Volando

Cuenta una historia con drama la cual deja que los lectores se introduzcan en el texto.

VOLANDO

Era una noche lluviosa como todas las ultimas, y me ponía pensar en todo, en como poder salir al mundo sin pensar que nada me pasara, como ahora, si salía era lógico que me mojara , pero por que pienso estas cosas, será que estoy aburrida?. En estos momentos no se que hacer, estoy sola en mi casa y tengo muchas ganas de hablar con alguien, me quedo unos minutos pensando en que le voy a decir a esa persona con la que pienso hablar, pero cuando ya tengo el discurso preparado, siento que ya no necesito hablar con nadie, me siento desahogada y como si me hubieran dado consejos, es una cosa rara, por que hace tiempo necesitaba hablar con alguien y ni siquiera escribir me había quitado esas ganas, la verdad no lo entiendo.

Miro el reloj, son las 9pm, ¿ que puedo hacer?, si me acuesto es probable que no me duerma y si me quedo aquí es probable que me aburra mas, pensé en una cosa, llamar a mi novio, el tiene 16 años es tres años mayor que yo, nunca ha venido a mi casa cuando estoy sola, y mi padre no sabe que yo tengo novio, si lo encontrara aquí no se que podría pasar, pero lo necesito.

Espero el tiempo en que se tarde el en llegar a mi casa, son mas o menos 5 minutos, pero a mi me parecen una eternidad, hasta que por fin llega esta muy mojado, lo invito a sentar, y le traigo una toalla. Luego yo me siento a un extremo de el, nos quedamos un rato callados hasta que yo le digo que me bese, el se queda sentado y no se mueve, yo tampoco, después de unos minutos nos paramos, y nos dirigimos a mi cuarto cogidos de la mano, el tiene las manos muy frías, no se si de miedo o del frió que tiene, yo también estoy muy fría.

Llegamos a mi cuarto y me dan ganas de decirle que se vaya, pero no puedo. Estando en mi cuarto, nos quedamos sentados en la cama mirando el piso, pero de pronto algo me lleva hacia el y lo beso, el me corresponde, el frió se hace a un lado, el miedo, la soledad , la libertad y las ganas de volar inundan mi pensamiento, me siento libre, ese momento es único, ninguno de los dos dice una sola palabra. En la habitación solo se oye el sonido de nuestros besos y nuestros oídos solo escuchan esos besos.

Pero de un momento a otro el me dejo de besar y su espalda estaba muy mojada, abrí los ojos, lo mire y el me estaba mirando, desperté de mi fantasía y mire hacia la puerta, allí estaba mi padre, lo vi pronunciar una palabra que decía " vete", tenia mucho miedo y salí corriendo, corrí, y corrí hasta que llegue a un momento en que no sabia donde estaba.

Ahora después de 5 años, con un hijo de 4 años y 3 meses y yo con 18años , me doy cuenta que a esa edad todavía no se podía volar, por que primero hay que aprender.

Fin.

Paula A .P