Volver a empezar (1.3)
No, no es cosa de dos, ni posiblemente de tres...
Clash!!!!! Una copa menos en la vajilla. Mezcla de rabia e impotencia por igual. No, no puedo aceptar que ya no está. No puedo. Lo es todo. No concibo mi vida sin él. Siempre se dice que ese sentimiento es pasajero y que dura muy poco pero en este caso parece todo tan confuso que no se divisa el fin. Joder y pensar que lo perdí por el puto que dirán de los cojones es lo que más rabia da. Nunca pude enfrentarme a él y ahora estoy jodido. Era demasiado para todos y no hubiera traído más que complicaciones pero en estos momentos afrontaría lo que fuera con tan solo estar con él, con sentirle junto a mí y con poder saber que pase lo que pase estaremos el uno con el otro. Parece un poco melodramático pero con él era así. Nunca nada era tan importante como para que no se pudiera solucionar y lo único grave que ocurría en la vida es la muerte, la única cosa que no tiene solución. Pero ahora todo es distinto, tengo la misma valoración de la gente pero qué importa esa valoración cuando estás en tu casa solo por la noche?, cuando tu voz interior retumba en las paredes de tu casa?
Y si volviera? Y si lo hiciera? Seria una locura? Volvería a ser lo mismo? Qué ocurriría?
Don, don el timbre de la puerta difuminó todos los pensamientos.
-Hola tío! Vaya careto! Tú no has dormido? Fiesta ayer con alguna ehh?
-Que va no he podido dormir en toda la noche, no se que me pasa -Si que lo sé pero si supiera
-¿A que no sabes con quien me encontré?
Esa cara solo podía significar que se había encontrado con una persona
-Supongo y que tal está?
-Pues yo le veo muy bien, incluso se había arreglado mazo seguro que se va a ir de fiesta.
Yo sufriendo y él se va de fiesta, pensando en volver y seguro que ya me ha sustituido por otro. Lo mismo me ha dejado porque se ha cansado de mi y todo el resto solo era una excusa. Cada vez me encuentro peor, esta visita no me está aportando nada positivo. Lo mismo es mejor acabarla cuanto antes pero por no ser descortés o quizás egoístamente para no quedarme solo le invito a algo de picar y nos conectamos al Messenger para ver si encontramos a alguien para salir para dar una vuelta aunque sinceramente no me encuentro de humor y si fuera por mi me metería inmediatamente en la cama.
Encontramos a Rosa y nos invita a pasarnos por su barrio ya que parece que ha quedado con unos viejos amigos y tras meditarlo un poco decidimos ir.
-Vale pero solo un poco y luego me voy.
-Si un poco como hace dos fíndes que dijiste lo mismo y volviste a las seis y media jeje
Ya tuvo que recordar aquella noche. Creo que nunca había sido tan feliz en mi vida. Estuvimos la mayor parte de la noche juntos y sin ninguna preocupación por nada, todo era perfecto. Solos nosotros dos siendo felices sin que nadie ni nada interfiriera. Hubiera podido vivir en esa noche toda mi vida y seguiría siendo feliz. No creo que me cansara. Pero ahora
-Vámonos, que se hace tarde y un día como hoy no se puede desaprovechar. -Voy a comerme el mundo y mañana ya tendré tiempo de deprimirme. Esta era mi nueva filosofía. No voy a ser el único que sufra en esta relación. Bueno que digo si ya no hay ninguna relación
Bip Bip Bip Era el despertador y no podía abrir los ojos. No acostumbro a beber pero esa noche reconozco que lo hice y encima en cantidad. Esto no puede seguir así, como continúe de esa forma lo único que voy a conseguir es destruirme. No, tampoco es la forma. Pero no soy capaz de hallarla. No soy capaz de olvidarle.
Sin pensarlo dos veces agarro el teléfono y pulso la tecla uno justo antes de darle al botón verde.
-Si diga - contestan al otro lado de la línea.
-Tenemos que hablar.- Y tras eso cuelgo. No hace falta decir nada más. Todo lo demás sobra. Él sabe perfectamente quien soy y está claro que vendrá. Solo para salvar la imagen cuando ya se sabe que esa no es la verdad. La verdad es bien distinta.
Din Don Din Don Llaman a la puerta. Ya se quien es y no me apetece abrir pero teniendo en cuenta que he sido yo el que ha llamado quedaría como un estúpido si ni siquiera le dejo pasar. Hipocresía de la vida.
-Voy, un momento. -Al abrir la puerta le veo allí y parece que va a entrar, corriendo cerraré la puerta y nos fundiremos en un beso.
-¿Puedo pasar? - Esa frase rompió toda la magia.
-Si, claro. Adelante. - Pasamos al salón y le dije que me sentara.
-Te llamé para decirte, no voy a dar rodeos, me conoces muy bien y sabes que sobre estos temas no me gusta alargar las conversaciones, que no me encuentro bien y no puedo seguir así. Necesito saber la verdad. Saber que todo a sido una gran mentira y que he estado engañado todo este tiempo. Saber que todo lo que has hecho ha sido un montaje que te ha propiciado una buena excusa para poder dejarme. Nunca te importé lo más mínimo. Me utilizaste.
Zas, Zas Sin mediar palabra me encontré con dos ostias en la cara. Ahora desde la distancia supongo que me las merecía pero en ese momento me sentí el ser más despreciado de la tierra.
Tras ellas vi como Alex salía de casa derramando dos lágrimas sobre la moqueta verde del suelo.
Ahora me encontraba peor. No solo no se solucionó nada sino que incluso lo había empeorado.
Soy un perdedor.