Se sostenían uno en el otro y contra la pared para caminar, mientras que se reían por cada paso fallido que daban. Me dio un poco de risa también y creo que ni se dieron cuenta que estaba allí. Por último, ya a unas pocas cuadras de mi hogar, un auto paso a muy alta velocidad sobre un charco formado bastante profundo, lanzando sobre mi una ola de agua, barro y mugre que se adhirió en todo mi cuerpo. Por eso es que estaba tan sucia esta mañana. Suspire. Seguro que a Electrik Girl no le pasaba esto.

Termine de ducharme pensando en todo esto. Pese a todo el regreso indeseado, la experiencia de pelear había sido bastante positiva. Me di cuenta que tenía un gran poder y definitivamente podía dedicarme a utilizarlo a favor de las personas. Pero no me había dado cuenta de su alcance hasta que lo puse en práctica en la pelea. Debía entrenar mas para poder reaccionar rápido a ciertas cosas. Pensar en cómo mover el fluido podía llevarme un tiempo que me pondría en inmediata desventaja.

Me coloque un jean de tiro bajo por encima de un culotte negro de encaje y una remera amarilla clara con corpiño blanco, y baje a almorzar.

Durante el almuerzo tosí un par de veces y mi madre se preocupo por si aun tenia rastros de fiebre. Pese a que era una mentira, pensé que quizá si había tenido algo de temperatura la noche anterior, al fin y al cabo había estado mucho tiempo mojada a la intemperie… y casi desnuda. Le dije que se despreocupara y que saldría a caminar para tomar un poco de aire.

El día era cálido y caminaba sin rumbo mientras aun pensaba en la noche anterior. Y también en lo que me hacía falta aún: un nombre y un traje nuevo. Sin poder resolver lo primero, me dedique a pensar en lo segundo. Necesitaba además un nuevo top para cuando ejercitara. Decidí entonces ir al centro comercial en el corazón de la ciudad, allí podría ver ropa y quizá definir un nuevo traje.

Al llegar había gente por todos lados. Era un dia muy concurrido y no se parecía en nada al desierto de la noche anterior. Me relaje y me dispuse a mirar vidrieras.

Al pasar por el centro del edificio hay un gran espacio circular con un vidrio reemplazando el techo, de esta forma la luz entra e ilumina de forma natural el gran hall con una típica fuente de los deseos con agua que baila sobre la superficie.

Frente a esta fuente vi un local de ropa deportiva seguido de un local de cotillón y elementos de fiestas. Entré en el local de ropa y me puse a mirar los diferentes maniquís vestidos. Quizá podría llamarme Aqua Girl o algo así, ya que mis poderes se basan en el uso de agua… aunque creo que esta tomado el nombre ya. Pero quizá con un traje de baño pueda hacer algo. Pregunté a un empleado donde podía ver esas prendas y me dirigió a un sector junto a los vestidores donde había de muchas marcas y diferentes diseños. Le pregunte si me podría probar algunos y me dijo que no había problema, que tomara los que guste y me señalo los probadores.

Tome 2 bastante distintos entre si y me metí en el cubículo blanco. Allí me desvestí y me mire una vez mas en el espejo. Las marcas de mis brazos aun se podían ver un poco si se sabía dónde mirar. Tendría que tener cuidado con mi familia. Tomé el primer traje y me lo coloque. Era negro con líneas blancas, se veía muy dinámico y se ajustaba bien al cuerpo, pero la tela no parecía ser muy resistente. De todos modos podría servirme. Me lo quite y lo deje a un lado. Tome el segundo y comencé a colocármelo. Este también era de una sola pieza pero de color azul oscuro con unas marcas blancas en las costuras y dejaba abierto sobre los costados del abdomen, mostrando un poco mas de la piel de quien lo vestía. El diseño me había gustado mucho, sin embargo, me estaba costando ponérmelo de forma adecuada. Es el problema a veces con la ropa, aunque pidas el mismo talle de la misma prenda, puede variar entre marcas. Y este se sentía mas chico de lo que debería ser.

Lo había pasado por mis piernas fácilmente pero para colocar mis hombros había tenido que estirarlo bastante, haciendo que la tela se metiera entre mis nalgas y presionara mi entrepierna demasiado. Mis pechos quedaban muy ajustados y me di cuenta que si me movía demasiado, tendían a salirse de su lugar y quedar expuestos. Estaba peleando con esto cuando me vi de frente al espejo, pese a lo incomodo me veía muy sexy. Si hubiese salido a combatir la noche anterior con esto, seguro esos hombres no hubiesen reaccionado tan rápido por quedar embobados mirándome.

Deje de forcejear y sentí mis pezones endurecerse. Se marcaban a través de la tela. Y nuevamente me invadieron las sensaciones de la noche anterior, cuando había estado saltando entre edificios y me había excitado entre tantas estimulaciones. Ahora además, estaba en un vestidor, lo que le dio cierto morbo al asunto y mi vagina reacciono sola. Me palpe para comprobar lo inevitable: me estaba mojando y humedeciendo la tela del traje de baño. Pero quería sentir un poquito mas, así que corrí la prenda de lado y me comencé a meter un dedo en mi sexo. Como el cubículo no era muy grande, enseguida me encontré con mis tetas fregándose en el espejo, contra la imagen lujuriosa de mi cuerpo que fregaba sus pechos contra mi. Seguí masturbándome deprisa, acalorada, sintiendo mi respiración en mi rostro mientras empañaba el vidrio. Mi pezón izquierdo se escapo del traje que lo contenía y comenzó a rozarse con el vidrio frío, excitándome mas e incitándome a seguir asi.

Si no hubiese estado pajeandome como trola, habría escuchado los sonidos fuertes que venían de afuera, seguido de gritos y seguidos de un hombre con máscara negra y un arma que abrió a mis espaldas la cortina del vestidor, revelando mi postura erótica que sugería que le estaba entregando mi cola. Sin embargo, el sujeto pareció no darle mucha importancia. Me tomo del pelo y me tiro fuera del vestidor sobre el suelo, apuntándome con el arma y haciendo señas para que saliera del local. A través de las vidrieras podía ver que toda la gente se estaba acumulando alrededor de la fuente, guiadas por otros hombre de igual aspecto al que me había indicado a mi. Levante las manos y me dirigí hacia la puerta. Un ruido a nuestras espaldas le indico al tipo que alguien mas estaba adentro aún, y viendo que yo ya estaba casi con la multitud, se dio vuelta y se alejo en el local con la intención de descubrir a quien estuviera ahí. Aproveche esta oportunidad y salí del local a espaldas de las otras personas.

Una voz hablaba desde la fuente central mientras que los hombres enmascarados seguían trayendo mas gente y obligándola a ponerse de rodillas, mientras que revisaban sus pertenencias y echaban cualquier cosa de valor en unas bolsas negras. Enfoque mi vista en la figura que caminaba alrededor de la fuente y vi que se trataba de una mujer de mi estatura. Tenía el pelo largo, negro y suelto, su rostro estaba tapado por una máscara de látex verde y solo dejaba ver su nariz, mentón y labios rojos. Tenía un traje también verde y mientras hablaba, agitaba los brazos hacia arriba y pude ver que era como un uniforme de gimnasia artística pero con muchos flecos agregados. Al girar y caminar hacia el otro lado me dio un poco de vergüenza ajena (o admiración?), ya que el uniforme se metía en su cola de tal forma que no cubría nada realmente, era mucho más revelador que el que yo tenía puesto en ese instante, y los espacios de las piernas se elevaban por encima de su cintura, que estaba decorada con un cinturón amarillo que no cumplía ninguna función. Tenía unas botas largas, también amarillas, que le ajustaban desde los pies hasta la rodilla, y allí subían un poco mas de manera suelta. Estaba claro que era quien comandaba a los hombres, y también estaba claro que era una novata, ya que nunca había visto a nadie en televisión o internet con este aspecto.

  • … Espero que a nadie se le ocurra hacerse el héroe. No queremos matar a nadie, solo nos interesa su valor monetario… así que solo colaboren y antes de que digan Shazam! ya nos habremos ido todos a nuestros hogares. – Tenía una vos bastante aguda e insoportable. Hablaba de forma muy altanera y sobradora. Eso me dio la idea de que era muy orgullosa y me dio valor para probar una idea loca que se me había ocurrido. Acomodé mi ropa como pude y me escabullí al local de carnaval que había al lado del que estaba, y tome rápidamente un antifaz de plástico descartable y lo coloque en mi rostro. A continuación, camine entre la gente y levante la voz:

-      No vas a llegar muy lejos si cargas con tantas cosas no te parece? – Todos se dieron vuelta a ver quien había hablado y dicho semejante descaro en aquella situación de rehenes. Me sentí observada y me entraron nervios. Me había expuesto con un plan que podía fallar, con un traje que me apretaba demasiado y encima que estaba mojado por mi previa calentura.

  • Ey vos! Que te pensas que haces?! – grito el hombre enmascarado mas próximo y se acerco rápidamente poniendo su arma en mi cabeza – te crees que sos valiente? Quizá sirva entonces para darle el ejemplo a los otros! – llegue a escuchar un click. Mi corazón latía muy fuerte. Era ahora o … bueno, no habría después.

  • Espera! – dijo la chica desde la fuente. Me salvé. Siendo una novata, era obvio que era muy engreída. Si me arriesgaba a discutirle cualquier cosa, era posible que entonces dijera… - tráela acá. Quiero ver a esa valiente de cerca.-

Bingo. Si me acercaba de forma abrupta hubiese llegado a provocar que me disparen antes de llegar. En cambio así, me facilitaban la tarea de acercarme a la fuente y al objetivo principal. El hombre me empujo desde atrás y me obligo a avanzar sobre la gente arrodillada. Los otros hombres siguieron saqueando lo que podían. Una vez llegada a la fuente pude ver que se trataba de al menos 10 secuaces en los alrededores. La mujer de traje ajustado hizo un ademán para que mi guardia se retirara y siguiera su trabajo. Luego comenzó a mirarme de cerca.

  • Decime, bonita, quien sos vos? – pregunto con cierto sadismo.

  • Alguien que se dedica a detener a criminales como vos.- le conteste sin moverme de mi postura e ignorando las vueltas que daba alrededor mío.

  • Ah si? Que raro, nunca vi una heroína tan… descarada.- dijo mientras arrastraba las palabras. – aunque muy sexy sin duda. Me gusta tu traje. Como te debería llamar entonces, heroína?-

-      Yo… - esa pregunta me incomodo mas que el comentario del traje. - … aun no tengo un nombre público.- complete en voz baja. Ella se echo a reír de forma forzada. Era bastante irritable.

-      Bueno bueno, pero entonces no sos nadie Jajaja a decir verdad, yo también soy nueva en esto, pero claramente estoy mejor preparada que vos – separo los brazos hacia arriba, cruzo las piernas y se inclino hacia adelante – Medusa a tu servicio… o es al revés? – genial, me había tocado con un villano de los que les gusta el teatro.

Ella siguió haciendo su número típico de villana malvada mientras que yo, pensaba bien en lo que iba a hacer a continuación: tomaría toda el agua de la fuente y la dejaría caer sobre todos los presentes. Así quedarían inútiles las armas de fuego. Luego solo me enfocaría en la líder. Los hombres estaban muy dispersos para atraparlos a todos juntos, y siendo esbirros, lo más probable es que intentaran escapar si ven a su líder derrotado. Espere en silencio mientras lentamente me ponía en posición. Abrí las manos levemente y comencé a ver el agua que se elevaba muy sigilosamente. Era muy importante que Medusa no se diera cuenta de lo que estaba haciendo o no llegaría a completar mi plan.

  • Estas muy callada no? Donde se fue todo ese valor que tenias? –

  • Medusa Cuidado! – Uno de los hombres enmascarados se acerco rápidamente mientras señalaba la fuente. A este se le podía ver el pelo de tono verde ya que era bastante largo.

  • Que demonios? – la tal Medusa dio media vuelta y pudo ver el agua que estaba levantando ya por encima de nuestras cabezas. Maldita sea! Dije para mis adentros. Aun necesitaba mas altura. Moví fuertemente los brazos hacia arriba para terminar rápido lo que planeaba, pero entonces justo cuando estaba por lanzarlo me sentí inmóvil, con las piernas endurecidas y mis brazos petrificados hacia arriba. Me costaba respirar y no podía hablar.

  • Quieeta! – Dijo la villana apuntándome con un dedo afilado – Vos fuiste la responsable de esto? Ahh pero ahora no te podes mover verdad? Veo que ya descubriste entonces porque me dicen Medusa. Y que ibas a hacer con el agua eh? – Su discurso se vio interrumpido cuando como una ola gigante, el agua se desplomo sobre ella, sobre el hombre de pelo verde y sobre mi. Al estar inmovilizada había perdido mi concentración en el líquido, y esta se desparramo sobre los mas cercanos como causa natural de la gravedad. Suerte que traía traje de baño je.

A Medusa esto no le hizo gracia. Su pelo caía sobre su cara y no dejaba de mirarse el cuerpo asombrada y molesta. Su traje se había transparentado mucho y como el agua estaba fría, sus pezones y aureolas se podían ver claramente aunque fuese vestida. Su ombligo también se marcaba al igual que abdominales. Y estoy segura que su vagina también se hubiese podido ver fácilmente si tan solo el cinturón no hubiese quedado cubriéndola oportunamente. Casi me dio risa.

Medusa adivino mi burla (ya que no podía gesticular en realidad) y se acerco chapoteando con las botas sobre el agua del piso inundado. Me tomó con mucha furia del cabello y luego con una fuerte patada me golpeo en el abdomen. Sentí el dolor de manera profunda. Aunque no lo parecía, Medusa tenía fuerza. Y Sin embargo, no pude hacer nada por la inmovilización. Luego me tomo por el frente de la malla y con una bofetada provoco que cayera inmóvil al piso. En ese momento sentí una vez más el agua fría contra mi cuerpo, pero esta vez además, la ropa se había corrido dejando una vez más mis pechos a la vista mojándose contra el piso. Me sentí acalorar mientras me retorcía (en realidad no) de dolor.

  • Maldita perra. Como me vas a hacer esto en mi debut?! – Medusa había perdido toda la teatralidad que había estado demostrando. Estaba furiosa de verdad – Ácido! Trae tu arma aca! – le dijo al de pelo verde que estaba detrás de ella. Este se acerco y le dio su arma, que enseguida apunto a mi cabeza. – Te vas a arrepentir de haber hecho esto… pero no estaremos para presenciarlo. Bye bye Heroína Sin Nombre.-

No podía cerrar los ojos y estaba obligada a observar todo aquello. Quería llorar pero tampoco podía. Habia sido una estúpida al creer que podría hacerle frente en aquellas condiciones. De alguna forma sentía que me orinaba por el miedo.

Pero en ese instante, como sacado de algún comic, un brazo alcanzo el arma y la apretó con fuerza destruyéndola en el lugar.

  • Ya es suficiente. Todos ustedes iran a la comisaria mas cercana de inmediato.- Un murmullo general de alivio se sintió en todos lados. Aunque no podía cambiar la vista de lugar, con solo ver la capa blanca y las botas fucsias sabia de quien se trataba: era nada mas y nada menos que la Heroína Estrella de Fuerza.

  • Maldición! – Oí decir a Medusa mientras retrocedía. – Que demonios estás haciendo aquí? Dispárenle!

Esa orden fue lo mas tonto que podría haber dicho, ya que todos sabemos que Estrella de Fuerza es inmune a las balas. Y no solo eso, sino que por cada una que la golpea, su cuerpo acumula la fuerza y velocidad del impacto… que luego puede devolver con total naturalidad. Así, una lluvia de balas y ruido inundo el ambiente con la heroína sintiendo cosquillas. Con gracia se acomodaba el largo pelo negro y hacia de cuenta que fregaba su traje fucsia adornado con una gran estrella blanca en el pecho. Cuando no hubo más ruido y los enmascarados se disponían a recargar, Estrella de Fuerza se movió a una velocidad increíble, noqueando a todos los enmascarados y dejándolos junto a la fuente en una gran pila de cuerpos. Una vez mas se acomodo el pelo  y miro a Medusa con una sonrisa, dándole a entender que ahora era su turno. Sin embargo cuando  esta se abalanzo, Medusa uso su poder una vez más: abrió sus manos y le ordeno detenerse. La heroína se detuvo en carrera, un poco confundida por lo que había pasado pero inmóvil de todos modos. Medusa no sonrió como esperaba que hiciese, sino que me miro directo. Entonces me di cuenta que mi cuerpo estaba libre.

Respire profundo y me incorpore rápidamente adolorida pero dispuesta a usar mis poderes para atraparla. Ignore el hecho de que ahora si sentía la orina en mis piernas y comencé a mover el agua. Medusa retrocedió y una vez más me apunto y me dejo inmóvil. En ese momento, Estrella de Fuerza reanudo su carrera contra ella. Medusa repitió nuevamente su ataque y la inmovilizo, pero ahora yo me sentía libre de vuelta. Acaso solo podía enfocar su poder en una persona a la vez? Sonreí y continúe con lo que hacía. La villana se notaba nerviosa mientras retrocedía, sus pechos se inflaban con su respiración agitada, evidenciando sus pezones cada vez que lo hacía. Claramente sabía que no podía con las dos a la vez. En algún momento, alguna llegaría hasta ella. Cuando finalmente Estrella de Fuerza se abalanzo sobre ella, el enmascarado de pelo verde tomo a Medusa por detrás y con un extraño sonido de vacío, ambos desaparecieron.

La gente comenzó a aplaudir y a acercarse hacia nosotras agradeciendo y vitoreando. Con sus móviles tomando fotos y filmando. Me sonroje al darme cuenta que mis pechos aun estaban descubiertos y rápidamente me acomode la ropa. Estrella de fuerza me cubrió con su capa bajo su brazo y me susurró:

– Buen trabajo Novata.-