Visou - Anal dedo (1 y 2)

Un episodio de descubrimiento allá... al comienzo de la relación... pero que fue muy intenso.

Tengo que explicar cómo han llegado las cosas hasta la situación actual...

Durante el primer tiempo, en los primeros encuentros, habíamos ido cojiendo, hoy diría que, “normalmente”.

Muy muy satisfactorio… extremadamente satisfactorio.

Me había hecho sentir lo que ningún otro hasta ese momento… y múltiples veces.

Responsiva, fui aventurándome a más… busqué materiales de “perfeccionamiento” ... de técnicas.

Vi videos que antes nunca habría mirado, pensando en cómo retribuir tantos goces que yo sentía estaba disfrutando.

Pero en encuentros anteriores a este… me había sorprendido.

Estábamos cojiendo, yo arriba, él acariciándome la espalda… las piernas.. las nalgas… y de pronto… mete un dedo en mi ano…

Me sorprendió… pero me gustó… me pareció bien osado… y alcancé un orgasmo intensísimo en ese mismo momento.

Como si él lo hubiera visto venir… o ese dedo lo hubiera desencadenado.

Después, descansando, mientras me acariciaba, y me pregunta por mis reacciones, como hace habitualmente.

-Te metí un dedo en el ano…-

-... s-sí..-

-... tuviste un orgasmo…-

-... sí…-

-¿Cómo lo sentiste?-

-... intenso… largo… hermoso!- contesté sonriente y satisfecha. Pero no había terminado el diálogo.

-¿Igual que los anteriores?- insiste.

-... n-no se… son todos distintos…-

-¿No lo asociás al dedo introducido?-

-... no… no sabría…-

-¿Te gustó el dedo ahí?-

  • ... - el tema me avergonzaba… Él lo supo.

-¡Contestá!-

-Sí… sí... me gustó...-

-Vamos a aprovechar que te gustó… y vamos a provocarte más placer por ahí.-

En mis búsquedas, había visto sexo anal… pero nunca pensé que sería más que una temática para películas porno, en las que las mujeres son usadas como putas. Y ahora me enteraba que estaba siendo iniciada en ese tratamiento.

Protesté… suavemente.

-Pero.. eso… no es normal…-

-¿Te gustó? ¿sí o no?-

-s-sí, claro… pe-pero…-

-O sea… tenes sensaciones placenteras a buscar ahí adentro… ¿Por qué no las vamos a buscar?-

-n-no se… -

Sentí que caía aceite sobre mis nalgas.

Sus manos me seguían recorriendo… y se acercaban y detenían, brevemente cerca, encima… de mi abertura anal…

De pronto… mete un dedo...y lo saca.

Apenas tuve tiempo de sentir que entraba… lo sacó.

Quise más.

Me sentí muy avergonzada… pero quise más.

Quizá me sentí tan avergonzada… porque supe que quise más.

-¿Gusta?- preguntó… acariciando mis nalgas…

-... s-sí…- con un hilo de voz…

-¿vamos otra vez?-

-... s-sí…-

-Pedilo…-

-...- no pude articular palabra…

-ZAZ!-

-¡Ayyy!- la primera nalgada que recibí.. fue en la nalga izquierda… más vale en la curva descendente, en el encuentro con el muslo. Zona muy sensible. Me dolió. Me avergonzó.

Me gustó.

Supe que anhelaría mas de ese trato.

Él también lo supo.

-¡Pedilo!- Lo escuché perentorio. Exigente.

-... por favor… métame un dedo e-en… el … ano…- le pedí, sumisa...

Mi ruego fue atendido...

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*Había esparcido el aceite por las nalgas… por la cintura… por la entrepierna…*

Se demoraba acariciándome.

Se acercaba a mi abertura… la rozaba... una pequeña presión…

y se iba.

Varias veces.

Cuando yo pensaba que me invadiría… me abandonaba.

Pensaba cuándo se decidiría… y en ese momento… lo sentí entrar.

Creo que metió todo su dedo índice… y esta vez no lo sacó.

Lo dejó allí. Inserto… pero quieto.

Yo estaba con la cara vuelta hacia su lado… con los ojos cerrados.

Pero sentí que me miraba.

Me dio mucha vergüenza.

Y escuché su orden:

-¡Mirame! No muchas veces te inician en el sexo anal… será bueno que recuerdes lo mas que puedas de esta tarde,,, en la que comenzaste a ser tratada como puta!-

Ser tratada como puta.

La frase me enojó.

¡Yo no era una puta!

Decidí decirle algo... duro... que pusiera las cosas en su lugar.

Lo miré… Sonreía. satisfecho y posesivo.

Me acercó la otra mano a la cara… a la boca.

Sin que me lo indicara… besé sus dedos… los lamí.

Lo miré a los ojos mientras lo hacía.

Vi satisfacción en esos ojos.

Se dejó besar y lamer unos minutos…

Luego metió 2 dedos en mi boca… y presionó mi lengua hacia abajo.

Al mismo tiempo, sentí que retomaba su actividad en mi ano…

Su dedo entraba y salía…

De pronto sentí una presión mucho mayor forzando mi esfínter… y supe que también por allí estaba penetrando con 2 dedos.

Quise decir algo… pero no liberó mi lengua.

Así que solo pude balbucear… mientras el invadía mi ano doblemente.

Al rato… mientras tenía esos 2 allí… mete el pulgar en mi vagina… y junta con los 2 dedos invasores, presionando las carnes que separan y forman ambas cavidades....

Creo que estallé en 100 orgasmos…

Hasta lloré.

Él se inclinó sobre mí… y lamió las lágrimas.

Hizo bien.

Ellas también eran suyas.