Vuelvo a casa unos días.
Después de que abusaran de mi durante 4 días, vuelvo a casa...¿para que?
Salgo de casa de Carlos, solo esta Encarni, limpiando lo que ensuciamos la noche anterior con Carlos, fue una noche de sexo y lubricante en todas las salas de la casa. Tengo hasta agujetas.
Cruzo un par de manzanas en busca de un taxi con la maleta en la mano, llena de ropa limpia, solo llevo tangas y lencería sucia. Después de 4 días sin salir de allí ya toca volver a casa. Subo al taxi y sonrío como una tonta, me vienen recuerdos de todos los días. Jorge, la ducha, las noches intensas, como me había cambiado la vida en pocos días. Pero volvía casa, tenía que cambiar un poco esa mentalidad.
El taxista me miraba por el retrovisor, yo le miraba a través de mis gafas de sol. Sus ojos subían y bajaban por el retrovisor. Incluso movió un poco este para ver mis piernas. Ya que llevaba una falda elástica. Sugerente pero era propiedad de Carlos. La verdad no me importaba alegrar la vista a un taxista o otro hombre necesitado.
Llegué a mi destino y entré a casa. A esa hora no tenía que haber nadie, todos trabajan. Pero escuché ruido en el fondo del piso.
-¿Hola...?
-Hola, no te asustes. Soy Iñaki.
En ese momento me asusté...NO sabía quien era Iñaki...
-Iñaki?
-Si el amigo de tu padre.- Apareció por la puerta de invitados-.
-Iñakiiiiii, que susto. -Me apoyé en la pared, con mi mano en el pecho, asustada-.
-Tranquila chiquilla...bueno mujer, que te has hecho una mujer. -Me abraza entre sus brazos-.
Iñaki era un amigo de toda la vida. Era de Navarra, conocía a mi padre porque eran viejos amigos del trabajo, habíamos ido a veranear juntos, fines de semana, cenas en casa, etc. Era más que algunos tíos para mi. Siempre que pienso en el pienso en su hijo, 5 años mayor que yo, cuerpo atlético, era nadador. Siempre jugábamos mucho cuando nos encontrábamos.
-¿Y que haces por aquí? Mis padres no me avisaron.
-Bueno, Marta, llegué ayer por unos temas de trabajo. Y tu padre no me dejó coger un hotel. Así que me e instalado en la habitación de invitados. La tuya te la e dejado. Que ya me han comentado que tienes trabajo.
-Bueno, ya sabes que podrías ponerte en mi habitación sin problema. Esta es tu familia.
-Que maja eres leche.
-Si vengo de trabajar de hecho, e estado unos días fuera.
-Que bien, no sabes lo que me alegro. Como as cambiado Marta, hacía como...3 años que no te veía.
-Nos hacemos mayores Iñaki.
Iñaki, me pego un repaso con su mirada poniendo como excusa que me hacía grande.
-Te dejo hacer Martita.
-Si ahora nos vemos.
Fui de nuevo al comedor, cogí la maleta y me metí en mi habitación. Como siempre hago me puse cómoda. Cuando estaba en sujetador y buscando que ponerme de la maleta, muy discretamente, apareció Iñaki en la puerta.
-Marta....Upps, perdón.
Pero el tío no quitó su mirada de mi cuerpo desnudo. Yo la verdad no me inmute mucho.
-Dime, ¿que querías?
-Sí, perdón. ¿Comes aquí?
-Sí, ¿tú también?
-Claro, si quieres te cocino algo.
-Perfecto. :D - Le sonreí y se fue directo a la cocina-.
Me deje la falda elástica pero con una camiseta ancha arriba y unos calcetines gordos abajo. De por casa vamos.
Ya en el comedor y recogiendo un poco para que mis padres no se quejaran. Íbamos charlando con Iñaki.
-Que buena olor Iñaki.
-No mejor que la tuya.
No podía ser, estaba alucinando, como estaba Iñaki...
-JAJAJAJA, gracias Iñaki. Tu siempre tan detallista.
-Y más cuando tengo una chica preciosa delante de mí.
-Aixx..no será para tanto.
-Te digo que si, que te has desenvuelto muy bien. Te pareces a tu madre de joven.
-Si eso dicen.
-Lo ves, me fijo mucho.
Iñaki no paraba de tirarme puyitas y yo le seguía el rollo, era un buen hombre.
Comimos y Iñaki me dejó porque tenía que atender unas llamadas. Yo me puse a recoger y limpiar los platos sucios.
Cuando estaba ya acabando, poniendo los últimos platos en el lavavajillas, que solo me traía buenos recuerdos ;), me quedé enganchada con una pulsera en el fregadero. La pulsera me apretaba y me cortaba la circulación.
-AAAhhhhh...AAAAhhhhh....-. Grité de dolor-.
-¿Marta?
-AAAhhh....Iñaki ven por favor. Ayúdame..
-Que te ocurre Marta.
-Me e quedado pillada con la pulsera en algo del fregadero, ayúdame.
-A ver... - se acercó a mí, mirando que pasaba...Se agachó y su brazo frotaba mis piernas-.
-AAAhhhh...me aprieta en la muñeca.
- Joder no veo lo que es...- Decía cada vez más estirado en el suelo-.
Coge un poco de limpia platos y los pasa por mi muñeca.
-A ver a hora...- se pone detrás de mí rodeándome con sus brazos. Su cuerpo se acopla al mío.
-AAAhhhhhh......AAAAhhhhhh.....
-Joder Martita, parece otra cosa esto...
-Iñaki....
-Es que vi que no llevas braguitas, al agacharme y...pensé que querías algo más. Esta falda, tu que estas tan simpática, yo tan necesitado...
No llevaba braguitas porque las tenía sucias de casa de Carlos. Y ese día salí de su casa sin ellas. Nada extraño, ¿no creéis?
Iñaki posa sus manos en mis caderas, como si me estuviese follando por detrás.
-Mira es que se te ha subido hasta tu faldita nena...
-AAhh, pero, estoy aquí atascada...
-¿Quieres que te desatasque Martita?
Sus manos acarician mis caderas y noto como acerca su pelvis a mi culo... Con dos dedos haciendo la pinza, me agarra la falda y la sube un poco.
-Iñaki por favor. Si me salvas de esta te compensaré. – Intentaba sobornarle como podía, aún que eso me perjudicara más adelante-.
-No hace falta, cariño, ya soy suficiente apañado.
-Iñaki...
-SSShhhhhhhh....- Me pone la mano en la boca para que no hable-.
Mi falda acaba de subir hasta mi cintura, sus manos se cogen a mis caderas... Noto como algo caliente reposado en mis nalgas. No puede ser, ya la tiene fuera y dura. Madre mía, pero todo en mi vida se relacionaba con el sexo y maduros. La situación para Iñaki era de lo más excitante, seguro. Para mí un poco extraña hasta el momento.
De repente dejo de notar la fuente de calor en mi nalga y de repente de nuevo entre mis langas. No hace presión, pero si friega su polla entre mis nalgas. Su mano tapando mi boca hace que tenga que estar muy cerca de mí. Iñaki no era un hombre precisamente alto. Cosa que yo sí.
Su otra mano, se posa entre mis piernas y hace presión hacía a fuera, haciendo que me abra un poco más. Mis piernas se separan. Su polla sigue entre mis nalgas y él va fregándola entre ellas. Ahora lleva su mano a mi teta. Solo tiene una mano libre y le limita mucho. Mi respiración empieza a acelerarse. Joder, que morbazo de situación. Me agarra pellizca la teta, pero no consigue pellizcar el pezón. Así que deja mi teta y pone de nuevo la mano en la cadera.
Ahora se centra en mi culo. Lo acaricia, agarra con la mano mis carnes. Y mientras hace eso, noto como su saliva aterriza en mi culo, entre mis nalgas.
-UUuhhh...
-¿Te empieza a gustar Martita?
-Me duele...
-SSHHH.....
Empieza a jugar con su polla y la saliva entre mis nalgas. Sube y baja sube y baja. Friega su polla entre mis langas como si me follara. Presiona sus caderas contra mis nalgas y noto como mi ano es frotado por su polla dura. De nuevo una mano va a mi teta y vuelve a buscar mi pezón.
Me agarra fuerte la teta y noto como presiona aún más su cuerpo contra el mío.
-Aaghhhhhhh...AAAghhhhh...Siii jooodeeerr..... AAAAAAHHHHHHHH....
Si, ese calor y ese líquido pegajoso, era su semen, se había corrido en mis nalgas y sin penetrarme, que hombre más morboso JODER!!!
Ahora más lentamente sigue refregando su polla. Me tenía mordiendo mi labio inferior, me había puesto muy cachonda esa situación. Y inconscientemente me tenía con el labio pillado y se adivinaba mi excitación.
Mi culo está todo perdido de semen, Iñaki se aleja y me mira. Le sonrío y vuelve a ayudarme a liberar mi pulsera. Pero solo cogerme la mano, descubre que la tengo suelta. Que hacía rato que ya no estaba enganchada. Los dos nos hacemos una sonrisa mutua.
Ahora soy yo la que le digo:
-SSSHhh...Será nuestro secreto. - Me acerco sensualmente a ese hombre. La situación era extraña, ya que era más bajito que yo-.
-A lo mejor alargo mi estada por aquí Martita.
-jajajaja.
-Por cierto, ¿acostumbras a ir siempre sin braguitas?
-Solo cuando estás tú en casa.
-UUfff...que zorrita está hecha.
Iñaki se limpia la polla con un trapo de cocina. Yo bajo mi faldita arreglándome un poco.
-Martita, si necesitas nada, ya sabes dónde estoy.
-Claro, Iñaki.
¿Queréis que Iñaki me vuelva a follar?
BSS...
Martita.