Vivencias del pasado III

La magia del amanecer se vio amenazada, pero el encanto y mi atracción hacia aquella mujer de la que hasta ahora no sabía su nombre... aun permanecía.

Vivencias del pasado III

¿Mi condición arraigado a un pensamiento? Quizás, y si así es… me gusta lo que pienso.

Así dormí esa noche, meditando si de veras me había hecho a una convicción de lo que soy, por medio de un pensamiento.

Día viernes, suena la alarma, con una canción relajante, la cual me permite despertar poco a poco (primavera anticipada-laura pausini) . “ Flores, mosaicos de colores, errores, cicatrizan hoy mejor en mi” con esa frase, emprendo  mi día.

Hago mis maletas, con una carga ligera seran pocos dias que estaremos allá. Me alisto y antes de salir me percato de tener todo en orden. Viajaremos en expreso, por tanto no me preocupo por mi carro, pienso que mejor así, pues si se ahorran mas millas, tendré menos gastos. Son las ocho y treinta y tres minutos, y Marcos se encuentra molesto por mi llegada retrasada.

-hola, hola, holaaaa!-llego dando un súper beso a Marcos en la mejilla-¿cómo están todos?

-no tambien con vos, que te das el gusto de llegar a esta hora.

-¡hombre! Vive la vida, y no te afenes que de la carrera ¿sabes que queda? CANSANCIO jeje.

Le doy las maletas a Franklin para que las lleve al maletero del expreso. Paso por el cuarto de control para buscar una buena lista de canciones para el vieje, pues se que me haran falta.

Emprendemos el largo viaje que nos tomara al menos unas ocho horas. Me siento al lado de mi colega Franklin en los últimos asientos con mi almohada preparada para dormir todo el camino.

Pero las cosas no siempre salen como se esperan, me fue imposible dormir, los chicos tenían una regla, “quien se quede dormido… se atiene a  las consecuencias”  y sabiendo de lo que son capaces, no quise poner a prueba sus palabras. Partimos a las nueve de la mañana. Tres horas después de estar viajando, hicimos una parada para estirar un poco las piernas y buscar algo de comer.

Viajábamos alrededor de veinte personas, unos eran conocidos y otros no los había visto jamás. El resto del camino fue tedioso, puesto a las horas de viaje ya estábamos ansiosos por llegar a nuestro destino.

Surgieron una serie de inconvenientes que hicieron que llegáramos mucho después de la hora pautada, el cansancio  y las ganas de llegar me tenia realmente molesta. No conseguían el lugar donde se daría el evento. Bajando del expreso nos recibieron muy amablemente las personas encargadas. Nos dieron la orientación que necesitábamos, además que nos dividieron en grupos.

En realidad no tenía la menor imagen de congreso sino de campamento, pregunte al chico que nos dirigía, el porqué habían carpas (tiendas de acampar) por todos lados.

-es que la mayoría de quienes se encuentran en el congreso son músicos, entonces quisimos darle un aire de independencia, algo que se parezca a nosotros ¿entiendes? Claro, el que quiera puede alojarse en las cabaña-mencionaba mientras nos dirigía a las misma

-si claro entiendo. La verdad es que es poco común, de hecho no había presenciado algo así. Pensé que lo haríamos en algún hotel… está bastante original, me gusta.

Me alojaron en una cabaña, con otro grupo de chicas que no eran de mi estado. Se encargaron de mezclarnos, según para que nos pudiéramos relacionar.

Me tumbe en la cama que me habían asignado, estaba realmente cansada se nos hicieron la pendejada de diez horas de viaje. Eran casi las nueve de la noche, y al día siguiente comenzarían las conferencias de las que hasta ahora no tenía la menor idea de que se trataban y que en el momento no me importaba de a mucho, ahora lo que tenía en mente era descansar.

Cuando ya casi me estaba llegando a los brazos de Morfeo, siento que me sacuden. Restregando mis ojitos tratando de abrirlos despacio, veo a una chica de mediana estatura de contextura normal, pero con unos pechos enormes.

-hola! Disculpa, se que te he despertado… es que dormiremos juntas. Ha llegado más gente y no esperaban que llegara tanta,  no hay espacio y me asignaron esta cama contigo. Te incomoda?

-claro… claro que no… cabremos las dos, un tanto apretadas pero…eeeh no, no Me incomoda-atine a decir, observando a la chica que aun se encontraba de pie junto a la cama.-un gusto, Sandra- extiendo mi mano para estrecharla con la de ella.

-el gusto es mío, me llamo Ariana- dijo extendiendo su mano para encontrarse con la mía- de donde eres?

-de Maracaibo-dije sentándome a la orilla de la cama.

-Yo soy de aquí de valencia.

Tuvimos Ariana y yo, una charla bastante amena,  hablamos de nuestros lugares de donde provenimos, gustos y experiencias con la música. Ariana tenía pocos meses de estar en el mundo de la música se encontraba en una academia donde estaba recibiendo clases de canto. La charla se extendió como por media hora, pero no pudiendo más con el cansancio le dije que iría a dormir.

Para mi desgracia no pode dormir, Ariana se movía de un lado a otro e invadía mi espacio. Mire el reloj, y eran ya casi las cinco de la mañana, viendo que ya estaba a punto de amanecer decidí levantarme, y dar un paseo por el lugar para conocerlo mejor.

El lugar tiene un vasto terreno de grama y cantidad de cabañas, con una piscina casi olímpica en un costado, arboles por doquier y en frente un hermoso jardín. En medio, una construcción de dos plantas, imagine que allí seria el lugar donde se harían las conferencias. Se sentía la humedad, parece que el transcurso de la noche había caído una leve lluvia, como un roció, el frio de la madrugada me obligo a colocarme una chaqueta.

Saco de la cajetilla un cigarrillo, mientras que busco el encendedor, me llama la atención un sonido que provenía de la instalación de dos pisos. A medida que me acerco  al lugar, noto que el sonido lo produce un instrumento, son notas, que van bien armonizadas y provienen de un piano. La puerta está abierta, entro lentamente al lugar del que me siento atraída. El espacio es como un auditorio, y al fondo del lugar en el  podio, veo a una figura que está de espaldas, inspirada tocando el teclado de ese hermoso instrumento de cuerda.

Se veía muy inspirada, puesto que aun no se percata de mi presencia, estoy justo detrás de ella.

-¡linda melodía!-la chica se sobresalta al escuchar mi voz e inmediatamente voltea-¿Qué canción es? O ¿está compuesta por ti?

-es… hecha por mi…-dice volteando nuevamente, dándome la espalda.

-pues, está muy linda…

-disculpa, pero no deberías de estar acá, aun no es la hora de conferencias. Son las cinco de la mañana.

-si… pasa es que no puedo dormir, Salí a conocer el lugar y me atrajo hasta aquí el sonido de tu música.

-ah ok. Lo que sucede es que si se enteran, que estás acá me gano un regaño.

-entiendo… pero no tienen porque enterarse… quiero verte tocar.

-ok. Pero no puedes fumar dentro. ¿Prometes no interrumpir?-dice tratando de encontrar mi rostro, puesto que la luz es escasa.

-oh! Si no te preocupes ya lo apago-digo aspirando del cigarro, para luego apagarlo- y prometo no interrumpir.

Me muevo de manera que pueda verla tocar, y a la vez busco su rostro. Sus manos se deslizan entre las teclas del piano. La destreza con que manejaba las aquel teclado, hacían notar su experiencia en el mismo. La  melodía empieza de manera lenta con un tono melancólico, pero a medida que el tiempo pasa se convierte más fuerte, y el sonido agudiza. Es como si estuviese en una montaña rusa donde sube hasta lo más alto y desciende. Y vuelve al inicio de la misma.

De repente ella deja de tocar, sus manos abandonan las teclas del piano y pasan a un pentagrama de la cual empieza a escribir notas. Borraba volvía a escribir, tocaba en el piano, así pasaron algunos minutos hasta que la frustración se apodero de ella.

-no logro hacer el puente de esta canción-se levanta tomando los papeles que estaban sobre el banco y los que tenía en el piano.

Sin despedirse empieza a caminar en dirección a la salida.

-oye! A dónde vas?

Ella no voltea siquiera a verme y tampoco contesta mi pregunta, viendo que no tenía la mínima intención de tener la cortesía hacia mí, me senté en el banco donde anteriormente estaba ella  y sin más empecé a tocar.

La pieza musical que tocaba hizo que la chica que salía apresuradamente se detuviera, y lentamente volviera hasta el podio. Mis dedos se deslizaban de misma  forma ligera con que ella la hacía. Ahora ella era la que estaba frente de mi observándome. Su rostro pintaba una sonrisa, sorprendida de lo que veía y escuchaba.

-no dijiste que tocabas…

-no me preguntaste-sonreí-me gusta esta canción

-es una pieza un tanto difícil de tocar-decía sorprendida

-Hope de Kendra Springer “La dama del piano”, me encanta.

Los gestos valen más que mil palabras. Quizás si me hubiese ido detrás de ella para decirle que la podía ayudar, seguramente no me habría creído y mas que un gusto me hubiese ganado un disgusto.

Duramos hasta un poco más de las seis de la mañana debutando entre nosotras, compartiendo de nuestros conocimientos musicales, y claro le ayude a terminar su canción.

Al rayar el alba, los rayos del sol se adentraban en las ventanas, permitiéndome apreciar a la chica que está a mi lado. Su hermoso rostro no me daba la opción de mirar hacia otro lado, estaba cautivada a su belleza. Su cabello castaño claro, sus ojos verdes esmeralda, sus mejillas rosadas por el frio y sus labios finos pero bien delineados, me daban la bienvenida al nuevo día.

El personal de limpieza entro al auditorio y la magia del amanecer se vio amenazada, pero el encanto y mi atracción hacia aquella mujer de la que hasta ahora no sabía su nombre aun permanecía.

-valla… se nos hizo de día, es mejor nos retiremos cada quien a nuestras cabañas. Dentro de un par de horas empiezan las conferencias.

-si! La verdad es que no vimos el tiempo pasar!

Ella se levanta y me permite ver su figura esbelta, con sus movimientos delicados y con una linda sonrisa en sus labios se despide de mí. Pero por mi embelesamiento no me percato de su retirada. Ya cuando esta por cruzar el umbral de la puerta, me levanto de un tirón y casi gritando le digo.

-¡¡un no se tu nombre!!-ella se detiene y con un hermosa sonrisa me grita

-¡Rosa Linda! Ese es mi nombre.

Y sin más se retira del lugar. Yo quedo con su nombre retiñendo en mis oídos. Me había parecido, que se me había concedido conocer a la hermosa creación de la naturaleza.

Continuara….

¡Gracias por leer, valorar y comentar! Muuuack besos y abrazos a todos! :)

P.D: En esencia la historia está un poco lenta (si lo sé O.o). Pero prometo que en la siguiente entrega habrá un poco mas de erotismo, pasión y esas cosas de las que ya sabemos...!! Jejeje >.<