Volviendo a casa por Navidad.

Una aventura más con mi madurita, que sin que ella se lo espere me cuelo en su casa y le hago pasar una nochebuena de verdad el 24 de diciembre.

Como siempre las conversaciones entre Tere y yo eran por whatsapp muy calientes y espaciadas en el tiempo en función de la calentura de cada uno, el que más caliente estaba era el que antes escribía.

En éstas fechas navideñas sabíamos que íbamos a coincidir en el pueblo y ella me escribió para saber como y cuando iba a ir, para hacer por vernos aunque fueran unos minutos y sacar un magreo rápido. Yo sabía que ella iba a pasar la nochebuena y navidad sola porque eran fechas que no le gustaban mucho, además que con su familia no se llevaba bien. Le dije que en el trabajo tenía guardia y que no me iba a acercar al pueblo, que lo dejaba para nochevieja.

Hago un recordatorio, Ramón entre 30-35 años, 185 de altura y unos 80 kilos, polla normalita erecta unos 18cm y Tere es la otra protagonista, una viuda madurita de 45-50 años 160 de altura y unos 65kg unas tetas talla 100 aproximadamente, y unos muslos muy bien puestos con un culo que da gusto agarrar que me vuelve loco

Lo que no sabía ella es que era mentira, llegaría justo a cenar el 24 pero luego tenía toda la semana libre, hasta después de reyes. Sabía que no me vería por los bares en las típicas sidras entre amigos porque no iba a llegar a ellas, pero tenía una sorpresita especial para ella. Durante toda la noche me había estado escribiendo y yo iba calentándola pero en el momento que me dijo que se iba a masturbar se lo prohibí le dije que hasta mañana nada, que se fuera a la cama con la calentura y mañana haríamos una videollamada donde nos correríamos los dos agusto, aunque se que le costó cumplir lo hizo.

Una vez que cené con la familia dije que había quedado con los amigos a tomar unas copas y me fui, pero mi dirección era la casa de Tere, cuando llegué vi que estaba todo apagado, hice uso de la llave, ya que se donde guarda una de repuesto y sin hacer nada de ruido entré a su casa, la conocía de memoria después de haber estado tantas veces a la salida de nuestro trabajo. Llegué hasta su habitación y allí se adivinaba su cuerpo, tapado por las sábanas, parte de mi sorpresa empezaba ahí, me acerqué hasta la cama y en un movimiento rápido puse unos pañuelos de seda en el cabecero y le até las manos, cuando quiso reaccionar ya tenía una pierna atada y rápido até la otra en los pies de la cama.

Por supuesto ya tenía el nórdico quitado y estaba su cuerpo en camisón encima de la cama, sus tetazas eran tan grandes que prácticamente estaban fuera, lo único que me quedaba y era bien fácil al estar atada era poner un antifaz en sus ojos. Durante todo éste rato yo había estado callado, una vez que le tapé los ojos bajé a su coño y le di un lametazo y según me puse encima suyo le dije al oído así me gusta tu coño bien mojadito.

En ese mismo momento ella se tranquilizó al conocer mi voz, me dijo que se las iba a pagar, que eso no se hacía, le dije que ese era su regalo de navidad, todo esto muy muy suave a su oído, pegué un mordisquito en su oreja y empecé a pasar por su cuello, su cara, su boca, su lengua… quedándome un ratito en cada zona, bajé por su pecho, apoderándome de su teta izquierda donde me quedé mas tiempo del normal, luego pasé a la derecha donde estuve otro buen rato jugando y volví a su boca, a besarla con pasión, un beso largo, húmedo nuestras lenguas jugaban y le hacía sentir mi polla rozando con la entrada de su coñito húmedo y depilado.

Le dije que me encantaban esas tetazas, me decía que eran mías pero que por favor siguiera bajando, y que le comiera el coño, le hice caso y continué otra vez desde arriba hacia abajo, ya tenía el camisón casi en la cara, no se lo podía quitar al estar atada, pero se lo había subido lo más que podía, al ver ese coño con las piernas abiertas no lo pensé más y di otro lametazo, desde la entrada de su culito hasta su coño y bajé por un muslo, lamiendo, besando mordiendo hasta sus tobillos, para subir por la otra pierna y cuando llegué arriba… otro beso, mordisco en la oreja, lametón en el cuello, ella se derretía y mi polla no se podía poner más dura, notaba como me palpitaba.

Me bajé de la cama y me desnudé, le puse la polla en la boca y se la metí hasta la mitad, se la saqué y le puse los huevos, que dio buena cuenta de ellos, mientras me pedía que la soltara que me la quería tocar mientras tanto, pero hice caso omiso, me quité de encima suyo y aprovechando lo lubricada que me la había dejado y con un par de chupadas más a su coño se la metí despacito despacito hasta la mitad y de golpe entera, me quedé quieto y ella empezó a gritar y a gemir que la follara fuerte, que me follara a mi puta, que se quería correr, que no iba a aguantar mucho y empecé a follar fuerte, muy duro mientras le pellizcaba de los pezones y a los 2 minutos empezó a correrse, su coño parecía una fuente y ella gritaba y jadeaba, hasta que fue recuperando la respiración.

Me salí de ella y procedí a soltar los pañuelos de sus extremidades, para que de ésta manera pudiéramos abrazarnos y besarnos hasta que ella se recuperara, una vez lo hico ella sola se puso a perrito y me pidió que me la follara en 4, sus palabras fueron “fóllate a tu perra y lléname de leche” fue dicho y hecho me encantaría decir que fue un polvo largo pero no, si ella se había corrido rápido yo no fui menos, la calentura de los mensajes durante la cena y las ganas que tenía de estar con ella… hicieron que me corriera rápido, llené su coño de leche a la vez que ella se corría por segunda vez y nos dejamos caer en la cama, hasta que mi polla por si sola fue perdiendo tamaño y se salio y con ella toda mi leche.

Nos fuimos a la ducha, una ducha calentita, mientras nos enjabonábamos, nos besábamos  me daba las gracias por una de las mejores navidades que recordaba.

Una vez fuimos a la cama, volvimos a follar, ésta vez mas calmados, despacito, sintiéndonos y besándonos, hablándonos al oído, hasta que me volví a correr otra vez dentro de ella y nos dormimos abrazados.

El despertar… pues un digno despertar para unas navidades, me desperté al sentir algo en mi polla, al querer incorporarme no podía moverme y estaba todo oscuro, comprendí que me estaba pagando con mi misma moneda, estaba atado de pies y manos y con los ojos vendados, pero era una sensación tan rica… por lo que sentía ella estaba de rodillas entre mis piernas, con mi polla en su boca y sentía como sus tetazas colgaban, porque notaba como sus pezones rozaban mi pierna, cuando ella sabía que me tenía apunto cambió de postura, me puso el coño en la cara y me ordenó que se lo preparara, yo chupé también su culo y entre carcajadas me dijo que sí que me lo daría pero que después, cuando ella estaba preparada se puso más adelante hasta tener el coño a la altura de mi polla, la cogió con la mano, se la colocó en la entrada del coño y se dejó caer de espaldas a mi, le pedí que me quitara el pañuelo que quería ver como se movían sus tetas y me lo quitó, era un placer ver ese culazo revotando en mi cuerpo, como se movían las tetas al vaivén de las embestidas… y como se quedó quieta suspirando cuando se corrió, quedándose un ratito así con mi polla dentro de ella, y quieta, solo recuperando la respiración.

Cuando estaba recuperada se sacó mi polla, la colocó en la entrada de su culo y se dejó caer, era la primera vez que me follaban así, yo atado y viendo como lentamente mi polla iba entrando en ese culazo que tanto me gustaba, di un tirón con las manos y me pude soltar un pañuelo, solo quería agarrar ese culo mientras ella sola se follaba, al cabo de 10 minutos en esa postura me corrí en su culo y misma operación del día anterior, nos quedamos en la cama besándonos, acariciándonos y hablando de todo un poco, cogí mi mochila y le di su regalo de navidad.

Era un vestido, se quedó mirándolo y le dije, que tenía toda la semana libre y que su regalo era ese vestido para nochevieja porque la íbamos a pasar juntos.

Vi la felicidad en su cara y me dijo que no se le ocurría un mejor inicio de año.

Aquí estamos, escribiendo nuestro relato de navidad, los dos desnudos y mi madurita encima de mi, no tengo la polla dentro de ella, pero falta poco, porque mientras yo escribía, ella estaba de rodillas entre mis piernas haciéndome una mamada durante la cual ha tenido que parar 3 veces porque he estado apunto de correrme en su boca, no me ha dejado porque me dice que quiere hacerme sufrir un poquito…

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Un saludo y felices fiestas.