Voluptuosas memorias de un burgués arrepentido (4)

-¡NO ME JODAS ROSARIO...!, ¿qué cojones haces aquí? - La aparición de Rosario me deja pasmado... Aunque bien pensado le dará un toque especial: una mujer violando a otra...- -Yo también quiero abusar de una “niña de papá...”

Cuarta Entrega

A Laura, con afecto.

El plan sigue adelante. Contacto con mi amiga, que tarda en contestar al teléfono. Su voz está ronca, y al principio no me reconoce: no soy más que uno de sus efímeros sementales...

  • Oye ni siquiera sé tu nombre...

  • Paloma..., me llamo Paloma. - Acierta a decir con desgana-

  • He superado mi marca... Si vas a las doce de la noche a la calle Tejuelo, te llevarás una sorpresa...

  • ¿Eso es en el Polígono Industrial Sur..., no?

  • Exacto. Y..., ponte para la ocasión.

  • Me muero de curiosidad... El tío de anoche está en la ducha... ¡Qué desperdicio! Una enorme polla totalmente inútil: se me corrió en dos minutos.

  • Paciencia... Todo llega.

Llamo a "Tránsfer". Tiene todo preparado. Quedamos a las once y media, en una de las naves de mi empresa. Allí colocaremos el altar para la inmolación de Paloma.... Van llegando de uno en uno: ¡vaya nefanda organización! El primero es mi nuevo amigo...

  • Hace buena noche ¿eh Rober...?

  • ¿Has venido sólo...?

  • Los demás están al caer...

A los cinco minutos, llega Minguela... El muy gilipollas lleva una media en la cabeza, con la que no ve un pijo...

  • ¿Y tú de qué vas...?

  • No quiero que me reconozca la gachí... He estado cuatro años en el talego y no pienso volver... - ¡Joder, qué banda! ¡Ni en una película de Woody Allen...!-

  • No es necesario... La tía no nos va a denunciar... ¡Es..., una Vendetta!

  • ¿Cómo en las "pelis" de "gansteres..."?

  • ¡Vete a tomar por el culo...!

Abrelatas y Costa vienen juntos... El primero es horriblemente feo, de piel cetrina y arrugada... El segundo es un auténtico armario, pero con el cerebro justo para pasar la noche. "Tránsfer" nota mi cara de indignación...

  • Tranquilo Rober... ¡Venga, presentando armas...!

Los tres facinerosos se sacan las vergas y comienzan a meneársela. Uno por uno, "Transfer" va midiendo sus descomunales ciruelos...

  • Minguela diecisiete, Costa veinticinco, Abrelatas..., ¡veintisiete! ¡Joder macho, ni un puto caballo...!

  • ¡Pues a tu mujer le encanta...!

  • ¡No me toques los huevos qué te doy dos ostias...!

Por lo menos Paloma iba a estar llena..., de amor, esta noche.

** Bueno este es el plan. "Tránsfer" y Costa, agarráis a la tía y os la traéis para acá... Estará en la calle Tejuelo... Ésta de enfrente no, la siguiente...

  • ¿Oye..., y qué hace una tía aquí sola a estas horas?

  • He quedado con ella para darle un dinero... Procurad que no grite. Vosotros dos extended esas mantas para que estéis más cómodos...

  • ¿Tú no vas a tirártela...?

  • No... ¿Habéis oído algo...?

  • Yo no he oído nada... ¡NO ME JODAS ROSARIO...!, ¿qué cojones haces aquí?*

  • La aparición de Rosario me deja pasmado... Aunque bien pensado le dará un toque especial: una mujer violando a otra...- ** Yo también quiero abusar de una "niña de papá..."

  • ¡Déjala...! Puede participar...¿Pero y esa tía quién coño es...? ¡Joder aquí entra cualquiera...!

  • Es mi "amiga" Lulú...

  • ¡Pero la ostia, qué ésto no es una orgía...! ¡Se ha venido a lo que se ha venido...! ¿Tú sabías algo "Tránsfer"...?

  • Ni puta idea, tronco... Nos habrá oído en el almacén...*

Me subo a la oficina, en la parte de arriba diviso todo el escenario. Nada transcurre según lo planeado. Minutos después, Costa trae a la chica en brazos...

¿QUÉ HA PASADO...?* - Les grito- ¡Nada, qué se ha puesto farruca y le he tenido que dar una miaja de ostia...!¿Habéis visto cómo va la guarra? Se parece a las putas del barrio...

  • ¡Oye..., qué nosotras tenemos mejor gusto...!*

Verdaderamente, Paloma se ha pasado viniendo casi desnuda... Tumban sus exiguas carnes sobre las mantas, y enseguida vuelve en sí. Tengo preparada mi cámara, y..., acción: "Tránsfer" se autoproclama maestro de ceremonias.

** Hola chochito, ¿has tenido dulces sueños...?

  • ¿Esto es una violación o un circo...? El forzudo..., el faquir..., el payaso con la media en la cabeza...

  • ¡Qué nos está insultando...! Minguela saca la pipa...

  • ¡Nada de nombres, joder...! ¡No quiero volver al talego...! Me violaban todos los días...*

  • Trae la pipa cojones... ¿Sabes por dónde te la voy a meter, puta? - Paloma se queda pálida como un aparecido. Eso no se lo esperaba. En realidad, ni yo mismo creía que podría llegar tan lejos, pero confío en "Tránsfer"- ¿Eh...? Por ese coño de cerda que tienes... Estamos aquí para pasar un buen rato... Tú no por supuesto. Tú desearás no haber nacido.

  • ¡Pero si todo es un juego..., no te pongas así!
  • Un juego... ¿Me has visto pinta de juguete...? - La verdad, "Tránsfer" da un miedo que te cagas... Monta la pistola a la altura de sus sienes, le quita el seguro..., y dispara a una fugaz rata, reventando su cabeza- Si vas de lista, acabarás como ese sucio roedor... Venga chicos, desnudémonos. Vosotras también, Rosario.

La verdad que el espectáculo es dantesco... Si no fuera por el numerito de "Tránsfer", Paloma se estaría partiendo el culo... La cámara graba directamente al disco duro de mi portátil. Horas de filmado están garantizadas.

Los hombres se desnudan, y ya están con el arma apunto. Rosario y Lulú despojan a Paloma de sus escasas ropas, y a continuación lo hacen con sus respectivas prendas. Las tetas de Lulú son descaradamente artificiales y un momento... ¡Joder qué rabo tiene Lulú...! Sin duda es una mujer con sorpresa.

Los actores de tan bochornoso espectáculo, se quedan con los ojos como platos... "Tránsfer" tiene una arcada seca... Sin embargo no todos demuestran asco ¡Qué mierda de violación...! Ésto se ha convertido en una orgía... Costa y Minguela, -por fin sin la media-, se arrodillan delante de Lulú y comienzan a mamarle el rabo... Abrelatas y "Tránsfer" se dedican a Paloma que es acariciada dulcemente por Rosario.

** ¡Qué piel más suave tienes, reina...!

  • ¡Ah...! ¡Sigue, mi vida..., sigue...!

  • ¿Habéis visto cómo tiene el coño...?

  • ¡Eso es de joder, tonto...! Veo que a nuestra princesita le encanta que se la follen...*

"Tránsfer" es un tío curtido en estas lides... Le había subestimado: Paloma es una muñeca de trapo en sus manos. Con él habría bastado: me podría haber ahorrado esta fiesta... No obstante veo que todos los invitados -y los que no lo han sido-, están disfrutando.

Lulú se ha corrido en la boca de Minguela y ahora es la que chupa la herramienta de los dos amigos. Veo que en la cárcel ha adquirido un particular paladar por el semen... Costa se desplaza y jala por el culo al tranx y le empitona con su pepino. Sólo entra la mitad...

** ¡Para bruto..., qué me rajas!

  • ¡Pero qué animal eres Costa...!*
  • Le corrige Minguela-

La pobre Lulú había venido con las tripas llenas y al liberarse del rabo de Costa, evacua sus heces incontrolablemente... Escatológica escena, digna de un estrafalario gourmet.

En el otro "equipo". Abrelatas, está clavando su monstruoso apéndice en el coño de Paloma. Le ha entrado sin esfuerzo, a pesar de las dimensiones. Otro tanto hace "Tránsfer" por el ano, de la hasta ahora, insaciable hembra. Rosario se conforma con masturbarse al contemplar la escena... ¡Pobre mujer, me entran deseos de bajar y aliviarle su pesar...!

La corrida de Abrelatas es de auténtico verraco... ¡Cómo es la naturaleza! Un hombre repugnante con unas habilidades amatorias notables y un pene sobresaliente... Desgraciadamente para él, sólo las prostitutas disfrutan de su talento...

Al instante, también "Tránsfer" homenajea a Paloma, con su eyaculación. ¡Qué excitante, ver a esas dos mujeres pugnar por el glauco fluido! Rosario se afana por lamerlo, sin embargo aquélla, celosa, lo acapara con sus manos, repartiéndolo por su tembloroso cuerpo.

* Bueno... ¿Y a mí quién me va a follar? Os debería dar vergüenza... He traído a Lúlu para ella, no para vosotros.

La "peculiar mujer" ya tiene otra vez su pene erecto y se dirige hacia Rosario para calmar su sed... Se tumban y comienzan a sobarse.

* Pero si te has cagado nena... Ese Costa es un hijoputa, te ha dejado el ojete como la boca de un túnel... Pero no te preocupes, mamá te va a limpiar...

Te ahorro más detalles escabrosos: hay cosas que sólo deben hacerse en privado... Lo cierto es que Paloma se une a Rosario en el coprofágico ritual... En seguida, ambas arrodilladas, felan la picha de Lulú que sonríe extasiada acariciándoles las greñas. Su floja eyección seminal se desparrama en las fauces de las dos hembras salidas.

Los hombres, en vista de la abominable veneración de aquellas dos, menean sus pollas recién recobradas el vigor, y descargan sus cojones sobre el polvoriento suelo, vociferando arengas e insultos...

La orgía ha terminado.

Los componente del estrambótico grupo se visten y desaparecen uno a uno. Nos quedamos Paloma y yo solos. Me acerco a ella. Sigue tumbada sobre las raídas mantas, con su peculiar mirada clavada en el techo...

* Paloma... Vístete, nos vamos a mi casa.

Visionamos juntos la película que he grabado. Después, le pido que me relate su experiencia delante de la cámara...

Paloma

- ¿Por dónde quieres que empiece? – (No responde. Lo que menos me apetece en estos momentos es estar sentada en este sillón, mirando la puñetera luz roja y contarle al objetivo lo que sea que quiera escuchar el pijolindo este. Pero bueno, le debo una)-. *Tu llamada me sacó del inicio del sueño, más bien producido por el hastío y el aburrimiento que por las ganas de dormir. El inútil que estaba usando mi ducha es el padre del chico con el que me viste en la escalera. - Cuéntame cómo te calzaste al padre del chaval.

  • Buffffffffffffffffffff y ¿no quieres que te cuente también mi primera comunión? Porque tiene su cosa, ¿sabes?, que a mí me confesó el cura con su santo dedo en mi coño.

  • Oye tía, no me toques los cojones. Compláceme y yo te complaceré a ti.*

  • (Sí, puede ser, le creo capaz. Aunque fuera a base de "tecnología digital", me hizo correr bien a gusto y tiene vicio, que la fiesta de esta noche no ha estado del todo mal). Pues fíjate como son las cosas, el chaval se encoñó y, a falta de nada mejor, decidí tomarle como alumno. Eso sí, me aseguré de que tenía los 18, recién cumplidos, pero los tenía. Como ganas e interés no le faltaban, en pocos encuentros empecé a recoger los réditos de mi inversión. Me ponía como una perra en celo tener su cabeza entre mis piernas, enseñarle a comer y masturbar todos mis agujeros y jamás daba por acabada una clase hasta que me hacía llegar al orgasmo. Claro que antes de empezar, tal y como llegaba a casa, tenía que mamársela para calmarlo un poco, o se me iba antes de que me hubiera quitado las bragas.

  • ¿No le follabas?

  • Pues claro. Al principio dejaba que me penetrara y le hacía estar quieto y masturbarme; sólo con las convulsiones de mi orgasmo se corría el crío, pero fuimos avanzando. No es cuestión de hacer un manual, sólo te diré que en menos de diez encuentros follaba mejor que muchos hombres hechos y derechos y, por supuesto, mucho mejor que el flojo de su padre.

  • A eso quiero llegar. ¿Cómo apareció el padre?

  • Supongo que empezaron a sospechar del comportamiento del chico, porque sería en nuestro quinto o sexto encuentro cuando me di cuenta de que un hombre nos seguía cuando salíamos de la cafetería en la que quedábamos, cada vez un poco más cerca de casa, cada vez con más descaro. Como ya me había asegurado de que no era un menor, ni me preocupé, te diría que al contrario, me empezó a excitar la idea. Así que comencé a dejar abierta la puerta de mi apartamento. No tuve que esperar mucho. Una tarde estando en plena faena escuché el inconfundible ruido de la puerta de entrada, luego unos pasos que pretendían ser sigilosos. La escenita que teníamos montada no estaba mal, pero se podía mejorar, así que seguí comiendo su polla como una desesperada a la vez que le empecé a follar el culo con dos dedos. Aunque sólo sea por eso, me tendrá que estar agradecido el chico. Le he enseñado a disfrutar de algo muy placentero de lo que muchos hombres se privan por la absurda idea de ver cuestionada su hombría. Mi buen alumno hizo otro tanto en mi culo mientras seguía sorbiendo mi clítoris de una forma que me volvía loca, aunque pensé que no me iba a dar tiempo de alcanzar el orgasmo. Me equivoqué. Al tiempo que el chico inundaba mi boca con su leche, pude ver unos pantalones y zapatos justo al lado de la cama... fue demasiado. Exploté. Todavía estaba deleitándome de la corrida cuando escuché su voz diciendo: - Pero Javier, ¿qué estás haciendo?- La primera reacción del chico fue saltar de la cama, pero el peso de mi cuerpo se lo impidió. Levanté la cara y relamiéndome obscenamente el semen que todavía tenía en la boca le miré a los ojos y le respondí –¿Realmente necesita usted que le expliquemos lo que hacíamos? –

  • ¿Por qué te levantas? Sigue.

  • Necesito ir al baño y también me iría bien un trago. Pon la cámara en pause o grábame meando, tú mismo. -(Pues ya puestos a hacer lo que tengo que hacer, además de mis necesidades fisiológicas me acabo de dar cuenta de que necesito una ducha. La mezcla del olor a sexo, sudor y demás inmundicias de esta noche me está resultando insoportable. El agua caliente y el jabón me están dando ganas de masturbarme, aunque qué carajo, a mí todo me da ganas de hacerme una paja, y eso por no hablar de salir y follarme al que tengo ahí afuera jugando con su camarita, que el muy joputa es rarito pero está un rato bueno y tiene un morbo que te mueres)-

  • Vale, vale… no hace falta que te cabrees. Haz lo que tengas que hacer y ahora seguimos (...) ¡Paloma! No me hagas esperar más.

  • Ya está.

  • ¿Qué haces con mi camiseta? ¿Te has duchado? Pues la has jodido. El olor era necesario para ambientar la historia.

  • Anda y no me fastidies. Venga, pon en marcha eso que ya tengo ganas de acabar.

  • Puedes seguir.

  • Bien… de lo que siguió no hay nada que contar. El chico se marchó y se quedó su papaíto. Hice mal cambio. Una polla enorme para aburrirse toda una noche… al menos el chico se dejaba guiar, pero el padre iba de follador experto. No sabes la alegría que me dio cuando me dijo –lo siento, nena, pero me tengo que ir- ¡Que te folle un pez espada!, pensé, mientras le ofrecía tomar una ducha. Estaba rindiéndome al sueño cuando telefoneaste. Anoté tus instrucciones y me dormí.

Cuando desperté, me dediqué a pasar el día entretenida en casa. Tuve tentaciones de ir a pegar un polvo con el vendedor de cupones de la esquina, pero preferí guardar las ganas.

Habías dicho "ponte para la ocasión", si esa ocasión es una cita en un polígono donde nadie en su sano juicio iría a dar un paseo nocturno, no hay alternativa en la elección del vestuario: de puta, y barata.

No puedo negar que mientras me dedicaba a los preparativos sentía un cosquilleo en el estómago que ya tenía olvidado.

El minúsculo vestido rojo que había comprado el verano anterior en Ibiza, (ya sabes, el precio es inversamente proporcional a la cantidad de tela), iba a servirme a la perfección. Entre otras cosas, porque llamarle vestido es un eufemismo: dos palmos justos de tela, y eso por delante, por detrás lo justo para tapar el culo, contando con que no me agachara.

Para acabar de darme el toque hortera definitivo, unas sandalias plateadas de tacón alto y bisutería barata repartida a discreción. Saqué un conjunto de ropa interior negro que se me antojó que combinado con el rojo del vestido me daría un look a lo furcia festivalera, pero la fresca brisa me hizo cambiar de opinión. Iría sin sujetador. Ya que no podía provocar con el tamaño de mis tetas, podía hacerlo apuntando al contrario con mis pezones endurecidos por el frío. Todavía miran al frente y a la guerra hay que ir con las armas que cada uno tiene. Con un tanga iba a completar el atuendo, pero no me lo pondría hasta el momento justo de salir por la puerta o iba a llevarlo totalmente empapado.

No dejaba de preguntarme qué me habrías preparado. Con lo que te había contado de mí, esperaba que el asunto estuviera a la altura de mis expectativas.

Por suerte para mí, "el taxista" resultó ser "la taxista". Me ahorré comentarios jocosos que no me apetecían y que daba por supuestos dada mi pinta y la dirección de destino.

No me dio tiempo a ponerme demasiado nerviosa. Todavía no había acabado de fumar el cigarrillo que había encendido al bajar del taxi, cuando vi acercarse a esos dos tipos.

No dudé en ningún momento que había empezado el juego, tu juego. De lejos parecían el Gordo y el Flaco. –Mira, mira lo que tenemos aquí- dijo el bajito mirándome de arriba abajo. –Una puta, una puta- coreó el grandullón.

Bien, pensé, aquí cada uno a interpretar su papel. Puse cara de susto y les dije que me dejaran, que había quedado con un amigo.

El bajito me respondió –Sí, con un amigo para cobrar, y a fe mía que vas a cobrar, y de lo lindo.-

Me lo estaba empezando a pasar bien, al menos éste se sabía bien su papel, sería un buen partenaire. Así que tal y como me agarró del brazo solté un par de gritos, te juro que nada del otro mundo, e hice ademán de patearle un poco la pierna. Vi abalanzarse al gigantón hacia mí y no recuerdo nada más. El muy torpe me arreó demasiado fuerte, haciendo que me perdiera el primer acto, con lo que podría haber disfrutado con unos buenos azotes y ser llevada a la fuerza

(...)

  • Paloma, si piensas hazlo en voz alta, quiero saberlo todo.
  • Cuando recobré la consciencia y vi lo que habías preparado, con quien lo habías preparado, que sólo me faltaba ver al enano dando volteretas para sentirme en el circo, te maldije, cabrón, pero qué cabrón, tío. Además, no te veía por ningún lado, pero no era posible que se tratara de un error, dos violaciones en el polígono, la misma noche… La duda me estaba haciendo sentir un escalofrío cuando te divisé a lo alto, tras unos cristales de despacho. Eras tú. Tenías que ser tú, aunque no comprendía qué demonios hacías con esa pinta de Travolta venido a menos.

Esos pensamientos se esfumaron al acercarse el bajito que había visto fuera. Era la ostia, una versión del Fary pero en tuerto. Me marqué un vacile con él y estaba por troncharme de risa cuando el tipo se puso duro, ya lo viste, y con lo de la pipa ya me acojonó de verdad, y me mojé, vaya si me mojé, tanto que empecé a mirar con otros ojos el asunto. En total cuatro hombres, a cual más feo, y dos mujeres. En cuanto se sacaron la ropa pude comprobar que todo lo que tenían de feos los tipos lo tenían de bien calzados, ¡Sí señor! Una buena colección de pollas. Me produjo indiferencia el que me empezaran a desnudar las mujeres, pero como vi que a la gorda le iba el rollo bollo tan poco como a mí, pero con el vicio que llevaba en la cara no iba a apartarse de la escena, seguí el cuento. La otra, en cuanto la vi de cerca, me dije: que se me cierre el coño para siempre si no es un tranx, y no tardé en cerciorarme que había acertado, vaya par de tetas y vaya rabo. Pero éstas ya me estaban cortando el calentón, suerte que tenía a mi lado al bajito duro y al feo de un solo diente, pero que tampoco es para fijarse en la dentadura de un tipo que tiene tremenda polla, que me moría de ganas que me la metiera hasta los huevos. Aunque quien me la metió de un solo golpe fue el duro, a la vez que me apretaba las tetas, joder con el viejo zorro, sabía lo que se hacía, colocando mis pezones entre sus dedos y apretando, me mataba de gusto.

Podía ver al lado a los otros dos tipos que se estaban comiendo a la tranx y a la otra mujer a mi lado pajeándose. Intenté mirar hacia arriba pero no podía, quería verte mirándolo todo, me ponía pensar que lo estabas viendo.

Estaba gozando con la follada de ese tipo y el muy cabrón se dio cuenta. Salió de golpe y manejándome como una muñeca, -no sabes tú lo que me llega a gustar eso-, me hizo cabalgar al del diente. Mira que mi coño está curradísimo, pues me parecía que iba a reventar con el pollón ese. Me movía arriba, abajo, a los lados, adelante, atrás… como una loca para poder metérmela entera y sentirme taladrada. Me gustó mucho cómo el bajito me agarró del pelo y me hizo chupársela, bien rica, sabiendo a mi coño, pero me duró poco el caramelo. Con la mano todavía en mi pelo me dobló hacia delante todo lo que pudo y el que me estaba follando me agarró fuerte por los hombros. Supe perfectamente que el otro me iba a encular. ¡Gloria Bendita! Pero qué daño me hizo el muy bestia, qué sádico, ni se molestó en lubricar ni en dilatar. Una embestida animal, que con la tranca que tenía en el coño pensé por un momento que por fin me iban a partir en dos. Tuve que hacer un gran esfuerzo por no venirme abajo entonces, apretar los dientes y respirar hondo para controlar el dolor. Sabía que después de éste vendría el placer, y no tardó en llegar. Me sentía empalada y estaba a punto de estallar, pero los hombres se corrieron antes de que pudiera hacerlo yo.

Tal y como estaba no podía dejar así las cosas, así que pensé en usar la leche del duro para darme un buen masaje y masturbarme, a fin de cuentas era él el que me había puesto como una perra en celo, pero me tuve que disputar su semen con la maciza, que a esas alturas ya sospechaba que tenía algo con él. Aún así, fue muy morboso extenderlo por mi cuerpo delante de todos y empezar a masturbarme con semejante lubricante.

Lo que pasó a continuación me dejó absorta, por una parte me asqueó ver a la maciza lamiendo el sucio culo de la tranx, pero por otro no podía apartar la vista ni dejar de sobarme el coño. Ni sé por qué me acerqué y empecé a usar mi lengua y mi boca con ella, para acabar comiéndole la polla a la tetuda. Oí a los tíos jaleándonos soezmente y estuve segura de que se la estaban meneando, perfecto. Controlé la llegada de mi orgasmo hasta que la polla que comía me regaló su leche.

  • ¿Qué sentiste? ¿Qué pensabas cuando te quedaste estirada en la manta?
  • Nada. Esa magnífica nada de la que tan pocas veces puedo disfrutar.
  • ¿Y ahora? ¿Qué piensas?
  • ¿Qué pienso? En el fin de fiesta. En cuánto rato más voy a tener que esperar para que follemos.

Salud y Sexo.