Viva Internet!!

Cuando al red cumple las maravillas que promete.

Quien haya inventado la red, definitivamente se merece las bendiciones del mundo, aunque he de confesar que no soy muy apasionado a la red, en ésta he tenido la oportunidad de conocer a personas realmente agradables y de mi absoluta confianza.

Ah, se me olvidaba comentarles que también por aquí conocí a uno de los chicos con los que mejor lo he pasado en la cama.

Se llama Daniel y se que me estarás leyendo, lo prometido es deuda, procederé a describirte espero no equivocarme y si lo hago, mil disculpas. Daniel tiene 18 años, menor que yo, pero con un cuerpo de hombre ya bastante desarrollado, moreno de esos candentes, tipo lanchero sexy, de piel suave y rasgos finos, dientes perfectos y blancos, de verdad tiene un gran fisico, 1.70 de estatura, espalda fuerte, pecho amplio, abdomen de lavadero y 17 cm. de verga gruesa, que digo gruesa, ¡extra gruesa!.

Nos conocimos en una sala de chat, con las clásicas preguntas, el de una ciudad cercana a la mía, así que con la esperanza de algún día conocernos seguimos con nuestra amistad vía mail, realmente nos parecíamos simpáticos mutuamente.

En una ocasión viajé a su ciudad, así que nos pusimos de acuerdo para el encuentro, quedamos de vernos en una plaza comercial, después de hacer nuestras compras, comer y platicar, el propuso ir a su casa.

Al llegar pude comprobar que el chico vive en una hermosa "choza", con amplio jardín, alberca, y toby, un perro chihuahueño del cual aun sigo enamorado, ¿mencioné que sus padres andaban de viaje?

Su recamara nada convencional, créanme, al entrar a ella sólo la admiré 5 segundos, porque inmediatamente él empezó a besarme y yo a corresponderle, como no hacerlo si se trataba de alguien tan sexy, muy sexy. Sus labios sabían a dulce, me mordía los míos al besar, quizá me pase besándolo media hora, pero eran besos que sabían a gloria, que sabían a lujuria y deseo.

Torpemente me deshice de sus ropa y pude comprobar lo que si dibujaba debajo de ella lo cual les comente, tan deliciosa visión me puso a mil y así excitado como estaba y aun con ropa puesta me lancé sobre su verga, la cuál me impactó de lo gruesa que era, regularmente me desagradan las vergas que lubrican demasiado, pero la de él me sabia a néctar de fruta, dulce y suave, olía aun a jabón de baño, y yo la saboreé apasionadamente no deje pliegue sin chupar, mi propia saliva salía por las comisuras de lo delicioso que me sabia chuparle la verga, pasarle la lengua por el glande como si tratara de un helado de crema, introducirla suavemente por el "hoyito" de su cabeza, metermela hasta donde podía pues de lo gruesa con trabajo podía respirar, el lo disfrutaba y lo sé porque sus gemidos nada discretos me lo hacían saber, y yo igual disfruté el hecho de darle unas deliciosas chupadas en todas direcciones, de arriba abajo, a los lados, era mía esa verga por ese instante y estaba dispuesto a aprovecharla al 100%, cabe mencionar que mientras me deleitaba comiéndome su verga, mis manos recorrían su cuerpo, sus nalgas las cuales acariciaba como demente, pues no solo estaba vergón, se manda unas nalgas de campeonato, mientras se la chupaba introducía mis dedos para acariciar su rico culito.

Lo empujé a la cama puesto que se encontraba parado, me quité rápidamente mi ropa y continué besando su cuerpo, sus pectorales me encantaron, y que decir de su culo, al cual sin dudarlo le introduje la lengua, olía riquísimo, y sabía a gloria, le daba lengüetazos rápidos pues eran los que más le gustaban, introducía mi lengua en su ano, el cual no me permitía mucha entrada pues era muy estrecho, me detuve el tiempo suficiente, y seguí besándole las nalgas, las piernas, las ingles y continué un rato más con la verga que me había vuelto loco.

Con lo consideré correcto le puse mi verga sobre su boca, mama como los dioses, de verdad que supo recompensar mi trabajo previo con su verga, succionaba como si se tratara de un biberón, me daba tal placer que sentí muchísimas ganas de venirme en su boca, pero me contuve, aún quería disfrutar más de él.

El se paró de repente para buscar un poco de lubricante y un condón, los cuales me puso y empecé mi tarea de penetración, debo admitir que fue un poco fuerte y pasional, pero el chico despertaba toda mi lujuria contenida, hicimos cantidad de posiciones posibles, pero lo que más me encantó fue cuando el me montó cual potro salvaje, no solamente era bello, se movía frenéticamente, y no lo hacía con la pelvis asentada sobre mi, subía y bajaba por mi verga, se la metía hasta el fondo, y que decir cuando lo puse de a perrito, veía como su culo caliente se comía mi verga y sus 18 cm, pasamos de la cama a un buró, del buró al suelo, del suelo a arrinconados en la pared siempre con movimientos salvajes, no fue una acontecimiento romántico, se trataba de satisfacer los instintos de dos machos calientes dispuestos a todo con tal de lograrlo.

Me pidió que le avisara cuando fuese a terminar, y lo hice, el se la sacó y me quitó el condón, continuó masturbándome y se comió mi semen, chupó mi verga y lo tragó completo, sin dejar una sola gota, sólo quedo el sabor cuando lo besé agradeciéndole tal detalle, aunque inmediatamente bajé a chuparle su verga la cual no tardó demasiado y terminó en mi boca, enviándome su miel directamente a la garganta, fuñe delicioso.

Nos bañamos juntos, nos besamos más, nos acariciamos mucho tiempo, nadamos desnudos en la alberca, cenamos delicioso juntos y seguimos cogiendo y mamándonos nuestras vergas buena parte de la noche, realmente la pasamos bien.

¿quieren saber como fue cuando el me penetró? Yo también quisiera, pero tal labor no se pudo llevar a cabo pues debido al grosor de su tronco, mi culo no pudo soportar el dolor, aunque mi quijada tampoco la paso bien, la labor de mamarsela valió la pena.

Espero repetirlo pronto.

reachforthegun@hotmail.com , ¿quieres vivirlo también? Si vives cerca o visitas mi ciudad, tal vez lo hagamos, claro, si tu quieres.