Visito a Cecilia y vivo

Una inesperada llamada me lleva nuevamenta a Cecilia mi amor y quien me inicio en el amor entre mujeres y vivo.

Visito a Cecilia y vivo

Inesperadamente recibo un correo de mi amiga Cecilia, como quince días después de su partida, ella nunca escribe ni hace nada en esos aparatos dice ella, me pide que viaje si puedo urgentemente que tiene problemas y que yo pudiera ayudarla, no se como deje todo botado pero mis deseo y mi cariño por Cecilia hicieron posible este nuevo encuentro, ella vive en Puerto La Cruz, a mas de 400 Km. por lo que es un viaje bastante largo y pesado, salí temprano en la mañana y hacia el medio día estaba entrando a su edificio, me recibió sonriente como siempre en la puerta del estacionamiento, pues por celular habíamos estado en contacto durante el viaje, ella me siguió todo el trayecto dándome ánimos y disculpándose por lo inesperado del mismo, me abrazo con calor y al sentir su cuerpo me sentí reconfortada valdría la pena el viaje, por el solo hecho de estar cerca de ella, me tomo del talle y me condujo a su apartamento, ella vive sola y su casa esta muy bien decorada con mucho lujo y gusto, nos sentamos en la sala y me ofreció un jugo o comida por el largo viaje, pero le dije me muero de curiosidad por saber que es tan urgente que te sucede, ese es mi único interés ahora, nada de comer ni nada, dime que te pasa que me tienes tan preocupada que no supe ni que paso en ese viaje hasta aquí.

Pues mi problema es por culpa de otra mujer, para hacerte el cuento corto te diré que fuimos amantes hace algunos años y por cosas de la vida se vino a vivir aquí, yo no la soporto, pero me acosa día y noche y no me deja tranquila y quiere que volvamos pero como te digo yo no quiero, por su insistencia cedí y por una vez nos acostamos de nuevo, fue peor, mi deseo por ella murió hace mucho tiempo y nada lo hará revivir pero ella insiste e insiste, y me tiene nerviosa pues recibo llamadas, mensajes correos y no que mas de lo que se vale para acosarme y pedirme en todos los tonos y maneras que vuelva con ella, pero te digo que no quiero y cuando yo digo no es así, por eso te pedí que vinieras pues no cree que tengo otra mujer, que eres tu, y creo que al vernos juntas desistirá, y me dejara tranquila, no podía inventar un historia pues no seria convincente y recurro a ti pues lo nuestro es verdadero y tan lindo que estar juntas también Serra una cosa muy grata para mi, nosotras somos amantes aunque vivíamos lejos no es así, por supuesto le dije tu sabes que has despertado en mi ese deseo inmenso de estar contigo y solo eso quisiera, mi niña yo haré todo lo que pueda para que esa mujer te deje en paz y nosotras vivamos nuestro amor intensamente como en los días que estuvimos en Caracas, que aunque solo los últimos nos unimos fueron unos días maravillosos que me tienen todo el tiempo en tensión y solo quisiera estar en tus brazos, apenas termine de hablar me abrazo besándome con toda su ternura y respondí con toda mi emoción ese beso tan lindo, y tan tierno, nuestros labios se juntaron y nuestras bocas se entregaron y se fundieron en un largo beso de amor.

Todo mi cansancio se esfumo y solo quedo en mi la sensación divina de estar en sus brazos y ser besada y acariciada por ella, Cecilia me desnudo con mucha delicadeza y se fue apoderando de todo mi cuerpo desnuda en el sofá de color azul intenso me dijo que mi cuerpo era un poema y que le gustaba mirarme y tomarme así sin preámbulos y sin ceremonias, me deje tomar y mi cuerpo solo era para su boca para sus manos y para su piel, abrí mis piernas todo lo que pude para recibirla y disfrutarla sin moverme solo recibía me movía y me chupaba y sus dedos divinos tocaban cada para de mis lugares secretos, era de ella y solo para ella, me volvió y me puso boca abajo y jugo con mi culito y mi vagina como una poseída, yo solo gemía de placer y pedía mas y mas, que nunca terminara de darme placer, me mecía a su ritmo y sus dedos profundamente metidos en mis dos hoyitos me provocaban aleadas de gozo, gritos y gemidos salían de mi boca por lo orgasmos que sin interrupción sacudían mi cuerpo, sin sentido de nada solo gozaba que mujer mas rica era mi Cecilia, y mientras se ocupaba de mi vagina y mi culito, sentí cerca de mi boca su vagina húmeda y tentadora, no supe en que momento me volvió ni nada, solo me pegue a ella y literalmente me la comí todita, su clítoris estaba inmenso y divino lo chupe y lo goce no se cuanto tiempo, pues mi cuerpo estaba sometido a una delicia inacabable, nunca me habían usado mi culito así nadie, y que manera de perder el tiempo pensaba yo con lo rico que era ser poseída por ahí, sus dedos regordetes eran magníficos y yo estaba fuera de mi solo ocupada de besar y succionar esa vagina tan sabrosa que tenia en mi boca mis manos la tenían tomada de la cintura y la atraía hacia mi con toda mis fuerzas pero ella se alejaba y me dejaba sin mi presa tan rica, y volvía a ponerme su cosita en mi boca y me la retiraba la muy diabla y yo tira para abajo y ella que no pero la muy golosa no soltaba mi cosita y mi culito para nada, pero a mi me tenia a dieta un solo poquito cada vez.

Exhaustas, jadeando y gimiendo nos derrumbamos en el sofá, y así durante un largo rato nuestras pieles se unieron y sin movimientos solo el contacto nos bastaba para estar dichosas habíamos gozado como unas niñas alocadas, y la felicidad se parecía mucho a nuestra vida en ese instante.

A partir de mi llegada parecíamos siamesas juntas andábamos para todos lados y creo que su martirio ceso con mi llegada (por lo menos así lo creímos en esos momentos) por lo que disfrutamos de mi corta estancia, corta en tiempo pero muy larga en la unión que en ese momento vivimos.

Volví a mi casi llorando era tan grande mi amor por Cecilia que sentía que me dolía el cuerpo por estar separad de ella, y solo cosas desagradables me ocurrieron en los días siguientes, pero ese es motivo de otro relato el que tendrá por protagonista a mi deliciosa y amada Cecilia una vez mas.