Volviendo a tí II

Lo que pasó entre nosotras

-          ¿Por qué lo hiciste?

-          Dijiste que esto sencillamente se limitaría a falso o verdadero

-          ¿no tengo derecho a una explicación?

-          ¿Qué es lo que tanto quieres que te explique? Paso y ya!

-          Ah! Así? Casual! Te acostaste con tu amiga, nada paso, solo fue un acostón, eso es todo lo que significo para ti verdad? no se siquiera por que me molesto en preguntar!

-          Natalia basta! ¿por qué quieres hacer un melodrama de esto?, yo no te obligué, si sucedió créeme que no fue por que …

-          ¿Porque tú quisieras? Así de desagradable fue para ti?

-          Deja de mal a completar mis frases, iba a decir que no fue por que yo lo hubiera planeado…

-          ¿O sea que si querías?

Me le quedé mirando fijamente, por unos instantes que me parecieron interminables,  ¿cómo es que tenía la sin vergüenza de preguntarme eso? Tal vez nunca lo habíamos dejado tácitamente dicho, pero sabía, era un secreto a voces,  lo enamorada que estaba de ella.

Empecé a valorar la idea de decirle que sí, que la amaba locamente y en secreto desde siempre, que moría por vivir eso con ella, pero no en esas circunstancias, no así! Quería que ella fuera consciente, no por que estuviera bajo los efectos del alcohol o despechada por su novio, a pesar que nunca la forcé, tal vez  inconscientemente me aproveche de su situación, eso significaría que yo jugué sucio...

-          Siempre lo has sabido

-          ¿qué querías un acostón conmigo?

-          No, al menos no de ese modo, sé que no tengo excusa para justificar mis actos, pero si algo puedo apelar a mi defensa, es que yo hice lo que estuvo en mis manos para resistirme a ti, pero tú estas más allá de mi control...

Lo había dicho por fin, este era el momento en el que ya no volvería a haber vuelta atrás, sabía que me estaba arriesgando a perderla, pero a veces sienta tan bien la verdad.

Nos quedamos en silencio, en mi mente no paraba de rememorar, todo lo que esa noche había pasado, me habían llamado al móvil mientras cenaba con Jackie, que si podía pasarla a recoger por que se le habían pasado las copas y estaba empezando a ponerse impertinente, por su puesto que Jacks se molesto, pero terminó entendiéndolo, así que la pasé a dejar y me fui por Nat. Cuando llegue confirmé lo que me habían dicho, apestaba a alcohol, así que pague su cuenta, y como pude la subí al auto, esperaba que se comportara como cualquier borracha, que se durmiera o vomitara o algo de ese tipo, pero no, empezó a decir lo mucho que odiaba a Daniel (su novio, o su exnovio, la verdad no tengo idea cuál sea el estatus de su relación actual) por lo poco hombre que era, así que me limite a asentir y escucharla tranquilamente, llegando a la casa, con mucho esfuerzo la subí a su habitación, hubo un momento en que de verdad me peso tanto que evalué la posibilidad de dejarla en la sala, pero no quería que hiciera sus gracias ahí, más valía que fuera en su cuarto

- Buenas noches Naty, intenta descansar, cualquier cosa estaré a lado y vendré de inmediato

- Mejor quédate a dormir conmigo

- No Nat, es muy pequeña tu cama

- Entonces déjame dormir contigo, la tuya es bastante más grande

- Nat, sabes que no puedo hacer eso, ya sabes bien quién se enojaría…

- Te traen cortita eh! Pero esta bien, algún día te darás cuenta que esa mujer no es para ti

- ¿Qué dices? Ai Nat, estas muy ebria, estaré a lado

- Me das un beso de buenas noches?

- Vaya que el alcohol te pone muy infantil

Estaba sentada en la orilla de su cama, así que me acerqué a ella, para besarla en la frente, algo inocente, por que de verdad que yo no quería aprovecharme de ella, hace tiempo que ya me había hecho a la idea de que entre ella y yo nada pasaría, a veces me hacía dudar, pero siempre apele a que eran figuraciones mías.

- Pero bien

Estaba reincorporándome cuando tiró de mi saco hacía ella, logrando que volviera inclinarme, y sin verlo venir, me besó o la besé, que más da, eran los labios más dulces, los recordaba a la perfección, sentí un estremecimiento en todo mi cuerpo, pero el olor a alcohol me regresó a la realidad, ni siquiera me molesté en reclamar nada, por que sabía que no lo recordaría, así que me levanté

- ¿Por qué te vas tan rápido?

Se levanto ella también y me tomó de la mano diciendo:

- ¿Por qué te vas si no me has ayudado a cambiarme? Siempre me ayudas

- Esta bien, vamos a hacerlo rápido, por que muero de cansancio

Estaba intentando restar importancia al suceso, al final sólo se quedaría para siempre ese recuerdo en mi memoria, torturándome día tras día, como tantos otros. Me recargué en la pared, bajé el cierre de su chamarra y se la quite,  empece a desabotonar su blusa, me levanto la cabeza, se acercó un poco más, me tomó de la cara, se quedo mirándome, y se acercó para besarme, la tome de la cintura, y la termine de acercar a mi, mi respiración se comenzó a acelerar, con un simple beso, eran los labios más suaves que jamás alguien podría sentir, me ganó el peso de mi consciencia y la separé de mí

- Nat, basta, deja de hacer esto otra vez. Sólo logras desestabilizarme

Ese era un comentario más para mí que para ella.

- Ah sí?

De alguna forma sus hábiles manos desabotonaron mi pantalón y dijo:

- ¿Esto te desestabiliza?

- Por favor, detente ya, esto no esta bien

Lo dije más en tono de suplica, que de manera convincente.

- ¿porqué te me resistes tanto? Si yo sé que lo deseas, tanto como yo te deseo a ti

Esas palabras fueron una especie de detonador en mí, así que sin más reparos la acerqué a mí, y la besé casi con apremio, terminé de desabotonar su blusa, y se la saqué, como pude me senté en la cama y ella se colocó arriba de mí, coloqué mis manos en su espalda y seguí besándola, baje a su cuello y continué ahí, en ese momento soltó el primer gemido de la noche, seguí besándola, quería hacerla mía, llevaba tanto tiempo deseándolo, desabroche su bra, y me quede maravillada al contemplar tan hermosa mujer, me lleve uno de sus senos a mi boca, mientras que el otro con mi mano lo  estrujaba, esta mujer era una diosa, siguió gimiendo, y escucharla, me ponía tanto como ella, me detuvo por un instante, pero solamente para quitarme el saco que llevaba, se inclino totalmente sobre mí, así que termine totalmente recostada en la cama, ella arriba de mí, me desabotonaba la blusa, cuando por fin terminó me la saqué también, quedando solamente en bra

- Dios! Vale la pena cada una de las horas que gastas en el gimnasio, en cambio yo…

- Eres la mujer más bella podría conocer jamás

La tomé del rostro y la comencé a besar, primero lentamente, ya no tenía prisa, la junté a mi, y por fin entendí eso de “un solo cuerpo”, la voltee y ahora me quede yo arriba de ella, me acerque a su oído a besarla y por muy intensa que estaba la situación, no pude evitar preguntarle:

- ¿Estas segura que quieres hacer esto?

- Siempre he querido

Me recargue sobre mi costado derecho y desabotone su pantalón, se lo quité tan rápido como me fue posible, coloque una de mis piernas en medio de las suyas y la empecé a rozar, me quedé chupando sus perfectos senos, de verdad que uno podría recrearse en ellos, tomo mi mano derecha y la dirigió a su vagina, presione mi mano y note que estaba totalmente mojada, fui metiendo de uno en unos mis dedos en ella, que para el momento no paraba de gemir, los movía en ritmo lento, por que no quería que acabara tan rápido, quería que mi momento durará para siempre, pero a los pocos instantes comencé a sentir sus contracciones y sabía que y no tardaría nada en correrse, así que aceleré el ritmo, mientras que con mi pulgar no paraba de acariciar su clítoris, le seguí besando el cuello, mientras la escuchaba gemir, apremiándome a ir más rápido , finalmente se corrió en mi mano y tuve su primer orgasmo.  Espere a que se tranquilizara y salí de ella. Me beso suavemente y ya exhausta me dijo:

- Gracias por esto, créeme que por ti me haría lesbiana.

No supe que contestar a eso, me quede pensando, esperando a que se recuperara, por que esto no hacía más que comenzar, pero cuando voltee a verla, estaba totalmente dormida, tenía una expresión tan angelical, que lo único que atiné a hacer fue soltarle la mano, darle un beso de buenas noches y meterla dentro de las cobijas. Me retiré a mi cuarto, primeramente no cabía de felicidad en mi misma, ella había dicho que me deseaba! Aunque eso no significara más que algo meramente físico, aunque por algo se empezaba, pero luego llego el momento del remordimiento, ella esta ebria, no me lo había dicho mi Naty, me lo había dicho el efecto del alcohol en ella, además quedaba el hecho que me estaba convirtiendo en una infiel, así que al final de todo me terminé sintiendo la peor persona de la faz terrena.

-          Lo siento mucho, supongo que lo mejor será olvidarlo,  a menos que te incomode mi presencia, entonces buscaría otro lugar…

-          Nunca me incomodaría tu presencia, esta es tu casa, y puedes quedarte en ella tanto como quieras, pero basta ya estoy harta de hacer eso, esa es siempre tu estrategia, venir, crearme expectativas, y después nada, para que querías ahondar en el tema, si al final ibas a resolver olvidarlo, lo mismo hiciste en Europa, y ahora otra vez lo estas haciendo

-          Lo de Europa fue distinto, era una situación donde peligrábamos, además tú estuviste de acuerdo en que lo hiciéramos

-          Sí estuve de acuerdo en hacerlo en Paris a las 2 de la mañana, pero en Amsterdam y en Florencia y en Zúrich  también estábamos en peligro?

-          Te responderé del mismo modo, yo nunca te obligué a hacerlo, además nunca tocamos siquiera la 2da base, fue una cuestión inocente.

-          Es que ese es el problema, siempre minimizas las cosas, para tí todo es inocente, o pequeño y sin importancia.

-          ¿Qué podría significar esto para ti?

Para ese momento ya estaba de pie por la exaltación, se acercó me tomó del cuello y me inclinó hacia ella, siendo perfectamente consciente de lo que planeaba, durante micro instantes sopese la idea de rechazarla, que tomará consciencia, que a pesar de que yo quería todo con ella, lo quería bien, pero pudo más mi deseo que mi orgullo, así que sin resistencia me deje llevar durante segundo que me parecieron horas, no se cuento tiempo estuvimos besándonos, pero lo que me devolvió a la realidad fue  la presencia de una mirada, mi novia estaba parada en la entrada de la puerta, no pude distinguir entre desprecio, decepción o coraje, ´no tenía idea de cuanto llevaba ahí parada contemplando la escena

-          Vaya reunión importante la tuya, así que era a ella a la que no podías decir que no, verdad?