Volviendo a tí I

Todos los que esperen una historia sencilla, no pierdan su tiempo aquí, ya que esta es una historia llena de encrucijadas, altibajos y recovecos, en fin es la historia de todo aquél que quiera hacerla suya.

Dicen que la mejor forma de olvidar a una mujer, es convertirla en literatura, así que ocupare este espacio para hablar de nuestra historia…

-          ¿Hasta cuando vamos a seguir pretendiendo que nada pasó?

-          Nat, enserio ¿de qué estas hablando?

-          De la noche del Martes, y sabes muy bien de que estoy hablando, o me vas a venir a decir que estos morados del cuello fueron por generación espontánea?

-          Natalia, esa noche estabas muy ebria, por eso es bastante asequible que no recuerdes quién te los haya dado en el bar al que fuiste, y te repito como que dije ayer y el dia antes de ayer qué yo sólo fui por tí y te traje a casa.

-          Necesitamos hablar Alejandra, y hablar con sinceridad, no podemos seguir así.

Conozco a Natalia desde hace más de 6 años, la primera vez que nos vimos fue en la universidad, pero de igual modo, cómo siempre le digo: estábamos destinadas a conocernos por que vivía a 2 casas de la mía. Ambas nos habíamos graduado hace poco más de 1 año, ella de ingeniería en sistemas y yo de administración. Vivíamos en el mismo departamento desde hace unos meses, aunque originalmente era mío, me lo habían regalado mis papas con motivo de mi graduación, así que cuando le llegó una oferta de trabajo de la ciudad, me pidió que si se podía mudar a mi piso y desde ese momento se volvió mi roomie.

Pero vayamos más al fondo, como mencioné inicialmente, la conozco desde la universidad, estudiábamos juntas.  Natalia es el tipo de chica en quién uno no acostumbra fijarse a la primera, aunque es raro, ya que es una chica linda, tiene unos ojos verdes hipnotizantes, de esos que hacen que te pierdas en ellos,  es de Costa Rica así que es de piel morena,  no mide más de 1. 55, cabello lacio castaño claro, tiene una sonrisa que hace que se te detenga la circulación y por extraño que parezca no fue ninguna de estas cualidades la que hizo que me enamorara de ella, claro que ayudaron, pero no fueron lo esencial. Lo que más me atrajo de ella fue su madurez, no era una chiquilla tonta llegando a otro país de intercambio sólo para tomar nuevos aires, ella era totalmente centrada, sabía lo que quería, continuamente tenía un tema de que hablar, extremadamente culta, muy inteligente y siempre siempre tenía un punto de vista forjado, sé que ahora mismo he de parecer yo la rara, pero ciertamente nunca me fijo primordialmente en el cascarón, me interesa saber que hay detrás de,  y lo que había detrás de Natalia era exactamente lo que buscaba, alguien segura de sí misma, que me retara intelectualmente y que me hiciera desear ser una mejor persona para ella. Cumplía con todas las características, la que no cumplía era yo, tendría que haber nacido hombre, para entrar en el radar de ella, era totalmente heterosexual, sin posibilidad a cambio. Así que más pronto que tarde me hice a la idea de que lo más que llegaríamos a ser, era amigas.

Con el tiempo la idea se hizo mas tolerable, me seguía encantando, pero la veía ya como un amor platónico, además tenía un buen tipo por novio, sabía que no le haría daño, al final ella más que nadie se merecía lo mejor.

-          ¿Estas sugiriendo que miento?

-          Estoy sugiriendo que no me estas diciendo toda la verdad

Y aquí estábamos otra vez, era el 3 día que teníamos la misma conversación, aunque en algo tenía razón, de verdad teníamos que hablar.

-          Servida ingeniera, ha llegado usted a tiempo a su destino.

Todos los días pasaba a dejar a Natalia al trabajo, por que me quedaba de paso a mi trabajo, generalmente eran mañanas muy interesantes por que siempre había algo nuevo de que hablar, pero estos últimos días había estado bastante tensa la situación, apenas nos mirábamos, no hablábamos y si lo hacíamos era para volver a tocar el tema, donde en instantes nuestro diálogo se hacía insostenible y volvíamos al silencio.

-          De verdad quiero que hablemos,  te espero esta noche para cenar

-          Esta noche ya he quedado con Jackie, y ya sabes…

Jackie era mi pareja actual, llevábamos un par de años saliendo, y hasta hace unos meses, todo pintaba color de rosa, sí teníamos problemillas pero eran cosas sin importancia,  desde que Natalia se mudo a mi piso, las cosas empezaron a complicarse un poco más entre nosotras, tal vez porque de no haberme pedido Nat ser mi rommie, Jackie se habría mudado conmigo, y eso a su parecer habría sido el siguiente paso en nuestra relación.

-          Mírame a los ojos

Odiaba que me pidiera que la viera fijamente, siempre había tenido la habilidad de desarmarme, sólo haciendo eso.

-          Esta bien, te veré en la cena

-          Hola muñeca!  ¿Cómo estas?

-          Bien amor, ¿qué pasa?

-          Nada, sólo llamaba para saber cómo estabas y…

-          Vas a cancelas la cena de hoy, verdad?

-          Cancelar? no, para nada, la voy a catafixear

-          Ya habíamos quedado que nos veíamos hoy, por que nuestra noche anterior la arruinó tu…

-          Basta! Ya te dije que fue una emergencia, y ya se disculpó muchas veces

-          Pues sí, pero sucede que siempre tienes un buen “argumento” para no pasar tiempo conmigo

-          Jack, esto es importante, es mi trabajo, de verdad quieres que le diga a mi jefa que no puedo ir a la importante reunión de negocio de esta noche!

-          Lo que de verdad quiero, es que me des mi lugar

Lo que me faltaba, mi novia, haciéndome un drama por no ir a cenar 1 vez con ella, la verdad es que ya estaba algo cabreada desde hace unos días, cuando Natalia interrumpió nuestra cena, por que se puso hasta las manitas, que tuve que ir por ella, y llevarla a casa.  Tengo que admitir que detesto la mentira, y de verdad si Jackie fuera un poco más abierta y odiara un poco menos a Natalia, le abría dicho con quién y en donde iba a estar.

-          Jack en serio, es una cuestión de trabajo, y ya te he dicho que te lo voy a pagar con creces mi amor, dime, ¿qué quieres que haga para recompensarte de tanto mal que te hago?

-          Por que no te puedes tomar nada en serio?

-          Ok, entonces, que me propones que hagamos? Qué sigamos discutiendo interminablemente por un sinsentido?

-          Esta bien, como siempre, tú ganas! Nos vemos en el Frida a las 3.00, en punto para comer

-          Cómo usted mande, alteza

-          Te amo

-          Y yo a ti

Problema resuelto!  De verdad odio mentirle a Jackie, pero hay circuntancias que no hacen más que empujarte a eso.

La comida transcurrió con calma, cuando estábamos sólo Jackie y yo, el mundo parecía no importar, sin sus dramas e inseguridades, ni mis mentiras e indecisiones, solo nosotras, cómo debía de ser. Incluso algunas veces había pensado que nos tendríamos que ir a alguna isla desierta, para estar bien, solo nosotras.

-          ¿a dónde te paso  a dejar amor? ¿ya tienes lugar de reunión?

-          Aún no nos confirma el cliente donde nos vamos a ver, será mejor que regrese a la oficina

-          Pues entonces allá te dejo.

Lo bueno de Jackie, era su facilidad para olvidar el enojo, y lo fácil que era en contentarla, le prometí pasar todo el siguiente fin de semana con ella, y todas tan felices como siempre.  Me dejo en las puertas de la empresa y ella se regreso a su taller, por cierto no les he dicho que mi novia es artista, y no es por que sea mi novia, pero de verdad que es una excelente pintora.

En punto de las 7.00 salí de la oficina rumbo a mi departamento, pero tarde más de hora y media en llegar a mi destino, de verdad que esta ciudad cada día es un mayor caos, aunque por lo menos me dio tiempo de pensar, de ordenar las cosas en mi cabeza, dicen que cuando uno comete un crimen, debe de negarlo todo y si las cosas se salen de control, entonces alegar demencia. Así que eso haría… además Natalia estaba tan ebria que es totalmente posible que su cabeza haya imaginado cosas que nunca pasaron, y de cualquier forma, yo nocometí un crimen en toda regla.Así que no habrías más que comportarse con total naturalidad

-          Creí que no vendrías

-          Lo siento Nat, ya sabes como es el tráfico en esta ciudad, me doy una ducha y bajo en unos minutos, te parece?

-          Se va a enfriar más de lo que ya esta, pero esta bien, la vuelvo a calentar mientras te arreglas

-          Gracias, bajo en seguida!

Ciertamente, estaba haciendo cualquier cosa que prolongara la hora en que me dictaran condena, así que me demore más de 40 minutos en estar lista, cuando por fin, ya no había nada más que hacer, baje, con un plan perfectamente calculado.

-          Tal parecía que te estabas arreglando para una boda

-          Lo siento, ya sabes mis manias. Y bien que hay para cenar?

-          Hice crema de zanahoria y pollo en tres salsas, pero no nos caería mal a las 2 un buen plato de sinceridad

-          Ya te dije todo lo que sé, si quieres saber más de esa noche por que no hablas con tus amigas que te llevaron a emborracharte y les preguntas que paso en el Bar?

-          ¡Por qué quiero saber lo que paso aquí en casa!

-          De acuerdo, que propones, ¿cuál va a ser tu técnica para develar la verdad?

-          Te la voy a poner muy sencilla, yo diré fragmentos de lo que recuerdo que paso, tu solo te limitaras a decir: Verdadero o Falso

-          Hecho

-          Prométeme que serás sincera

-          Lo prometo

-          ¿te acostaste conmigo esa noche?

Y esta era el verdadero momento de tensión, ojala y fuera menos escrupulosa y pudiera pensar como los políticos : prometer no empobrece, pero yo más bien pienso que lo prometido es deuda, así que al menos, le debía eso a Nat, se merecía que fuera honesta con ella después de todo, y aunque sabía que no habría vuelta atrás una vez aceptado, en honor a la verdad…

-          Verdadero

... continuará si uds. así lo piden

//A todos los lectores de atracción destructiva, les pido una tremenda disculpa, por demorarme tanto en su continuación, si aún lo desean, prometo continuarlo, una vez terminando "Volviendo a tí"//