Vivo de las mujeres decentes (Capítulo 20)

Rigo sigue con su novia y acude a una velada del club swinger con Pilar

Capítulo 20

Al final todos mis amiguetes decidieron acudir a nuestro domingo de barbacoa en la casa.

Nosotros nos fuimos el sábado, porque así le dábamos el día libre a Marta, que ya no tendría que regresar hasta el lunes. La pareja de la casa, descansarían en días alternativos porque Pilar quería que siempre hubiera alguien allí. En realidad Francisco estaría contratado para los martes y jueves, como hacíamos con el cabrón de León, pero viviría en la casa con Dolores que descansaría los lunes y miércoles. Pilar tenía claro que cuando hiciera falta una de las chicas haría su trabajo en la casa donde la necesitara.

Francisco ya se había buscado otros trabajos en sus días libres, así que cuando llegamos solo estaba en la casa Dolores, una hermosa mujer de talla media que a sus 29 años presentaba una figura esbelta, con la espalda muy recta, buenas tetas aunque pensé que algo caídas a pesar del sujetador, buenas piernas que terminaban en un culo hermoso, como a mí me gustan para hacerle un estropicio anal, morena y de ojos oscuros, aunque su sonrisa era lo que más se destacaba en su rostro con unos labios algo gruesos que mostraban unos dientes de un blanco nacarado y que siempre enseñaba aunque estuviera ella en reposo, ni que decir tiene cuando sonreía. Se lo dije a mi novia que me dio la razón en mis apreciaciones.

-Ten cuidado, que su Francisco está siempre por aquí, no vaya a ser que te corte los huevos.

-¿Pero tú has visto ese culo? Qué buena está la jodía.

Ella se reía porque todo lo que le decía ese día le hacía mucha gracia, pero bueno, mejor comenzar de nuevo así con buen humor.

Parecía que yo también le gustaba a Dolores a la que encontré muy solícita con Pilar, al igual que conmigo.

A la hora de la comida, apareció Francisco por la casa, pero se fue a la habitación de ellos para darse una ducha y ponerse un poco decente antes de presentarse a mí, porque venía hecho unos zorros. Luego Pilar me lo presentó y la verdad es que ganó bastante al verse con esas nuevas ropas, recién duchado. Era de la misma estatura que Dolores, muy fuerte pues se le veía algo musculado y tenía cara de buena persona, intentando ser muy amable también con Pilar y conmigo. Tanto el jardín, el césped y la piscina estaban en perfecto estado de revisión, similar a como lo mantenía el otro jardinero, de cuyo nombre no quiero acordarme.

Por cierto que ese sábado no hizo acto de presencia en el móvil de Pilar, el canalla lo hacía en horario laboral, cuando sabía que yo no estaba a su lado.

Esa tarde echamos una siesta antes de yo aislarme en la otra habitación por mis estudios para unos últimos repasos que consideraba imprescindibles.

-¿Tú crees que Dolores va a comportarse con la osadía de las demás? -le pregunté.

-No lo sé, aunque ya le he explicado que cuando necesite algo de nosotros o nosotros de ella, podrá irrumpir en nuestra estancia sin necesidad de pedir más permisos adicionales. La verdad es que la estoy esperando porque le he pedido que nos suba el café aquí arriba en la mesa de la terraza, -me respondía mientras acabábamos de echar nuestro último polvo.

-Pues veremos a ver qué le cuenta ésta a su novio, o lo que sea, el tal Francisco.

-Es su novio, ¿Qué va a ser si no? -me aclaró.

-Vale, su novio entonces, esperemos que no sea tan libertino como el otro.

-Me da igual lo que sea, ya te he dicho que a partir de ahora tú eres el que decide en nuestro sexo.

-Y si invitamos un día a una de las parejas, ¿Lo podríamos hacer aquí en la casa?

-Tendría que explicarle a Dolores lo que ocurriría cuando llegasen nuestros invitados, pero tendríamos que esperar un poco a que se vayan aclimatando poco a poco a la casa y a nosotros mismos primero, luego será más fácil ponerla al día del resto, y seguramente se lo tendremos que decir también a Francisco, de lo contrario se lo diría su novia a su manera.

Yo no comenté nada de momento, más bien, estaba descansando del polvo que acabábamos de echar y que lo disfrutaba amodorrado con los ojos cerrados.

-En unas horas el grupo swinger estará comenzando un nuevo evento, -siguió comentando Pilar, aunque cambiando el rumbo de la conversación.

-¿Es que te gustaría acudir? -le pregunté.

-No, ahora prefiero que nos centremos en lo nuestro, pero si quieres, ya te he dicho que haremos lo que tú decidas.

-¿Donde lo hacen esta noche?

-Si no hay cambios de última hora en casa de Rafael y Julia, según me dijo mi tía.

En esos momentos nos interrumpió Dolores con unos endebles golpecitos en la puerta, entrando a continuación con mucha decisión portando una bandeja en las manos donde traía las tazas con el café, la leche, las pastas y una botella de agua fresca, pillándonos a mí empalmado y a mi novia agarrando mi empalme, luego se fue a la terraza donde dejó todo sobre la mesa, que ya estaba preparada desde antes con mantel y servilletas a juego.

-¿Quieren algo más señoritos Rigo y Pilar? -Nos preguntó, respondiendo ambos con gestos de negación, por lo que se fue por donde había venido sin volver la vista atrás, porque seguro que bastante tenía guardado en sus retinas.

-Menudo culo tiene la cabrona ésta, -le volví a recordar a mi novia-, a ver si un día de éstos nos la follamos entre los dos.

-Pues el novio tampoco está nada mal, -me respondió dejándome claro que ella también quería una parte del pastel.

-Parece que te pirran los jardineros.

-Me pirraban.

-¿Te ha vuelto a contactar?

-Hoy no, pero ayer me insistió más en los mensajes que en las llamadas. Toma y los lee, que no tienen desperdicio, además de la foto.

Esta vez le presté más atención porque al parecer su osadía iba incrementándose día por día. Ella me dio el móvil con el primero de los mensajes en la pantalla:

Sé que no te has olvidado de mí”

“Solo estás retrasando el momento de nuestro reencuentro”

“Quieres que te recuerde lo que estamos hablando?

Te envío una foto?

A continuación aparecía la foto que me decía Pilar y que no era otra cosa que la polla de León totalmente tiesa.

Te gusta?”

“Quieres tenerla otra vez en tu boquita?”

“Llámame y quedamos, no lo retrases más”

“Espero tu respuesta

Mañana puede que esté en el bar con tus amigos

En las llamada recientes, había tres llamadas perdidas entre las 11 y las 13 horas, también del día anterior.

Entonces le devolví el teléfono.

-¿Qué esperas para bloquearlo de una vez? -le pregunté.

-Si te molesta lo bloqueo ahora mismo, pero es que me da morbo recibir estos mensajes.

-Claro, han sido casi dos años follando con él, ¿No?

-No cielo, solo 20 meses. ¿Has visto también la foto?

-Joder Pilar, pues sí que estás encoñada con ese tío. ¿Y qué quiere decir con el bar de tus amigos?

-Me ha dicho mi tía que esta noche lo han llamado del grupo para volver a atender el bar durante la velada. Imagínate que hubiésemos ido nosotros también.

-Pero ¿Tú te estás escuchando? -la tuve que reprimir porque parecía que había perdido la cabeza al meterse León en nuestra conversación-, No quiero que me vuelvas a hablar más de él y sí, claro que sí que quiero que lo bloquees de una vez.

-Toma bloquéalo tú, ya te he dicho que de aquí en adelante tú eres el que me vas a marcar la pauta en cuestiones de sexo.

Pero ¿Es que estábamos hablando de sexo? Cogí el móvil de nuevo y bloqueé las llamadas y el contacto en Whatsapp y lo di de baja de la agenda, luego se lo devolví, me puse ropa de deporte y me fui a hacer footing a gastar unas pocas de energías que al parecer ese día me sobraban.

El día siguiente fuimos a recoger a parte de mis amigos, porque los otros se llegarían en el vehículo de uno de ellos. Con nosotros venían Pedro, Mavi y otro más, todos con buena disposición a pasarlo bien, incluso Mavi no dejó de hablar con Pilar durante el trayecto. Cuando llegamos ya estaban los otros allí, así que Pilar y yo les enseñamos la casa a todos, que se quedaron maravillados con ella.

Dolores no paró en todo el día, francisco me pidió permiso a mí para ayudar un poco a su novia y le dije que sí, haciéndose cargo de la barbacoa donde todos echábamos una mano hasta ese momento.

Luego busqué por Internet como hacer una sangría y con la ayuda de Pilar y Mavi, nos salió bastante bien, aunque no le pusimos todo el alcohol que nos indicaban las instrucciones, porque no queríamos que alguno se achispara con tanta sangría.

El agua de la piscina estaba demasiado fresca, pero todos nos dimos un baño en alguna ocasión. Ver a Paula y Mavi con esos bikinis tan ajustados, me hicieron recordar muchas cosas, pero pronto las deseché de mi cabeza porque no quería que el pito se me fuera de madre.

Echamos un día espléndido que en definitiva era lo que todos habíamos deseado.

A la vuelta yo mismo llevé en el coche de Pilar a Mavi, Pedro y el otro compañero, porque ella se quedó trabajando en un proyecto que le urgía en su empresa. Ellos se bajaron primero y luego fui a dejar a Mavi que quedaba algo más retirado.

-Parece que al final te has arreglado con tu novia, -me dijo, o más bien me afirmó.

-Sí, después de hablar con todos vosotros y los tíos de Pilar con los que tengo unas buenas relaciones, he decidido darnos una nueva oportunidad, al menos lo vamos a intentar.

-Quizás estuve un poco borde con ella cuando hablamos el otro día, sin embargo hoy me ha parecido una buena chica, no sé, igual estaba equivocada Rigo.

Otra que claudicaba como Paula, pero ni yo estaba seguro de que la opción que había tomado fuese la correcta. Sabía que ayudó mucho el hecho de que estuviésemos los dos conviviendo en el piso, mi abstinencia sexual de tantos días seguidos y la provocación que era para mí tenerla esa noche casi en pelotas durmiendo a mi lado.

Curiosamente ahora no veía tan mal tener un cierto deseo por Mavi, que estaba sentada a mi lado enseñándome unos muslos maravillosos, cuando antes de conocer la infidelidad de mi novia sabía que cualquier pensamiento de este tipo, era inmediatamente repudiado por mi mente que no dudaba en sacarme tarjeta roja. ¿Sería que ya no estaba tan enamorado como pretendía yo mismo de Pilar? No lo sabía, tendría que ver cómo se iban desarrollando los acontecimientos en adelante.

Antes de bajarse del vehículo me dio dos besos en las mejillas, que hasta pensé que me hubiera gustado que me los diera en la boca y poder saborearla otra vez de nuevo. Definitivamente no me reconocía a mí mismo en esos momentos.

Los días pasaron con un ritmo frenético de exámenes finales, estudios, repasos de última hora sin que prácticamente me diera tiempo a pensar en nada más, hasta el viernes que pude respirar un poco porque llegaban dos días de descanso, además que solo quedaban un par de exámenes en los que no tendría ningún problema para la próxima semana, finalizando el segundo curso el siguiente martes.

Marta nos atendía cada vez con mayor soltura y desparpajo en sus intromisiones en nuestro día a día y nuestro dormitorio, donde entraba como Pedro por su casa, pillándonos en una ocasión follando a cuatro patas mirando en dirección a la puerta, por lo que nos pudo ver haciendo el acto sexual y las expresiones de nuestras caras mientras lo practicábamos, ella solo pedía un perdón muy entretenido para después de unos diez segundos darse la vuelta y marcharse sin cerrar la puerta. En unos días que llevaba con nosotros ya se veía más atrevida que María.

Curiosamente no fue Cristina la que llamó a mi novia, sino Julia la que lo hizo conmigo para pedirnos que fuésemos a la velada del sábado porque estaría muy animada, que habían invitado a unos actores para distraerlos con unos números sexuales y más que nada porque todos nos echaban de menos.

-¿Juan se hará cargo del bar mañana? -le pregunté, no fuera a ser que se presentara León.

-Claro, como siempre, ¿Pero por qué lo preguntas?

-No, tranquila, solo por saberlo, -le respondí por no tener que contarle que no iríamos si iba el cabronazo ese.

-Vale, cielo, espero que mañana me dediques al menos un buen rato a mí solita, que últimamente siempre me compartes con Adela.

Solté una carcajada enorme.

-Es que no sabes el morbo que me dais las dos, al menos cuando me la chupáis al mismo tiempo.

-Pues que sepas que después la muy guarrilla se lo cuenta a toda la familia.

-No creo que se asusten a estas alturas, ¿Verdad?

-Asustarse no, pero no todos lo llevan igual de bien. -Me respondió con otras risas.

Ese viernes Pilar tuvo que desplazarse a otra provincia por necesidades del trabajo, volviendo bastante tarde al piso, aunque la esperé para cenar con ella en nuestro salón.

Venía muy cansada, así que se dio una ducha rápida y con su bata de andar por casa, se vino a cenar conmigo en la mesa que nos tenía preparada Marta.

-Pareces cansada, -le comenté.

-Ufff... estoy molida, estaba deseando llegar a casa para descansar de una vez.

-No me gusta que hayas conducido en esas condiciones para llegar esta noche, te podrías haber quedado esta noche a dormir en un hotel.

-¿Verdad que sí? Pero bueno es que hoy es viernes y no quería empezar el fin de semana volviendo el sábado casi a mediodía.

-Está bien, pero prefiero que llegues tarde a que tengas un accidente en la carretera.

Ella le dio un apretón a mi mano que la tenía apoyada en la mesa.

-Gracias cariño por preocuparte por mí. La próxima vez que ocurra algo así me quedaré en un hotel.

-Me ha llamado Julia.

-¿Sí? -me respondió requiriendo más información.

-Que quiere que mañana vayamos a la reunión swinger, al parecer van a actuar una animadores del sexo, ya sabes y no quiere que nos lo perdamos.

-Esta mañana he estado hablando con mi tío y no me ha dicho nada, pero bueno, es que era por temas de trabajo, aparte que últimamente no hemos demostrado tener interés por estar con ellos.

-Claro, por eso no te lo habrá comentado. A mí me apetecería ir, aunque no le he adelantado nada hasta saber cual era tu opinión.

-¿Mi opinión? Ya te lo dije, la que tú decidas estará bien.

-Espera, que le mando un mensaje ahora mismo para confirmarle que vamos a estar allí, antes de que sea más tarde.

Ella asintió, mientras Marta nos estaba sirviendo ya la mesa enterándose de toda nuestra conversación.

-Señorita Pilar, si necesitan de mis servicios mañana sábado, solo tiene que pedírmelo para quedarme.

-Muchas gracias Marta, pero mañana lo que vamos a hacer es ir a una velada swinger a pasar unas horas de jodiendas, ya sabes. -Le aclaró con una gran sonrisa en su cara cansada.

Ella no lo entendió del todo, pero seguro que se quedó con la palabreja para luego consultarla en el Google, menuda era la chica.

Más tarde en la cama no me dio tiempo a comentar nada más con ella, porque fue echarse en la cama y quedarse dormida como un tronco, pero bueno, al otro día me desahogaría con Julia, Adela, Rita, Isabel... joder, me tuve que levantar para irme al escritorio a repasar un poco la últimas asignaturas de las que me examinaría el lunes y el martes siguientes.

Sería casi media noche cuando oí a Marta andar por el pasillo, seguro que para entrar su aseo, pero al ver luz en la habitación de estudio, se acercó a la puerta.

-¿Necesita alguna cosa antes que me vaya a dormir señorito Rigo?

-No, Marta, estoy bien así, gracias por tu ofrecimiento.

-¿No le vendría bien una infusión para ayudarle a dormir?

Me lo pensé unos segundos para llegar a la conclusión que debía aceptarla, porque seguro que después de tres días sin sexo iba a dar muchas vueltas en la cama antes de coger el sueño.

-Mira, eso sí que estaría bien.

-Pues ahora mismo se la traigo.

Cuando unos minutos después me trajo la infusión, observé que tardaba mucho en pasar una bayeta de cocina sobre el punto de la mesa donde iría a poner el plato y la taza.

-Señorito Rigo, ¿La señorita Pilar dijo swinger, o es que yo lo entendí mal?.

-Lo entendiste bien, nosotros no somos swingers, pero conocemos a un grupo que sí lo es y de vez en cuando compartimos una velada con ellos. Espero que no te preocupe eso.

-No, que va, lo único que pienso es en la suerte que ha tenido la señorita Pilar con usted. Ojalá yo tuviera un novio así.

-Eres muy guapa y tienes un cuerpo muy bonito Marta, no dudes que lo tendrás, lo otro ya es más difícil, no te lo niego.

-La verdad es que estoy saliendo con un chico muy majo, pero nada que ver con usted señorito Rigo.

Joder con la Marta, parecía que me había puesto como el estereotipo de su futura pareja.

-Mujer, cada uno tiene sus pros y sus contras, seguro que ese hombre tiene muchas virtudes para hacerte feliz, solo que las tendrás que ir descubriendo tú misma conforme vaya pasando el tiempo.

Por fin dio por terminada la limpieza de la mesa para depositar la infusión en ella, dando la conversación por finalizada y marchándose de la habitación.

-Buenas noches señorito Rigo, espero que duerma bien. -Fue lo último que me dijo.

Mientras me tomaba la infusión, no dejaba de pensar que tenía un nuevo problema, porque en pocos días iba a pasar muchas horas a solas con ella esperando que lo del estereotipo se fuera quedando ahí sin más.

Para ese verano mi padre quería que me inscribiese en un curso de dos meses en Londres, con el objetivo de perfeccionar mi inglés, que aunque era fluido no lo practicaba últimamente casi nunca, así que si aceptaba me tendría que marchar el lunes de la semana siguiente. Pilar no quería que lo hiciera aduciendo que yo lo hablaba correctamente y que procuraba ver todas las películas y series en la versión en inglés. Todo eso era cierto pero también le daba la razón a mi padre, aquellos dos meses me vendrían muy bien para completar mi formación en ese idioma. Para despejar dudas tenía hasta el mismo domingo por la noche, pues el lunes tendría que hacerse la inscripción.

Por otra parte me agobiaba estar todo el verano sin hacer nada de provecho, más solo que la una,  esperando que mi novia viniese de trabajar para poder estar con ella, sin apenas sexo considerando al menos cuáles eran mis apetencias. Es que era raro que entre semana tuviéramos relaciones en más de una noche.

El sábado nos fuimos a la casa después de desayunar y sobre las ocho de la tarde estábamos entrando en la casa de Andrés e Isabel, que eran los anfitriones de la velada de esa noche. Como ocurría siempre todos nos recibieron con mucha cordialidad, excepto sus tíos, que al vernos en la puerta, se vinieron enseguida hacia nosotros con cara de mucha preocupación.

-¿Cómo es que estáis aquí sin habernos dicho nada? -nos comentó José Luis.

Aquellas expresiones de ellos nos pusieron a los dos en preaviso de que algo no iba bien.

-Es que os queríamos dar una sorpresa, -les dijo mi novia-, han sido Julia y Rafael los que nos ha invitado.

-Pues al parecer Isabel ha contratado a León como uno de los sirvientes, porque hoy tenemos un espectáculo sexual con varios actores, además de vosotros y él está por el salón sirviendo bebidas a todos los que llegan. -Nos reveló Cristina.

Miré a Pilar para ver qué expresión me transmitía al conocer la noticia y lo que vi fue también una gran preocupación, aunque sabía que ella me estaba dejando toda la responsabilidad por la decisión que teníamos que tomar, ya me lo había dicho en varias ocasiones, en cuestión de sexo se haría lo que yo decidiera.

El problema era que si nos marchábamos de allí, sería algo inaudito para los que ya nos habían saludado y si nos quedábamos, tampoco era que Pilar fuese a follar con el cabrón de su ex-jardinero, pero seguro que él lo intentaría y mi novia no se podría negar en aquel entorno.

-Yo no voy a iniciar nada con él, -me dijo ella, adivinando por donde iban mis dudas-, pero no me responsabilices de lo que pueda ocurrir.

Me acababa de amargar la noche el León de los cojones, pero yo no me iba a marchar de esa casa sin tener sexo con todas las mujeres con las que había estado fantaseando desde hacía 24 horas.

-Vamos para dentro y procura mantenerte alejada de él. -le dije a mi novia.