Volo Sexualem, el deseo en una botella

Un joven mago, busca seducir a su amigo con una pocion creada por el, la pocion aumentaria su masa muscular y su libido, debera correrse para que la pocion termine de funcionar

Volo Sexualem

Nota: antes de comenzar, debo alclarar que tomo algunos elementos de la saga de Harry potter que son propiedad de J.K. rowlling y todo los derechos son de esta autora. Gracias y disfrutarlo

El aroma que salía del caldero inundaba las fosas nasales de un joven delgado de cabello castaño muy oscuro que se encontraba delante, debía darse prisa, observaba rápidamente y con incertidumbre el amplio y vació salón en el que se encontraba, la luz que penetraba a través de las ventanas se arremolinaba con el resto del humo que salía de la poción que dibujaba figuras curiosas al desvanecerse tras unos instantes, lo había logrado, aunque aún no estaba seguro si funcionaria esa pequeña variante de otra poción muy complicada de hacer, eso no lo sabría hasta ponerla en funcionamiento, estaba muy ansioso por ese momento, guardo su varita en su túnica azul y rojo arándano y puso todo el contenido de la poción de color nácar en un recipiente transparente y lo puso también dentro de su túnica, se sobresaltó un poco al escuchar unos pasos que resonaban en el amplio corredor del colegio, rápidamente metió restos de margarita blanca, hinojo, pensamiento naranja, raíz de angélica y asfódelo, así como otros ingredientes.

—Joven Blurry, creí que ya no quedaba ya ningún alumno más en el castillo siendo este el último día de las clases, se dirigió ante el un hombre alto muy anciano y de baba larga y canosa.

—Estaba por irme profesor Steward, pero olvide mi libro de pociones y no quería marcharme sin el —respondió Blurry un tanto aludido—.

—Sera mejor que te des prisa si no quieres que te deje el próximo tren hasta el centro de Massachussets. —Le respondía con un tono de preocupación el anciano profesor— Se muy bien de tus excelentes habilidades en pociones y herbologia y ni hablar de mi materia, pero sabes que hay actitudes que preocupan al profesorado y por ello aun no llegas a ser prefecto de tu casa. —Añadió con calma el profesor tratando de que sus palabras sonaran lo más amable posible

—Agradezco mucho su preocupación profesor, pero como dice, se me hace tarde.

Acto seguido Blurry salió del salón lo más rápido que pudo, detestaba que el profesor lo abordara siempre con ese mismo tema, aunque era cierto, Blurry era un alumno muy brillante, sobresalía en materias que el profesor le había mencionado, además de la suya, defensa contra las artes oscuras, esa era su favorita, pero Blurry era sobresaliente en esa rama debido a su atracción hacia la magia tenebrosa esa era la razón por la que no podía llegar a ser prefecto, pero no le importaba, el poder no era algo que deseara, el conocimiento, la curiosidad, los secretos era lo que de verdad motivaban al delgado blancuzco mago, él era un verdadero devorador de conocimientos.

Caminaba lo más rápido que podía a través del amplio pasillo hasta el final del mismo, donde una luz muy brillante le daba en la cara, cruzo el amplio patio en el que estaba un enorme árbol de tronco blanco, paso por debajo de el con cautela, pues en este árbol, las serpientes tenían una extraña predilección por posarse, —Curioso, sencillamente curioso— se decía Blurry en sus adentros. El castillo estaba desierto pues todos los alumnos se habían marchado hacia sus merecidas vacaciones de verano. Blurry regresaría a Florida para pasar el verano con sus padres en una pequeña casa de playa, el sol, la playa y la arena no era precisamente algo que llamara demasiado su atención, sin embargo, los cuerpos de jóvenes de todas partes del país que llegaban a esa playa reavivaba sus ansias por llegar, ver a esos chicos físicamente más grandes que él, verlos montar las olas, observar sus grandes músculos cubrir sus cuerpos, se imaginaba debajo de ellos, siendo aplastado por su atlética anatomía, esa de la que el carecía, pero de la que se sentía tremendamente atraído, músculos que eran reemplazados por su amplio conocimiento, el cual usaría para cumplir una fantasía que tenía desde hace varios veranos tras, desde que tenía 13 años la imagen de un joven que deseaba que lo hiciera suyo por fin, que lo tomara entre sus brazos grandes, lo presionara, lo tocara mientras lo penetraba con furia, Blurry solo deseaba complacer esa mole de músculos adolescentes.

Blurry salió de sus pensamientos al llegar a su dormitorio, vacío, como el resto del castillo este también se encontraba vacío y sin ningún alma en él, —hora de largarnos Nox— se dirigió a un gato blanco con una mezcla muy extraña como de wampus, el gato se limitó a estirarse sobre sus patas y mirar a su amo con una aparente indiferencia —Si pasaremos a comprar eso que te gusta— le contesto el joven mago después de cambiar su ropa y disponerse a salir del castillo. Tomo el tren hasta el centro de Massachussets en dos días tomaría un vuelo hasta Florida, pero antes debía planear como conseguir un último ingrediente para su poción peonia multicolor una flor muy extraña en esa parte del mundo, pero sabía de un pequeño invernadero donde podía conseguir fácilmente esa flor.

Esa noche Blurry salió de su habitación de hotel en compañía de Nox el gato le adelantaba como si de alguna manera supiera las intenciones de su amo, era una noche salpicada de estrellas, las calles estaban concurridas y la gente iba de arriba a abajo con compras o simplemente sumidas en sus pensamientos, llegaron al invernadero después de varias cuadras al centro de la ciudad Nox se quedó sentado sobre sus patas fuera del invernadero y Blurry se adelantó, con un amplio movimiento de su varita pronunció —Averte machine— un aro de luz azul apago todas la luces, las cámaras dejaron de moverse, las regaderas automáticas dejaron de funcionar y solo se escuchaba el murmullo lejano de la multitud que comerciaba en la concurrida calle, —lumos— Susurro el mago y una pequeña luz salió de su varita, camino hasta la puerta de cristal que dejaba ver los amplios matorrales de plantas extrañas, arboles grandes e imponentes, flores estrafalarias de colores llamativos e incluso algunas plantas carnívoras, desde afuera visualizo la flor de color naranja y blanco, —Alohomora— dijo apuntando con su varita a la puerta y esta se abrió, se dirigió hasta la bonita flor y con mucha delicadeza la tomo, no tuvo mucho tiempo para seguir mirando pues Nox llego rápidamente a su regazo y entendió que alguien se acercaba, cogió a Nox entre sus brazos con la flor y giro sobre si mismo, un momento después estaba en su habitación de hotel con el ultimo ingrediente de su poción.

Habían pasado dos días desde la expedición a el invernadero, Blurry estaba en el avión contemplando desde la ventana el amplio cielo y las esponjosas nubes que lo decoraban, de vez en cuando podía visualizar las ciudades de abajo, los verdes campos y uno que otro auto surcando las largas carreteras, se sentía aburrido ansioso deseaba llegar canto antes a su casa y poder verlo, quería recordar esos ojos oscuros y enmarcados en un rostro de facciones cuadradas y de abultados pómulos, la sonrisa adornada con hoyuelos en sus mejías y esa melena rucio oscuro y rizado de su cabello, una vez más sus pensamientos fueron interrumpidos por una azafata alta de cabello negro recogido que le sonreía,—Pollo y patatas por favor—Respondió Blurry a la joven azafata que lo miraba con desconcierto al escuchar la respuesta a la pregunta que estaba a punto de formularle, la joven al ver la cara de angustia de ese muchacho de ojos marrones, se limitó a sonreír, restándole importancia a ese extraño suceso, Blurry se quedó contemplando a la joven mientras se alejaba, mientras que alternativamente miraba su plato, se preguntó si Nox estaría bien con los otros animales en la parte trasera del avión, comió en silencio, pasadas una horas sentía el cansancio del vuelo y se cerró sus ojos, un sol segador quemaba su cara y un joven muy apuesto tendía su mano para ayudarlo a incorporarse —Vamos Blurry levántate, prometí a tus padres que te cuidaría, Blurry le dio su mano y sintió que su cara ardía mucho mas

—No es necesario que me cuides siempre Aris, ya tengo 13 años— contesto Blurry con un hilo de voz, pero apretando más fuerte su mano con la del muchacho, pero luego se dobló y noto que su tobillo estaba herido.

—Te has hecho daño—le pregunto Aris con preocupación

—No es nada—le contesto el niño pequeño, con cara inocente, pero se cayó nuevamente y Aris se apresuró a darle la espalda y agacharse frente a él.

—Súbete a mi espalda—Le dijo Aris como suplicándole, Blurry se sonrojo mas y miro una amplia espalda tostada por el sol, era un color muy bonito, como dorado, típico de alguien que había vivido junto al mar toda su vida.

Blurry se montó en su espalda y puso sus brazos alrededor del fuerte cuello de Aris y sus manos fueron a encontrarse con su pecho, fuerte, amplio y sentía el fuerte calor de ese musculoso torso sin camiseta, Aris tomo a su inocente amigo y lo tomo por los muslos para que no cayese, Blurry sintió lo áspero de sus manos al contacto con sus piernas lampiñas, coloco su barbilla en los trapecios del cuello de Aris, como avergonzado.

—Muchas gracias—Le susurro Blurry con un hilo de voz.

—No te preocupes, yo estaré para ti siempre—Le contesto Aris, tan cerca de los labios del chico que Blurry tuvo que hacer un esfuerzo descomunal para no besarlo.

El joven mago despertó, había viajado 4 años atrás, había soñado con Aris, ese atractivo joven que conoció ese verano, él vivió toda su vida en esa playa, y Blurry regresaba con muchas ansias todos los años. Desde que se conocieron Aris siempre lo había cuidado como a un hermano menor, pero este no miraba a Aris como un hermano, Blurry lo miraba como hombre, con deseo, como si deseara con toda su voluntad entregarle a ese semental musculoso su cuerpo para pagar un mínimo todos esos cuidos que le había brindado durante los últimos años.

Después de varias horas el largo viaje hasta su hogar de verano había terminado, el aire era salado, el sol abrazador, sofocante y energizante, sintió en rayo de ese sol imponente quemando su piel suave y blanca, subió rápidamente a su habitación y dejo a Nox salir de su encerramiento, el gato soltó un bufido y salió apresuradamente a explorar esa casa tan conocida por el animal. Ya habiendo saludado a sus padres se puso una ropa más cómoda para su estancia y sin vacilar salió a buscar a Aris que no vivía muy lejos de esa zona, era una casa bastante más pequeña que la suya, pero muy acogedora, toco la puerta, un joven alto de piel tostada por sol, de melena rubio oscuro y revuelto, de ojos claros, nariz perfilada, de pómulos abultados, le regalaba una amplia sonrisa marcando esos dientes blancos y perfectos, iba sin camisa, de sus amplios hombros caían dos brazos muy fuertes y muy musculosos, su pecho partido y firme coronaba unos abdominales rígidos y marcados, embobado Blurry por la maravilla que se imponía frente a él, sonrió tímidamente, levanto la mano pero Aris rápidamente se la cogió y lo acerco hasta su voluminoso cuerpo y Blurry choco contra una pared de músculos, el calor que desprendía le gustaba, sentía como si parte de su vitalidad le contagiara.

—Blu amigo, cuanto tiempo de no verte pequeño, ¿cómo has estado?, no avisaste que llegarías hoy —Dijo Aris luego de separarlo de él, y tomar su barbilla y poner sus ojos frente a frente.

Blurry se sentía intimidado al conectar con esos ojos oscuros, sentía su mirada penetrar en su alma y que esta podía ver perfectamente todos los secretos que este se esforzaba por ocultar del verdugo de los deseos más descabellados del pequeño mago.

—Justo hace unas horas que llegue —dijo Blurry tomando una de las manos que apresaban su barbilla, sin soltarla pregunto —¿Puedo pasar?

—Adelante dijo el semental —apartándose y dándole el paso.

Blurry entro en la acogedora sala, muy pequeña y de muebles gastados, había un silencio antinatural en el lugar.

—¿Dónde están tus padres?, —Pregunto Blurry cuando Aris cerró la puerta

—Este fin de semana han salido y no volverán hasta el lunes —Contesto este al sentarse en una silla frente a Blurry, contemplándolo.

Hubo silencio, Aris cabeceaba, Blurry no parada de recorrer con la mirada la belleza de este, para romper el silencio que se había formado Blurry pregunto —Te has puesto muy fuerte este año, estas más grande de lo que recuerdo, —y era verdad desde su último verano juntos el volumen de sus músculos había crecido notablemente, las venas de sus brazos se surcaban más, el camino entre los músculos de su abdomen era más definidos y el corte de su pecho era más profundo.

—Tú también has crecido un poco más, ya casi dejas de ser un enano —rio —Pero te veo más delgado, ¿Estas comiendo bien en ese internado en el extranjero del que nunca me dices nada? Ahora te veo más pálido.

Blurry siempre se había preocupado por no dar muchos detalles de su verdadera identidad a su amigo, pese a que en muchas ocasiones estaba muy tentado a hacerlo, pero ¿Qué conseguiría con eso? Además el estatuto del secreto se lo prohibía ya que los NoMaj no eran bien vistos por su comunidad, de hecho estaba prohibido si quiera llegar a ser amigo de ellos, pero no le importaba, el recuerdo de ese día en que Aris lo salvo estaba presente en su memoria, ese recuerdo de un capitulo oscuro, en el que empezaba a entender el porqué los magos consideraban a los NoMaj como animales, pero Aris era diferente, era como un paladín, como un héroe de esos que salen con capas en las películas, un hombre fuerte y muy valiente, que pese a no tener ningún poder o habilidad, tenía la confianza, el valor y el carácter para hacerle frente a situaciones difíciles, habilidades que van más allá de cualquier magia, ero le gustaba de el, ese poder que él no tenía, eso tan humano eso que lo hacía diferente de los NoMaj de ese negro y sombrío día.

—Yo estoy muy bien —contesto— pero las clases son difíciles y estudio exigente, consume mucho de mi tiempo. Pero dejemos de hablar de mí, quiero que me cuentes todo lo que has hecho este año. Aris esbozo una sonrisa.

—Porque no te quedas esta noche aquí, mis papas no están y los tuyos no creo que se opongan ya que lo has hecho en repetidas ocasiones —Le propuso este—.

Blurry salto de un brinco de su silla y acepto muy emocionado. Salió de la casa a buscar algunos objetos personales. Al llegar a casa encontró a sus padres a quienes les pidió permiso para quedarse con Aris —Muy bien contesto su madre, —Subió a su cuarto donde Nox aún estaba durmiendo enrollado sobre su peluda cola. Tomo rápidamente la poción la puso en una mochila con un poco de ropa y su varita de Cerezo. Hizo un poco de ruido que despertó a Nox, la miro de reojo.

—No digas eso —Dijo Blurry mirando de soslayo a la gata —No quiero que se enamore de mi —Sabes que eso no puede ser y también sabes perfectamente mi posición respecto al tema.

—Como quieras —Dijo mirando a la gata por última vez y cerrando la puerta bajo las escaleras y salió de la casa.

Blurry corrió lo más rápido que pudo a través de la playa de arena blanca y miraba el inmenso océano que se había teñido de un escarlata intenso producto del crepúsculo, al otro lado del cielo comenzaban a salir las estrellas y la luna se asomaba, era un paisaje hermoso, las olas que emergían desde en medio del mar surcaban su camino vigorosamente hasta llegar a la costa y morir mojando los zapatos de Blurry con una espuma salada. Pensaba en lo que Nox le dijo, pero él no creía en el amor tal cual, siempre había pensado que si el amor de verdad existía este no era para siempre, y que tenía la misma naturaleza de todos los seres del mundo y que inevitablemente debía morir, por eso el creía en el vivir el momento, pues el mañana era tan incierto como la posibilidad de tirar una roca al mar y recuperarla otra vez.

El joven llego a la puerta de la desgatada y costeña casa cargado con la opción que había hecho, deseando con ansias probarla en su amigo cachas. Aris abrió la puerta, vestía solo con una camiseta de tirantes sin mangas  y un pantaloncillo extremadamente corto que dejaba al descubierto esas piernas sin vello, musculosas y bronceadas sobre las que quería cabalgar, ambos muchachos harían lo de siempre al quedarse solos, mirar una película, beber un poco y platicar de sus vidas eso le gustaba a Aris, poder abrirse un poco, contar con que Blurry lo escucharía y que este le daría algún consejo ya que pese a sus 22 años era un poco inmaduro para tomar decisiones…

—Ya hemos hablado de esto por correspondencia —le decía Blurry a su amigo quien estaba tumbado en el piso de la habitación, mientras Blurry recostado en la cama de Aris contemplaba el techo de la habitación, el cual estaba tapizado con la fotografía de Jeff Said y el título “there are no impossible bodies only incapable minds”.

La habitación estaba en penumbras, era tarde, poster de tías buenorras, ropa y zapatos tirados por doquier algunas pesas desgastadas tiradas por ahí, una habitación muy normal para un chico atlético como Aris.

—No quiero, empezar una carrera aburrida, hacer por el resto de mi vida algo que no me gusta —Le replico Aris— quiero que mi vida signifique algo

—Entiendo eso, pero una carrera sería muy sólida para tu futuro, lo aseguraría —Blurry dijo esto, lo más amable y calmado posible—

—No te parece injusto, que para tener asegurado tu futuro, tengas que ser muy bueno en todos los aspectos académicos, aunque sientas que debas hacer otra cosa —Aris miro a Blurry mientras lo decía— Quiero salvar vidas, quedarme en esta playa y ayudar a los que lo necesitan—.

Blurry lo miraba con admiración, porque a diferencia de él, quien era un mar de dudas, su amigo tenía muy claro lo que quería para si, —Es por eso que entrenas tanto— soltó Blurry.

—Si es por eso, —Se sonrojo Aris como a un niño a quien a cucharadas han conseguido la declaración de una travesura.

—Pero últimamente no he tenido los resultados que esperaba— sentencio Aris y miro por la ventana.

—¿A que te refieres? —Le interrogo Blurry y agregó: —Eres un tío enorme, el más fuerte que he visto.

Aris sonrió sin mirarlo —Sin embargo, puedo acelerar el proceso— Blurry lo dijo con una mirada triunfante, como si lo hubiera adivinado y Aris lo miro sorprendido y le dijo: —¿Cómo? — Blurry se levantó y de su mochila saco una botella pequeña de una sustancia de color nacarado

—¿Que es eso? — pregunto curioso Aris

—Digamos que es un proyecto que hice este año en el internado— Le contesto Blurry un poco impaciente

—¿Pero que hace— continuo interrogándole Aris

—Pues es un potenciador muscular— y antes de que pudiera seguir repicando se adelantó una vez más a la pregunta de un interlocutor y continuo— Si es seguro, confía en mí, no se inyecta, solo debes beberlo

Aris lo miro muy sorprendido, más de lo normal, pues estaba pensando en formularle esas preguntas antes de que contestara. Aris muy indeciso tomo el frasco y de un solo sorbo se lo bebió. Tenía un sabor extraño, muy dulce y un poco mentolado. Pasado un rato en el que ambos jóvenes e miraban Aris comenzó a sudar un poco y notaba como sus brazos aumentaban un poco su volumen. El calor aumentaba, se despojó de su camisa, su pecho comenzaba a enchancharse, su espalda se amplio, su cintura de estrecho un poco, sus fuertes piernas pulsaban y los músculos de esa zona se tensaban, sus abdominales se pusieron como el acero y se abultaron más, el muchacho se dobló sobre su estómago y puso sus palmas sobre el frio suelo de la habitación el calor lo quemaba, las venas de sus brazos se engruesaron y sintió que de un momento a otro todo su cuerpo se tensó y palpito a la vez. Dejo de hacer calor. Se incorporo lentamente bañado en sudor, la luz que el océano reflejaba dio de lleno en su torso desnudo, su cuerpo estaba brillante y su piel se adhería completamente a los músculos recién fortalecidos, las sombras que de proyectaban en las curvas de su pecho y los de su abdomen le daban un aspecto imponente.

Aris miro sus brazos y palpo su duro abdomen, miro a Blurry —funciono! —Le dijo Aris, pero noto que todo el calor que había sentido antes ahora se concentraba en un solo punto, miro bajo sus abdominales y se encontró un una erección que miraba al cielo.

Por segunda vez esa noche Blurry se adelantó a la pregunta de su amigo y le contesto —Para bajar la erección debes correrte—.

Aris lo miro entre asustado y excitado, pero este tenía la vista clavada en esa torre de carne que surcada por venas que se originaban en la parte más baja de su abdomen golpeaba rítmicamente el ombligo de Aris.

Blurry se volvió a anticipar a su amigo y tomo su mano —Por favor no te masturbes—Le dijo Blurry a Aris con una voz rayando en suplica. Aris lo miro con aprensión.

—Blurry déjame hacerlo, necesito venirme— trato de bajar su erección con su otra mano y el pene del joven reboto hacia arriba y se quedó rígida mirando al cielo.

El joven mago tomo el pene de su amigo por la base y sintió su calor, el grosor del monstruo que había invocado y que ahora era su responsabilidad domar y dijo: —Yo también necesito que te vengas, pero dentro de mi— Al decir esto sintió como la verga de Aris se llenó más de sangre y como su liquido prese minal comenzaba a salir. Blurry rodeo el cuello de Aris con sus brazos y le susurro, —Aris necesito estar contigo, quiero que me poseas, ser tuyo, necesito tu verga estallar dentro de mí, que tu fierro caliente me traspase.

—Blurry, sebes que no he estado con ninguna mujer en meses y esta erección me quema, necesito tener sexo, pero yo no soy… —Aris enmudeció y su el semen comenzaba a lubricar su verga.

—Solo esta noche por favor —suplico Blurry— déjame pagarte todo lo que has hecho por mí en estos años, deja que pueda satisfacerte sexualmente, al hombre que me salvo ese día hace 4 años, quiero ser tuyo, de tu propiedad.

Aris lo tiro a la cama y este arranco el pantaloncillo que no podía contener la erección que le provocaba la poción de Blurry, arranco también la ropa de Blurry paso su mano áspera sobre su pecho, flácido y blanco, bajo hasta sus piernas y las frotaba, su piel suave hacia que su verga se contrajera más, el tacto de esa piel sedosa lo ponía muy arrecho, lamio sus tetitas y, mordió una de ellas. Blurry gemía de placer, pasaba sus manos sobre el amplio y musculosa espalda de su amante sentía el calor que desprendía y el aroma varonil que siempre le había embriagado.

Blurry se deslizo debajo del enorme cuerpo de Aris, debajo de él se sentía insignificante, paso la lengua entre la hendidura del pecho de Aris y la de sus abdominales, tensos, duros, hasta que llego a su verga gorda y goteante, con la punta de su lengua tomo una transparente gota de semen, se la llevo as boca y se la trago, acto seguido engullo esa verga hasta donde su garganta podía, aún quedaba la mida afuera, Aris comenzó a mover sus caderas frenéticamente hasta que Blurry le dio golpecitos a sus piernas de hierro. Se detuvo un rato para respirar y laso la lengua por el falo de su amigo surcando con ella las venas palpitantes de él. Tomo sus testículos y los jalo, Aris dio un respingo y dio un profundo gemido, Blurry metía alternativamente un testículo y otro en su boca mientas con su mano masturbaba el pene gigante de Aris, que al igual que su cuerpo, Blurry dedujo que también había aumentado su volumen.

Aris apoyo sus rodillas a la cama tiro a Blurry por sus brazos y busco su culo. No le dio tiempo a Blurry de quejarse pues en seguida tenía sus piernas chocando con su pecho y la lengua de Aris invadiendo su ano. Blurry emitió un débil gemido y sintió la humedad y el calor de la saliva de Aris que inundanba las paredes de su recto. Su ano se contrajo aprisionando la lengua de Aris por un instante y con un casi inaudible flop salió de su recto. Aris abrió más los glúteos suaves de Blurry para intentar meter sus toscos dedos en la húmeda y caliente cavidad rectal, estaba muy apretado, a penas logro meter dos con mucha dificultad pese a que le puso más de su saliva para hacer que entrara. Blurry tomo del cabello de Aris y lo obligaba a que siguiera taladrando su ano con su lengua —Aris así... no pares... tu lengua… me llenas — Aris lo ignoraba, el manjar de su culo lo había hechizado, pero la erección de su verga comenzaba a dolerle y se puso frente a Blurry tomándolo por los tobillos. La imagen era sublime, ese cuerpo grande, fuerte, vigoro y lleno de deseo por poseer al pequeño mago aparentemente indefenso.

Blurry contemplo esos poderosos músculos, la imagen del hombre que había sido el objeto de sus más calientes y desenfrenados deseos, —Aris por favor, tómame — Aris no se hizo de rogar y de un enérgico empujón dejo ir de lleno la vara de carne dura en el recto de Blurry.

Aris emitió un profundo rugido, pero su verga aún estaba la mitad fuera, Blurry tenía los ojos anegados en lágrimas, —Quiero que seas mi puta—Rugió Aris y de otro sonoro golpe los testículos de Aris chocaron contra los glúteos del pequeño joven. Blurry sintió que algo dentro de él se rompió. Busco los ojos de Aris, y miro complacido que lo miraba con una chispa que se asemejaba al fuego, Aris continuo con sus arremetidas conta el culo del muchacho, los esnifes de Blurry comenzaban a morder la base del pene de Aris, el cual se volvía loco cuando sucedía, su verga gruesa, caliente se abría paso entre las piernas del joven mago, corrompían sus esnifes, se deslizaba por las paredes rectales y llegaba hasta lo más profundo de sus entrañas. Aris mantenía los puños sobre la cama mientas el vaivén de sus caderas marcaban el ritmo de la penetración y sus testículos chocaban contra el culo de su amigo, produciendo un sonido que era la melodía de fondo de esa escena.

Los recientemente fortalecidos músculos del joven atleta de contarían, y transpiraban, esas gotas caian sobre el cuerpo de Blurry le transmitían el esfuerzo de su amigo por darle placer atreves de su culo, el cual adolorido, recibía ese visitante colosal que atropellaba sus paredes, estimulando la próstata que estaba detrás de estas, el culo de Blurry se contrajo y chorros de su semen saltaron salpicando los duros abdominales de Aris, este se tensó más luchando contra necesidad de correrse con las estimulaciones anales que Blurry le daba a su verga, lo penetro con más fuerza y más profundamente. Blurry sintió desvanecerse y comenzó a arañar la espalda de esa mole para hacerle saber el máximo placer que había alcanzado, sus gemidos ahogados producto del inmenso placer de correrse con una verga gigante sodomisandolo en lo más profundo de su ser lo hacían desfallecer.

Sintiéndose una funda para la verga de Aris este dejo que lo sometiera a gusto, su culo no dejaba de contarerce como si aun le quedara mas semen por expulsar. Las embestidas de Aris no cesaron ni disminuyeron, la poción había potenciado también su libido, podía ver los enormes músculos de su amante tensarse, hasta que después de haber frotado su pene contra las cansadas paredes rectales del mago, soltó un sonoro rugido que inundo la habitación, su semen no dejaba de salir y se perdía entre las entrañas de Blurry fueron más de 10.

Quizá víctima de la poción o del cansancio, pero Aris busco los labios de Blurry y los beso, metía su legua por su garganta, Blurry correspondió a la solicitud de sus labios y con su pene aun dentro de él se fundieron en un apasionado beso. Aris exhausto, se quedó encima de el hasta que su pene se puso flácido, salió de él y se quedó dormido a su lado. Blurry se quedó acostado, cansado y confundido, en medio de la oscuridad y solo un débil halo de luz de mar entraba por la ventana, El semen de Aris comenzaba a escurrirle pis sus nalgas, se dio la vuelta, vio a Aris, la perfilada nariz absorbía el aire que hacía que su pecho bajara y subiera. El joven mago comprobó que su poción había funcionado, pero que sus sentimientos lo habían traicionado.