Vivir con mi padre
Despues de mucho tiempo de mis padres separado decido ir a vivir con mi padre donde vivire experiencias inolvidables
Hola, este es mi primer relato me presento soy Natalia tengo 24 años estudiante de abogacía a poco de recibirme, soy alta, delgada, rubia de ojos verdes con buenos pechos y una cola respingada redondita, soy bisexual, estuve criada a la vieja costumbre hasta que descubrí el verdadero saber del sexo.
Esta historia comenzó hace dos años atrás, es un hecho real en el cual he vivido y sigo viviendo, los nombres y lugares están cambiado para mantener el anonimato de las personas pero las personas que lean este relato se darán cuenta de quienes hablo.
Somos hijos de padre separados, tengo un hermano dos años menor que yo, por cuestiones de afinidad mi madre siempre apaño a mi hermano y mi padre a mí, las peles y discusiones con mi madre eran frecuente por la forma de pensar, así que por mis estudios y la situación con mi madre, le pedí a mi padre si podíamos hablar seriamente los dos, el cual él me dijo que no había problema que nos juntáramos en una cafería que frecuentamos asiduamente.
Mi padre un hombre de 48 años, se llama Hugo, cabello castaños claros ojos verdes, físicamente cuidado, no es muy alto ya que mide 1.73 pero tiene su elegancia.
Llego el día que se encontraron busque una mesa apartada para hablar tranquilos ya que le tenía que proponer si podía irme a vivir con él, nos saludamos y empezamos hablar de trivialidades.
H- cuál es el tema principal hija
N- papa no sé cómo decírtelo
H- decímelo así disfrutamos de la tarde
N- en la universidad me han traslado a otra sede, que queda cerca de tu casa
H- ah bien hija y cuál es el problema
N- sabes que tengo muchos problemas con mama siempre discutiendo
H- si lo sé y cual el tema de fondo
N- si no tienes inconveniente me gustaría ir a vivir con vos, así me queda más cerca la universidad y ya no tendré discusiones con mama
Hugo lo pensó durante unos minutos mientras saboreaba su café y al final le dijo
H- hija no hay problema pero habrá reglas.
N- dime cuales son
H- no se quedara a dormir ningún muchacho que no sea tu novio formal
N- bien no hay problema
H- ya acostumbro algunas noches a tener compañía y no lo quiero cambiar, y no me gustaría que pongas cara fea cuando te la cruces.
N- intentare deberá controlar los celos.
H- además como hace años que vivo solo acostumbro andar en bóxer y no me gustaría que te asombres por eso.
N- entonces yo puedo andar en ropa interior, se rio sarcásticamente
H- nada de colgar los calzones en la ducha
N- ok no lo haré lo colgare en mi habitación
H- reglas claras, buena convivencia.
Papa llamo al mozo pago la cuenta y salimos, caminamos por un rato, fuimos a una plaza ya que la tarde era maravillosa y hablamos mucho de la universidad, de mis amistades, y que pensaba hacer de mi futuro.
Espere el fin de semana para mudarme, el me ayudo con las cosas a lo que mi madre lo miraba en cierta forma con odio por haber aceptado que yo me fuera a vivir con él, al final del domingo ya estaba instalada en su casa.
La vida entre los comenzó difícil ya que teníamos que acostumbrarnos uno a al otro pero siempre con buen humor, yo seguía sus reglas y el trataba de no incomodarme, mi padre algunas noches no venía a dormir supongo que estaría con alguna mujer, lo difícil es compartir el baño ya que yo demoro demasiado en bañarme y el protesta por eso.
Ya varias veces había visto a mi padre en bóxer y algunas mañanas que se levantaba con una erección que no podía disimular, cosa que me intrigaba de qué tamaño la tendría, también lo he sorprendido mirándome cuando salía con ropa interior mirándome el culo, ya que uso tangas diminutas.
Habían pasado dos semanas que me había mudado y me sentía muy a gusto, nos abrazábamos y todas las mañanas y las noches nos dábamos un beso en la mejilla, como despedida o un dulce despertar, ninguno tenía reparo en demostrar sus sentimientos, aunque más de una vez sentí celos por las mujeres que lo llamaban.
Una mañana le pregunte si podían venir mis amigas de la facultad a estudiar una noche y si era viernes mejor así cenaríamos algunas pizzas y gaseosas.
H- no hay problema, mientras no me toquen el vino y el whisky está todo bien
N- papa no somos alcohólicas,
H- no beben cuando la ven, con una sonrisa cómplice y picaresca
N- Te parece bien el viernes entonces?
H- si hija no hay problema yo salgo así las dejo a Uds. Tranquilas.
Le di un abrazo y un beso en forma de agradecimiento y empecé a ponerme un poco ansiosa esperando el viernes y mostrarles a mis amigas donde vivía ya que con mi madre nunca pude hacerlo.
Una noche antes de la famosa cena tuvimos una conversación muy agradable y tocamos todos los temas hasta el sexo, mi padre me aconsejaba que usara condones y que disfrutara del sexo abiertamente, lo que sucede dentro de 4 paredes debe quedar allí, los hombres siempre alarde de con las chicas que se cogen, por eso si es un touch and go más vale hacerlo con un desconocido fuera del ámbito que frecuento.
Creo que mi padre se animó hablarme de esta forma ya que nos estábamos acoplando bien en la convivencia, además muchas veces ya me había visto en ropa interior con mi dimitas tangas como me gusta usarlas y más de una vez lo he pescado mirándome el culo, pero como buena hija me hice la tonta, que puede suceder entre padre e hija pensaba.
Continuara
Si les gusta escribanme a natperro01@gmail.com