We found love in a hoppeless place (II)

-Shh, no digas nada solo... déjate llevar...- y con estas últimas palabras porfín nuestros labios se juntaron moviéndose lentamente y con ternura-.

Los día siguientes en el transcurso de las 2 semanas siguientes al incidente pasaron fugaces y con mucha tensión sexual no resuelta por parte de ambos. Álex, mi buenorro y cachas monitor, es alto, fornido, de espaldas bien puestas y brazos marcados. Su abdomen está cubierto por una dulce tableta que lo hace aún más irresistible de lo que ya es. Bajando hacia la zona erógena: su abultado mienbro viril no tiene nada que envidiarle a su esculpido y prieto culo; más abajo sus fibrosas piernas, propias de un hombre atlético que se dedica al deporte. Su cara iluminada por dos ojazos verde amazonas y una sonrisa que quita el hipo, todo ello bañado en una piel de tono moreno tostado.

Martes 20, la cosa se pone mejor. Esta vez he entrenado junto a él y como he querido mejorar más mi técnica de dominio del balón, he accedido a quedarme 2 horas más por petición del propio Álex, el cual se mostró bastante apacible por la idea, lo que hizo que me entraran de nuevo los nervios y una asquerosa sensación de querer vomitar al instante solo con pensar lo que podía y no debía pasar.

Nadie quedaba ya en el Instituto a esas horas cuando hubimos acabado el entrenamiento así que me ofrecí para guardar los materiales en el cuarto de los materiales; él me dijo que se iba a ir duchando. Como no llegaba a la balda de arriba me subí a un taburete para poder colocar los balones en su sitio cuando de repente noto como una mano me rodea la cintura provocándome la pérdida de estabilidad y que soltara un pequeño gritito de susto:

  • ... ¡qué susto me has dado! No pensé que fueras tú...

  • Ya... lo siento, no fue mi intención asustarte de esta manera solo quería que no te cayeras al suelo y te lastimaras porque...- en ese instante nuestras miradas se entrecruzaron y su voz se fue apagando a medida que sus labios se iban acercando á los mios-.

-Yo... Yo...- más, más cerca Más cerca... mi respiración entrecortada y mis mejillas ruborizadas-.

-Shh, no digas nada solo... déjate llevar...- y con estas últimas palabras porfín nuestros labios se juntaron moviéndose lentamente y con ternura-.

Seguimos besándonos y acariciándonos mutuamente hasta que empezó a darme pequeños besitos por el cuello haciendo un caminito que descendía por mi clavícula y que tenía por destino mis pechos. Como la cosa iba más allá nos desplazamos al departamente de E.F. el cual albergaba en su interior un cómodo y apetecible sillón.

Una vez allí, me tumbó con cariño en el sillón y poco a poco nos fuimos desnudando el uno al otro hasta quedarnos piel con piel. Sus suaves manos se apresuraban describiendo círculos en mi piel y masajeando dúlcemente mis senos; yo tocaba su pecho y me cobijaba bajo su ancha espalda como una niña pequeña desprotegida... y recorría una y otra vez cada parte de su apetecible boca, su cuello, bajando lentamente por su región abdominal.

En una de estas, cojió y se acercó mucho a mí y me dijo que si estaba preparada para lo que sucedería a continuación, yo un poco asustada por mi parte le confesé que era virgen y que ahora mismo me sentía muy vulnerable. Él me contestó dúlcemente: " no te preocupes Nora, cariño, voy a hacértelo suave y lento con todo mi amor para que disfrutes de cada momento de ternura y satisfacción de tu primera vez ". Dicho esto, Álex empezó muy despacito a moverse sobre mi vagina adentrándose cada vez un poquito más hacia su interior, entre caricias y besos me iba relajando susurrándome en cada momento palabras lindas y cosas muy hermosas a la vez que me hacía caricias subiendo y bajando por la zona interior de mis muslos, lo que me transmitía una sensación de calma y relajación. Cuando ya notó que mis paredes vaginales ya no estaban tensas a provechó y de un tironcito se adentró en mí.

En ese momento sentí gran dolor y gemí por la sorpresa y por el dolor de la primera penetración. Álex se dió cuenta y rápidamente comenzó a ir más despacito y a entrar y salir de mí mucho más lento, tranquilizándome con caricias y besos. A medida que se me iba pasando el dolor empecé a notar como el placer iba dando sus frutos y comencé - esta vez sí- a gemir de placer y a disfrutar y a sentir el placer en todas y cada una de mis terminaciones nerviosas. Yo ya iba notando también como Álex cojía velocidad y disfrutaba tanto como yo de ese mágico momento que estábamos compartiendo. Cuerpo con cuerpo, carne con carne. Me tomaba por la cintura y me daba bien rico, subía, bajaba, lo notaba dentro de mí, masajeaba mis pechos, los lamía, me besaba... yo le besaba lo acariciaba, tocaba todo su bello cuerpo... en el momento culminante de nuestro acto sexual yo grité de gusto como nunca antes lo había hecho - est pareció gustarle mucho a Álex- el cual también gemía y terminó eyaculando dentro de mí.

Calor, placer, gusto, tranquilidad, serenidad, paz, amor... eso y mucho más era lo que yo sentía en ese momento tan íntimo; y aún más pues Álex se había culminado dentro de mí pude entonces sentirle y verificar que Él estaba allí conmigo, en mí. Al terminar nos abrazamos y nos besamos como si fuera la primera vez que nos viésemos después de mucho tiempo.

  • Ha sido maravillo mi amor, espero que lo hayas sentido y lo hayas disfrutado tanto como yo. Sé que esta era tu primera vez y he querido hacértela sentir lo más especial que he podido Nora.

  • Lo sé Álex, ha sido espléndido, nunca imaginé que el sexo con amor fuera tan lindo y tierno y tú... Tú has sido tan cariñoso y sulce conmigo... Álex...

-¿Qué Nora?- preguntó con curioidad-.

  • T e quiero.

-Nora.

-¿Sí?

  • Te amo.

AQUÍ CONCLUYE ESTA  HISTORIA SI OS GUSTA HACÉDMELO SABER Y SEGUIRÉ ESCRIBIENDO LA CONTINUACIÓN, HASTA ENTOCES ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO.