Volverás

Te fuiste sin que te lo pidiera y me dejaste el sabor amargo de la despedida que no se ha podido arrancar de mí lengua...

Volverás...

Parece que fue ayer cuando te vi sin saber que era la última vez, tu figura pequeña y rota, la voz suplicante como nunca antes la había escuchado, tu arrogancia despojada sin remedio.

Pretendías tan solo alargar la inminente despedida, besar hasta que mis besos reconocieran el sabor de tu dolor y con ello me conmoviera, abrazarme eternamente para evitar que mis brazos iniciaran su vuelo a otro cuerpo, negarte al adiós por nadie propuesto aunque inevitable, ambos lo sabíamos. Yo te traté con la mayor frialdad, ojalá hayas entendido que por siempre las despedidas me han hecho llorar.

La madrugada húmeda, exenta de miradas indiscretas hizo que tus ojos se humedecieran, la calle que sin remedio te retornaba al sitio que no hubieras querido volver, la luna oculta en un montón de nubes quizá para no presenciar la separación de los amantes que tantas noches había acunado en su menguante brillo, la ausente luna que muchas veces acompañó (cómplice fiel) a los amantes que la invitaron a su lecho, la luna escondida que se negó a presenciar el abandono de los amantes.

El motivo lo confundo, no sé si fue tu indecisión de compartir la vida conmigo o tal vez que yo decidí por consecuencia idealizar mi futuro, formar parte del mundo convencional, el que hasta entonces había despreciado y que obstinadamente pretendía "hacerme sentar cabeza" : una mujer, unos hijos. No sé tú como pudiste, sí es que pudiste librarte del mismo camino que voluntariamente yo elegí, no tenía otra alternativa, tú girabas en tu mundo individual, escoger la soledad aunque más honesto, es mas doloroso y por lo menos yo, no fui capaz de hacerlo.

Llegó la boda, ya me había alejado de ti, envuelto en mi nube de dicha olvidé, aunque no hubo día en que no pensara en ti. Meses después llegaste solo, a buscarme como antes nunca lo habías hecho, ya que siempre fue mi constante insistir y ofrecerte mi compañía. La moneda enseñaba el reverso, tus sentimientos, aquellos que tantas veces negaste, o fue el querer convencerte que ya te había sustituido?

Nunca, hasta ese día supe que me amabas, esa terquedad tan tuya de no ponerle voz a los sentimientos. Que fue lo que me hizo llegar a tu corazón? No lo se... pero hasta entonces supe que alguna fuerza me había hecho instalarme en ti de manera permanente pero era tarde ya, siempre creí que lo que te molestaba de mí, era mi amor por ti, que quieres, esa ignorancia decidió mi futuro, o mi presente entonces.

Debo decir también, que no te sustituí pues siempre ocupaste ese lugar aun cuando un tiempo lo negué y tampoco tengo muchos argumentos para explicarlo, solo después supe que los necesitaba a ambos y para ambos eso no era aceptable, lo sabía de antemano y entonces opté por renunciar a uno.

Mi boca estaba sellada por otros labios y ni tus besos, ni tu iniciativa nunca antes vista, ni tus harto conocidos olores y sabores fueron capaces de impedirme volver a empezar otra vida.

Inventaste nuevos modos para hacerme saber que me querías, que te era necesario, pero mi ser no respondía, disfrutaba las mieles de otro amor.

Pero el tiempo trae también conocimiento, hoy en paz con mi conciencia y solo, evoco las miles de noches que cobijaron mi frío y dieron color a mis días, quedan recuerdos tan solo que hoy acompañan mi solitario lecho.

Algunas veces, sobre todo de noche, cuando la necesidad de ti aflora, invoco tu recuerdo, pero el tiempo lo ha borrado como si fuera un dibujo expuesto al sol, te quiero sentir acariciando mi cuerpo como lo hiciste la última vez, muy suave, tus manos tibias y anchas haciendo dibujos imaginarios en mi pecho liso, tus cortos dedos de suave tacto enredándose en el delgado vello que alfombra mi tórax. Mi pequeño duende, el viaje al recuerdo no puede llegar hasta el momento en que nos fundimos, el sueño traicionero se impone y mi ser sigue vacío de ti. Duermo con esperanza, como es mi costumbre, así como ayer dormí para no pensar en ti, ahora duermo con la esperanza de volver a tenerte a través del sueño, pero debe ser el Hacedor que se niega a darme esa dicha y de a poco va matando mi esperanza. Antes de ser atrapado en el sueño vacío, a hurtadillas, en el silencio absoluto de la madrugada, en alguna noche de insomnio con mucha cautela me adentro al rincón oscuro de mi memoria y con la luz de las estrellas puedo ver, todo está intacto, celosamente guardado, sigues latiendo y respirando, junto al inventario de bienes que pude rescatar de nuestra historia, al que acudo para convencerme de que un día exististe: el olor picante de tu cuerpo, la temperatura y textura de tu miembro duro y de tus partes mas escondidas, el sabor de alcohol de tus besos, el embrujo tu piel. Ay, tengo tantos haberes en ese rincón, que a veces desearía no haberlos conservado, el color de tu voz ronca, el roce de tu bigote, la imagen de tu cuerpo cuando lo quise trasladar a mi libreta de apuntes, los dibujos que representaban nuestros sueños juveniles, tu sonrisa en los momentos mas inverosímiles y sobre todo, la mirada triste que se grabó en aquel adiós.

Te fuiste sin que te lo pidiera y me dejaste el sabor amargo de la despedida que no se ha podido arrancar de mí lengua, que casi se ha sobrepuesto al sabor de tu cuerpo infinitamente delicioso, el tormento de esa maldita interrogante que no supe contestar, cuando me preguntaste : ¿qué somos? Yo no supe que decir, tartamudee, inseguro dije que éramos amigos, porque los hombres no podían ser mas que eso, y ví el desencanto en tu rostro, tardíamente entiendo que fuimos mas que eso: cómplices, compañeros, amantes, pareja, en fin dos seres solitarios que hubieran querido ser uno para otro.

Entonces se renueva el dolor en mi ser que podría conmoverte: el alma desgarrada, el corazón podrido, el martirio de sentir latir mi cuerpo carente de ti, mis sentidos muertos, el tormento de vivir sin ti. El dolor finalmente compadecido, se hace mi aliado para sufrirte silenciosamente, relegando tu ausencia de nuevo al rincón mas oscuro de la memoria: la nostalgia, que me da migajas de alivio a través de mis efímeros recuerdos.

Despierto vivo otra vez, y vuelvo a esperar verte aparecer por ahí, como antaño, en nuestras calles, en nuestro bar, en el que fue nuestro café, donde podíamos encontrarnos sin siquiera ponernos de acuerdo, sabíamos tanto uno de otro, que nunca necesitamos acordar nada y aun en las horas mas inesperadas. Al conjuro del deseo de uno aparecía el otro, lo recuerdas?

Desde aquel día jamás apareces, tal vez te hayas ido de esta ciudad lóbrega y amarga sin ti, no desisto aunque el camino para llegar a ti se haya borrado y la brújula para llegar a tu mundo esté rota. Algunas veces, cuando los aires cambian, encuentro a los amigos comunes que excitan mi ser porque espero agónicamente que me guíen a ti, miles de palabras previas, saludos y bla, bla, y justo cuando espero oír tu voz a través de ellos, siguen desencantándome cuando dicen no saber nada, nadie te ha visto y vuelven a acosarme los remordimientos y viejos dolores, viejos sabores.

No pretendo librar mi culpa así como no justifico la tuya, solo que hoy, tantos años después, no es necesario ya descubrir los porqués, de cualquier modo nos perdimos y si se cumplen la leyes universales, tengo que encontrarte aunque para ello quede dormido en el tiempo. El paso de los años ha suavizado las culpas, y quería decir tan solo, que aunque esta vez faltó valor, estoy en espera de poder corregir el error, tal vez me lleve otros años, o tal vez me lleve otras vidas, el tiempo finalmente puede ser un suspiro o una eternidad, lo importante es que te conocí y te reconoceré con mas arrugas o con otro rostro, estás dentro de mí aunque no estés conmigo. Lo sé, volverás como vuelve el asesino al lugar del crimen, como vuelven las aves después del invierno, como vuelven siempre las olas del mar.... hasta entonces mi puto, mi loco y desesperado amor.

Pepelot

julio 2004.

SI TU NO VUELVES... (Bosé/Ferrario/Grilli)

Si tu no vuelves se secarán todos los mares

Y esperaré sin ti tapiado al fondo de algún recuerdo

Si tu no vuelves mi voluntad se hará pequeña..

Me quedaré aquí junto a mi perro espiando horizontes

Si tu no vuelves no quedarán mas que desiertos

Y escucharé por si algún latido le queda a esta tierra

Que era tan serena cuando me querías

Había un perfume fresco que yo respiraba

Era tan bonita, era así de grande, no tenía fin...

Y cada noche vendrá una estrella

a hacerme compañía,

Que te cuente como estoy, y sepas lo que hay

Dime amor, amor, amor estoy aquí no ves?

Si no vuelves no habrá vida, no se lo que haré

Si tu no vuelves no habrá esperanza ni habrá nada

Caminaré sin ti con mi tristeza bebiendo lluvia...

Bajo el signo de Caín/Miguel Bosé/1993/wea