Viviendo un sueño en una mentira [I]
Lo que os voy a contar, quizás sea un cuento, quizás solo este en mi mente, quizás solo sea un sueño... ¿Pero sabéis que? Si es un sueño no quiero despertar.
Lo que os voy a contar, quizás sea un cuento, quizás solo este en mi mente, quizás solo sea un sueño... ¿Pero sabéis que? Si es un sueño no quiero despertar.
Mi nombre es Gabriel, aunque todos me llaman Gaby, tengo un cuerpo corriente, no voy al gimnasio por lo que no estoy musculado, pero eso no significa que estoy gordo, soy de esos chicos que ves por la calle y dices ''este chico se tira horas en el gimnasio'' pero que en cuanto quitas la camiseta, te das cuenta de que esta bueno, pero no tiene ni un simple cuadrado en los abdominales, mi pelo, es castaño, algo largo, me gusta así, digan lo que digan no soy un ''greñas'', jamas lo he tenido mas largo del cuello, con flequillo, eso que no falte, digamos que sin flequillo... Huirías al verme, puedo pasar de príncipe encantador a ogro para muchas... Ojos verdes y a veces llevo barba de tres días, pero rara vez, mi trabajo me exige ir bien afeitado, en cuanto a mi altura, mido metro ochenta y cuatro y lo que muchos estaréis deseando saber, mi polla, no voy a exagerar, ¿Para que mentir? diecisiete centímetros y medio, para mi, es un buen tamaño en comparación a lo que he llegado a oír, gruesa y con las venas bien marcadas, de pequeño me operaron de fimosis por lo que el glande esta siempre a la vista, rosado y pidiendo a gritos una hembra en numerosas ocasiones.
¿Que os voy a contar? Mi día a día desde que me mude a la gran ciudad...
Hace ya dos años, me mude a un piso compartido con tres chicas, pensé que iba a ser un problema, pero descubrí que dos de ellas eran lesbianas y además pareja... El problema iba a ser mayor aun si las veía besándose, lo tenia bien claro, vivir ahí significaría largas duchas y encerronas en mi cuarto, la tercera, esa si es hetero, pero tiene novio y por lo que se, es tan fiel que ni se permite mirar a otros chicos, os las describiré:
Maika: Tiene veintitrés años, es una de las lesbianas, es de piel morena, mulata diría yo, tiene el pelo negro y ondulado que suele llevar recogido en dos trenzas, unos labios carnosos y unos grandes ojos marrones, un buen busto sin duda alguna y aunque me llaméis mirón, he tenido el lujo de verlas a las tres a escondidas por lo que mas o menos, lo que veo, os lo puedo contar, tiene los pezones oscuros, de aureolas medias, ni muy grandes ni muy pequeñas y su coñito en ocasiones tiene una tira de bello negro, aunque suele depilarse, es una chica de curvas, unas grandes caderas que te calientan de solo mirarlas, un buen culo, perfecto para agarrarte a él y follártela con ganas sin duda alguna.
Laila: Tiene veinte años, creo, es la pareja de Maika, es casi todo lo contrario a esta, es de piel blanca, ojos verdes, pelo rubio, corto, por los hombros mas o menos, sus pechos no son muy grandes y tiene unos pequeños pezoncitos rosados, quizás seria una chica en la que te fijarías la primera para ir a por ella en una discoteca, pero que quieres que te diga, con todo lo que la he visto llegar a hacer, tanto con Maika como con su vibrador, esta chica es sin duda la perfecta chica que te podrías encontrar en una discoteca, una guarra en la cama como las que no hay, lleva su coño desprovisto de vello alguno y su culo es respingón, con razón hace bicicleta a diario, mantener esa preciosidad debe de ser duro.
Amelia: Meli para todos, es la chica hetero, tiene veintitrés años, su piel es normal, ni muy oscuro ni muy pálida, no os sabría decir el tono exacto, así que simplemente diré, normal, tiene un busto grande, no se si llegara a tener el mismo que Maika pero si no lo tiene poco le falta, unos pezones rosados con las aureolas algo grandes, un buen culo, pero la chica esta algo delgadilla por lo que no tiene muchas caderas, tiene los ojos marrones y el pelo castaño, liso y por la mitad de la espalda, su novio no vive en esta ciudad por lo que ya que no se ven demasiado a menudo, no suele depilarse mas que las ingles su coño, incluso con este lleno de vellos, esa chica me hace empalmarme con una mirada.
Bueno, ya las conocéis ¿Queréis saber como entre a su casa? Quizás fue uno de los mayores errores que he podido cometer, pero... Dije que soy gay, si, no se me ocurrió otra cosa, sabia que de decir que soy hetero no me meterían en esa casa ni en broma, e incluso, habiéndome metido alli, creo que no se fían de mi, me tienen bastante limitado y controlado, según me cambie de acera momentáneamente, a mi cabeza vinieron las típicas películas en las que estaría rodeado de chicas en ropa interior o incluso desnudas, pidiéndome consejo de ropa y cosas así, me equivoque... Chicos, si alguna vez os sucede, no mintáis, creo que es peor que que te rechacen y tengas que buscar otro piso...
Comencemos os contaré lo que paso aquellas navidades... En ocasiones cuando intento recordarlo, lo veo demasiado borroso pero creo que os lo podre contar sin problemas.
-Laila, me voy a la ducha, ¿Te vienes?
-Dame un momento que acabo de escribir el documento, cariño.
Perfecto, sin duda mi momento, cierro la puerta de mi cuarto, una pena no tener tranco, demasiada pena y ademas peligroso, pero me arriesgo con tal de verlas, ademas, hoy Meli no esta en casa, por lo que si ambas están en la ducha, no tendré que tener cuidado, me acerco a mi cama y me siento en esta, pegado a la pared, retiro un poco el cuadro que adorna mi cuarto, hay un agujero, no se quien lo hizo, estaba ahí cuando llegue y puesto que nadie lo ha tapado, supongo que ninguna sabe de su existencia, el agujero da al baño, no puedo tener vista panoramica de cuando pasa ahí, pero desde esa posición veo todo el cuarto de baño y la mampara de la ducha es transparente, a excepción de unas tiras de color azul que tapan las zonas erogenas, claro que, tengo la suerte de que mis compañeras no son tan altas como para que se tapen sus zonas, es mas, estas quedan enmarcadas en las tiras dejándome una visión plena. Maika ha entrado al baño, comienza el show, meto la mano en mi pantalón, mi polla ya esta dura que no necesita ni que la toque un poco para calentarme, la agarro dentro del pantalón y comienzo a mover la mano, mientras con la otra me bajo un poco la cremallera, tengo que tener cuidado, Laila aun no esta en la ducha, Maika esta haciendo sin saberlo, un striptease para mi, va en camisón, lentamente se lo quita levantándolo por encima de su cuerpo, no lleva sujetador, sus pechos rebotan juguetones según se quita el camisón del todo, escucho una puerta, ha entrado Laila que se acerca a ella tras cerrar con tranco el baño, comienza a besarla y a tocar sus pechos con una mano, estos acarician sus pezones y manosean sus pechos alzan dolos como quien compara el peso de dos melones, esto me excita, me excita demasiado, no puedo mas, me saco la polla, ¿Hace mucho calor o es cosa mía? comienzo a mover mi mano de arriba a abajo, escupiendo de vez en cuando para que no se me reseque la mano y me haga daño, la escena entre ellas se calienta, comienzan a desnudarse la una a la otra, el pijama de Laila esta compuesto por unos pantaloncitos cortos y una camiseta de tirantes, incluso en invierno, este piso es un horno, Laila no lleva ropa interior alguna, ambas están desnudas, se ríen mientras se besan, sin duda en ellas dos, Laila es la que manda, una vez a la semana, lo hacen en la ducha, el resto en su cuarto, tengo apuntado en mi memoria el día exacto en el que lo hacen, y es hoy, voy a asistir nuevamente a un espectáculo lesbico en primera fila.
La bañera esta llena por la mitad, no van a ducharse por lo que dejan la mampara abierta, mejor, mas visión para mi, Maika se tumba primero, apoya una pierna en el borde de la bañera, al estar pegada a la pared no puede hacer mas con ella, pero la otra la saca dejándola colgada, Laila se ha colocado en medio, ante ella de rodillas, comienzan a besarse, siento que mi polla va a explotar, no, aun no, no quiero, quiero continuar mirando quiero esperar para correrme, por lo que bajo el ritmo considerablemente de mi masturbación, los gemidos de Maika se escuchan tímidos, saben que estoy en casa y no quieren alertarme, seguramente piensen que aun duermo, al ser fin de semana no trabajo por lo que desde que llegue, creen que el fin de semana duermo hasta las doce, ilusas, me paso todo el tiempo observando como se follan entre ellas. La lengua de Laila recorre el coño de Maika, no lo veo por la bañera, pero sin duda me lo imagino, Maika ha comenzado a sobarse los pechos mientras gime tímidamente, veo los dedos de su pie encogerse, se que esta disfrutando, se le nota demasiado, pero Laila no quiere que llegue al orgasmo, no aun, cuando Maika parecía estar a punto de llegar al clímax se para en seco, lo que hace que Maika tenga una mueca de desilusión en su rostro, Laila coge la alcachofa de la ducha y poniendo el chorro a máxima potencia se lo coloca sobre el coño haciendo que a Maika se le escape un fuerte gemido que corta enseguida por miedo a ser oída, Laila se acerca a sus labios y comienza a besarla, Maika esta en un éxtasis apenas puede si quiera moverse, con un ultimo gemido, veo como los dedos de su pie se encogen de repente, se ha corrido, se que en la cama hacen muchas mas cosas al tener mas movilidad, pero aunque desearía verlas en acción en su dormitorio, adoro verlas en la ducha, recrearme despues pensando que yo estaba con ellas ahí. Laila se sienta en el borde de la bañera apartando los champús, geles y demás cosas que usan ellas, abre bien las piernas y las coloca sobre los hombros de Maika, que se ha colocado delante suyo de rodillas, esta introduce su cabeza entre las piernas de su amante y comienza a darle lametazos a esta, Laila coloca una mano en el pelo de Maika y lo agarra apretándola contra su cuerpo, queriendo sentir mas intensidad, Maika se lo da y los gemidos de Laila se comienzan a escuchar algo mas altos que los de Maika, pero no demasiado como para llegar a ''despertarme'', he vuelto a llevar un ritmo rápido con mi mano, mi miembro esta ya algo pegajoso, estoy expulsando bastante liquido preseminal, no voy a tardar en correrme, ya me da igual, cuanto he visto me basta, me encanta.
Estoy tan absorto en lo que veo que no me he dado cuenta de que la puerta de casa ha sonado Meli ha vuelto antes de tiempo, por lo visto, había roto con su novio y necesitaba hablar, para enseñar modelitos o pasearse por casa en ropa interior no, pero para hablar siempre acudían, al ''gay'', estaba a punto de llegar en el éxtasis, dejo que el cuadro vuelva a su posición y me pongo manos a la obra para llegar al orgasmo, voy a correrme, estoy a punto, el placer me recorre, la piel se me comienza a poner de gallina y la mano me duele de la rapidez que uso, la puerta se abre, Meli entra, la miro con sorpresa, sus mejillas se han sonrojado, me mira fijamente, esta en shock, no puedo evitarlo, al ver su escote y su corta falda, me corro, la cama se mancha, cuando reacciona, se va cerrando con fuerza y entra a su cuarto con otro portazo, me quedo paralizado.
-Mierda ¿Cuanto habrá visto?
Susurro en voz alta, espero que no hay allegado a ver el agujero en la pared o me metería en líos, lo de la masturbación, bueno ¿Los gays tambien lo hacen no? No creo que me digan nada... Espero... Escucho como salen del cuarto de baño y van enseguida al de Meli, se que están en toalla, me dan ganas de seguirlas para ver sus cuerpos mojados tapados únicamente con esas toallas, pero mejor no liar mas las cosas, me pongo los pantalones y quito las sabanas, me tocara lavarlas, me quedo en la cama sentado, ciertamente me siento algo avergonzado de haber sido pillado en esa situación, espero, espero para saber que pasara, cual sera mi sentencia ¿Me echaran del piso?¿Me reñirán? No lo se... Eso ya os lo contare en otra ocasión.
Si os gusta y queréis que continúe para saber que mas le paso a Gaby, comentar diciéndolo.