Viuda casi virgen (I)

Viuda a los 28, estupenda, inicia activa vida sexual, con joven vecino de dotes extraordinarias donde tambien se incluyen aventuras con madre del jóven.

ERA UNA VIUDA CASI VIRGEN.......... Por Deny

Al leer algunos relatos que reproducen las vivencias sexuales de sus autores, fuera de que algunos de ellos me han producido una creciente excitación, he encontrado una vía de escape para poder hacerles partícipes de mis experiencias de estos últimos meses y que han hecho posible mi tardío despertar sexual .

¡Hola!--- Soy Daniela, profesional, hoy 30 años, viuda desde hace dos, Alberto mi marido falleció de un infarto fulminante a los 47, después de siete de feliz matrimonio,(aunque ahora pienso que si no fuera por algunos detalles habría sido mucho mas completa mi felicidad). La muerte de mi Alberto, fue una situación sorpresiva y muy dolorosa para mi, ya que fue mi único hombre hasta el día de su trágico desenlace. Mido 1,73, de tez blanca, ojos color miel, pestañas largas y cara de muñeca dormilona, según mis amistades, me reconozco atractiva y muy sensual si me lo propongo, aunque también con un pasado lleno de inseguridades y timidez , eso mismo me hizo recatada desde muy niña, hasta que a los veinte me conquistó un amigo de mi padre y me hizo su mujer. Nadie daba crédito a mi determinación pero prevaleció el amor que sentí por ese maduro señor.

Mi marido me dejó una holgada posición económica, pero sin hijos, tengo amigas, aunque mis más íntimas son mi vecina Cibyll, 41 años, una estupenda colorina, muy liberal y dinámica, separada con dos hijos, un hombre y una mujer, a quienes conocí cuando recién me casé, Ronny el niño tenía en ese tiempo nueve años y Margoth, ocho. Mi otra amiga Virginia, 31, casada con Jorge, un tipazo.

Cibyll, mi vecina, se constituyó en mi gran soporte al quedar viuda y siempre ha estado a mi lado, logrando levantarme el animo y hacer que mire futuro con otros ojos. Y en este trance de aferrarme a Cibyll, nos quedábamos conversando hasta tarde por las noches en su casa o en la mía, escuchábamos música y nos tomábamos sus buenos tragos, se reía de buenas ganas cuando me recordaba mi muy pobre vida sexual llevada con mi difunto marido y de cómo era la diferencia de lo vivido por ella. Yo le confidenciaba que Alberto, fueras de todas sus simpatías personales, en lo sexual, la vida y la diosa naturaleza no le había sido muy benigna, ya que fuera de ser afectado por eyaculación precoz, su pene, por una situación que nunca supe, no se le desarrolló en forma normal y su tamaño no sobrepasaba el de un niño de diez años, por tanto muchas veces debí recurrir a la masturbación para apagar el fuego que me quedaba por dentro.

Volviendo a mis contactos con Cibyll, una noche en que afuera llovía torrencialmente y estábamos solas, ya que los niños que disfrutaban de una semana de vacaciones escolares, habían viajado fuera de la ciudad a casa de familiares, me pidió que me quedara a alojarme en su casa, me sentía tan grata y reconfortada a su lado que cuando me dijo que nos metiéramos a la cama juntas, no dudé un segundo y me alegré que así fuera, ya que sería la oportunidad de que me contara algunas cosas de su intimidad que a veces solo me daba una referencia, sin profundizar casi nada, dejándome entusiasmada, por tanto esta era una buena oportunidad de conocernos mejor. Nos desnudamos en su temperado dormitorio y ambas observándonos mutuamente, elogiábamos el buen físico de una y otra, mientras ella me pasaba un corto camisón transparente para cubrir mi cuerpo, después ya sobre la cama, se apegó a mí, sintiendo una sensación muy especial y extraña a la vez, al tomar contacto con su desnuda y suave piel. No tenía experiencia en ese tipo de contacto con otra mujer y más de alguna vez pensé que me produciría un rachazo, pero cosa increíble --- no fue así, la el apoyo y cariño que me ofrecía Cibyll me envolvían en una sensibilidad especial y me apegaba a ella cual niña indefensa.

Me contó algunas de sus experiencias sexuales con su ex marido y lo sucedido en un Club de intercambio al cual estuvieron asistiendo un tiempo, cosas que yo encontré increíbles y súper excitantes que me tenían a mal traer, ya que mi amiga amenizaba sus comentarios deslizando sus hábiles manos por toda mi armoniosa humanidad y yo en vez de rechazar tanta audacia me dejaba querer, pues me deleitaba con sus manipulaciones y abrí sin dilación mis muslos para sentir los estragos de su lengua sobre mi clitoris, se comportaba como una verdadera experta en la amatoria entre mujeres.

Esa noche practicó en mí toda su ardiente experiencia de tantas noches de orgías con maestros y diosas del placer sexual. Nuestros orgasmos se sucedieron uno tras otro con marcado deleite para ambas y nos amamos con inusitada pasión. Pasamos dos días y dos noches llenas de lujuria y erotismo, todo era nuevo para mi.

De este primer encuentro íntimo con Cibyll, muchas cosas trastornaron mi psiquis, pero una de las que me dejó marcando ocupado, fue un comentario que le escuche a ella, al alabar yo el como habían crecido los niños y en especial Ronny que ya se veía como todo un hombre. --- Esos es verdad me dijo ella --- si tú vieras como le llaman por teléfono las muchachas del colegio e incluso sus madres, pues debes saber que se ha hecho famoso, no tan solo por ser buen estudiante, deportista y buen mozo, si no por que es dueño de una herramienta que es la envidia de sus propios compañeros, quienes se agrupan en las duchas después de hacer deportes para vérsela.

¿Y eso es verdad ? --- ¿Tú se la has visto?--- le pregunté con un extraño interés.

Mira me dijo --- este hijo mío nació bien dotado, en la maternidad del hospital, era el asombro de las enfermeras y matronas y no me felicitaban por lo hermoso y sano que había nacido, sino por lo bien equipado que venía, lo bañé personalmente hasta los diez años, después ya no quiso que lo siguiera haciendo, hasta que una tarde del pasado verano, llegó mojado en sudor después de un partido de baloncesto, se ducho largo rato y se fue a su cuarto tendiéndose desnudo sobre la cama, quedó profundamente dormido, pasada unas dos horas --- me decía --- quise entrar en su cuarto para ver que le había pasado y ahí lo vi, tendido de espalda y al parecer soñaba eróticamente porque su pene enorme, largo y grueso se estremecía rítmicamente apuntando al techo.

Mi amiga dice que quedó paralogizada observando ese maravilloso miembro, que una cosa extraña le recorrió por todo el cuerpo y no es que hubiese deseado un acto incestuoso con su bien equipado hijo, sino que le parecía estar viendo al "Gringo" Hanning, aquel fornido y lujurioso alemán que frecuentaba el "Club de intercambio de Parejas" y que poseía una herramienta fabulosa, siendo su plato favorito fornicar con mi amiga Cibyll, quien era una de las pocas que le aguantaba semejante verga y se entregaban con tal desenfreno al acto que en una de esas, él le malogró el dispositivo intrauterino de protección anticonceptiva y dejándola preñada de Ronny, esa maravilla de muchacho que dentro de muchas cosas del carácter de su padre biológico, era heredero también de una imponente herramienta productora de placer.

Ese relato me dejó inquieta y caliente y de solo pensar en ese muchachito, mojaba mi calzoncito de puro ardor vaginal. No podía dejar de pensar en él. Debía hacer algo para conquistar tan bello y tierno ejemplar de macho, que además es dueño de una cosa que necesito ardorosamente, aunque confieso mis temores si la podré resistir por ser una viuda casi virgen aún. ¿Lo conseguiré?........................... Hasta la próxima... Daniela.