Weekend en la nieve.

Después de provocar se hace la dormida.

Hoy sería un día especial para cuatro buenos  amigos al iniciar un fin de semana en la nieve por primera vez en nuestras vidas. Sin embargo… el protagonismo se lo ha llevado llega la novia de Nikko que nos acompaña a pesar de nuestras protestas. ¿a quién se le ocurre traer a la novia un finde de hombres?

Después de cenar, los cinco nos vamos al disco pub. Enseguida nos ponemos a bailar, de forma accidental María se queda en medio de todos nosotros exhibiendo sus apetitosas curvas y sus movimientos sensuales.

En principio, todos tratamos de disimular y evitar mirar cómo se mueve y como baila. Resulta muy provocativo a los ojos de tres tios salidos y sin pareja como nosotros. Al mismo tiempo, con la mirada, pedimos a Nikko, alguna orientación de cómo debemos conducirnos con ella.

Resulta difícil no caer en la tentación de clavar nuestros ojos en sus tetas que suben y bajan como si tuviesen un muelle debajo, o en su espectacular culo en forma de corazón invertido que se mueve con una ondulación endiablada.

Nikko, simplemente sonríe, y disfruta del efecto que sin duda nos produce a todos. Se siente envidiado, como si fuera el elegido por la suerte y se siente macho alfa dominante del grupo.

Ella disfruta sintiéndose en el centro del grupo y leyendo en nuestras caras, los deseos que provoca su cuerpo mientras se agita al ritmo de la música. Para cada uno de nosotros tiene un gesto, un movimiento o una mirada picara que va haciendo aumentar nuestros deseos de ir mucho más allá..

-        "Si no fuese porque es la novia de Nikko!", debemos estar pensando todos, mientras sentimos como la polla ha ganado volumen dentro de nuestros pantalones.

Pasado un rato, Carles se ha separado del grupo y trata de ligar con otra chica. María, sigue con su "particular tortura" sobre Xevi y sobre mi (me llamo Joan), mientras Nikko continua complacido observando sus evoluciones y nuestras reacciones.

Aprovechándome del bullicio y de algunos empujones, de vez en cuando alargo la mano y rozo furtivamente el culo de María. También me coloco de manera que sus grandes tetas rocen con mi cuerpo. Esto hace aumentar mi excitación y luego contemplo con más calentura si cabe sus evoluciones mientras baila.

Después de uno de esos roces nada accidentales, María se acerca a Nikko y le dice algo al oído. Siento un nudo en la garganta cuando Nikko se acerca a mi para decirme algo al oído.

-        "A María le duele la cabeza...nos vamos al Motel...dile a los demás si se vienen ya o se quedan, mañana hay que madrugar", me dice sin hacer ninguna mención al toque sobre las tetas de su novia.

Tras preguntar a los otros dos que prefieren hacer, todos decidenquedarse un rato más. Por el contrario  yo me voy con ellos, ya ando bastante caliente y no creo que la noche mejore con las pocas chicas que hay en el pub.

Volviendo al Motel, María y Nikko se entretienen dándose besos y cuchicheándose cosas en el oído, con sonoras risas. Todo ello me parece de mal gusto, sabiendo la erección que María ha sabido provocarme en la disco, que ellos lo tienen solucionado y que yo estoy más solo que la una.

Al llegar a la puerta de su habitación, María parece sufrir un desmayo, y Nikko me pide ayuda para entrarla en la habitación. Viendo que he puesto muy nervioso por la situación tan inesperada, Nikko me explica que María está en tratamiento médico.

De vez en cuando le sube la tensión provocándole dolores de cabeza, por lo que se toma unos comprimidos que la devuelven a la normalidad, El único inconveniente es que la dejan K.O. durante unas horas.

Después de dejarla sobre la cama hago ademan de irme. Nikko, con cara de enfado me dice:

-        "no me jodas...me vas a dejar aquí solo, con todo el trabajo". Yo no entiendo nada.

-        "Si hombre...ayúdame a meterla en la cama", dice mientras trata de quitarle el jersey ajustado que lleva María.

La situación me provoca una gran reacción morbosa y acepto complacido. Por fin podré contemplar esas maravillosas curvas que me tienen cautivo. Entre los dos le quitamos el jersey dejando al descubierto sus enormes tetas recogidas por un prieto sujetador. Con mucho disimulo al fin he conseguido tocarlas levemente.

Tumbada como está, sus tetas se mantienen erguidas desafiando la gravedad, como esperando que una boca golosa como la mía las chupe, mientras unas manos intrépidas las manoseen. No he podido evitar que mi polla se hinche y que marque un bulto enorme debajo del pantalón.

-        "Vaya par de tetas que tiene", " ...a que te gustan?, dice Nikko, sorprendiéndome.

-        "Por lo que se ve, te debes poner morado", les respondo.

-        "¿a qué te gustaría quitarle el sujetador y darle unas chupadicas?, me pregunta el cabrito de Nikko.

-        "Por supuesto, y quién no?, le digo.

-        "Pues venga, anímate...a mi no me importa...y María no se va a dar cuenta"

Con dificultad logro desabrocharlo. Sus tetas liberadas de la presión ocupan su verdadero volumen y parecen querer salirse. Lentamente le quito el sujetador, como con miedo y con mucha excitación.

Grandes, levantadas, coronadas por unos pezones pequeños y oscuros, en fin un par de tetas que me susurran "cómeme...cómeme...cómeme".

Mi polla responde con un respingo, poniéndose tiesa y dura como en las mejores ocasiones.

Me siento en el borde de la cama junto a Maria. Tímidamente extiendo la mano, y con las yemas de los dedos rozo levemente sobre el pezón.

Tan delicadamente como me es posible, voy recorriendo con mi mano las curvas de sus tetas. Desde el costado voy subiendo hasta llegar al pezón, allí me entretengo dando unas vueltas por la aureola que los rodea. Luego hago chocar mis dedos sobre el pezón endurecido y a continuación, bajo hacia la zona entre ambos pechos. Repito la operación con la otra teta y así van pasando unos minutos que siempre recordaré.

Extrañamente para mi, Nikko permanece contemplativo y al parecer disfrutando también de la situación.

-        “Vamos a quitarle los pantalones también, me dice, y luego las bragas”

Las pequeñas braguitas se van enrollando a medida que las bajamos, dejando al descubierto un pubis lleno de pelo. Nikko vuelve a su posición de observador y yo me recreo en la contemplación del cuerpo de Maria.

Ahora mis caricias se extienden desde sus tetas hasta su bajo vientre y sus piernas. Siento la necesidad de contemplar su chochete y acariciarlo un poco. Le separo un poco las piernas y contemplo los labios sonrosados de su chocho.

Acerco mis dedos y los paso por encima suavemente. Siento una ligera humedad y al acercar la mano a la nariz, el olor de mujer caliente me llega como una flecha hasta el cerebro.

Aunque mi experiencia no es mucha, deduzco que Maria no esta tan dormida como parece, y que ella y Nikko están disfrutando de la situación y de mi inexperiencia.

Esta sensación, casi certeza, calma mi estado de ansiedad y me permite continuar con las caricias con más soltura y decisión.

Como mi polla ya no puede aguantar más la tortura a la que la estoy sometiendo, me bajo los pantalones y la empiezo a masajear agarrándola con fuerza.

Un inicio de sonrisa se dibuja en la cara de Maria, y de reojo veo como Nikko también se da por complacido, cada vez estoy más convencido que han tramado este juego para ver hasta dónde puedo llegar.

Vista la situación, hago que la mano de Maria rodee mi polla larga y dura; con mi mano rodeo la suya y empiezo a hacerme una paja.

Con la otra mano le acaricio sus caderas, su pubis y los labios del chocho. Mi dedo medio se introduce sin dificultad y siento el abundante flujo que contiene. Sigo con la paja a dos manos recreándome, sin prisas, cuando estoy cercano a clímax paro unos instantes y luego continuo con ritmo creciente.

Llega un momento que no puedo aguantar más y continuo hasta correrme.

Llaman a la puerta. Me visto apresuradamente, entre Nikko y yo tapamos a Maria que se retuerce como si empezara a despertar. Mientras Nikko abre la puerta, yo me siento en la mesa de la primera habitación que hace de comedor y sala de estar.

Es Xavi. Tiene cara de enfado. Entra y enseguida nos cuenta la razón de su mal humor.

Junto con David han conseguido ligar con dos chicas. Después de un buen calentón, la suya ha decido irse a dormir sola, mientras que David está echando un casquete en nuestra habitación con su chica.

Xavi es un poco bruto, no deja de quejarse y maldecir su mala suerte. Repentinamente deja de hablar, pues ha visto a través de la puerta entreabierta que en la otra habitación duerme Maria.

No se corta demasiado y sigue hablando, ahora más despacio. Vuelve a parar, y se queda con la boca abierta mirando hacia la habitación. Nikko y yo, hacemos lo propio y vemos que María de ha puesto de lado y las mantas no le tapan las piernas ni el culo.

Xavi se siente un poco cortado y balbucea.

-        “Pero, ¿esto que es?…menudo culo tiene tu novia y yo aquí con un empalme y un dolor de huevos que no me puedo aguantar”, “ó la tapas o me hago una paja aquí mismo”, le dice a Nikko.

Este, con cara de felicidad le responde:

-        “Por mi como si te la machacas! … a nosotros no nos importa y María está dormida, no se dará cuenta...tú mismo”.

Xavi ni corto ni perezoso, se dirige hacia la habitación, contempla con ojos lujuriosos el culo de María y se brota el enorme bulto que tiene en el pantalón.Nikko me dirige una mirada de complicidad como diciendo “ahora se va ha enterar”.

Se acerca a la cama donde en apariencia duerme plácidamente María, tira de las mantas muy lentamente hasta que el cuerpo de María aparece totalmente desnudo ante nosotros.

Xavi nervioso, no sabe qué hacer se baja la bragueta y se mete la mano dentro, iniciando un buen masaje. María, dentro de su “sueño”, se gira y queda boca arriba mostrando todos sus encantos, sus grandes tetas, su vientre liso, sus rotundas, caderas y su pubis peludo.

Para Xavi la situación se sale de control, se baja los calzoncillos, agarrándose la polla con fuerza dispuesto a hacerse una paja allí mismo. Nikko complacido del efecto que ha producido el cuerpo desnudo de su novia, da una vuelta más de tuerca y le cuenta a Xavi el cuento de la tensión y las pastillas, así como el efecto adormecedor que producen.

Xavi no sabe dónde atender, a la paja que se está haciendo, a la contemplación del cuerpo de María o a la historia tan fantástica que Nikko le cuenta. Para un instante y reflexiona en voz alta:

-        “entonces…si me la follo…no se dará ni cuenta…”.

El cabrito de Nikko asiente con la cabeza. La reacción es inmediata, Xavi se quita apresuradamente los zapatos los pantalones y calzoncillos que tenía en el suelo y se tumba junto a María.

Tras comprobar que esta no se despierta, se coloca encima de ella y con cierta brusquedad le mete la polla. María no puede evitar que un gemido se le escape por su boca.

Nikko y yo contemplamos la escena excitados y complacidos. Yo ya estoy convencido que lo del sueño es un cuento que se han inventado para disfrutar a nuestra costa.

En unos minutos, Xavi acelera sus movimientos y termina por correrse. Se deja caer a un lado satisfecho y cansado.

-        “Ahora me toca a mi”, digo convencido.

Me desnudo y ocupo el puesto de Xavi. Yo no tengo prisa y la corrida de hace un rato me permite dominarme mejor.

Mi polla entra lentamente y con suavidad en el chocho de María que está muy jugoso. Me apoyo con una mano sobre la cama y con la otra acaricio sus pezones. De vez en cuando me acerco a ellos y los chupo con ganas.

Con la polla metida hasta el fondo, muevo mis caderas haciendo que María la sienta dentro de ella recorriendo todos sus rincones. Una de las veces que me acerco hasta su cara, le susurro en el oido:

-        ”Te voy a follar hasta que te corras como un perra aunque estés dormida”, consciente que dormida no está.

Ella me responde con un gemido, y clavando sus uñas en el muslo, que Nikko y Xavi no pueden ver.

Apoyo ambas manos sobre la cama y mantengo mi pecho separado de María, lo que me permite contemplar su expresión de goce y como sus tetas se van moviendo siguiendo los movimientos de mis caderas, que ahora van de atrás adelante, haciendo que mi polla entre y salga de manera frenética.

Continuo así varios minutos, hasta que noto como el interior de María se contrae y retuerce de forma violenta. Una expresión de felicidad invade su cara, aunque la muy puta sigue con su papel, haciéndose la dormida.

Sigo con mis movimientos ahora más lentamente y me dejo correr con abundancia dentro de su chochito.

Después de nuestra aventura, decidimos que Xavi y yo dormiremos en el sofá-cama del comedor y Nikko con su novia, ya que no sabemos que nos podremos encontrar en nuestra habitación.

Mañana cuando despertemos veremos cómo encajamos todo este lío entre nosotros y especialmente con María.

Deverano.