Volviéndome putita

Esta es la historia de como renació la putita que siempre tuve adentro con el técnico.

Comenzare este relato disculpándome si hay algún error de redacción, escribí el relato en medio de una clase aburrida jaja. Me presento, soy Laura, tengo 20 años y vivo en la ciudad de Bogotá. Para empezar a describirme diré que mi mayor atributo sin lugar a duda son mis nalgas ya que gracias a genética y ejercicio de vez en cuando, tengo un par de nalgas bien paraditas y con gran volumen de tal forma que con cualquier tipo de pantalón siempre logran sobresalir, soy delgada y debido a esto no tengo un gran busto pero siempre lo logro hacer resaltar. Ya habiéndome descrito empezaré a contar lo que me paso hace dos años  más o menos.

Cuando empecé la universidad mis papás decidieron alquilarme un apartamento cerca a la universidad para así mantener mi calidad de vida y aumentar mi tiempo de estudio (ya que según ellos perdería mucho en desplazamientos de la universidad a la casa). Debido a lo anterior, desde mis 17 años vivo sola en un apartamento sencillo al norte de la ciudad.  Todo fue muy bien desde el comienzo, la vida de una universitaria normal, de vez en cuando planes con algunos amigos pero nada más allá, cabe resaltar que siempre he sido muy caliente pero por temas de seguridad y confianza decidí llevar mi vida tranquila sin novios ni rollos en la universidad, mis masturbadas 3 o 4 veces a la semana no me faltaban pero no sentía la necesidad de volver a tener una verga.

Cuando ya llevaba medio semestre viviendo en el apartamento se me daño la ducha por lo cual mis papás prosiguieron a llamar a un técnico para agendar cita para su arreglo. La cita quedó para el sábado a las 10 am y como buena adolescente viviendo sola el viernes anterior salí de fiesta con mis amigas y por lo tanto el sábado ni se me paso por la mente la cita con el técnico. Muy a las 10 am sonó el citofono avisándome que había llegado el técnico lo cual le tomó por sorpresa y en pijama ... unas tangas (por comodidad siempre duermo así desde que vivo sola). Por el afán alcance a ponerme mi bata de pijama, la amarre a la cintura y ya quedó.

Al abrirle al técnico me di cuenta que era un hombre joven (unos 26 años), traía su ropa de trabajo y un maletín de herramientas. Le hice pasar y seguí adelante para enseñarle en donde era el baño y cuál era el problema, al voltearme vi como su mirada había cambiado, de había vuelto más sugestiva, sentía como me comía con su mirada, lo dejé en el baño con la ducha y me fui a la habitación algo confundida, al verme al espejo me di cuenta del porque su mirada... del afán cuando me amarre la bata quedo muy arriba de tal forma que se me alcanzaba a notar el comienzo de mis nalgas y claro al ir adelante de él le di una pequeña vista de mis nalgas desnudas lo cual me calentó un poco, sentí como empecé a mojarme y mis pezones se pusieron duros.  Así que sin pensarlo decidí empezar a jugar un rato con el esperando una buena masturbada después de que se fuera.

Teniendo en cuenta que mi apartamento era justo para mi, mi habitación no tenía puerta y desde baño se alcanzaba a ver el reflejo del espejo así que aprovechando esto decidí empezarme a cambiar, hice un ruido brusco para asegurarme que el técnico volteara a ver y se topara con mi reflejo en el espejo. Empecé poniéndome de espaldas y quitándome la bata y quedando solo en mis tangas que ya a este punto estaban empapadas de lo excitaba que estaba, me agache a buscar algo en el armario dándole una vista completa de mi vagina aún cubierta por la tanga, agarre un leggings negro bastante delgado para asegurarme de que al ponérmelo se iba a transparentar y parecería como si no tuviera nada puesto. Me lo puse muy lentamente, agarré un top de hacer ejercicio y también me lo puse, mire de reojo por el espejo y efectivamente, estaba el técnico de pie viéndome por el espejo y con su mano dentro del pantalón. Esto me excito demasiado, sentía como mi vagina estaba caliente, muy mojada y con ganas de saciar esas ganas así que me corri a un lugar donde no pudiera ver para poder masturbarme un poco a solas, metí mi mano en el leggings y sentí lo mojada y caliente que estaba, empecé a masturbarme pensando en que me cogían duro, estaba tan caliente que no me importaba que a unos pasos estuviera el técnico, me estaba masturbando delicioso y cuando estaba apunto de venirme escuche al técnico llamarme por lo cual tuve que detener mi masturbada y tratar de componerme  un poco aunque era imposible disimular lo rojo de mis cachetes, mis pezones muy duros y mi mirada de diabla.  Al llegar al baño fue imposible no notar el bulto en su pantalón, se notaba que tenía su verga dura y erecta lo cual me excito mucho más al punto de sentir la necesidad de tener esa verga entre mis piernas.

-técnico: señorita la ducha ya quedó, se había quemado la resistencia pero solo era cambiarla y quedó funcionando, si quiere puede comprobar que calienta - se corrió un poco para dejarme pasar

-A listo! Perfecto! - aproveche que el espacio para pasar a la ducha era reducido y pase dándole la espalda de tal forma que al pasar sentí su verga erecta en mis nalgas lo cual me tenía a estallar de lo caliente que me puso. Comprobé que la ducha funcionara y efectivamente el agua ya salía caliente pero eso no iba a acabar ahí, necesitaba una cogida como nunca así que de vuelta pase de nuevo por el mismo sitio pero esta vez mucho más pegada a él, y el ni corto ni perezoso el sentirme aprovecho para restregarme toda su verga en mi cola y al ver que no me quite ni dije nada puso una de sus manos en mi cadera pegándome mucho más el mientras con su otra mano me agarró de la garganta, sentía que no podía más de lo calienteque estaba y el lo noto, empezó a dirigir su mano a mi vagina

-pero que putita eres, mira como estás de mojada que hasta mojaste el pantalón. Tan pequeña y tan diabla - y empezó a masturbarme por encima del pantalón, yo no podía decir nada solo gemía, me tenía como perra en celo y de alguna manera me excito más que me tratara de puta, con tan solo esa masturbada estaba que me venía

-si! Sigueeeee! Me voy a venir!!! - empezó a mover sus dedos más rápido y sentí como empecé a tener el mejor orgasmo que había tenido en mucho tiempo, perdí la fuerza en mis piernas y no pude evitar gemir como nunca! Sin dejarme descansar me puso contra la pared y de un solo tiro bajo el pantalón con las tangas y puso su mano en mi vagina totalmente mojada

-PUTAAAA! Me tienes tan caliente! Ese culito me tiene como loco desde que entre! - y me pego una nalgada, me excito como nunca y no pude evitar gemir lo cual lo alentó a seguirme nalgueando mientras con la otra mano se quitaba el pantalón, al ver su verga quede sorprendida, era un poco más larga del promedio pero bastante gruesa!

-metemela ya! Quiero sentirla toda adentro- le dije desesperada y con todas las ganas de volverme a venir

-con que quieres mi verga putita? -me decía mientras la restregaba en mi vagina

-ahhhhh si!!! La quiero toda

-pídemelo puta! Quiero escuchar como suplicas verga

-metemela por favor! Quiero verga ya! Quiero tu verga - y sin terminar de hablar sentí como de una embestida me la metió toda!!! Y empezó a meter y sacar duro y rápido, como si no cogiera hace rato! Me agarraba del cuello y me cogía duro, era la cogida más dura y deliciosa que me habían dado hasta el momento, no podía parar de gemir y sentía que me venía de nuevo, cada embestida me hacía ver el cielo! Estaba como loca de lo caliente que me tenía y el cada vez me daba más duro y rápido. De pronto la saco de la nada y me volteo, me agarro de la cintura y me alzo y recostó en la pared, Lo abracé y sentí como me lo metió duro y hasta el fondo! Era la mejor cogida que me habían dado y el estaba como loco dándome duro! Cuando empecé a sentir otro orgasmo, más intenso que el anterior, sentí como todo mi cuerpo se estremecía y me mojaba toda! El tampoco pudo más, me bajo al piso

-trágatela toda putita! Como buena niña tomate tu lechita- y me metió su verga a la boca y se vino en ella, me tragué todo y quede tirada en el piso!

-tan pequeña y tan puta! Vaya vaya! Desde que te vi con esa bata y mostrando todo sabía que eras mala pero que me calentaras de  esa forma en el espejo me sorprendió! Te tenía que coger puta! Y que cogidota! - me dijo mientas se vestía, yo había quedado en el piso agotada, las piernas me temblaban y no me había recuperado aún. Cogió sus herramientas, salió del baño y un rato después sentí como se cerró la puerta del apartamento. Cuando me levante salí y había dejado su número de teléfono en la barra y un mensaje “llámame cuando quieras ... PUTITA”