WC en Camboya

Nunca se sabe lo que nos depara el destino

Había estado planificando este viaje durante mucho tiempo, previamente hace un año estuve en Tailandia durante 10 días y pude poner en práctica mi fantasía sexual, que no es otra que ser toilet slave a tiempo completo, me costó un poco encontrar a la chica para que me hiciera el trabajo, sobre todo porque habían muchas que no querían hacer eso, y si alguna decía que si, era para hacerlo e irse cuando terminara, pero después de buscar y rebuscar encontré a una chica que aceptó estar conmigo en el hotel durante diez días, con la condición de que ella tenía que “trabajar” en el local que había en los bajos del hotel durante diez horas al día, le dije que no había ningún problema salvo que si durante su trabajo ella tenía que hacer cualquiera de sus necesidades, obligatoriamente tenía que usar el water que le había contratado, yo durante esos diez días estuve siempre esperando que ella viniera y me usara, cuando no trabajaba normalmente estaba en la habitación durmiendo, viendo la tele o comiendo. La experiencia no estuvo mal, pero realmente yo esperaba mas, algún día me sorprendió y vino con alguna compañera de trabajo para enseñarle lo que estaba haciendo porque no se lo creían, incluso alguna de ellas llegó a usarme por puro placer, habían otras que si no era pagando no querían hacer nada, total que al final me parecía que incluso en Tailandia la cosa estaba bastante profesionalizada, no tanto como aquí pero algo parecido.

El caso es que con la experiencia de hace un año, estuve casi todo el tiempo desde que regresé intentando planificar otro viaje, pero con la intención de que fuera mas amateur y sobre todo ver si podría salir un poco mas barato porque al final el viaje a Tailandia salió por un buen pico. Me estuve informando y profundice en la idea de que el próximo viaje sería a Camboya, este, según me documenté, era un país mucho mas barato que Tailandia y que estaba apostando por una brecha en el turismo internacional, la prostitución está prohibida pero de alguna forma esta tolerada, yo diría que es como Tailandia hace 30 o 40 años, la cosa está empezando y hay poca “profesionalidad”, las chicas que se dedican a la prostitución normalmente no son camboyanas, sino que son vietnamitas, mucho mas guapas, dependientes de grupos de proxenetas que las explotan sin mas, normalmente no hay prostibulos propiamente dichos sino que existen como una especie de bares donde se encuentran las chicas siempre con su proxeneta o madam donde se realiza la transacción de lo que se quiere, cuanto cuesta y con quien se hace y una vez que el trato está cerrado y pagado el cliente y la chica se desplazan a una especie de hotel que sirve de cobertura a varios “bares” normalmente ocho o diez que se encuentran en las cercanias, y se abona la habitación por el tiempo acordado, a partir de 20 minutos. Estos “establecimientos” suelen estar a las afueras de las ciudades o pueblos, normalmente en torno a una carretera secundaria y están concebidos como oferta para la población local, normalmente es muy raro encontrar a turistas sobre todo en los que se sitúan alejados de las ciudades y las rutas turísticas.  Con esta primera información, que me agradó bastante, me puse manos a la obra para buscar el sitio idóneo para mi próximo viaje y encontré un pueblo casi en el selva cerca de un río importante y a unos 200 kilómetros de la frontera con Tailandia, lo hacía ideal porque estaba alejado de cualquier ruta o circuito turístico, pero a pesar de no ser un pueblo muy grande a pocos kilómetros había una fábrica con muchísimos empleados del mismo pueblo y de bastantes otros que se encontraban bastante cercanos, y el hotel con sus garitos estaba entre el pueblo y la fábrica, con lo que se surtían de toda esa afluencia de trabajadores. Seguí trabajando en el proyecto y averigüé el nombre del hotel y del bar donde tenía que dirigirme, incluso los precios de las habitaciones con pensión completa para dos personas, incluido algunos extras, total que afiné el presupuesto y para quince días me salía por menos de la mitad de la fiesta del año pasado. No me lo pensé dos veces. Hice las reservas de los billetes de avión y esperé impaciente que llegara el momento de salir para esta nueva experiencia.

Ha decir verdad desde muy joven siempre había tenido una obsesión con el tema de la esclavitud y la dominación femenina enfocado al tema del scat y la tortura genital, esto hizo que no pudiera tener relaciones normales ya que cuando sacaba a relucir mis verdaderos deseos siempre me encontraba con la incomprensión y la negativa provocando la ruptura de las relaciones estables, abocandome a que si quería alguna experiencia acorde a mis deseos, estas serían siempre de pago, y así fue como empece a tener mis primeras experiencias, en todas ellas había como ya he dicho antes demasiada profesionalidad, pero bueno, es lo que había, llegue incluso a viajar a Alemania a visitar dominas para que me hicieran ser un verdadero esclavo 24/7, pero normalmente todo lo que se anuncia suele no corresponderse con la realidad. Aceptando que no voy a encontrar nunca un zapato de mi horma, me conformo con estas vacaciones que preparo tan meticulosamente y que a pesar de no estar exentas de sorpresas me doy por satisfecho, afortunadamente no tengo problemas de dinero y me lo puedo permitir, he llegado a la conclusión de que en mis próximos viajes lo que tengo que buscar son planes totalmente amateurs y huir de la profesionalidad, parece un poco abusivo por mi parte, pero pienso visitar zonas deprimidas porque creo que será mucho mas fácil encontrar lo que busco, zonas como la frontera de Venezuela con Colombia, Haití, algunas zonas de la India, Brasil, Indonesia, Filipinas, o algunos países africanos como Guinea, Mozambique, Madagascar… …, no se quizás en alguna de esas experiencias me lie la manta a la cabeza y ya me quede para siempre.

Bueno el caso es que llegó el día del tan ansiado viaje a Camboya, lo tenía todo completamente preparado, una pequeña maleta, con muy poca ropa, teniendo en cuenta que la mayor parte del tiempo estaría desnudo, y algunos “accesorios”, importante el tema del dinero en dólares, los billetes de avión y poco mas. Después de varios transbordos y escalas al final llegué a Nom Pen, sin problemas cogí un taxi y tras poco mas de dos horas de viaje al fin llegué a mi destino, me podía haber quedado en la capital un día para descansar, pero estaba tan ansioso de llegar que a pesar del agotamiento por el largo viaje no pude reprimirme de llegar cuanto antes a mi deseado destino. Cuando llegué le pagué al taxi y le despedí, el hombre no se podía creer que me fuera a quedar allí, el hotel no quedaba muy lejos del “bar” a unos doscientos metros mas o menos, luego iría a establecerme, pero lo primero que me interesaba era conocer al proxeneta con el cual tenía que pactar las condiciones de mi estancia en aquel recóndito lugar, efectivamente el “bar” por llamarlo de alguna manera era un techado de chapa como una especie de terraza con cuatro mesas y ocho sillas desvencijadas sobre la tierra, una pequeña barra al fondo y una puerta que daba a una especie de patio, inmediatamente y contiguo a la terraza había una estancia bastante grande donde estaban las chicas, allí era donde vivían mas o menos hacinadas tenían como una especie de camastros y un infiernillo donde cocinaban, en ese momento yo conté alrededor de diez chicas, en el patio rodeado de espesa vegetación había como una especie de corralillo con cuatro cerdos vietnamitas bastante grandes y justo al lado una pequeña caseta de madera, curiosamente la única superficie de todo el recinto que estaba pavimentada con suelo de cemento era el pequeño corral de los cerdos. La verdad es que no había nada mas, bien es cierto que de camino al hotel habían otros recintos como este a ambos lados de la carretera, así por encima yo conté unos siete garitos distanciados suficientemente unos de otros. Sin esperar a que yo tomara la iniciativa se dirigió hacia mi, chapurreando un inglés elemental, el que al parecer era el proxeneta del establecimiento, era el único hombre que había, estaba el sentado en una de las mesas y las chicas en la habitación, con el poco inglés que hablaba y con el traductor del móvil pude comunicarme con él y él conmigo.

Sin ningún tipo de rodeos le expuse cual era mi propósito que no era otro que ser el inodoro de al menos una de las chicas durante quince días que me alojaría en el hotel, que no quería sexo alguno y que si era posible que esporádicamente alguna de las otras chicas también me usara pues mejor, también le dije que durante esos días quería que usaran ciertos artilugios que llevaba en la maleta para ejercer tortura genital, pero lo que era totalmente inprescindible es que todas absolutamente todas las necesidades que tuvieran que hacer las chicas que me usaran tenian que hacermelas a mi para que yo me las comiera y bebiera, eso era lo principal y lo que no se podía dejar de hacer bajo ningún concepto, le dije lo que estaba dispuesto a pagarle y que por ese precio el viera cuantas chicas podrían hacer el servicio, advirtiendole que además yo tendría que pagar el hotel y la manutención por los quince días de mi y de las chicas que estuvieran usándome. Después de explicarle varias veces al final parece que entendió lo que realmente quería, era bastante despierto, y me dijo que si lo que realmente quería era comer mierda y beber meados había dado con el sitio correcto, que no me preocupara por cuantas chicas me iban a usar, me dijo que no me iba a faltar alimento y que para eso él tenía el sitio adecuado, que me olvidara del hotel, que con lo que le tenía que pagar al hotel el se encargaba de que tuviera todo lo que yo había ido a buscar, al principio me pareció no entenderlo y tuve que volver a simplificar lo que realmente quería: ser un retrete humano las 24 horas del día y los siete días de la semana para el mayor número de chicas posible, entonces el dijo: “exacto” y levantándose de la silla me animó a que le siguiera, entramos al patio y se dirigió a la pequeña caseta de madera que estaba al lado de los cerdos, abrió la puerta y cual no fué mi sorpresa al ver que aquel habitáculo era nada mas y nada menos que una destartalada letrina de hoyo, él observó cual fué mi reacción al verla y por mi expresión dedujo que empezaba a comprender la idea y que me gustaba, entonces me explicó que el interior de esa letrina iba a ser mi alojamiento durante los quince días, que así no hacía falta hotel y que siendo así no había ningún problema con la policía por que no se estaba haciendo prostitución, además quién iba a saber que yo estaba alojado en semejante sitio? y que por el precio que le iba a pagar no había ningún inconveniente en que me usaran todas las chicas del establecimiento, había que tener en cuenta que era el único sitio disponible en todo el bar donde se podían hacer las necesidades. Yo no me lo podía creer parecía que había dado con el sitio que verdaderamente había estado buscando y le dije que si, allí mismo le pagué lo acordado y le pregunté cuando podíamos empezar, el me dijo que iba a hacer todo lo posible por que no me faltara lo que había ido a buscar y me dijo que tenía que acercarse al pueblo para algunas cosas que había pensado que podría necesitar para hacer posible mi estancia en el interior de la letrina, pero que sí mientras él iba al pueblo a por las cosas, yo quería esperarlo en el interior de la letrina, pues mejor. No me lo pensé ni un segundo: “estupendo” y allí mismo en la puerta de la letrina me desnudé y levanté la tapa de madera donde se encontraba el agujero para sentarse vi que el hoyo no era en absoluto pequeño, tenía alrededor de dos metros de diámetro y estaba casi lleno a algo menos de un metro de la tabla de madera del agujero, el me dijo que el hoyo tenía tres metros de profundidad y que al meterme que llevara cuidado de no hundirme, me explicó que la consistencia del contenido del hoyo era bastante blanda ya que al tratarse de un terreno con mucha humedad por la cercanía del rio, el terreno en vez de absorber la humedad del hoyo lo que hacía era aportar humedad al mismo impidiendo que se solidificaran los excrementos y para que no ocurriera ningún molesto percance mientras él iba al pueblo, ató una cuerda al tejado de la caseta para que yo me sujetara a ella para no hundirme en semejante inmundicia, le dije que sí pero que yo ya me había desnudado y quería meterme ya, el me dijo que tardaría alrededor de tres cuartos de hora y que esperaba a que me metiera para irse, me armé de valor y con una erección de campeonato cogí la punta de la cuerda con fuerza y me lancé al centro del hoyo. Efectivamente la consistencia del contenido era muy blanda lo que propició que me sumergiera completamente casi un metro sin llegar a tocar el fondo con los pies y gracias a la cuerda pude sacar la cabeza a flote completamente cubierta de excrementos, el al ver que ya había sacado la cabeza se fue tranquilamente después de volver a poner la tabla del agujero y allí me quedé yo dentro de una gran letrina rodeado y cubierto de mierda y meados por todos los sitios y apunto de abrir la boca para empezar a degustar lo que me esperaba los próximos quince días. Se ve que Keo, así se llamaba, antes de irse pasó por la habitación de las chicas y les explicó quién era yo y cuál iba a ser mi cometido, porque enseguida comenzaron a venir chicas a asomarse por el agujero para verme con bastante asombro por su parte, pero eso no fue impedimento para que hasta que Keo volviera alguna usara la letrina, cosa que hizo que me diera cuenta de que el agujero estaba un poco alejado y que si realmente quería alcanzar lo que las chicas dejaban caer era bastante difícil, no le di mucha importancia, porque no se desperdiciaba nada, lo que ellas hacían si no me caía encima caía al lado de mi cabeza, no tenía mas que abrir la boca y empezar a comer, no me engaño Keo cuando dijo que iba a tener toda la mierda que quisiera, no se me hizo larga la espera, varias chicas orinaron y dos  cagaron, lo de recoger al vuelo lo que caía era lo peor pero en estos momentos iniciales me pegué un pequeño atracón con todo lo que estaba a mi disposición a la altura de mi boca, lo único incómodo fue lo de tener que estar sujetándome continuamente de la cuerda para no hundirme, cosa que por cierto ocurrió un par de veces. Cuando llegó Keo tuve que salir del agujero, cosa que no fue nada fácil ayudado solo de la cuerda, embadurnado completamente de mierda no había nadie que me pudiera dar la mano para ayudarme, una vez fuera vi que había traído bastantes cosas, me dijo que todo eso era para que durante mi estancia en el interior de la letrina no tuviera que estar siempre sujetándome a una cuerda, y para asegurarse de que todo lo que entrara por el agujero de la letrina fuera directamente a mi boca, que eso era lo que yo había dicho que quería, los artilugios eran un poco rudimentarios pero totalmente efectivos, para que no me hundiera había ideado un tubo metálico de cinco centímetros de diámetro y cincuenta centímetros de largo soldado a una barra de hierro de ciento noventa centímetros de largo con una especie de estribos soldados a noventa centímetros de la parte de abajo del tubo, con una base cuadrada también metálica de ochenta por ochenta centímetros que junto con el tubo hacían un total de dos metros con cuarenta centímetros de largo, estaba pensado para dejarlo caer en el centro del hoyo y la gran base descansara en el fondo para que no se hundiera en el barro, luego yo cuando entrara en el hoyo otra vez, acomodaría mi agujero del ano en la punta del tubo y me iría hundiendo poco a poco hasta que todo el tubo estuviera  dentro de mi culo y mis pies pudieran descansar en los estribos, eso además de una tortura anal bastante fuerte impediría que me hundiera mas dejando mi boca por debajo del nivel de los excrementos  y mi nariz por encima, además al ser el tubo hueco facilitaria que yo pudiera expulsar a traves del mismo mis propios excrementos. El otro artefacto era una especie de cono como los que se ponen en las carreteras pero un poco mas largo (80 cm.) y mas ancho en la base (40 cm. diámetro), en la punta  le había puesto una embocadura en ángulo recto y tenía varias correas o gomas ajustables en la punta y en la base en la parte de arriba, en un lateral de la base había un agujero de unos quince centímetros de diámetro, la función del cono estaba clara, una vez dentro del hoyo y con el tubo introducido en el culo justo cuando  el nivel de los excrementos estuviera entre mi boca y mi nariz, se introduciría la embocadura dentro de mi boca y se ajustaría con las correas y gomas a mi cabeza siendo imposible que pudiera soltarse y salirse de la boca y la parte de la base se sujetaría a la parte de abajo de la tabla del agujero también con gomas para que todo lo que se echara por el agujero fuera directamente a mi boca, además el agujero que había en la parte de arriba era para alojar otro tubo de PVC que venía justo del corralillo de los cerdos, me explicó que en su día se hizo el suelo de cemento para que con una pequeña pendiente todas los excrementos  y los orines de los cerdos fueran directamente al hoyo de la letrina, pero dijo Keo que estando yo allí, era un desperdicio que fueran directamente al hoyo sin pasar por mi. Cuando terminó con la explicación yo seguía de pie en el borde del hoyo completamente embadurnado de mierda y dándole vueltas a todo lo que Keo había explicado y pensando en los próximos quince días tuve una erección que creía que me iba a explotar la polla, fue entonces cuando me acordé de los accesorios que llevaba en la maleta, se lo dije a Keo y los sacó, él mismo se quedó sorprendido por lo sutil de los “accesorios”, llamó a un par de chicas para que fueran ellas las que me los pusieran, se trataba de un ball strecher de seis centímetros de largo y siete centímetros de diámetro total con un peso de 800 gramos, con la particularidad de que una vez puesto en su sitio y ejerciendo una presión sobre los testículos el accesorio tenía una palanquita que al tirar de ella, por la parte de abajo, la que estaba en contacto con los testículos salían doce arponcillos de tres centímetros de largo que se clavaban directamente sobre los testículos y si seguía tirando un poco mas fuerte hasta romper la palanca entonces se bloqueaban los tornillos haciendo totalmente irreversible el poder retraer los arpones y poder desmontar el propio ball strecher. El otro accesorio era una jaula de castidad para el pene con un tubo hueco de quince centímetros para alojar dentro de la uretra, la jaula al igual que el ball strecher disponía de dos palanquitas una en la jaula y la otra en la punta del tubo y al igual que en el otro accesorio también servían para extraer pequeños arponcillos con la punta igual a las de los anzuelos que se usan para pescar, en concreto en la jaula de todos los barrotes a lo largo salían veinte diabólicos arponcillos con una inclinación en el sentido contrario a la apertura de la jaula que una vez que se clavaban en el pene si se intentaba sacar la jaula lo que hacían era que se clavaban mas todavía, igualmente pasaba con los veinte arponcillos que también salían del tubo y al igual que con el ball strecher si se seguía tirando de las palanquitas y se rompían entonces se bloqueaban los dispositivos haciendo irreversible el poder quitarlos.

Cuando terminé de explicarle a Keo los accesorios me miraba con cara de incredulidad y me dijo que nunca pensó que pudieran haber cosas como esas y ni mucho menos alguien dispuesto a usarlas. La verdad es que yo tampoco las había usado antes, pero con la excitación de la preparación del viaje las vi en una página de internet y las compré para esta ocasión, estaba muy excitado pensando que dentro de nada estarían puestas en mis genitales, lo único importante es que no se rompieran las palanquitas para que la cosa no fuera completamente irreversible y así se lo hice saber a Keo. El me dijo que ya estaba bien de hablar, que me había dejado hablar mucho porque en los próximos quince días no iba a poder decir nada, pero que ya se había terminado que lo que tenía que hacer era  ponerme todos los artilugios y sumergirme y encerrarme en el interior de la letrina. Primeramente tomó un cinturón y me lo ajustó a mi cadera con unos remaches que hacía imposible que el cinturón se pudiera abrir, luego puso dos esposas a cada una de mis muñecas y las aseguró al cinturón, dijo que eso era para evitar la tentación de que pudiera tocarme los genitales, pudiera coger el tubo del ano, pudiera alcanzar las correas o la embocadura del cono, en fín para que no pudiera hacer nada que no debiera. A continuación y con las manos ya bloqueadas llegó el momento de los accesorios, me daba un poco de miedo pero pensando  con la excitación que los había comprado estaba deseando tenerlos puestos, las chicas cogieron una botella de agua y me limpiaron por encima la zona donde los iban a poner no por mi sino por ellas para no mancharse, las dos chicas eran vietnamitas y parecía que no entendían mucho lo que Keo les decía, y después de una breve explicación una con el ball strecher y otra con la jaula las pusieron casi al unísono provocándome un dolor que no podía soportar, y también al unísono rompieron las palanquitas de los accesorios, resulta que habían entendido todo lo contrario en vez de que no tenían que romperlas ellas entendieron que había que romperlas. Keo no le dio mucha importancia y prosiguió con la ceremonia, me pasó la cuerda por debajo de las axilas y me colocó suspendido en el centro del hoyo y empezó a descenderme para que yo ayudado de mis pies orientara mi ano hacia el tubo que esperaba sumergido, no sin gran esfuerzo logramos que el tubo se insertara en mi ano a partir de ese momento la gravedad hizo el resto, poco a poco fui bajando con el tubo penetrando mi ano hasta que al fín encontré los estribos, menos mal porque el nivel ya había rebasado mi boca y estaba a punto de llegar a mi nariz, el hecho de que el tubo estuviera dentro de mi tanto trozo me daba bastante estabilidad, a continuación apoyado en un tablón, Keo  introdujo la embocadura del cono en mi boca y fijó contundentemente las correas y las gomas a mi nuca de manera que era totalmente imposible que el cono se saliera de mi boca, quitó el tablón y puso el tubo que venía de los cerdos en el agujero de la parte superior del cono y lo aseguró con un pasador, a continuación se despidió de mí con un “hasta dentro de quince días”, y puso la tabla de madera con el agujero encarado perfectamente con la base del cono al que aseguró con las gomas correspondientes.

La sensación era un poco extraña, insertado por un cilindro de grandes dimensiones por mi culo, lacerados mi pene y mis testículos por decenas de arpones con la punta de anzuelo, además de una manera completamente irreversible, hundido completamente en un pozo de mierda hasta la altura de mi nariz y totalmente oculto para todo el mundo en la mas absoluta soledad y oscuridad,  inmovilizado, con un gran cono insertado en mi boca y preparado para recibir todo tipo de inmundicias y excrementos humanos y animales durante quince días, si era un poco extraño pero solo de pensar en la situación me volvía loco de excitación con una gran erección que provocaba que los arpones de la jaula se clavaran cada vez mas y mas lo que también provocaba mas excitación y mas erección, era un círculo vicioso del que no podía salir, seguía escuchando a Keo por los alrededores y de pronto note como un montón de mierda y meados cayeron al cono, me di cuenta enseguida que provenían de los cerdos, fue Keo el que los empujó con un escobón diciendo que no se podía permitir que hubiera un solo momento en que no tuviera nada que comer  y que hacía dos días que nadie había echado lo de los cerdos a la letrina y que ya era hora, a continuación hablando el solo pero para que yo lo oyera dijo que además de lo de los cerdos iba a coger un cubo y llenarlo un par de veces directamente del hoyo para echarlo al cono, quería estar seguro de que el cono siempre tuviera “alimento” para que no hubiera nunca un momento en que el cono estuviera vacío además dijo que le iba a decir a las chicas que cuando vinieran a usarme y vieran que en el cono no hubiera cantidad que llegara a una marca que había hecho marcando la mitad del mismo, que automáticamente antes de usarme que echaran dos cubos directamente del hoyo al cono, Y estaba diciendo eso cuando noté que los dos cubos que había dicho que iba a echar los echó. Los cubos los llenaba directamente quitando una especie de tapa que había en el suelo en un lateral, yo no me podía percatar de cuándo eso sucedía, al igual que cuando alguien usaba el agujero ya fuera sentado o de pié por que el cono al tapar completamente el agujero me impedía ver lo que sucedía además de estar sumergido en la mas absoluta oscuridad.

Total que ya tenía mi primera ración, los orines de los cerdos eran bastante fuertes y las mierdas se parecían bastante a las humanas ya que estos cerdos se alimentaban con las sobras de las comidas que hacían las chicas, lo del pienso aquí no se conocía, y como tampoco sabía cuando me iban a usar y cuando no, sabía que el cono siempre estaría lleno para que no parara de comer y beber, y eso es lo que hice, intentaba comer con cierto ritmo incluso había pensado que puesto que no sabía cuando era de noche y de día, intentaría estar comiendo todo el día y dormitaría levemente en intervalos cortos, no quería dormir horas seguidas, tenía miedo a que por el sueño profundo me desestabilizara y me hundiera en el hoyo sin ninguna posibilidad de poder subir a la superficie, también me di cuenta de que al tener el tubo en el culo y estar mis esfínteres abiertos no me daba cuenta cuando yo mismo cagaba, lo de orinar era otra cosa debido a los arpones de la uretra, lo cual además de bastante escozor me provocaba gran excitación y esta volvía a provocar mayor erección con el consiguiente clavado de los arpones, el tema de los arpones era bastante recurrente, los de los testículos eran fijos salvo que por el propio peso del artilugio notaba como el escroto se iba alargando poco a poco, pero los arpones de la jaula del pene y del tubo de la uretra cada vez que el pene decaía en su erección y se encogía los arpones al estar clavados con la inclinación opuesta a la salida, las puntas en forma de anzuelo impedían que tanto la jaula y el tubo se salieran provocando que se clavaran las puntas posteriores de los anzuelos lo que a su vez provocaba dolor y excitación volviendo al estado de erección lo que a su vez volvía a provocar que los anzuelos se volvieran a clavar otra vez por la punta, esto era continuo de manera que llegue a orquestar un mecanismo psicológico de excitación continua mediante la erección deflación junto con la continua ingesta de los excrementos del cono y moviendome un poco con el tubo del culo, que me provocaba grandes orgasmos hasta el punto de casi perder el conocimiento.

Al ser la única letrina del establecimiento, las chicas cuando venían de trabajar vaciaban los preservativos en el único sitio que se podía, pero me fijé que los preservativos no los echaban por el agujero mas tarde pude comprobar que en el hotel se recogían todos los preservativos de todos los bares de los alrededores y que precisamente las chicas de mi establecimiento tenían el trabajo de reciclarlos para ponerlos otra vez en circulación, no solo eran los de esta zona sino que los traían de bastante lejos incluso desde Tailandia, las chicas regeneraban unos dos mil preservativos al mes, primero los vaciaban en una especie de balde el cual iba directamente al cono de la letrina, luego los lavaban, los ponían a secar y los volvían a doblar y envasar, por lo que cobraban unos cien dólares al mes por cada dos mil preservativos, la primera vez que echaron el balde al cono y me llegó la sustancia vino Keo para explicarme lo que era, como no podía ver nada no sabía nunca si cuando orinaban o cagaban si eran las chicas, Keo o cualquier cliente, muchas chicas no estaban muy acostumbradas a beber alcohol y los clientes se aprovechaban para emborracharlas y así abusar mejor de ellas, luego cuando volvían al bar, iban directamente a vomitar en el cono de la letrina, esto pasaba bastante a menudo, lo que pasaba es que como el cono siempre estaba bastante lleno, yo nunca me enteraba cuando pasaban las cosas y siempre tenía un mix de mierda y meados de chicas, de hombres, vómitos de las borracheras de las chicas, mierda y orines de cerdos, litros de esperma del reacondicionamiento de los condones, mezclum de todo ello cogido otra vez con cubos del hoyo… …

No todo era excitación continua había a veces momentos de angustia y depresión, sobre todo después de los agotadores orgasmos ya que estos se producían con un gran esfuerzo psicológico grandes dosis de dolor extremo y forzando la máquina con la ingesta de las inmundicias del cono, hay que aclarar que lo que estaba comiendo yo sabía que no era ningún manjar exquisito, sabía que era auténtica mierda en sus estados mas repugnantes, asi como meados, semen, vómitos, etc. y que en absoluto me gustaba, lo que me gustaba era la excitación que me producía tal estado de humillación, así como el dolor en los genitales o el tubo en el interior de mis entrañas, todo eso me excitaba hasta volverme loco, pero el asco existía, así como el dolor y la angustia, una de las cosas que me permitían sobrellevar todo ello era que sabía que toda esa situación por suerte y por desgracia tenía fecha de caducidad y que solo era cuestión de quince días, Keo yo creo que venía a visitarme, y ver que el cono estaba con su carga adecuada, todos los días y esto me permitía llevar poco mas o menos la cuenta de los días que llevaba y los días que me faltaban hasta que un día, según mis cálculos cuando solo faltaban dos para finalizar, en vez de venir Keo vino una de las chicas y con un inglés que casi podía entender me dijo que el día anterior vino la policía y se habían llevado detenido a Keo y que le había dicho mientras se lo llevaban que me lo dijera y que no me preocupara que enseguida estaría de vuelta, todo esto me lo dijo sin ni siquiera quitar el cono ni la tabla del agujero sin verme en absoluto y sin yo poder preguntar o decir nada, me dijo que no me preocupara que todo iba a seguir como hasta ahora y que Keo no tardaría mucho en venir, precisamente unas horas antes había estado pensando precisamente en que solo me quedaban menos de dos días y que por una lado me alegraba pero por otro sería capaz de seguir algún día mas, por eso pensé que la noticia de lo de Keo podría hacer que me quedara algún día mas, llevaba trece días sin ver ni hablar con nadie, no se el montón de excrementos inmundos que había tenido que comer, el dolor insoportable en mis genitales y en mi ano… … pero a pesar de todo ello estaba dispuesto a seguir en esta situación, al pensar en ello detenidamente me volvió a provocar una gran excitación con una colosal erección.

Los días fueron pasando y se hizo mucho mas difícil llevar la cuenta de los mismos, las chicas seguían con sus rutinas y el hecho de no estar Keo solo me afectó a que había perdido la cuenta de los días, por lo demás las chicas siguieron usando el cono de la letrina para sus necesidades, para limpiar el corralito de los cerdos, para desechar los baldes de vaciar los condones, para vomitar, para echar los dos cubos de mix del hoyo para asegurarse de que el cono tenía su nivel de llenado… para todo, yo al haber perdido la cuenta de los días y tener el sistema de dormitar de poco en poco aprovechando la total oscuridad sin parar de comer y beber, me desorienté por completo, hasta que seguramente después de muchos días en un momento determinado hoy la voz de Keo decir: “hola amigo”, no sabía si era un sueño o era verdad, pero al parecer era cierto, él siguió hablándome a través del cono, yo no podía verlo ni decirle nada y seguía estando en la mas absoluta oscuridad, me dijo que había estado cinco meses en la cárcel y que todo había sido por mi culpa, que la policía había encontrado mi maleta y se la habían llevado con todas mis pertenencias, billetes de avión, pasaporte, documentación tarjetas de crédito, dinero, ropa, zapatos, todo, absolutamente todo, que la policía le acusaba de mi desaparición y que él dijo que no sabía nada de mi, me dijo que dijo eso porque no podía decir dónde estaba yo verdaderamente, y que después de  toda la investigación de la policía me habían dado por muerto y que habían exculpado a Keo y que no le acusaban de nada, pero el problema ahora era que Keo después de todo lo que había pasado no me podía dejar salir de donde estaba, porque entonces sí que le acarrearía graves problemas y complicaciones, Keo me pidió perdón y me dijo que no me preocupara,  que él seguiría ocupándose de mí para que nada, de lo que yo le había dicho que quería, me faltara y que cuando él se diera cuenta de que el cono ya no se vaciaba intentaría obligar con una especie de cono para que tragara a la fuerza, y cuando después de una semana siguiera sin tragar, entonces aceptaría que había perdido un amigo. Las palabras de Keo me han despertado por completo, cinco meses, que barbaridad, ahora ya se que el final de mis días será aquí dentro de esta letrina, que ya no volveré a ver ni hablar con nadie y que nadie volverá a verme, y que hasta que ese día llegue, espero que sea dentro de mucho estaré en esta misma posición insertado por el culo, con mis arpones con puntas de anzuelo haciéndome ver las estrellas al tiempo que deshacen en picadillo mi pene, alargando cada vez mas mi escroto con mis lacerados testículos que creo que ya están cerca de las rodillas, a ver si consigo que lleguen al suelo del fondo del hoyo, y sin parar de comer todo lo que echan por el cono, solo de pensarlo vuelvo a tener una erección loca.