Volviendo a creer

¿Será capaz Eva de encontrar el verdadero amor?

Volviendo a creer

Eva tuvo una infancia dura desde antes de nacer, su madre se puso de parto su padre cogió el coche.

Iniciaron su camino hacia el hospital lleno de nervios pero repletos de ilusión. Cuando estaban a punto de llegar en la última curva un conductor les embistió haciendo que el coche diera barias vueltas de campana.

El padre de Eva murió en el acto, pero la madre consiguió sobrevivir lo suficiente como para poder dar a luz a su hija por medio de una cesaría.

Para Eva eso siempre fue amor verdadero de una madre, pero no evito que se quedara sola en este mundo.

El culpable era un directivo de una multinacional hijo de papa que venía de festejar un negocio y se había pasado de copas.

Como sus padres eran muy influyentes solo tuvo un tirón de orejas y servicio comunitario que nunca cumplió, ni siquiera tuvo que pagar una compensación a Eva por haber matado a sus padres.

Pensándolo fríamente no hay compensación en el mundo que pueda compensar semejante pérdida.

Eva era una chica solitaria, no socializaba con nadie, no recordaba la perdida de sus padres, pero si los echaba de menos y no quería pasar otra vez por lo mismo.

Tenía un carácter muy arisco contra los demás, cuanto más lejos mejor así no tendría que sufrir más perdidas.

Pasados unos años con trece años, se dio cuenta de que a ella le gustaban las mujeres no los hombres, pero lo mantuvo en secreto porque sabía perfectamente que las monjas que cuidaban de ellas eran buenas mujeres, pero no entenderían su orientación sexual.

Pasado un año entro un chico al orfanato llamado Jorge, enseguida se fijó en Eva pues era la chica más guapa de todas, lo intento todo para intentar ligar con ella pero sin ningún resultado.

Una de las veces Jorge se dio cuenta como Eva miraba a una de las compañeras, Eva ponía todo el disimulo que podía menor del que ella creía, Jorge ato cabos y lo entendió todo.

En la hora de descanso el chico se sentó en la mesa en la que Eva solía comer sola, pidió permiso y Eva le contesto.

Eva- Puedes hacer lo que quieras.

Jorge- ¿puedo hacerte una pregunta?

Eva- Me la acabas de hacer.

Jorge se rio y le soltó sin miramientos.

Jorge- ¿A ti te gustan las mujeres verdad?

Eva se revolvió y le fue a soltar un guantazo cuando Jorge paro su mano y le dijo que se tranquilizara.

Jorge- Tranquila mujer, la verdad es que es un alivio nunca me habían rechazado tantas veces y de forma tan tajante.

Eva no pudo reprimir una carcajada y desde ese mismo momento se hicieron grandes amigos.

Jorge disfrutaba viendo como los demás chicos fracasaban sin recibir ninguna explicación.

Los años fueron pasando y su relación se fortaleció a prueba de bombas.

Eva y Jorge fueron adoptados por una pareja mayor, los chicos ya tenían dieciocho años de este modo no tendrían que educarlos ya venían educados a Eva no le hacía mucha gracia, pero sabiendo que Jorge estaría a su lado, puso buena cara al mal tiempo.

Al poco de instalarse en esa casa los dos se dieron cuenta de que lo único que interesaba a ese matrimonio era el dinero que recibían por tenerlos allí, pero como los dejaban en paz no le dieron más vueltas.

Al mes o así Eva fue a sacar la basura y se dio cuenta de que en la casa de al lado la había alquilado un matrimonio con una hija de su misma edad era muy guapa, Eva se prendió enseguida de ella y fue la primera vez que mostró iniciativa en socializar con otro ser humano, Jorge se reía sin parar.

Eva estaba tenía miedo de que no fuera lesbiana y metiera la pata hasta la ingle, pidió ayuda a Jorge.

Eva- ¿Jorge podrías tantear a la vecina?, la forma en que me mira me confunde, creo que es lesbiana, pero como me confunda ya verás la que se lía.

Jorge- Vale, pero como me la ligue yo luego no te cabrees conmigo.

Esa misma tarde Jorge se puso manos a la obra y al anochecer cuando volvió a casa, una nerviosisima Eva le estaba esperando.

Eva- Cuál es el veredicto.

Jorge- Lesbiana seguro, desde ti que no me habían rechazado tan tajantemente.

Eva se puso muy contenta y abrazo a Jorge con mucho cariño.

Jorge- Como esto siga así voy a terminar con la autoestima por los suelos.

Eva invitó a la vecina a casa y poco a poco fueron quedando y ganando más confianza, una de las veces la vecina le invito a Eva a ir al cine a ver un tostón de película en versión original subtitulada.

A Eva le dio una pereza increíble, cuando entraron al cine y llevaban veinte minutos de película Eva le soltó.

Eva- Anda que ya te vale maja, mira que traerme a ver este tostón.

Vecina- ¿Quién te ha dicho a ti que tú has venido a ver esta película?

Eva se quedó petrificada cuando la vecina le beso con una pasión desmedida mientras metía la mano por debajo de la falda hasta llegar al coño de esta.

Eva- ¿Para esto querías que me pusiera falda verdad?

Vecina- ¿Qué te ha parecido la idea?

Eva- Buenísima.

Como estaba en la última fila y no había casi gente en la sala, Eva se agachó y descubrió que su vecina no tenía bragas, eso la puso como una moto y empezó a lamer el coñito de la vecina con torpeza al principio, pero siguiendo las instrucciones de esta consiguió arrancarle un más que merecido orgasmo.

Después fue la vecina la que se agachó y arrancando literalmente las empapadas bragas de Eva le comieron el coño con un esmero que consiguió encadenar varios orgasmos.

El suelo quedo tan mojado que los siguientes que se sentaran en esos asientos tendrían claro lo que había pasado.

Al salir del cine la vecina izo una pregunta a Eva.

Vecina- ¿Era la primera vez no?

Una avergonzada Eva respondió con un casi inaudible sí.

La vecina sonrío y le dijo.

Vecina- Todas hemos tenido nuestra primera vez, no te preocupes has estado muy bien.

Eso animo a Eva, las siguientes semanas fueron un no parar hasta que llego la fatídica tarde que todo se fue al traste, se suponía que los padres de la vecina iba a ir de compras y tendrían la tarde libre, se conoce que al padre se le olvidó alguna cosa y al entrar vio a su hija y Eva besándose.

Fue el acabose, amenazo con denunciar a Eva por pervertir a mi hija, cogiendo el móvil para llamar a la policía.

Jorge intervino porque sus padres adoptivos estaba claro que no moverían ni un dedo.

Jorge- Siento decir esto, pero su hija tiene diecinueve años y Eva dieciocho, ¿Eva no ha obligado hacer nada a su hija verdad?

Vecina- No, papa ella no me ha obligado estamos enamoradas.

Esa fue una frase lapidaria para esa relación, los vecinos se muraron y los padres adoptivos querían deshacerse de Eva los problemas que causaba no merecía el dinero que recibían.

Jorge les dejo claro que si se iba ella lo haría él también, los dos dieron a parar otra vez en la puerta del orfanato.

Los dos eran mayores de edad y querían dejar el orfanato, empezaron a buscar trabajo y lo encontraron a los seis meses, Eva encontró trabajo de camarera y Jorge de mecánico, le apasionaban los coches.

Con dos sueldos decidieron alquilar una casa y salir de una vez de ese orfanato donde le hicieron la vida imposible a Eva por ser lesbiana, Jorge tuvo un par de peleas por ayudar a su amiga.

Eva sacudía bien y no tenía miedo de enfrentarse a ningún hombre, pero algunos eran grandes y Jorge tenía que intervenir.

Eva llevaba un seis trabajando en el bar de copas y en su diecinueve cumpleaños el destino le quiso hacer un regalo de nombre Verónica.

Verónica era una mujer rubia de ojos verdes de la misma estatura que Eva, siempre iba en moto y llevaba ropa de cuero ceñida a su cuerpo que distraía constantemente a Eva.

La jefa de Eva se reía mucho con esa situación, Verónica era la sobrina de la jefa y congenio a las mil maravillas con Eva su nueva compañera de trabajo.

Su compenetración era tal que las llamaban las ZIPI ZAPE, pues Eva tenía el pelo negro como la noche más insondable y ojos de color miel que derretían a cualquiera.

Después de una noche agotadora cuando estaban recogiendo el bar cansadas de la inagotable sed que demostraban algunos, Verónica salió a fumar y pidió a Eva que la acompañara.

Sin darse cuenta estaban hablándose cada vez más cerca la una a la otra y paso lo inevitable se besaron, las dos sintieron como una corriente eléctrica recorría su columna vertebral hasta llegar a sus vaginas que se encharcaron como si fueran dos ríos.

Para cuando se dieron cuenta Verónica estaba sobre la mesa de villar con los pantalones de cuero y el tanga bajado y la Cabeza de Eva entre sus piernas comiéndole el coño con pasión.

El placer que sentía verónica era tal que sus gritos despertaron a su tía que vivía en el piso que estaba sobre el bar, al entrar vio el espectáculo en primera fila.

Sonrió y les dio un susto de muerte a las dos que se pusieron rojas como un tomate.

Jefa- Por lo menos podíais haber esperado hasta haber recogido todo, ¿no os parece?

Las dos recogieron el bar a toda prisa muertas de vergüenza y se fueron a acabar lo que habían empezado en casa de Verónica.

Si la vecina era buena verónica era una diosa, Eva encadeno orgasmo tras orgasmo con la lengua de verónica jugueteando con el clítoris de Eva.

Cuando terminaron se fueron a duchar juntas, Eva estaba agotada y le dolía todo, pero no podía borrar esa sonrisa de satisfacción de su rostro.

Eva habló con Jorge y este le dijo que había empezado a salir con una chica que se llamaba Belén y estaba muy enamorado, Eva también le contó sus buenas nuevas, ese fin de semana Jorge y Belén se presentaron en el bar.

Belén izó buenas migas con Eva y Verónica y jorge estaba más feliz que unas castañuelas,

Las dos parejas quedaban muchas veces, Eva era muy feliz al igual que Jorge, lo único que no cambio era esa relación tan especial que tenían.

Verónica y Belén la respetaron sin poner ninguna traba al contrario estaban felices por sus parejas.

Fue un año increíble para Eva, jamás había sido tan feliz Verónica la tenía tan enamorada que lloraba constantemente de felicidad.

Llego el veinte cumpleaños de Eva, la jefa les dio dos horas para qué saldrían a cenar con Jorge y Belén para festejar el cumpleaños.

Después de cenar las dos volvieron a trabajar al bar, la jefa andaba con un dolor muy fuerte de espalda y no podían dejarla sola.

Fue una noche dura de trabajo, pero de vez en cuando caía un besito por aquí por parte de Vero o una palmadita en el culo por parte de Eva.

Una hora después jorge y Belén entraban por la puerta para tomar la última antes de ir a casa, estaban en la barra hablando con Vero cunado un hombre bastante pasado de alcohol se acercó a Eva y le espeto.

Borracho- Que desperdicio dos monumentos como vosotras lesbianas, ¿cuánto me costaría que me la chuparais a dúo?

Eva- ¿Chuparte?, yo a ti no te tocaba ni con un palo.

Borracho- ¿Cómo dices niñata?

Eva- Lo que has oído.

El borracho quería entrar en la barra para poner en su sitio a Eva, en ese momento salía la jefa del almacén y le soltó semejante ostión al imbécil que salió volando por encima de la barra cayendo al suelo medio inconsciente.

Los amigos del imbecil se lo llevaron pidieron disculpas y pagaron los desperfectos, Vero, Jorge y Belén se acercaron a Eva para saber si estaba bien, estaba muy cabreada, pero cuando vio a su amor y sus amigos se le pasó el mosqueo y la noche siguió sin ningún percance más.

A la hora del cierre Vero le comento a Eva que se adelantaba a casa para poder preparar el regalo que le había comprado.

Eva le saco la lengua y le dijo que tenía mucha cara, Vero cogió el casco de la moto y salió del bar riéndose.

Verónica se había comprado una Ducati 500 cc, a Eva le daba mucho miedo esa moto aunque Vero andaba con cuidado, Eva estaba aterrada cada vez que salía con ella.

Esa noche llovía y en una de las curvas que había cogido millones de veces la rueda resbalo desestabilizando la moto hasta golpearse contra un quitamiedos que había en la carretera.

Verónica murió al instante no sintió nada, un coche que pasaba por allí llamo a emergencias, pero la ambulancia que llego no pudo hacer nada.

Eva seguía recogiendo cuando recibió una llamada en el móvil era su jefa, llorando le dijo que Verónica había tenido un accidente y había muerto.

A Eva se le calló el móvil al suelo mientras caía de rodillas, entonces grito el nombre de Verónica a pleno pulmón hasta hacerse daño.

Eva era incapaz de hacer nada estaba en shock, fue la jefa la que llamo a Jorge para que fuera a buscar a Eva, al llegar al bar Eva seguía en la misma postura, los ojos se la habían secado de tanto llorar.

Entre Belén y Jorge la llevaron a su casa, esa noche durmieron con ella en la misma cama abrazándola intentando mitigar un dolor que la estaba matando por dentro.

El funeral y la incineración fueron muy duros para la jefa y Eva que no se separaron ni un solo instante.

Pasaron unos días, Jorge y Belén decidieron quedarse con Eva hasta que ella pudiera seguir por sí misma, la jefa cerro el bar hasta nueva orden y se fue de la ciudad, no podía vivir en la misma ciudad donde había muerto su sobrina.

Una tarde cuando Jorge llego a casa no encontró a Eva, llamo a Belén y ella tampoco sabia donde estaba.

Se asustó muchísimo pensó que habría hecho una locura, constantemente repetía que quería ir junto a Vero, que ese era su deseo.

Al final Jorge recordó un lugar de la ciudad donde solían ir las dos porque los atardeceres se veían muy bonitos, cogió el coche y fue hasta allí, Eva se encontraba sentada junto a un árbol.

Había hecho un hoyo justo debajo donde meses atrás las dos chicas habían puesto sus iniciales dentro de un corazón, Jorge llamo a Belén y cuando esta llego empezó la ceremonia en la que Eva se despidió para siempre de Verónica, vaciando la urna en el hoyo que había cavado y dedicándole unas bonitas palabras de despedida.

Eva se izó cargo del bar de la jefa porque no quiso volver a trabajar allí, le pregunto a Eva si ella sería capaz y le dijo que haría reformas en el bar y lo convertiría en un local donde las lesbianas no tendrían que esconderse, a la jefa le pareció buena idea y le traspaso el local.

Había pasado un año, Eva solo iba a trabajar y de trabajar a casa con los únicos seres unamos que tenía contacto eran los repartidores y con Belén y Jorge.

Una noche se iba a hacer una fiesta porque la hermana pequeña de Belén venía de estudiar en Londres y Jorge invito a Eva.

Esta se rehusó, pero cuando se quedó sin argumentos y excusas acepto por no escucharlo más, a la hora acordada Jorge paso a recoger.

Cuando llegaron a la fiesta a Eva se le notaba la desgana, pero hubo un acontecimiento que cambio ese estado de apatía por otro de interés.

Eva miró a Jorge y pregunto.

Eva- ¿Quién es esa chica?

Jorge- Nadia la hermana de Belén.

En ese momento Jorge lo vio, esa mirada de Eva que solo había visto cuando miraba a Verónica.

Continuará.