Vivencias del pasado

Siempre hay algo que confesar...

El tiempo pasa, no pregunta ¿qué hora es? Para detenerse a descansar, hace su trabajo como bien corresponde. El de aprovecharlo depende de nosotros los mortales, y de escribir en el cual si fuese un libro sin letras, las crónicas de nuestra propia vida. Miro atrás, y mi conclusión es, los años no pasan en vano. Si algo eh aprendido es que los errores  también son parte de las enseñanzas y que todo lo que se vive es experiencia, nada va a  la papelera de reciclaje.

Se aproxima la hora del almuerzo y mi cita está por llegar, ¿cuánto tiempo ha pasado desde aquel día? No lo sé. Pero la necesidad de confesarlo todo a quien por años ah sido mi confidente es eminente.

Camino hasta el lugar del encuentro puesto que queda cerca de mi lugar de trabajo, a paso lento con mi ipod a todo volumen, ordenando mis ideas para posibles respuestas a la lluvia de preguntas.

Llego al lugar,  minutos antes de lo pautado, me siento en una mesa retirada al aire libre, pido una limonada,  contemplo la naturaleza y todo lo que me rodea, a lo lejos veo una figura conocida que se acerca a la mesa donde me encuentro. Me levando de la silla para recibirla como se merece.

Brenda, es una gran amiga de mi adolescencia juntas hemos compartido vivencias inolvidables, actos que han hecho que nuestra amistad sea más fuerte. El destino nos hizo amigas, pero el corazón nos hizo hermanas. Hace más, de un  año que no la veía, pues hemos crecido y las ocupaciones no nos dejan espacio.

Siempre existe la necesidad de drenar nuestro corazón, mente y alma, buscamos diferentes maneras de hacerlo, por medio de un diario, confesarnos a un cura (padre), un amigo, un psicólogo; en fin, nos damos nuestras mañas, pero lo hacemos (entre cielo y tierra no hay nada oculto xD). Precisamente era eso lo que pretendía con mi amiga Brenda.

-          Brenda!! Que hermosa estas!- nos damos un abrazo caluroso

-          Y tú amiga, pero que corte te hiciste en el cabello? Jaja te vez como Eeon flux- la pelicula- pereces una modelo.

-          Siiiii! Me encanta mi nuevo look jaja!

Brenda es una nena muy fresa, me encanta su personalidad. Su cabello largo y ondulado tinturado con un rojo intenso, se ve re linda con su color de piel blanco porcelana, sus ojos verdes oscuros y profundos, su cuerpo esbelto y muy bien formado, hacen de su físico una escultura para admirar. Es inteligente, exitosa en su  carrera, se podría decir que no tiene nada que envidiarle a nadie. Y de mi parte es, mi confidente, si quieren saber algo de mi vida personal, pueden preguntárselo a ella jeje.

-          Que de tiempo que no nos reunimos Sandra- comenta Brenda con una linda y perfecta sonrisa.- pensé que habíamos cortado relaciones :(

-          Jajaja ¿cómo crees?  es que de verdad el tiempo y las ocupaciones no ayudan amiga!

-          ¿Cierto que si? ¿cuéntame que tal tú gira?

-          Estupenda, buenísima, excelente! No puedo negar que me la gocé un montón. Es que hacer lo que te gusta y que te paguen por ello es lo máximo.

-          Totalmente de acuerdo querida.

-          Como te había comentado antes, estuve en Colombia, la gente de allí es muy extrovertida, alegre y ocurrente. Uruguay, sus playas y su fascinación por la carne de res y lo tranquilo que es, me recuerdo a ti jeje. Y termine acá en Venezuela mi patria querida carajo! –risas-  estuve en Valencia. Y pues me vine a descansar aquí, a mi querida cuna del calor Maracaibo. Me gusta sentirme en casa.

-          ¿Uruguay se parece a mí? Jaja!

-          No dije que se parece, sino que me recordó a ti. Eres fanática de las playas y la cerne asada- dije, sacándole la lengua :p - te traje unos recuerdos, luego te los doy.

Comimos amenamente, la comida no estaba tan rica como la charla que teníamos. Puedo pasar horas, hablando con Brenda y no me canso. Terminamos y le dije que me acompañara al estudio que debía de dejar listas unas maquetas.

Trabajo en un estudio, donde hacemos música, y la promocionamos. No soy la jefa, pero digamos que soy una persona importante dentro de la organización. Amo, adoro la música, hay días en que paso todo el día escuchándola. Mi trabajo me permite viajar a diferentes partes, según la situación lo amerite. Toco diferentes tipos de instrumentos, en especial los de cuerda y percusión, también canto. No soy amante a la fama, y tampoco sueño con ella, por ello no me he propuesto a grabar un disco.

-          Ok. Hemos llegado. Termino esto y nos vamos

-          ¿A dónde?

-          ¡A donde tú quieras! No te vas a deshacer de mi tal fácilmente  jeje.

-          Vale, cierto que tienes algo que contar, y así será que siquiera  te has inmutado en querer soltarlo.

-          Si, no me lo recuerdes…

Subí a la habitación de control, para darle ciertas indicaciones a mi amigo Cristian, que es ingeniero de sonido, para proceder a terminar los demos, de una música que es poco agradable a mis oídos, quería darle más alegría a la melodía, pero los chicos la querían así, y lo que en esencia se busca  es complacer al cliente.

Pase al cuarto donde se encuentran los instrumentos, tome una guitarra acústica, y le hice señas a Cristian que ya estaba lista para grabar. Al otro lado se encontraba Brenda escuchándome tocar y en sus labios brotaban sonrisas de emoción.

La melodía que sale de las cuerdas de la guitarra me inspira. La música tiene la habilidad de abrir en mi mente el baúl de los recuerdos y sacarlos a flor de piel…

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-me gusta esa melodía, ¿es para mí?- dice una voz dulce y suave que sale de unos labios, rojos carmesí

-para ti es… esta y muchas más amor!- su figura alta esbelta se acerca hasta mi, permitiéndome tomarla por su cintura, mientras ella acaricia mi rostro. Hago a un lado mi instrumento para que su cuerpo pose en mis piernas.- eres mi inspiración.

-me encanta…- un beso profundo e inesperado no le permite decir el resto de palabras que brotarían de sus labios.

La corriente que pasa por mi espalda, y la falta de respiración es la constante cada vez que estoy junto a ella. El camisón que tiene puesto me permite disponer de su piel sin obstáculo alguno, mis labios en los suyos y el sabor de los mismos me embriaga por completo.


Termino la melodía de la canción, Cristian  me hace señas que suena genial, y me agrada que lo diga pues no quiero repetirla.

-linda tu novia, nena no sé como lo haces, pero te llevas las mejores a la cama joder tienes que darme la receta!- comenta el moreno de cabeza rapada que posa en ella un gorro de medio lado dándole un toque interesante a su imagen

-no es mi novia! Es mi amiga, y no hay receta para conquistar el corazón de una mujer Cristian.- digo, haciendo muestra de sarcasmo gracioso- ya a estas alturas deberías de saberlo.

-vale, vale… No creo que consiga algo más que pasar una noche con una chica diferente cada vez, la música y el buen porte siempre da para eso.- ríe a carcajadas

  • ¿vez? Allí está, eres un putòn de primera y de seguir así no tendrás el verdadero éxito, con las chicas- me despido de él con un beso en la mejilla- con suerte nos vemos mañana. ¡Chao!

Busque a Brenda en los pasillos estaba conversando con la secretaria, muy amenamente de ciertas fotos guindadas en las paredes, artistas legendarios de la música, gente que nace para dejar huellas y que se convierten en grandes iconos de lo que les apasiona.

-lista nos podemos ir… para donde tú quieras!- le comento a Brenda, tomándola de la mano, y entrelazándola a la vez.

-pareciera que fuera yo la quisiera raptarte, pero te recuerdo que es lo contrario ¿ok?- ríe, y me da un beso en la mejilla- vamos tonta, que les estas dando mucha vuelta, y muero de ganas por escuchar

-chismosa eso es lo que sos!

-lamentablemente, pero ¿sabes? tú tienes ganas de contar y yo de escuchar, así que estamos a mano. Admitámoslo mal de toda mujer. Jeje

  • si ¿verdad?, en fin no somos perfectas.

Nos despedimos de Mariana la secretaria, y nos dirigimos, hasta el garaje.

-¿En tu carro o en el mío?- digo poniéndome las gafas de sol.

-En el mío, el tuyo puede dormir aquí. :)

-Ok, me parece súper!

-Vamos a tu casa, quiero recordar viejos tiempos, cuando amanecíamos tomando y fumando porro jajaja que días aquellos…

-Ooooh si! éramos medio locos…el casillero del diablo con porro, valla combinación! Viejos y agradables tiempos ;)

-hay pero tampoco ¿no? Ósea no estamos viejas, vida y salud es lo que hay en estos cuerpos jajajaj!

Si, la verdad es que estamos jóvenes llenas de vida, solo que todo tiene su tiempo, y nos llego el tiempo de responsabilidades, y estas hacen que se madure antes de tiempo xD.

Brenda tiene veinticuatro años, es abogada. Trabaja en el bufete de su padre, solo para seguir la tradición de la familia. Pero siempre quiso ser modelo, estar en las pasarela, flash y vestidos extravagantes era su sueño.

Por mi parte, no descanso hasta conseguir lo que quiero, eso me hace un poco obstinada. Soy comunicadora social, pero nunca me vi ejerciendo. Termine y tengo mi título guardado en alguna parte de mi cuarto. Así que, decidí perseguir mi sueño a cualquier costa.

Llegamos a casa, en ella habita mi hermano, pero casi nunca esta. La ansiedad de llenar cada vez más sus bolsillos lo sacaba fuera todo el tiempo.

-¿Quieres tomar algo?-pregunte a mi invitada

-¿tienes vino?- dijo observando todo el espacio, pues tenía tiempo que no visitaba mi casa.

-¿alguno en especial?

-el que quieras…

-mmm… me provoca un terracota. Puede que no sea el mejor, pero es hecho en nuestra patria jeje.

Me dirijo a la cocina, saco de un par de copas y con ella la botella de vino, las llevo hasta la sala donde se encuentra Brenda, sentada cómodamente en unos de los muebles, con sus piernas estiradas y su cabeza recostada, con la mirada perdida en el techo.

-hay muchas historias en esta sala…

-ssshhh caya! Las paredes tienen oído jajajaja.

Desprendo el corcho de la botella, mientras ella estira las copas, para vaciar en ellas el líquido rojo.

-A lo que venimos…- me mira insistente, estaba ansiosa por escuchar mi pequeña historia. Pues sabía, que odio las introducciones y no me gusta darle vuelta a las cosas. Algo en consecuencia sucedía esta vez para que ocasionara en mí esta actitud.

Tomo un sorbo de vino, y  me siento en uno de los muebles. Inhalo, exhalo…

-Todo empezó aproximadamente un año atrás…

NOTA: Ya había publicado este relato pero con otro título que sin querer era igual a un relato  que días antes se había publicado, además que tenía otros errores. :/

¡Gracias por leer, comentar y valorar! -